Notisex. N° 18. 25 de Octubre de 1999
Fuente: Tertulia. No. 39 [16-X-99]
Nueva York, 12 de octubre de 1999 (Marilyn Chase/Wall Street Journal/Tertulia). La
extirpación de nódulos ha evitado que miles de mujeres pasen por el trauma de perder un
seno a consecuencia del cáncer, pero sus efectos secundarios han provocado una creciente
demanda de las pacientes para que se ponga en práctica una técnica menos invasiva,
conocida como la biopsia de los nódulos centinelas.
Durante una operación de cáncer de mama, el médico revisa los nódulos linfáticos en
la axila para determinar si el mal se ha expandido. Los doctores más conservadores
extirpan y hacen biopsias a entre 15 y 30 nódulos linfáticos de las axilas, que reciben
fluidos desde la mama. Si esos nódulos tienen células cancerígenas, es necesario
tratamiento adicional.
El nuevo procedimiento reduce la cantidad de nódulos de 30 a uno o dos. En esta técnica,
el especialista inyecta una pequeña cantidad de tinta azul o material radioactivo en el
seno. Luego siguen el flujo del líquido linfático para ver cuál nódulo es el primero
en recibir fluidos del seno. Ése es el primer punto a revisar, el llamado nódulo
centinela, pues sería el primero al que llegarían las células cancerígenas. Si ese
nódulo está bien, dicen sus promotores, probablemente el cáncer esté limitado al
pecho.
Ese quizás sea el centro de un debate que se lleva a cabo actualmente en Estados Unidos.
Otro elemento, tal vez de igual importancia, es si el propósito de la técnica en
relación a los nódulos linfáticos de la axila debe ser únicamente de diagnóstico,
para determinar cuán avanzado está el cáncer, o si también debe ser terapéutica, y
entonces extirpar las áreas a las que el cáncer puede extenderse con facilidad.
El asunto es que si el remover los nódulos aumenta las posibilidades de que una mujer
sobreviva, entonces es claro que sería riesgoso cambiar de técnica. Hasta ahora no hay
datos científicos disponibles, pero se están realizando dos investigaciones que buscan
responder a esta pregunta, en las que se estudia a 12,000 mujeres. Una está siendo
desarrollada por la Universidad de Vermont. La otra, por el grupo de oncología del
Colegio de Cirujanos de Estados Unidos.
Nueva
droga para la osteoporosis causa menos efectos secundarios
Fuente: CNN en español, 13/10/99
CHICAGO (CNN) -- La osteoporosis, una enfermedad alguna vez considerada irreversible, cuenta ahora con un nuevo tratamiento. Investigadores anunciaron el miércoles que existe una droga que evita una amplia gama de fracturas en quienes sufren la enfermedad y además tiene menos efectos secundarios. En un estudio que se extendió durante tres años, se administró la droga risedronato a un grupo de 939 mujeres postmenopáusicas.
El grupo registró una baja del 41 por ciento en la incidencia de fracturas espinales y del 33 por ciento en otro tipo de fracturas, difíciles de evitar con otros medicamentos, entre ellas lesiones en la cadera, las piernas y los brazos. Sucesivas pruebas revelaron que la droga también incrementa la densidad ósea en un cinco por ciento y tiene menos efectos secundarios que uno de los medicamentos más populares en el tratamiento de la enfermedad, el Fosamax.
El estudio, publicado en la Gaceta de la Asociación de Medicina de Estados Unidos, fue financiado por las compañías farmacéuticas Proctor and Gamble y Hoechst Marion Rousell, que buscan la aprobación de las autoridades para comercializar el risedronato bajo el nombre de Actonel. El autor principal del artículo afirma que las conclusiones son particularmente alentadoras para aquellas mujeres mayores que no pueden o no quieren tomar estrógenos después de la menopausia. "En general se cree que una vez que uno envejece y empieza a tener problemas, ya no hay mucho que pueda hacerse. Pero creo que esto es muy alentador", dijo el doctor Steven Harris, director de la Clínica de Osteoporosis de la Universidad de California en San Francisco.
MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA REQUIERE CUIDADO ESPECIALIZADO
Fuente: Tertulia. No. 40 [23-X-99]
Traducción: Laura E.
Asturias
Washington, 17 de octubre de 1999 (AP/USA
Today/Tertulia). En la clínica de la gineco-obstetra Nawal Nour, en la ciudad de Boston,
se escuchan diferentes idiomas desde que mujeres de Somalia, Etiopía y Sudán empezaron a
acudir a esta médica. Muchas buscan alguien que no se escandalice ni las interrogue por
haber sido sometidas a un procedimiento con el que muy pocos médicos estadounidenses
están familiarizados: la mutilación genital femenina (MGF).
La MGF es una práctica cultural en partes de África y el Medio Oriente que involucra la
mutilación de los genitales de las mujeres, usualmente antes de la pubertad. Puede
oscilar entre cortar o quemar el clítoris y cercenar toda la parte genital externa y
suturar los tejidos remanentes para dejar solamente un minúscula abertura.
Para médicos en Estados Unidos, es un choque observar por primera vez uno de estos casos.
Muchos tampoco saben cuáles cuidados pueden requerir las mujeres para complicaciones
tales como dolor severo, infecciones o partos difíciles, dice Nour, quien dirige una
clínica donde atiende africanas en el Hospital Brigham para Mujeres.
Se estima que alrededor de 130 millones de mujeres y niñas del mundo han sido sometidas a
este ritual. Según las últimas estimaciones en Estados Unidos, de 1990, 168,000 de ellas
han emigrado a este país. Estas cifras "son una grave subestimación", según
Nour, quien señala que un rápido crecimiento inmigratorio significa que más médicos
estadounidenses necesitan aprender cómo cuidar a estas mujeres.
Frente a un creciente número de llamadas de consulta sobre tratamientos, el Colegio de
Obstetricia y Ginecología de Estados Unidos (ACOG) está de acuerdo y este mes emitirá
sus primeras recomendaciones sobre consejería y tratamiento para mujeres mutiladas. Estas
recomendaciones, de las cuales Nour es co-autora y que muestran diferentes formas de MGF,
serán enviadas a todos los colegios médicos y programas de gineco-obstetricia en Estados
Unidos y Canadá.
Nour vivió la mayor parte de su niñez en Sudán y Egipto y tuvo numerosas familiares que
fueron mutiladas. Decidió ser ginecóloga en parte porque "quería regresar a
Sudán, brindar buenos cuidados a las mujeres en los países en desarrollo, y también
porque me opongo vehementemente a esta práctica". En Boston, Nour impartió charlas
médicas sobre la MGF y muy pronto su clínica "empezó a llenarse de pacientes
africanas".
El primer paso para los médicos estadounidenses, dice Nour, es comprender la MGF para que
la paciente no se sienta juzgada. "Si nunca antes has visto un caso de éstos, es
realmente difícil la primera vez. Lo que yo pido es que los médicos primero pongan en
orden sus sentimientos". Aunque quienes apoyan la MGF dicen que ésta promueve la
castidad porque convierte las relaciones sexuales en una experiencia dolorosa, para las
organizaciones internacionales que trabajan por erradicar la MGF se trata de violencia
contra las mujeres: para las niñas implica riesgo de fallecer desangradas o a causa de
infecciones, y las sobrevivientes pueden experimentar complicaciones durante años. E
indiferentemente de la controversia sobre el tema en el extranjero, las mujeres que
emigran a Estados Unidos necesitan cuidados médicos. Algunas simplemente buscan
cuidados ginecológicos que no incluyan una condena al ritual al que fueron sometidas. Si
ellas no se consideran mutiladas, dice Nour, los términos que los médicos utilicen
serán importantes para establecer confianza. Otras mujeres padecen dolor durante las
relaciones sexuales y la menstruación, infertilidad, quistes, abscesos o infecciones
recurrentes. Todas éstas son complicaciones perdurables que han sido abordadas en las
recomendaciones
del ACOG.
