Notisex. N° 33 , 16 de octubre de 2000
Aumentaron los abortos
ilegales entre las jujeñas
Según dicen los médicos, se produce uno cada dos nacimientos
Cuevas reveló que en el mismo centro de salud, en los primeros seis meses de este año, "hubo 1592 partos, mientras que hasta julio se produjeron 1211 abortos, es decir, hubo casi un nacimiento por aborto", y comparó tales datos con el hecho de que durante todo 1999 se registraron 3852 partos y 2354 abortos. El facultativo dijo que estas cifras evidencian "que para fines de este año se producirá mayor cantidad de abortos ilegales con los riesgos que ello implica".
Cabe mencionar también, como referencia, que de acuerdo conun informe suministrado por la Dirección de Estadística del Ministerio de Bienestar Social,durante el último año, en 11 hospitales de toda la provincia se atendieron 3249 abortos ilegales, es decir, 295 por cada establecimiento,y en 18hospitales, 10.158 partos, es decir, 564 por unidad. De tal manera, se podría afirmar que se produce, en promedio, un aborto ilegal cada 1,9 nacimiento.
Cuevas explicóque la semana última ingresaron tres pacientes jóvenes en el mismo día y detalló: "Insólitamente, una mujer se práctico un aborto con tártago; es la primera vez que veo un caso de estas características. Y otra se lo hizo con un tallo de perejil. Lo grave de esto -enfatizó- es que estas mujeres se encuentran en situación límite con la muerte".
El médico añadió que la estadística sobre la mortalidad materna en Jujuy es de 138 casos sobre 100.000, mientras que el promedio en el país es de 38 sobre 100.000. "Los abortos inducidos son graves, ya que se producen infecciones que tienden a generalizarse -agregó-. De siete mujeres que tenemos en este momento, dos de ellas tuvieron que ser despojadas de todo su aparato reproductor por la grave infección que tenían."
EEUU: cinco millones de madres lesbianas
Fuente: El Pais, España,
08/10/00
Se estima que entre el 23% y el 50% de los gays y lesbianas tienen y crían hijos (revista Papeles del Colegio de Psicólogos, mayo de 1995). Hijos nacidos de técnicas de reproducción asistida, hijos concebidos en relaciones heterosexuales o hijos adoptados.
En Estados Unidos se calcula que hay unos cinco millones de madres lesbianas (Hoeffer, 1981), con entre seis y 14 millones de hijos en total (Harvard Law Review, 1990). La mayoría concibieron a sus hijos en el seno de un matrimonio. También en EEUU se baraja que hay entre uno y dos millones de padres gays, que tienen en total entre dos y cuatro millones de hijos. La mayoría están divorciados y son fruto de matrimonios anteriores.
En cuanto a la adopción, el parlamento holandés aprobó la igualdad de pleno derecho de los matrimonios homsexuales con los heterosexuales. Con ello se abre la puerta para lograr la plena equiparación. La novedosa propuesta llevada a cabo en Holanda, que contó con el visto bueno incluso de diputados democristianos, no entrará en vigor hasta el año 2001.
Un estudio revela que la alta producción de protege la memoria.
El equipo dirigido por la Dra. Yaffe de la Universidad de California (Estados Unidos), ha realizado un descubrimiento que apoya la teoría de que la terapia hormonal sustitutiva ayuda en la prevención de enfermedades degenerativas como el Alzheimer. Estos investigadores han encontrado la relación existente entre la producción de estrógenos libres y la conservación de la memoria en mujeres de edades avanzadas. Se trata de un estudio sin precedentes, ya que hasta la fecha sólo se tenía en cuenta el nivel total de estrógenos en sangre.
Estrógenos asociados y estrógenos libres
Según estos investigadores, los estrógenos asociados a determinadas proteínas encuentran más inconvenientes para llegar al cerebro. En cambio, los estrógenos libres son capaces de llegar hasta él, donde interactúan con los receptores. Los científicos opinan que esta puede ser la causa que explique el beneficio de estas hormonas sobre la capacidad cognitiva. A la vista de estos datos, el equipo de investigadores cree factible que un tratamiento con pequeñas dosis de estrógenos sea eficaz para, no sólo conservar la memoria, sino para prevenir enfermedades como la demencia.
Más mujeres que hombres
La Dra. Yaffe concluye que uno de los factores determinantes para dictaminar que la investigación discurre por el buen camino es que las mujeres tienen mayor riesgo de padecer Alzheimer que los hombres. En opinión de estos científicos, esto es debido a que las mujeres, durante la etapa de la menopausia, pierden estrógenos de forma incontrolada, mientras que en los hombres el declive hormonal se manifiesta de forma paulatina.
Justamente es en la menopausia cuando las mujeres comienzan tratamientos hormonales, por lo que Yaffe señala que este estudio podría justificar el uso de la terapia hormonal sustitutiva para mujeres en fase menopáusica, no sólo para paliar los síntomas del climaterio, sino para evitar el mal del Alzheimer, entre otros.
