Notisex. N° 31 , 10 de septiembre de 2000
Las médicas jóvenes y los
embarazos adolescentes
Fuente: www.canalsalud.com 03/09/00
Según un estudio, las doctoras menores de 34 años se relacionan mejor con las adolescentes.
En Reino Unido se presenta la tasa de embarazo en adolescentes (entre los 13 y 19 años de edad) más alta de Europa occidental, según un estudio realizado en 826 consultas de la región de Trent, la de mayor índice del país, en un período de cuatro años. Tras ajustar los datos para descartar factores de confusión, los investigadores manifestaron que la presencia de una médica general hacía descender hasta un 91% la media de embarazos. Si había profesionales menores de 34 años, las tasas se situaban en el 84% de la media, y si este profesional joven era mujer, se llegaba a un 75%.
Sensibilidad femenina
También se observó que la presencia en las consultas de enfermeras que pudieran dedicar tiempo a este grupo de población ayudaba a rebajar las cifras. Según los investigadores, las médicas jóvenes tendían a realizar consultas más largas, tratar más problemas en cada una de ellas y centrarse más en las necesidades de los pacientes. Además, muestran mayor capacidad para discutir temas sexuales con las adolescentes, a las que facilitaban informaciones adicionales como el empleo de preservativos o la prevención de las enfermedades sexuales. Los autores concluyen que este estudio puede aportar datos útiles en la política de contratación de las distintas consultas.
Las ilusiones de los papás
por donación
Fuente: La Nación Line, 27/08/00
Mariana Nirino
Hombres y mujeres reaccionan de una manera distinta al convertirse en
receptores de óvulos o espermatozoides ajenos. Los varones lo aceptan más rápido, pero temen el rechazo del hijo.
Si no reciben apoyo psicológico, la mayoría piensa guardar el secreto. Desde 1990 nacieron 700 bebes
por ovodonación!*B>
Poco se ha estudiado acerca de los efectos psicológicos que tienen
los tratamientos de reproducción asistida en sus protagonistas. En este sentido, la
psiquiatra Luisa Barón, presidenta de la Fundación para la Investigación Científica y
Psicológica (Impsi), realiza desde hace 14 años un seguimiento pionero y exhaustivo de
300 parejas argentinas (que en algunos casos incluye a sus hijos) que han recurrido a la
ovodonación (OD) y a la donación de espermatozoides (DE).
"Al momento de la toma de decisión, los hombres que debían recibir donación de espermatozoides para fecundar los óvulos de su mujer aceptaron el tratamiento luego de un promedio de dos semanas -explicó la doctora Barón- mientras que las mujeres que debían recibir los ovocitos para ser fecundados por los espermatozoides de su esposo lo hicieron después de cinco meses de haber recibido la opción de tratamiento."
La especialista explicó también que los miembros de la pareja atraviesan una situación denominada duelo genético por no poder transmitir la totalidad de la herencia genética de ambos a su descendencia. "Los sentimientos de pesar y sufrimiento fueron comunes a ambos grupos -dijo la doctora Barón-. De todas maneras, el 79 por ciento de las mujeres se refirió al dolor de no poder transmitir su fisonomía a sus hijos, mientras que el 82 por ciento de los hombres se refirió al dolor de no poder transmitir su descendencia."
Otra cuestión especialmente problemática indagada por los trabajos de la psiquiatra argentina se refiere a la oposición entre mantener la donación en secreto o divulgarla. "El 19 por ciento de los que recibieron óvulos y el 2 por ciento de los que aceptaron espermatozoides inicialmente expresaron su decisión de divulgarlo, sin saber cuándo ni cómo hacerlo -ilustró Barón-. Estas proporciones ascendieron al 52 y el 31%, respectivamente, después de recibir asistencia psicológica. Los motivos de no darlo a conocer fueron predominantemente el miedo al rechazo del niño y a que buscara a su padre-madre genético".
