Es en este punto en
el cual algunas parejas encuentran que independientemente de lo mucho que se aman la
pasión está en un punto bajo. El sexo aunque no desaparece disminuye y el aburrimiento
entra en la cama.
Las cosas
cotidianas los alejan de la sexualidad, la gimnasia del domingo a la mañana se convierte
en mas importante que desayunar juntos en la cama y mirar televisión adquiere mayor
importancia que pasear a la luz de la luna.
Pero las cosas no necesariamente tienen que ser así. El sexo en una pareja que convive no
tiene por que ser aburrido. Cuál es la solución?. En principio usar la cabeza y la
imaginación y probar con estos consejos:
Concentrarse
en los sentimientos placenteros y disfrutarse mutuamente.
La falta de
concentración en lo que está pasando puede ser un síntoma sutil del aburrimiento
sexual. Cuando no nos concentramos quedamos fuera de la escena y cuando quedamos afuera es
fácil sentirse aburrido. El buen sexo requiere poder concentrarse en la situación con el
otro y trascender la frontera del si mismo. Observarse a uno mismo interfiere con el
abandono necesario para disfrutar. Muchas cosas pueden distraernos: culpa, vergüenza, las
preocupaciones sobre el propio cuerpo, los conflictos del poder, el resentimiento, etc. La
mejor manera de desprenderse de las distracciones es reconocer que están y dejarlas ir.
Imaginemos que esos pensamientos distractivos se elevan en una nube que se va por el aire.
Tocarse y acariciarse mas a menudo
Como primera medida
por qué no recrear mentalmente aquellos primeros encuentros apasionados y compararlos con
lo que está pasando ahora. Encontrar cuales son las diferencias y localizar que está
faltando. Proponerse un masaje sensual que permita contactarse con todas las partes del
cuerpo. Y no dejar pasar la ocasión de acariciar, besar y tocar aunque se esté en
situaciones que no permitan un encuentro erótico.
Haga una lista.
Imagine su última
relación sexual. Concéntrese en todos los detalles de lo sucedido. Luego haga una lista
de tres columnas: en la primera columna haga una lista de las caricias que disfruta y
quiere conservar, en la segunda una lista de caricias descartables y en la tercera una
lista de las cosas que faltan y que a usted le gustaría introducir en su vida sexual.
Invite a su marido a hacer lo mismo y luego conversen ambos sobre los resultados. Preste atención a sus propios deseos y a los de
su compañero y traten ambos de incluir estos nuevos pedidos en las próximas relaciones.
Disfrutar
de los placeres de la vida.
Piense en convertir
pequeñas cosas cotidianas en pequeños placeres sensuales. Elija una actividad cada día
tratando de convertirla en lo mas sensual posible. En lugar de bañarse rápidamente,
hágalo de modo de sentir el contacto del agua en su cuerpo y todo el placer que ello
despierta. Lo mismo puede lograrse tomando un té, caminando, etc. Focalizar en una
actividad placentera todos los días puede ampliar la gama de placeres.
Cuidar y redescubrir su cuerpo
Tómese un tiempo
todas las semanas; ese es su tiempo y aproveche para mirarse al espejo, ver que cosas
necesita hacer para sentirse mas linda, mas cómoda con su cuerpo. Este es un tiempo para
encremarse, para relajarse y cuidarse. Sentirse bien con uno misma ayuda a sentirse bien
con el otro.
Dejar que la mente vuele
Ponga una música
suave, cierre los ojos y deje que su mente se llene de imágenes eróticas. Las fantasías
sexuales nos ayudan a relajarnos y a disfrutar del placer sexual. En la medida en que
experimenta con diferentes imágenes va a encontrar que algunas son mas excitantes que
otras. Las fantasías pueden tomar diferentes formas: desde muy románticas hasta muy
explícitas. No son peligrosas; fantasear no significa concretarlas en la realidad. Pero
son un potente afrodisíaco que tenemos a nuestra disposición.
Darse permiso para sentirse sexy
Los sentimientos
sexuales son una fuente de energía positiva. Si nos desembarazamos de viejas culpas,
prejuicios y tabúes es posible que dejemos salir a la mujer sexy que existe en todas
nosotras. La gente sexy busca oportunidades para estimular su erotismo, mantener
relaciones sexuales, y divertirse con el sexo. Por qué no quedarse en la cama una mañana
del fin de semana disfrutando de la mutua compañía, ver juntos una película erótica,
escaparse un fin de semana sin chicos o dormir alguna noche en un lugar diferente.
Contarnos
un cuento
Compartir historias
sexuales es una de las tantas actividades divertidas que podemos hacer en pareja. Los
cuentos pueden ser inventados y disfrazados, propios o ajenos. En principio buscar los mas
divertidos. Se puede empezar por situaciones infantiles y adolescentes. No asustarse si en
el transcurso aparecen escenas dolorosas o complicadas que también es positivo compartir.
Es interesante que sean breves e intercambiar historias. Que el otro también nos cuente.
Sin juego el sexo
pierde su creatividad y ciertamente se torna aburrido. Que es jugar?. Jugar es divertirse,
hacer cosas infantiles, cosas que solo la intimidad permite, ponerse ropas distintas,
jugar a ser una persona diferente, recrear personajes. Algunos les gusta jugar al
doctor, otros prefieren ser la profesora
y el alumno , etc., etc., etc. Son también interesantes los juegos fuera del
dormitorio, que no son específicamente sexuales pero permiten a una pareja divertirse,
reírse, hacerse trampas, competir, como jugar a las cartas, al tennis, al golf, etc.
Los afrodisíacos verbales
El lenguaje del
amor es una parte importante del juego sexual. Los hombres y las mujeres nos excitamos a
menudo con palabras diferentes. Culturalmente los hombres están acostumbrados a palabras
fuertes que a veces nos resultan incómodas, expresiones mas directas o nombres vulgares
de genitales y de partes del cuerpo. A muchas de nosotras nos excitan frases mas
románticas, piropos y cosas que nos halaguen. Esto no quiere decir que siempre suceda
así y que no podamos encontrar un lenguaje común, excitante para ambos. Los sonidos del
amor, susurros, jadeos, suspiros son excitantes para mujeres y para hombres. Por otro lado
al producirlos también aumenta nuestra excitación.
No olvidemos el romance
Construir un
romance es repetir las cosas que hacen los enamorados. Las cosas del amor cotidiano, la
notita, los besos, las invitaciones especiales, la comida exótica, el llamado
telefónico, etc. Mantener el clima del afecto y la seducción a veces da trabajo pero el
resultado es muy gratificante. Coquetear y seducir, avanzar y retroceder, crea escenas y
espacios para un nuevo encuentro.