En el caso de una mujer embarazada que haya sufrido infibulación, la forma más severa de
mutilación, que deja solamente una diminuta abertura vaginal, se puede utilizar cirugía
correctiva para ampliar la abertura para que ella no sufra un terrible desgarramiento
durante el parto. No es difícil, dice Nour, quien escribió instrucciones detalladas,
pero la cicatriz de la MGF intimida a algunos médicos, que piensan que la única opción
para la mujeres es la cesárea. Algunas pacientes piden la cirugía para mejorar su
calidad de vida. Nour cita el caso de una pareja recién casada que buscó su ayuda porque
las relaciones sexuales eran tan difíciles. Pero para otras mujeres -agrega-, ofrecerles
la cirugía sin que ellas la soliciten sería un insulto.
Fuente: Journal of Perinatal Medicine 27(3):199-203, 1999.
Relación entre el embarazo en la adolescencia y los resultados perinatales adversos
Los investigadores de la Universidad Médica de Albert-Szent Györgyi, de Szeged, Hungría, estudiaron el entorno social, los resultados del monitoreo prenatal y perinatal, y los resultados perinatales obtenidos por madres adolescentes menores de 18 años. Concluyeron que, dado que la menor edad materna se asocia a un aumento del riesgo de los resultados fetales desfavorables, las madres adolescentes requieren una mejor atención prenatal, y mayor observación durante el trabajo de parto. Además, el mejoramiento del entorno social de las adolescentes y la prevención del embarazo en este grupo etario es un objetivo recomendable.
Durante el lapso comprendido entre el 1.1.1996 y el 31.12.1996, se registraron 13 431 nacimientos en el departamento de obstetricia y ginecología de un hospital universitario. En este período, nacieron un total de 209 recién nacidos, de 207 madres adolescentes (menores de 18 años de edad). Se compararon los datos correspondientes a estas madres adolescentes con los de todas las madres que dieron a luz en Hungría durante el mismo período. Un total de 39 (18.6%) de los 209 recién nacidos de madres adolescentes nacieron antes de las 37 semanas de gestación, y 34 (16.3%) mostraron signos de retardo del crecimiento intrauterino.
La proporción de madres adolescentes primíparas era del 72.0%: 131 (63.3%) eran primigrávidas, y 136 (65.7%) recibieron cuidados prenatales adecuados. Las complicaciones maternas (hipertensión inducida por la gestación, diabetes gestacional, nacimiento prematuro y preeclampsia) y los resultados perinatales adversos (elevados índices de retardo del crecimiento intrauterino y mortalidad perinatal) se observaron con mayor frecuencia en las gestaciones de madres adolescentes.
Los investigadores húngaros destacaron la necesidad de prevenir el embarazo en jóvenes adolescentes, y de mejorar los cuidados prenatales y la observación de estas gestaciones.
ANUNCIAN CREACIÓN DE NUEVOS ANTICONCEPTIVOS
Fuente: *Tertulia* ~ No. 37 [2-X-99]
Atlanta, 29 de septiembre de 1999 (CDC/Tertulia). La creación de dos nuevos
anticonceptivos fue anunciada durante una conferencia internacional sobre medicina de la
reproducción. Uno es una píldora para hombres y el otro se trata de una gelatina para
mujeres, que además ayuda a prevenir la infección por VIH. La píldora para hombres es
una droga llamada nifedipina, ampliamente utilizada para tratar la presión sanguínea
elevada; funciona interfiriendo en fusión del espermatozoide con el óvulo. La píldora
no afecta las hormonas masculinas, y aunque es un descubrimiento importante, todavía no
cuenta con financiamiento.
El anticonceptivo vaginal en forma de gelatina es un derivado del AZT, protege contra el
embarazo y la infección por VIH y es 439 veces más eficaz que el nonoxynol-9 contra el
VIH. Dado que el SIDA es la principal causa de muerte para mujeres en edad reproductiva y
que las relaciones sexuales son la vía de transmisión del virus en el 90 por ciento de
los casos, la nueva gelatina es considerada como una muy necesaria alternativa respecto
del condón masculino. Se espera poder comercializarla dentro de dos años. Más
compañías están de nuevo desarrollando tecnología anticonceptiva, incluida Johnson
& Johnson, que ha planificado vender un parche anticonceptivo. Las casas
farmacéuticas son conscientes del mercado para anticonceptivos y los recientes
desarrollos proveen más opciones para el público consumidor.
