Un gen humano se cuela en el rebaño clónico
Después de Dolly, los investigadores del Instituto británico Roslin han creado a Polly; una oveja transgénica clonada. La diferencia es que para la nueva oveja no han utilizado células adultas sino que se han decantado por fibroblastos obtenidos de fetos. De esta forma, se ha convertido en el primer animal clónico que recibe células fetales alteradas; es decir, lleva un gen humano que se introdujo en el núcleo del fibroblasto y se insertó en un óvulo donante enucleado.
Javier Benítez, del Departamento de Genética de la Fundación Jiménez Díaz, de Madrid, ha explicado a DM que este es el siguiente paso a la clonación de animales, "ya que se tenía toda la metodología para hacer clones".
Llegados a este punto, el genetista añade que es factible hacer otros animales transgénicos que expresen otros genes, ya que Polly lleva el de la alfa-1-antitripsina.
El nuevo clon transgénico tiene cinco hermanos, pero sólo se ha determinado que Polly es portadora de un gen humano.
Las posibilidades terapéuticas que abre la ya famosa oveja se están estudiando ahora, pero sus creadores piensan que pueden obtenerse animales en gran número cuya leche tenga propiedades curativas.
Los científicos del Instituto Roslin ya habían creado ovejas transgénicas que producían alfa-1-antitripsina, que se emplea para el tratamiento de la fibrosis quística. También se han producido por técnicas de ingeniería genética ovejas que producen proteínas empleadas en pacientes con problemas de coagulación.
Posibilidades
Para Benítez, estos animales sólo podrán ser útiles en algunas enfermedades monogénicas, "puesto que hay muchas que tienen su afectación localizada en el cerebro y es difícil que la proteína deficitaria llegue hasta dicha zona".
Por lo tanto, los beneficios terapéuticos se ciñen a enfermedades en las que la proteína acceda fácilmente al órgano dañado. No obstante, es necesario investigar para obtener los vectores más adecuados en cada caso.
Las posibilidades son amplias. El experto se ha mostrado optimista con los resultados de las investigaciones. "En un corto espacio de tiempo se puede hacer una planificación de algunas de las enfermedades que se están tratado con la introducción de una proteína, pero se pueden diseñar tratamientos más limpios".
En opinión de Benítez, el siguiente paso sería hacer una purificación de esa proteína. "En un tubo de ensayo se obtendría una proteína humana en grandes cantidades que está presente en la leche de la oveja clónica transgénica. A partir de aquí, habría que purificarla y almacenarla para poderla insertar en los pacientes de la forma más adecuada".
En este sentido, Rafael Pérez Mellado, subdirector del Centro de Investigaciones Biológicas del Centro Superior de Investigaciones Científicas, ha manifestado que "la creación de animales transgénicos que produzcan sustancias con interés terapéutico para enfermedades hereditarias o de déficit de proteínas tiene un interés científicos primordial".
Trasplante
Una de las posibilidades terapéuticas que contempla Pérez Mellado es evitar el rechazo después de un trasplante. Asimismo, las proteínas de los animales transgénicos pueden suministrar algunos elementos carentes en determinadas personas. "En principio, la potencialidad terapéutica de Polly es tan grande que es difícil determinar en qué no se podrá emplear".
En esta misma línea se sitúa Benítez cuando afirma que todas estas investigaciones constituyen una realidad muy cercana. "Cuando crearon a Dolly nos preguntábamos cuánto habría que esperar para hacer un transgénico y sólo han pasado tres o cuatro meses".
Ahora hay que esperar para ver las posibles aplicaciones de la proteína de Polly en el tratamiento de distintas enfermedades genéticas. "Hay que tener en cuenta que se ha abierto un abanico muy amplio de posibilidades que habrá que ir analizando".
No obstante, con Polly se ha avanzado un gran camino, puesto que la creación de un animal transgénico es un proceso complicado que requiere algún tiempo para comprobar si el animal puede producir la proteína del gen humano que se ha insertado.
Clara Simón/Rafael Pérez Ybarra
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