50 Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
Fuente: JANO on Line 11-12-98
Jano on Line y Panos Institute, Barcelona
La directora general de la OMS habló de la vulnerabilidad de las mujeres y puso énfasis en la necesidad de luchar contra la mutilación genital femenina.
Hoy 10 de diciembre se cumplen los 50 años de la
proclamación por la ONU de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un texto de
gran trascendencia para la humanidad pero que en su primer medio siglo de vida ha sido
repetidamente violado en muchas partes del planeta.
En nuestra edición de ayer hacíamos referencia al discurso que la Dra. Gro Harlem
Brundtland, directora general de OMS, pronunció en París en una mesa redonda organizada
al respecto por la UNESCO.
Además de subrayar el derecho a la salud como uno de los derechos humanos básicos, la
Dra. Brundtland puso énfasis en la necesidad de proteger los derechos de las mujeres en
el mundo. En este sentido hizo referencia a la discriminación y malos tratos que atentan
contra los derechos de la población femenina, y en concreto a las prácticas de
mutilación genital femenina, que sigue siendo habitual en muchas culturas.
En un informe remitido por el Panos Institute de Londres, se cita que los activistas
contra la mutilación genital femenina recuerdan que esta práctica es una tortura, un mal
trato y una agresión brutal contra la integridad del cuerpo de las niñas y adolescentes
que la padecen.
A pesar de la lenta disminución en estas prácticas, se calcula que, como mínimo dos
millones de niñas, la mayoría de ellas entre los 4 y los 10 años, sufren anualmente
esta intervención en, al menos, 20 países de África, Asia, Oriente Medio y entre
algunas comunidades de inmigrantes en Europa. Las cifras nos llevan desde el 5% de Uganda
y la República Democrática del Congo, hasta el estremecedor 98% de Somalia y Yibuti.
El procedimiento consiste en la ablación parcial o total del clítoris y los labios, tras
lo que la herida es cosida infibulada dejando sólo un pequeño agujero para
permitir el paso de la orina y de la sangre menstrual.
Las consecuencias de la mutilación gentital femenina pueden llegar a ser gravísimas:
aparte de las hemorragias, que pueden llevar a un estado de anemia, la intensidad del
sufrimiento puede incluso producir un shock por dolor en la niña; mientras que las
infecciones como resultado de la falta de medidas higiénicas puede conducir a la muerte.
Por otra parte, esta operación provocará dolorosas relaciones sexuales y aumentará los
riesgos en el parto que, en muchos casos, resultaran en la muerte de la parturienta.
En febrero de 1996, la OMS, UNICEF y el FNUP declararon conjuntamente que "es
inaceptable que la comunidad internacional se mantenga pasiva en nombre de una
distorsionada visión de la multiculturalidad", refiriéndose a la mutilación
genital femenina.