De hombres y
mujeres
¿Qué sentiré por este hijo? Esa fue
otra de las preguntas realizadas a las parejas. Y las respuestas revelaron diferencias
entre varones y mujeres: los hombres expresaron un gran miedo a no amarlo (49%) y a ser
rechazados por el hijo (87%); mientras que las mujeres temieron la ausencia de
sentimientos maternales (86%). La
indagatoria psicológica no dejó aspectos por evaluar, y también indagó a las parejas
acerca de los sentimientos hacia los donantes: los hombres experimentaron celos y enojo, e
incluso tuvieron fantasías inconscientes de infidelidad de su mujer (79%). Ellas, por su
parte, expresaron sentimientos de inferioridad (86%) y gratitud (78%) hacia las donantes.
Sobre el embarazo, "las mujeres encontraron en este período y el de lactancia una oportunidad de compensar biológicamente su falta de óvulos propios -agregó la psiquiatra-. Los hombres no tuvieron esa sensación y se sintieron más excluidos durante el embarazo."
Conflictos y
soluciones
La experiencia acumulada en el tema
permite subrayar a la doctora Barón que el apoyo psicológico de las parejas que reciben
donación de óvulos y espermatozoides es imprescindible para garantizar la salud
emocional del grupo familiar. "Todas
las familias que analicé son normales -dijo la investigadora-. Los niños presentaron un
desarrollo emocional adecuado a su edad. No se puede decir hasta el momento que estos
tratamientos generen problemas familiares que justifiquen no hacerlos, siempre y cuando se
tenga en cuenta el acompañamiento psicológico antes y durante el tratamiento, el
embarazo y después del parto".
En su opinión, "los conflictos estuvieron más relacionados con la personalidad de los padres receptores que con el hecho del tratamiento en sí. En el caso de los hombres, hubo que ayudarlos más para integrarse en los vínculos familiares: si bien el varón accede más rápidamente a la donación, no por eso tiene menos conflicto. Manifiesta y expresa mucho menos que la mujer, hay que darle tiempo para elaborar la situación", agregó Barón.
En cuanto al derecho de los hijos de conocer la manera en que fueron concebidos, está contemplado en países como Canadá y Australia, donde las leyes sobre fertilización asistida son de avanzada. "En la Argentina no hay legislación sobre el tema -señaló la psiquiatra-. Considero que debe contemplar los derechos del niño y establecer el apoyo psicológico como obligatorio. Y creo que los padres no deben mentir: aconsejo que cuenten a sus hijos, en lenguaje apropiado a la edad, la manera en que fueron concebidos. Contrariamente a los miedos de los grandes, los chicos que fueron informados no presentaron reacciones adversas o conflictos".
En un tiempo no muy lejano, tal vez no nos asombre escuchar a un niño o una niña comentar con naturalidad que alguien donó la famosa semillita para que su papá y su mamá pudieran traerlo a este mundo y concretar su intenso deseo de darle la vida y amarlo.
Los adolescentes usan
anticonceptivos según sus relaciones
Fuente: www.montefiorecentral.com 08/09/00
Nueva York, (Reuters): Los adolescentes con
relaciones formales, tienen más posibilidades que aquellos con relaciones casuales, a
usar métodos de control natal la primera vez que tienen relaciones sexuales, de acuerdo
con los resultados de un estudio. Los investigadores sugieren que los programas de
educación sexual para adolescentes se deben enfocar más a ayudar a los niños a
seleccionar sus compañeros y relaciones.
Entre casi 1,600 mujeres jóvenes de una encuesta realizada en 1995, casi una tercera
parte dijo que no usaba un método de control natal durante su primera relación sexual.
Pero casi la mitad de aquellos que se unieron recientemente con su pareja, no usaron
anticonceptivos, esto mismo fue cierto solo para una cuarta parte de los adolescentes que
se encontraban en acción permanente.
Los condones fueron con mucho, el método de control natal de elección, seleccionado por
el 75% de los usuarios de anticonceptivos. Setenta por ciento usaron las píldoras como
método de control natal. Wendy D. Manning y sus colegas de la Universidad Estatal de
Bowling Green en Ohio EUA, publican sus resultados en la revista Family Planning
Perspectives.
Los estudios han generado resultados diferentes en cuanto a si las parejas tienen mayores
probabilidades o no de usar métodos anticonceptivos, de acuerdo con el equipo de la Dra.
