ABCe
Indice Sociedad

viernes, 25 de julio de 1997



Los creadores de «Dolly» desarrollan otra oveja que produce proteínas humanas

Madrid. Abraham Alonso

Una oveja clónica que incorpora genes humanos con el fin de producir, en la leche, proteínas de aplicación médica ha sido creada por científicos escoceses del Instituto Roslin, en colaboración con la compañía PPL Therapeutics. «Polly» es la primera oveja transgénica desarrollada con técnicas de clonación y representa un paso crucial en la futura comercialización de proteínas terapéuticas y de órganos para xenotrasplantes.

Imagen «Polly», tal y como avanzó la revista ABC Cultural el día 7 del pasado mes de marzo, es la consecuencia de los experimentos efectuados sobre clonación que, en definitiva, trataban de conseguir la producción de animales transgénicos capaces de segregar proteínas en la leche o en la sangre con fines terapéuticos .

Según afirmaba entonces el investigador Alan Colman, director de investigación de la empresa PPL Therapeutics, que financia las investigaciones del Instituto Roslin, «la clonación es sólo el método para conseguir a escala estos animales que son capaces de producir fármacos». En esta ocasión, el propio Colman confirma a Financial Times que «se trata de producir un gran número de cabezas de ganado que expresen altas concentraciones de valiosas proteínas terapéuticas».

La técnica utilizada por los investigadores consiste en añadir un gen humano al núcleo que contiene el material genético de una célula de oveja. Esta célula se fusiona a una célula embrionaria de oveja cuyo núcleo ha sido retirado. El embrión resultante es entonces trasplantado a una oveja adulta, donde se desarrollará hasta convertirse en un cordero.

La clonación garantiza que todos los corderos serán hembras y permite que todo un rebaño sea creado en una única generación. Los científicos estiman que las proteínas producidas por «Polly», que ahora cuenta tan sólo con dos semanas de vida, comenzarán a probarse en el año 1999.

Uno de los mayores atractivos de la utilización de esta tecnología es que, teóricamente, se evita el posible riesgo de transmisión de virus y de otros agentes patógenos. El proceso, por su parte, podría ser menos costoso que los actuales sistemas a base de fermentación con microorganismos, en los que se utilizan células de bacteria o levadura alteradas genéticamente. Además, «Polly» y otras cuatro ovejas, «hermanas» casi idénticas de la anterior y que nacieron de distintas madres, han sido manipuladas genéticamente para producir fibrinógeno, factor VII y factor IX, todos ellos productos coagulantes de la sangre, así como proteína C activa, que previene la coagulación. Dos de estas cinco ovejas llevan consigo genes marcadores, fácilmente localizables por los científicos en el animal. «Tres de ellas, sin embargo, poseen un gen humano de importante valor terapéutico, aunque no vamos a indicar cuál es», señaló Ron James, responsable de PPL Therapeutics.

En opinión de los especialistas del Instituto Roslin, el próximo paso en las investigaciones es, previsiblemente, conseguir una mayor precisión en la introducción de los genes en el núcleo celular, lo que aumentaría la cantidad de proteínas en la leche y ayudaría a que la técnica fuera aplicada a vacas, cuya producción de leche es considerablemente mayor que la de las ovejas.

Repercusiones económicas

De esta forma, los científicos podrían reemplazar genes y no sólo añadirlos, lo que permitiría crear granjas de cerdos cuyos órganos sean trasplantados a las personas. Los investigadores deben deshacerse de los genes que dotan al órgano de una estructura como la de cerdo frente al sistema inmune humano, ya que, a no ser que el órgano sea aceptado como humano por el sistema inmune, este lo rechazará. Sin embargo, este tipo de xenotrasplante aún tendrá que esperar unos años para que sea un éxito.

Por otra parte, aunque la compañía escocesa producía ya la proteína «alfa-1-antitripsina» en ovejas transgénicas, destinada a combatir la fibrosis quística, estos experimentos suponen el primer intento de convertir a diversos tipos de mamíferos, ovinos y vacunos principalmente, en «fábricas» vivas de proteínas terapéuticas y de órganos para xenotrasplantes, con sus inevitables repercusiones económicas, que están más próximas de lo que parece. Así, la PPL Therapeutics cuenta con los derechos de la tecnología desarrollada por el Instituto Roslin sobre animales transgénicos capaces de producir proteínas terapéuticas en la leche. Las consecuencias económicas de este nuevo experimento son suculentas, ya que en Wall Street se calcula que el mercado de proteínas terapéuticas puede llegar a aumentar su actual volumen de negocio de 7.000 millones de dólares anuales a 18.500 millones dentro de tres años.


ABC


© 1997 Prensa Española S.A. - Todos los derechos reservados


Volver a Medios de Comunicación