La
maternidad a lo largo del siglo
La esencia será siempre la misma, pero mucho cambió con el ingreso de las mujeres en el mundo laboral y profesional
Los tiempos que corren imprimen a la maternidad una forma diferente a la de antaño. La esencia siempre será la misma, pero las señoras de la casa del 1900 son hoy profesionales, las institutrices fueron reemplazadas por jardines de infantes y la parsimonia se transformó en corridas. Mujeres de principio y de fin de siglo. Madres todas ellas, igual de amorosas. Ni mejores ni peores. Distintas.
Estudios sociológicos y crónicas de las primeras décadas del siglo que termina permiten reconstruir cómo era la historia cotidiana de una madre de aquel entonces. Un caso arquetípico podría ser el de Doña Elisa, una dama de la sociedad porteña que en octubre de 1906 tenía 24 años. Estaba embarazada, lo que, según el término de la época, se traducía como "en estado interesante". Esta señora estaba convencida de que tendría un varón. No era una primeriza, sino una avezada madre de tres niñas y dos niños.
La maternidad era la suprema función de la mujer. Es por eso que se hacía imprescindible que Elvira, la mayor de sus niñas, comenzara su aprendizaje de costura y labores. Según la revista Caras y Caretas, era "de buen tono", además, que se preparara para hacer beneficencia. Y se acordó que la institutriz lidiara con la reticencia de sus hijas a practicar su francés, algo que debía tener presente una señorita que se precie.
Si una de las niñas tenía un resfrío, Doña Elisa visitaba al boticario para que le diera la untura blanca, "una friega con esencia de trementina a la que se le agregaba aguarrás vegetal, se mezclaba con clara de huevo batida a nieve y se aplicaba en el pecho de los chicos", secún se lee en los archivos de La Nación.
Tiempos de tónicos, elixires curativos e improvisados vademécum, la farmacopea casera estaba legitimada y abundaban los ungüentos que prometían el rejuvenecimiento y la eterna vitalidad. Era así como Doña Elisa no podía quitar sus ojos de la revista Caras y Caretas que, abierta sobre un brasero, dejaba ver una tentadora publicidad de jabón Reuter, que prometía conservar "hasta la vejez la frescura de cutis de la infancia". Su lavandera estaba presta a frotar la tabla en cuanto ella se lo indicara. Luego iría a visitar una de la grandes tiendas porteñas, Gath & Chaves, en Bartolomé Mitre y Florida, para comprarles unos vestidos a las niñas. Tampoco dejaba de preocuparse por su amiga Alcira, que con 24 años -y de acuerdo con los patrones de la época- rayaba ya la solteronía. La invitaría a una de las tertulias que solía ofrecer, quizá allí podría presentarle algún "buen candidato".
Sólo el grito de los niños en el patio la alejó de esos pensamientos. Abandonó el cómodo sofá del estar y se dirigió hacia la planta baja de su casa para reunirse con ellos. Había llegado la hora del baño y los chicos debían prepararse para recibir a su padre con un beso, comer e ir a la cama. A nadie escapa cómo es el ajetreo de las madres actuales, pero sólo una escena en la vida de Florencia, de 32 años, podría generar empatía en varias de ellas. Tenía el tiempo contado y no podía olvidar ni un detalle: Florencia debía vestir a Francisco, darle el desayuno y llevarlo a la casa de sus padres, donde se quedaría hasta que lo buscara de regreso de su trabajo. Pero antes de partir, haría las camas y pondría a funcionar la máquina de lavar. Sólo después desafiaría el tiempo y el espacio para cumplir con un cliente, al que le mostraría departamentos en venta.
Ayer y hoy
Especialistas consultados por La
Nación coincidieron en que las exigencias de la vida moderna y la evolución de la
mujer hicieron que las madres amplíen sus horizontes más allá de la familia y el hogar.
