UNA ALIMENTACIÓN CORRECTA PUEDE PREVENIR EL CÁNCER
Por Dra. Merete Osler
"Más legumbres y menos carne en los platos",
aconsejan los médicos.
Nuestra salud es afectada por nuestras condiciones de vida, por
el ambiente laboral y la contaminación, y por nuestras costumbres
en cuanto a tabaco, alcohol y comida.
Consumimos más o menos un kilo y medio de comida y bebida por
día. A los 50 años hemos digerido 50 toneladas de comestibles. Es
evidente, pues, que la comida es de gran importancia para la
salud.
Una dieta mal compuesta puede, entre otras cosas, propulsar el
desarrollo de enfermedades relacionadas con nuestro estilo de
vida, como por ejemplo enfermedades cardiovasculares, diabetes,
cáncer y osteoporosis. La más temida entre ellas el cáncer, ya
que las pocas posibilidades de tratamiento que hay, tienen unos
efectos secundarios muy desagradables. Por ello, el conocimiento
de posibles diligencias de precaución es de gran valor. Varios
estudios cientificos de los últimos años han indicado que una
dieta correctamente compuesta puede prevenir el cáncer. El mismo
tipo de alimentación parece poner trabas a otras enfermedades
condicionadas por nuestro estilo de vida.
Coma verduras y fibras
Todo parece indicar que una alimentación rica en fibras tiene
cualidades preventivas. Por esto tenemos que comer más patatas y
otros avíos como arroz, pasta, alubias y lentejas. En otras
palabras: hay que llenar el plato con más legumbres y menos
carne. Mucha gente opina que es demasiado caro comer más
verduras. Eso no es verdad si se compran las legumbres de la
temporada - ellas siempre son de precio razonable.
¿Qué es lo que refrena el cáncer?
Varios componentes alimenticios parecen ejercer
cierta coartación sobre los daños causados por
sustancias cancerígenas. La vitamina A y la carotina,
especialmente en legumbres, dificultan el desarrollo del cáncer.
La vitamina E puede, entre otras cosas, dificultar la oxidación
de ciertas grasas en el cuerpo y así evitar la formación de
sustancias que pueden contribuir a una cancerización.
Las fibras alimenticias constituyen un grupo amplio y
diversificado de sustancias que por su capacidad de absorber el
agua diluyen los componentes perjudiciales y acortan su tiempo de
estancia en los intestinos.
El selenio es un mineral que forma parte de una enzima en el
organismo la cual es capaz de neutralizar los elementos dañosos.
Sin embargo no basta con tomar una píldora de vitaminas. Es
inútil comer cosas malsanas y creer que se pueda recompensar con
una píldora. Además, hay vitaminas que se vuelven venenosas si se
toman en dosis exageradas.
Menos grasa y alcohol
Hoy en día se supone que la ingestión de grasa en abundancia
juega un papel significativo en el proceso de cancerización. No
se sabe cuáles son los tipos de grasa (saturada o no saturada)
que propulsan el cáncer.
Tambien se sospecha que el alcohol tiene efecto cancerígeno y
parece que el alcohol y el tabaco juntos tienen un efecto de
intensificación mutua.
Más teorías
Existen varias teorías sobre la influencia de la grasa en el
desarrollo del cáncer. Una teoría es que una dieta con un alto
contenido de grasa causa un incremento de ácido biliar en el
intestino que puede causar una irritación de las células de la
mucosa. A largo plazo tal irritación puede producir cáncer del
colon.
Otra teoría es que la ingestión de grasa aumenta la formación de
oxígeno activo en las células. El oxígeno activo puede afectar la
superficie de las células estimulando un crecimiento no deseado.
Asimismo una alimentación grasa puede aumentar la producción de
distintas hormonas que también pueden estimular el crecimiento de
las células y, una estimulación exagerada probablemente puede
resultar en cáncer.
Se supone que el alcohol sobre todo puede causar cáncer al
esófago y al hígado. Se cree que el alcohol puede contribuir a la
activación en el hígado de las sustancias cancerígenas. Además se
estima que el alcohol, que es un disolvente, afecta las células
de la mucosa del tubo digestivo, así facilitando la intrusión de
otras sustancias perjudiciales en las células.
A pesar del conocimiento aún limitado de la relación entre la
dieta y el cáncer, parece que vale la pena seguir unos consejos
alimenticios simples, si se quiere prevenir el cáncer y otras
enfermedades derivadas del estilo de vida.
Es característico, no obstante, de todas estas enfermedades que
la dieta no es el único factor decisivo para el desarrollo de las
enfermedades. El tabaco, el ambiente laboral y los factores
hereditarios también juegan un papel importante.
Investigaciones recientes indican que también los factores
psicológicos pueden influir en el desarrollo del cáncer. Por eso
es importante que eventuales cambios del estilo de vida no sean
tan fanáticos que afecten la calidad de vida.