Manning. Los estudios más recientes sobre el uso de métodos de control natal por parte
de las mujeres, agregan, se han enfocado sobre sus actitudes y creencias individuales,
más que en la dinámica de sus relaciones.
Nuestros resultados, escriben los investigadores, indican que los
adolescentes que no están románticamente involucrados, pueden no estar completamente
preparados para las consecuencias de la actividad sexual.
De hecho, las mujeres cuya primera experiencia sexual fue con un amigo o alguien
ocasional, solo tuvieron un 66% de menores posibilidades de usar un método de control
natal, que aquellas involucradas en relaciones románticas.
Las diferencias individuales entre las mujeres, tales como la edad al momento de la
primera relación, la raza y si habían tenido educación sexual previa, también
modificó el uso de métodos de control natal, pero la función del tipo de relación
siguió siendo muy importante.
De acuerdo con el equipo de la Dra. Manning, los programas de educación sexual se
podrían consolidar si se pusiera más atención al contexto de las relaciones, en el que
ocurre la toma de decisiones en cuanto a la sexualidad y el uso de anticonceptivos.
Algunos de los programas más efectivos, concluyen, están dirigidos a objetivos ajenos a
las relaciones sexuales y las enfermedades transmitidas sexualmente, tales como la
selección de pareja, la función de los sexos y la paternidad.
La infertilidad no es
sólo un tema femenino
Aunque
las mujeres consultan primero, en el 40% de los casos la causa es masculina. Influyen
la cantidad y la calidad de los espermatozoides
Lo decía recientemente un estudio publicado por la
revista Human Reproduction: los varones son menos fértiles a partir de los 24 años.
"A mayor edad masculina, mayor será el tiempo que demorará la concepción: la
capacidad del hombre para dejar embarazada a una mujer en un período de seis meses
desciende un 2% anual un vez superada esa edad", afirmaban los investigadores de la
Brunel University de Londres.
En la Argentina, expertos consultados por La Nación se mostraron cautelosos con respecto a los resultados de la investigación. Sin embargo, el tema reavivó una vieja cuestión, poco difundida: la infertilidad también es una cuestión de hombres.
Causas compartidasLas estadísticas muestran que alrededor del 90 % de las parejas logra el embarazo luego de un año de tener relaciones sexuales sin utilizar un método anticonceptivo, y que el 60% de ellas concibe durante los primeros seis meses. Cuando existen dificultades para la concepción, el 40% de los casos se debe a problemas masculinos, el 40% a factores femeninos y el 20% son mixtos. "Estamos acostumbrados a ver mujeres sometidas a estudios o tratamientos costosos cuando en realidad el problema es del marido y se verifica por un espermograma", manifiesta el especialista.
Aunque no existen síntomas específicos asociados a la infertilidad masculina, es sumamente importante que el hombre también sea evaluado para buscar soluciones.
Cómo incide la edadEl doctor Patricio Medel, del servicio de urología del Hospital Español y andrólogo del Instituto de Ginecología y Fertilidad de Buenos Aires (IFER), explica que "también el tabaco, el alcohol y las drogas inciden negativamente".
Aunque no siempre se pueden establecer con certeza las causas por las cuales los espermatozoides no logran fertilizar el óvulo, existen tres grandes grupos. La patología pretesticular (como los problemas en el hipotálamo o en la hipófisis, que inciden negativamente en la producción de hormonas), los factores testiculares (entre los que se incluyen varicocele, que causa la alteración venosa del cordón espermático, tumores, orquitis (inflamación testicular producida, por ejemplo, por las paperas o falta de descenso de los testículos) y los postesticulares, que incluyen los relacionados con el epidídimo -donde maduran los espermatozoides al salir de los testículos-, el conducto deferente o los conductos eyaculadores.Según los especialistas, la infertilidad masculina puede revertirse. Aunque en principio existe una gran deserción de los consultorios de los andrólogos, muchos pacientes terminan probando algún tratamiento. La medicación, la inmunosupresión, los tratamientos hormonales, la cirugía y los diferentes métodos de fertilización asistida se emplean según la patología por corregir.
La clave reside en la consulta temprana y en pareja. No se trata de establecer culpas, sino de encontrar soluciones a un problema que también puede ser cosa de hombres.
