Manual Guia para Personas con Diabetes
Capítulo 11
Cuidado de la Piel y de los Pies
Cómo Proteger sus Pies
Piel seca y otros problemas comunes
Infecciones de la Piel
Infecciones por hongos
Cuidado de los pies
Los SI y los NO del cuidado de los pies
Primeros auxilios para heridas de los pies
Elementos necesarios para el Cuidado de los Pies
Pie de Atleta
Cómo Proteger sus Pies
Las personas con diabetes son propensas a tener problemas en la piel y los pies.
A continuación hay una lista de cosas simples que puede hacer para protegerlos:
¡Planee! Obtenga una buena cantidad de horas de sueño. Duerma unas 7-8 horas
por noche. Los niños necesitan aún más descanso.
Báñese todos los días. Tener la piel limpia disminuye las posibilidades de
tener infecciones.
Use ropas cómodas. Es sobre todo importante el usar medias limpias y zapatos
cómodos.
Hágase tiempo para relajarse y descansar en el día. Deje un tiempo entre
distintas actividades.
Piel seca y otros problemas comunes
La deshidratación que ocurre en la diabetes pobremente controlada, causa
sequedad de piel. Recuerde que el orinar en forma excesiva y la sed son síntomas
de diabetes. Para tratar la piel reseca y con picazón, pruebe el aceite para
baño Alpha Keri .Una medida en el agua del baño suaviza y lubrica la piel. Pero
tenga cuidado porque el aceite hace que la bañera sea resbalosa.
Use una crema que sea a base de lanolina para mentener la humedad en la piel.La
loción Keri, Crema Nivea y la crema Eucerin contienen lanolina y lubrican la
piel. La crema Udder no tiene perfume. es también barata y fácil de aplicar.
Infecciones de la Piel
Las personas con diabetes pobremente controlada tienen tendencia a padecer de
infecciones de la piel porque la glucosa sanguínea elevada reduce la eficacia de
las células que combaten las infecciones. Los forúnculos y otras infecciones de
la piel pueden llegar a ser peligrosas si no son tratadas correctamente. Aún un
corte pequeño que no es tratado a tiempo ,puede hacerse una llaga profunda que
no sana llamada úlcera. En la mayoría de los casos, el mantener una buena
higiene (piel limpia), y buen control sobre la diabetes, mejorará
sustancialmente la habilidad de su cuerpo para resistir las infecciones. A
veces, es necesario usar antibióticos a pesar de todo.
Infecciones por hongos
Las personas que no controlan bien su diabetes pueden sufrir de infecciones
causadas por hongos en las axilas y especialmente en la región genital y anal.
Las mujeres a veces padecen de un prurito severo en la vagina, o una erupción
debajo de los senos.
La infección más común causada por hongos, candidiasis (moniliasis), produce una
picazón intensa y un flujo vaginal blanquecino y espeso. El primer tratamiento
es controlar la glucosa sanguínea, que muchas veces detiene la infección sólo
con lograrlo. También pueden usarse cremas y supositorios vaginales.
Cuidado de los Pies
Cuando la diabetes ha estado presente por muchos años, disminuye la circulación
sanguínea desde y hacia los pies. Esto a su vez retarda el proceso de
recuperación de las lesiones de los pies. También dejan de funcionar
correctamente los nervios de los pies, lo cual hace que usted pueda tener
heridas en los mismos y no sentir dolor, y de esa manera, no tratarlas a tiempo.
Las heridas en los pies que no han sido tratadas correctamente pueden infectarse
o ulcerarse.
Para evitar estos problemas en sus pies, manténgalos limpios, y use medias y
calzado cómodo todo el tiempo. Mantenga sus pies calientes, y cuide las uñas de
sus pies y los callos que puedan formarse.
Vea a un podiatra (especialista en pies), y cuando vea a su médico asegúrese que
él o ella revise sus pies habiendole sacado las medias durante el examen.
Además, si usted nota algún cambio en la sensación en sus pies, llame a su
médico.
Los SI y los NO del Cuidado de los Pies.
Sí:
Revise sus pies diariamente buscando áreas enrojecidas,magulladuras, cortes,
ampollas y sequedad o grietas de la piel. No se olvide de mirar por debajo y
entre los dedos. Presione suavemente y busque zonas de dolor o mayor
temperatura porque esto puede indicar alguna lesión.
Lave sus pies todos los días con algún jabón suave y séquelos
cuidadosamente, especialmente entre los dedos.
