Terapia génica, una realidad cada vez más cercana
En 1990 se iniciaron los primeros ensayos clínicos de terapia génica. Conceptualmente, la técnica incluye identificar las secuencias apropiadas de ADN y los tipos de células y entonces desarrollar las vías adecuadas para que se introduzca ese ADN en las células.
En la actualidad, la terapia génica se está empezando a contemplar sólo en las células somáticas (esencialmente en las no reproductivas). A pesar de que algunos tejidos somáticos pueden recibir ADN terapéutico, la selección de la célula, normalmente, depende de la naturaleza de la enfermedad. Inder M. Verma y Nikunj Somia, del Instituto Salk para Estudios Biológicos, en La Jolla, California, han realizado una revisión de la situación actual de la terapia génica que se publica hoy en Nature.
Los investigadores comentan que la elección del tejido en que se exprese la proteína terapéutica dependerá también de la eficacia con que se desarrolle el gen, las modificaciones de las proteínas y el estado inmunológico. Asimismo, es necesario considerar qué cantidad de proteína debe desarrollarse.
Por el momento, la mitad de los 200 ensayos clínicos que se han realizado en Estados Unidos se centran en el cáncer. Cerca de 30 se refieren a la corrección de enfermedades monogénicas, como fibrosis quística, déficit de alfa 1-antitripsina e inmunodeficiencia severa combinada.
Toxicidad
La mayoría de los estudios se encuentran en fase I y, por el momento, los sistemas de desarrollo existentes no tienen problemas de toxicidad importantes. No obstante, la lección debe ser aprendida de diferentes estudios.
Así, hace siete años se seleccionaron dos pacientes para un estudio sobre corrección del déficit de adenosina deaminasa (ADA). Uno de los pacientes mejoró y fabricó el 25 por ciento de ADN normal en sus células T, cinco años después de la última infusión de células. Pero en el otro paciente, las células T infundidas no pudieron producir la suficiente enzima deficitaria.
Por ello, los autores de este análisis aseguran que la eficacia de la terapia génica no puede ser evaluada hasta que los pacientes hayan completado tratamientos alternativos.
Respuestas
En otro estudio, un paciente malnutrido con ADA redujo la habilidad de sus células T para responder in vitro a los cambios de los patógenos.
En estos casos, los vectores retrovirales no son óptimos y el número de células progenitoras infectadas es bastante pequeño. De esta forma, dichos trabajos ayudaron a establecer la tecnología para generar el grado clínico de partículas retrovirales recombinantes, los procedimientos para la infusión y el trasplante de genes correctos y para realizar protocolos de monitorización de paciente y análisis de datos.
Para Inder Verma y Nikunj Somia, se necesita un sistema que sea capaz de desarrollar de una forma eficaz células progenitoras que puedan expresar y mantener altos niveles de la proteína de ADA.
(Nature 1997; (389): 239- 242).
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