Probarán una nueva vacuna contra el SIDA
Fuente: La Nación Line, 02/09/00
En Inglaterra se inició la primera fase de las pruebas en humanos de una nueva vacuna contra el sida. Como se trata del primer intento de inmunización diseñado exclusivamente para la combatir la variedad A del virus, se destinaría a enfrentar la epidemia en Africa, el continente más afectado, y donde esa variedad viral es la predominante. Por ahora, los ensayos apuntan a establecer si la vacuna es segura. "Si así resulta -dijo el doctor Andrew McMichael, del Consejo de Investigación Médica de Gran Bretaña- será probada en Nairobi, Kenya, dentro de tres a seis meses".
El legislador Evan Harris se ofreció a ser el primer voluntario inoculado porque cree que esa es la forma de combatir la enfermedad.
Salud Sexual de las Mujeres después del
Parto
Fuente: British Journal of Obstetrics and Gynaecology 107(2): 186-195, 2000
La morbilidad
sexual aumentó considerablemente después del nacimiento. De hecho, el 83% de las mujeres
experimentaron algún tipo de alteración sexual durante los tres meses posteriores al
parto.
Los trastornos sexuales fueron frecuentes después del nacimiento. Más del 80% de las mujeres refirieron algún tipo de alteración en los meses que siguieron al parto. La dispareunia fue una de las manifestaciones más comunes y se presentó particularmente en mujeres que habían dado a luz por vía vaginal.
Sin embargo, fue notable que sólo el 15% de las enfermas consultó esta situación con un profesional.
La doctora Barrett y colaboradores del St George's Hospital señalaron que la salud mental de las mujeres durante el puerperio fue un tema de profunda investigación. Asimismo, estudios recientes demostraron que, después del nacimiento, las mujeres pueden presentar diversos trastornos físicos, como incontinencia urinaria y fecal. Sin embargo, la salud sexual no fue analizada adecuadamente y se desconoce con certeza cuál es el porcentaje de pacientes que desarrolla algún tipo de alteración de índole sexual después del parto.
A pesar de ello se sabe que el nacimiento de un hijo conlleva invariablemente cambios en la conducta y en la relación de pareja. El dolor perineal y la dispareunia son experiencias comunes que se sienten en este período. Asimismo, se considera que las mujeres, durante el puerperio, tienen disminución de la libido y menor frecuencia de relaciones sexuales. El parto por vía vaginal parece asociarse con algunas de estas manifestaciones y es por ello que muchas mujeres prefieren cesárea.
En base a estos antecedentes, los investigadores británicos realizaron un estudio transversal en el cual entrevistaron a un amplio grupo de mujeres hasta los seis meses posteriores al parto.
Se prestó especial atención a la presencia de sequedad vaginal, dolor en la penetración, dolor durante la relación sexual, dolor durante el orgasmo, debilidad vaginal y sangrado o irritación después del sexo. Asimismo, se registró el número de mujeres afectadas que solicitó ayuda a un profesional.
Un total de casi 500 participantes completaron el cuestionario específico. De esta manera pudo comprobarse que el 89% de ellas había retomado la actividad sexual dentro de los 6 meses posteriores al parto. Los expertos británicos comprobaron que la morbilidad sexual se incrementó notablemente después de ese momento. De hecho, dentro de los tres primeros meses del puerperio, el 83% de las mujeres refirió algún problema sexual.
El porcentaje disminuyó a un 64% hacia los 6 meses pero, en el 38% de los casos la situación no revirtió al estado anterior a la gestación.
Durante los tres meses posteriores al nacimiento, la dispareunia se asoció significativamente con el parto por vía vaginal y con la experiencia anterior de igual síntoma. Sin embargo, esta asociación desapareció en el registro de los 6 meses. En ese momento, sólo el antecedente de dispareunia antes del embarazo y la alimentación a pecho fueron factores de influencia significativa en la alteración. Llamativamente, sólo el 15% de las enfermas solicitó ayuda profesional.