Si la piel de sus pies está seca, aplique alguna crema a base de lanolina
(pero no la aplique esntre los dedos). Si sus pies transpiran mucho, use un
polvo de talco.
Use zapatos blandos, que le sienten bien y medias limpias. Esté seguro de
que no haya arrugas en sus medias. Elija los zapatos nuevos con cuidado (la
comodidad es más importante que la estética) y comince a usarlos de a poco.
Evite las lesiones de los pies usando zapatos o zapatillas dentro de la casa
y zapatos para el agua en la playa o la pileta.
Use botas bien abrigadas para mantener los pies calientes en el invierno.
Corte las uñas de los pies no más cortas que el borde del dedo. Si no puede
verlas o alcanzarlas bien, pídale a otra persona que lo haga por usted.
Use piedra pómez para eliminar los callos.
No:
Poner bolsas de agua caliente o dispositivos eléctricos para calentar sus
pies.
Enjuagar sus pies por mucho tiempo en el agua (esto saca los aceites
naturales)
Cortar callos o usar medicaciones para los callos.
Usar zapatos que son muy ajustados o demasiado usados, o ligas o medias
ajustadas que puedan impedir una buena circulación.
Llame a su podiatra si usted tiene:
Una herida punzante o cualquier herida que no cura, o heridas que tienen
pus.
Areas enrojrcidas (aún si no tiene dolor) por debajo de los callos o zonas
de piel seca.
Uñas encarnadas, gruesas, o callos que son difíciles de cuidar.
Primeros Auxilios para Heridas de los Pies
El hecho de que no sienta dolor cuando se lastima los pies no quiere decir que
usted no debe prestarle atención a la herida. Lávela con un jabón suave y
séquela con cuidado. Luego, aplique un antiséptico (por ejemplo pomada
Polysporin). No use sales Epson, ácido bórico o tintura de yodo. Si es necesario
poner una venda, use una gasa pequeña y tela adhesiva hipoalergénica (para
evitar irritación de la piel). Eleve el pie cuando pueda durante el día por
períodos de hasta 20 minutos.
Elementos necesarios para el cuidado de los pies
Siempre trate de tener a mano los siguientes elementos:
Limas para uñas o ralladores de callos
Loción para la piel seca a base de lanolina como ser Nivea o Keri
Tela adhesiva hipoalergénica y gasa.
Polvo para los pies
Polysporin (o algúna crema similar con antibióticos)
Pie de atleta
El pie de atleta es una infección cusada por hongos que produce picazón y
grietas en la piel, frecuentemente entre los dedos de los pies. Puede aparecer
como si fueran pequeñas ampollas o descamación de la piel .
El pie de atleta es contagioso; lo puedes contraer al estar en contacto con el
piso de los baños y los pisos de los lockers públicos. Debido a que las grietas
de la piel pueden llevar a infecciones mayores, usted debe tratar de prevenir el
pie de atleta y tratarlo cuando se presenta.
Para prevenirse, use sandalias en baños y duchas públicas. Si usted desarrolla
síntomas de pie de atleta, aplique alguna crema antifúngica (Tinactin o
Desinex). Use polvo antifúngico en sus zapatos.
RECUERDE: El cuidado de la diabetes es un esfuerzo de equipo que lo incluye a
usted, su médico y el personal educador para la diabetes del lugar donde usted
recibe su cuidado médico. Este manual no puede y no fué escrito con la intención
de reemplazar ese trabajo en equipo.
Aquí se presenta el punto de vista del grupo para el cuidado de la diabetes del
Centro Médico de la Universidad de Massachusetts. Es posible que otros grupos
tengan otra aproximación a algunos aspectos de la diabetes que difiera de los
presentados en este manual. Aunque la mayoría de los grupos que tratan a las
personas diabéticas tienen una gran concordancia en lo que respecta a PRINCIPIOS
GENERALES del cuidado de la diabetes, pueden haber diferencias en DETALLES.
Puede haber más de una" forma correcta" de tratar un tema específico en relación
al manejo de la diabetes.
Manténgase siempre en contacto con su equipo para el cuidado de la diabetes, y
hágales cualquier pregunta que pueda tener sobre el contenido de este libro.
Copyright 1995, 1996, 1997 Ruth E. Lundstrom, R.N., John P. Mordes, M.D., Aldo
A. Rossini, M.D. All rights reserved.
Spanish translation copyright 1997 Jessie A. Block-Galarza, M.D. and John P.
Mordes, M.D.
This page was last revised on May 22, 1997.
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