"No sólo por una necesidad económica, sino también por el desarrollo de una
vocación", explicó la psicóloga María Cristina Martínez Bouqué.
Las primeras décadas de este siglo encontraron a las mujeres de clase media alta y alta dedicadas de modo exclusivo a su casa y a su familia. La historiadora e investigadora del Conicet Dora Barrancos afirmó que la niñez tenía alto aprecio social y que las políticas del Estado ya actuaban sobre la educación pública. "Se trataba de madres muy jóvenes que comenzaban a tener hijos a partir de los 16 o 17 años y un matrimonio con 7 u 8 chicos no llamaba la atención", explicó Barrancos. Las mujeres tenían en aquel entonces dos opciones, dijo el sociólogo Antonio Donini: o se casaban o se dedicaban a la vida religiosa.
Pero hoy el matrimonio no es la única opción, sostuvo Donini, y las que eligen tener una familia tienen un doble trabajo. "Ejercen su profesión y se ocupan de sus hijos y de llevar adelante su casa", aseguró.
El tiempo que le dedican a sus hijos, entonces, es más limitado. Pero esto no implica, dijo el sociólogo, que no se ocupen de ellos: "No es justo que digan que el hecho de que la madre trabaje es la causa de los males de la niñez y la adolescencia actual. Hay muchas causas que influyen en eso y esta puede llegar a ser una de ellas, pero no la única ni la definitiva".Las claves
En pocos puntos clave se puede ver la
forma en que a lo largo del siglo cambió en 180 grados el papel de la mujer porteña en
todos los ámbitos de la sociedad.
LA VIDA SEXUAL FEMENINA A PARTIR DEL
DIAGNOSTICO DE CANCER MAMARIO
Fuente: Journal of Clinical Oncology 17(8):2371-2380, Ago 1999
Factores que predicen la salud sexual de la mujer a quién se le diagnostica cáncer de mama.
La adopción de procedimientos quirúrgicos de tipo conservador presuntamente debería haber conducido a una reducción de la problemática sexual en mujeres con cáncer de mama. No obstante, según señalan algunas investigaciones, este objetivo no parece haber sido logrado, sobre todo en mujeres jóvenes que son tratadas además con quimioterapia. Por este motivo, expertos de las Universidades de Los Angeles y Southern California (EE.UU.) llevaron a cabo un estudio para investigar las variables que podrían predecir el grado de salud sexual (interés, satisfacción y disfunción) en una muestra importante de sobrevivientes con neoplasias mamarias. No menos de la tercera parte de la varianza en el modelo de salud sexual estuvo constituido el interés sexual y los predictores significativos al respecto fueron la existencia de una nueva pareja a partir del diagnósco del cáncer de mama, los puntajes de salud mental y los de imagen corporal. Un porcentaje similar de contribución en la varianza del modelo de de bienestar sexual lo constituyó la existencia de disfunciones sexuales, que incluyeron como factores predictores significativos a la sequedad vaginal, el antecedente de empleo de quimioterapia y la existencia de una pareja nueva a partir del diagnóstico de la enfermedad. El restante porcentaje de la varianza fue cubierto por los aspectos vinculados con la satisfacción sexual. Dentro de este rubro las variables predictoras significativas fueron la calidad de la relación de pareja y los problemas sexuales en su compañero.
El análisis de regresión con variables múltiples se efectuó en 2 muestras diferentes de enfermas (863 y 1 094 individuos, respectivamente) que tenían en común el ser portadoras del diagnóstico de neoplasia mamaria.
A partir de los resultados de su investigación, los expertos neoyorquinos se plantean una serie de interrogantes que apuntan a identificar las causales de aquellos factores predictivos de trastonos de la salud sexual femenina que puedan ser pasibles de corrección (como es el caso de la sequedad vaginal), a la vez que consideran que todos ellos debieran ser tenidos en cuenta al evaluar el bienestar de las sobrevivientes al cáncer de mama, sobre todo en las que registran antecedentes de tratamiento quimioterápico.