Según los especialistas, los médicos dan por sentado que las mujeres reinician la actividad sexual después del parto. Sin embargo, no consideran la calidad de la misma. Sólo se suelen considerar, de manera más amplia, aspectos relacionados con la anticoncepción. Sin embargo, la elevada prevalencia de problemas sexuales después del nacimiento, no siempre reversibles en su totalidad, obliga a considerar estas posibilidades y a brindar la ayuda correspondiente. Un buen momento para analizar estos factores podría ser, según los expertos, cuando la mujer decide someterse a cesárea bajo la presunción de que la dispareunia es mayor en relación con el parto por vía vaginal. No obstante, los expertos demostraron que este hecho sólo se relacionó con el síntoma durante unos pocos meses después de la gestación.
Para aliviar el estrés las mujeres hablan y
los hombres caminan
Fuente: www.canalsalud.com
La oxitocina, un regulador del humor, puede ser la causa hormonal.
Según el último estudio sobre el estrés, realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Los Ángeles, California, parece existir una razón hormonal para explicar por qué después de un día estresante las mujeres charlan con sus amigas, mientras que los hombres prefieren caminar para relajarse. El trabajo, conducido por la psicóloga Shelley Taylor, constituye el primer modelo en los últimos 60 años que describe la respuesta de la gente ante el estrés.
Cuestión de hormonas
Para Laura Cousino, de la Universidad Estatal de Pensilvania, "la llave está en la hormona oxitocina". Esta experta es una de las autoras de los proyectos que analizan más de mil estudios sobre la respuesta biológica y conductual que tienen los humanos y los animales ante el estrés. La especialista explica que la oxitocina es un regulador del humor, tanto en hombres como en mujeres, "pero en las mujeres es más aparente como respuesta al estrés", ya que las hormonas femeninas o estrógenos intensifican el efecto.
Tradicionalmente, la mayoría de las investigaciones eran realizadas con hombres. Cousino señala que "en los últimos 15 años, sólo un 25% de los participantes eran mujeres", en parte porque los ciclos reproductivos femeninos podían hacer problemático el estudio.
Distintas reacciones en hombres y mujeres
Nuevas investigaciones con mujeres muestran lo que los autores llaman el modelo "cuida y ofrece amistad". Las mujeres buscan soporte social en periodos de estrés, incluyendo hablar con sus hijos, con amigos o conocidos, e incluso buscando contactos sociales simples como preguntar direcciones cuando se pierden. Según la Dra. Cousino, "la oxitocina está implicada en la interacción social, y el contacto con otros tiene un efecto antiansiedad, es decir, calma el estrés". Para la autora, mientras la oxitocina podría ser la llave para este modelo, en las mujeres, la testosterona intensifica el modelo "lucha o huida", ya que ellos tienden a ser más reservados o introvertidos.
Las mujeres ya no tienen tantas ganas de casarse
Fuente: CNN en español, 24/08/00
Las estadísticas revelan que cada día son más las mujeres que eligen postergar lo que en otro tiempo privilegiaban: casarse y tener hijos. Mientras las francesas se entregan al amor formal a los 30 años, un tercio de las australianas que tienen entre 30 y 34 son solteras y en general, cuanto más instruida es la mujer, más tarde llega a la maternidad, indica un informe de la consultora estadounidense Young & Rubicam. En Buenos Aires, Argentina, la mayor parte de las mujeres que se casaba en 1980 lo hacía a los 25 años y había 16,2 nacimientos cada mil habitantes. Quince años después, en 1995, se casaban a los 28 y había 14 nacimientos cada mil habitantes.
Este fenómeno continúa acentuándose ya que, sobre la base de los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos, mientras la tasa de fecundidad en la capital argentina en 1990 era de 1,7, hoy es de 1,5 y se prevé que en el año 2005 será de 1,4. Por su parte la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) asegura que en Uruguay las parejas sin hijos representan el 14,9 por ciento del total de hogares de la clase media.
Pero la cifra más sorprendente es que mientras el 19,6 por ciento de mujeres sin instrucción no tiene hijos, en las mujeres con educación universitaria completa el porcentaje asciende a 37,3.
"La tendencia parecería indicar que, cada vez más, las mujeres tienen autonomía para decidir sobre su propia vida. Además, pueden decidir ser madres más tarde o, incluso, no serlo, sin el nivel de angustia que esto podía significar en épocas anteriores", afirma Irene Meler, coordinadora del Foro de Psicoanálisis y Género de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires.
Maridos bajo la lupaLo que podría parecer un mero dato estadístico, sin embargo, supone un cambio fundamental tanto en la concepción de la pareja como de la maternidad. El casamiento o la constitución de una relación estable ha dejado de ser para estas mujeres una instancia de realización, para convertirse en una elección consciente. "Les importa, antes que la institución matrimonial en sí misma, la persona con la que van a convivir y que se va a convertir en el padre de sus hijos", dice Meler.
Por su parte, la psicóloga argentina Beatriz Goldberg, dice que "elegir con quién tener un hijo, cuándo tenerlo y en qué condiciones es una posibilidad relativamente reciente en la vida de las mujeres y tiene consecuencias directas en la calidad de la maternidad". Aunque se suele creer que cuanto más joven es una mujer mayor paciencia y capacidad de entrega tiene hacia sus hijos, esto no es necesariamente así.
Madres tardíasLa maternidad en la edad de la madurez permite valorarla de otra forma, aportar experiencia y liberar al hijo de la obligación de constituirse en una instancia de realización personal de la mujer. "Cuando alguien elige ser madre más tardíamente, cambian de manera simultánea todos los tiempos de su vida. Dado que inicia algo en un momento en que antes se suponía que debían tenerse hijos grandes e independientes, está casi instada a ser joven por más tiempo", asegura Goldberg.
Coincide con esta afirmación Juana Finkelstein, coordinadora de grupos de autoayuda: "Una madre de 40 es más madura y más preparada. Además, se supone que es alguien que se ha consolidado laboral o profesionalmente". Finkelstein agrega que en el imaginario colectivo se está comenzando a modificar la idea de que la profesión y la maternidad están reñidas: "Todavía existen ciertas presiones sobre las mujeres en este sentido, pero ellas están aprendiendo a manejarlas".
Mujer y sida: el sexo marca la diferencia
Fuente: CNN en español, 30/09/00
Ya se trate de síntomas particulares o efectos secundarios producidos por los medicamentos, existen claras diferencias en la forma que el sida afecta a las mujeres y las complicaciones se extienden más allá de las áreas concretas de la salud femenina. En muchos de los países desarrollados, hace más de un lustro que el coito vaginal sin protección ha reemplazado al uso de drogas intravenosas como causa principal de infección del VIH en las mujeres. No es necesario haber mantenido una notoria promiscuidad sexual para infectarse de VIH. Muchas mujeres son infectadas con el virus a través de una única pareja.
"Las relaciones sexuales implican entrar en contacto con el historial sexual de nuestra pareja. No sólo practicamos el sexo con nuestro compañero, sino con las parejas que él tuvo", dice Montserrat Pineda, trabajadora social y consejera en Actúa, organización no gubernamental con sede en Barcelona, España.
Aunque el riesgo de infección es mayor en los hombres, Pineda justifica la necesidad de promover programas específicos para la mujer porque "ésta es mucho más vulnerable al sida. Esta vulnerabilidad no sólo está marcada por factores biológicos, la transmisión hombre mujer sigue mostrándose más efectiva que viceversa, sino también por factores culturales y sociales".
La mujer está capacitada por sí misma para protegerse en contra de la infección del VIH, pero las estrategias de prevención deberían tener en cuenta el peso específico de determinadas cargas, como el hecho de que la salud sexual de la mujer no depende exclusivamente de ella. "La mujer no es la que usa el condón. Para que ella se proteja a sí misma contra la infección, no solamente tiene que confiar en sus propias habilidades, actitudes y conductas, sino que además debe poseer la habilidad de convencer a su pareja para que acceda al uso del condón", detalla Pineda.
Las reacciones de las mujeres ante el descubrimiento de haber sido infectadas por su pareja con el virus del sida están ligadas a la experiencia individual, pero casi todas experimentan culpa y preocupación por el posible contagio a otras personas de su entorno. "El descubrimiento es un descalabro psicológico tremendo, pero además se enfrentan a la culpa, preguntándose qué hecho yo para que me pase esto, qué no le he dado a mi compañero para que se vaya por ahí con otras, cómo he podido ser tan tonta como para no utilizar medidas de protección", explica Pineda. Otra reacción frecuente cuando una mujer se entera de su infección es pensar a quién se la ha contagiado, a qué personas de su entorno pudo habérsela transmitido.
Tras el diagnóstico de la infección las mujeres se derrumban en todos sus aspectos y uno de los primeros que desaparece de sus vidas es la actividad sexual. La experta explica que la vida sexual de una mujer seropositiva se ve afectada por problemas emocionales y obstáculos físicos: desde los efectos de revelar su propio estatus hasta los temores de transmisión, pasando por las reacciones adversas al tratamiento y los sentimientos de vergüenza o disminución de la autoestima.
El impulso sexual no sólo se esfuma por el miedo, sino también por los efectos secundarios de los tratamientos. El más temido es la lipodistrofia, un desorden que se traduce en la distribución de grasas como consecuencia del VIH, haciendo que las mujeres desarrollen pechos grandes y vientres abultados, mientras que pierden las grasas de la cara, brazos, piernas y glúteos. El resultado puede ser devastador para una mujer que ya se siente vulnerable en su sexualidad.
La organización para la cual trabaja Pineda enseña a las mujeres a recuperar su sexualidad, algo que algunas han conseguido "con tiempo y educación, influyendo muy positivamente en su autoestima y, por lo tanto, en su forma de vivir con el VIH".
Los parches de testosterona mejoran la sexualidad femenina
Fuente: El Mundo Salud, España, 07/09/00
El uso de un parche experimental de testosterona
puede mejorar la vida sexual de las mujeres que han llegado a la menopausia por la
extirpación quirúgica de los ovarios u otra causa artificial. Esta es la principal
conclusión de un estudio publicado en la última edición de 'New England Journal of
Medicine'. El trabajo ha sido realizado por un grupo de investigación formado por
especialistas de distintas instituciones estadounidenses y cuenta con fondos de los
laboratorios Procter and Gamble, que lanzarán el producto al mercado en colaboración con
los laboratorios Watson.
«Las mujeres que llegan a la menopausia tras una extirpación quirúrgica de los ovarios
disminuyen sus niveles de testosterona», explica el doctor Jan Cifren, del servicio de
obstetricia y ginecología del hospital Vincent Memorial de EEUU. «Nuestro estudio indica
que las que experimentan una pérdida de funciones sexuales después de tales operaciones
se pueden beneficiar al recuperar sus índices hormonales mediante el empleo de un parche
que se adhiere a la piel», añade Cifren.
75 mujeres
En el estudio participaron 75 mujeres, de entre 31 y 56 años, que se habían sometido a
operaciones de histerectomía (extirpación del útero) o de ovarioctomía (extirpación
de los ovarios). Las intervenciones se habían realizado entre uno y diez años antes de
que se iniciara la investigación.
Antes del tratamiento, todas las participantes tenían niveles de testosterona por debajo
de la media, en contraste con el grupo de control y, pese a tratarse con terapias orales
de reemplazo de estrógenos, dijeron tener una vida sexual menos satisfactoria que antes
de la operación.
Los resultados del estudio indicaron que la aplicación de parches de administración
diaria de 300 microgramos de testosterona resultó en un notable aumento y en una mejora
de la actividad sexual y el placer, además de una mayor sensación general de bienestar
de las pacientes estudiadas.
Una hormona masculina
Pese a que la testosterona se considera, por lo general, la hormona masculina, se trata
también de una hormona muy importante para las mujeres. Las mujeres producen testosterona
en sus ovarios y glándulas adrenales y necesitan suficientes niveles de esta hormona para
mantener sus funciones sexuales normales. Cerca de la mitad de la testosterona de las
mujeres procede de los ovarios y, como resultado, las mujeres a quienes se les extirpan
antes de la menopausia, pierden cerca de la mitad de su testosterona natural, además de
un 80% de sus estrógenos naturales.
Mientras que las terapias de reemplazo de estrógenos pueden aliviar síntomas tales como
los sofocos, la atrofia vaginal y la osteoporosis, en las mujeres que no tienen ovarios
debido a una operación se suele dar una pérdida de apetito, actividad y placer sexual,
además de una disminución general de la sensación de bienestar.