La menopausia según la raza y el estatus económico
Fuente: www.canalsalud.com
Ésta ha sido una de las conclusiones del estudio realizado en 16.000 mujeres de entre 40 y 55 años que se publica en el último número de American Journal of Epidemiology.
Factor socioeconómico, más influencia
"Hasta hace unos años se decía que a las mujeres de raza negra se les adelantaba la menopausia, pero en la actualidad una mujer negra en un país como Estados Unidos lo vive de igual forma que otra", ha afirmado la Dra. Montserrat Manubens, Responsable de la Unidad de Menopausia del Instituto Universitario Dexeus, para quien "sí se ven diferencias en los síntomas con respecto al factor socioeconómico, sobre todo en las sofocaciones, que serán de distinta intensidad dependiendo de la situación en que viva la afectada; además, estos signos están estrechamente ligados a la alimentación".
Los investigadores del UC Davis School of Medicine and Medical Center preguntaron a las pacientes sobre siete factores; sofocos, incontinencia urinaria, sequedad vaginal, dolores en las articulaciones, latidos cardiacos, falta de memoria y dificultad para dormir. En opinión de la Dra. Manubens, "muchos síntomas se derivan de la falta de estrógenos, sobre todo las sofocaciones, aunque esta etapa también afecta al estado de ánimo, que se encuentra más irritable y deprimido, junto a la pérdida de calcio y el riesgo cardiovascular".
Las japonesas y chinas menos afectadas
Todos los síntomas, excepto la falta de memoria, han sido menos frecuentes entre las japonesas y chinas, frente a las demás razas. Por su parte, las africanas son más proclives a sufrir sofocos, sequedad vaginal y falta de memoria, ya que el 45% padecía sofocos, frente al 31% de las caucásicas. Si bien, las hispanas presentan mayor sequedad vaginal, incontinencia urinaria, fuertes latidos y falta de memoria.
A juicio de esta especialista, "se sabe que el tabaco adelanta la menopausia, y factores como la edad, un nivel económico bajo hace que estas mujeres presenten con el tiempo osteoporosis y mayor riesgo de problemas cardiovasculares". Asimismo, añade la experta que actualmente existen tratamientos hormonales o no, y no farmacológicos, recomendándose el consumo de soja y un aporte adecuado de calcio, además de vigilar el colesterol y la obesidad y sobre todo, eliminar los excitantes como el café o alcohol. Los autores del estudio también han reseñado que las mujeres tienden a presentar más síntomas con la edad, además si su nivel educativo es menor y si tienen una gran masa corporal.
LA SEDUCCIÓN DETRÁS DE UN VELO
Fuente: *Tertulia* No. 33 [7-X-2000]
Guatemala, 1 de octubre del 2000 (Magazine 21/Tertulia). Las iraníes todavía recurren a las artes de seducción de «Las mil y una noches», transmitidas de madres a hijas desde hace siglos, a falta de alternativas y cubiertas por el chador de pies a cabeza bajo una apariencia de estricta moralidad. En la famosa fábula persa, Scherezade, hija casadera de un rico comerciante, debe entretener al sultán cada noche y mantener su interés con un cuento inacabado, para evitar correr la misma suerte de sus predecesoras, asesinadas cuando cantaba el gallo.
En una sociedad en la que la rigidez religiosa manda sobre las costumbres, la atracción femenina en el Irán de hoy continúa basada en la tradicional y milenaria sensualidad de la declamación, de la melodía en el canto, de los movimientos de la danza, del aroma de los perfumes y de los secretos de las especias en la cocina. En Irán, el testimonio de un hombre equivale ante la ley al de tres mujeres y el hijo recibe en las herencias el doble que la hija.
Sin embargo, estas túnicas negras causan fuertes depresiones que inducen a las mujeres, en numerosas ocasiones a pensar en el suicidio, asegura un estudio presentado por un grupo de sicólogos locales. "Vestir casi a diario ropa negra produce en las mujeres un severo trastorno depresivo que es causa de muchos intentos de suicidio", dice uno de los autores del estudio, Ali Rida Amirpur, al que cita hoy el diario Teherán Irán News.
Según Amirpur, dos tercios de las iraníes afectadas por depresiones nerviosas intentan quitarse la vida, por lo que es recomendable la introducción de ropas de color claro en el vestuario. No obstante, la sugerencia de Amirpur tiene pocas posibilidades de ser llevada a efecto, ya que desde el triunfo de la Revolución Islámica, en 1979, las autoridades han impuesto un severo código moral que obliga a todas las mujeres a vestir con ropajes negros muy tupidos que les cubren todo el cuerpo, excepto el rostro.
Los cereales integrales reducen el riesgo de
infarto cerebral femenino
Fuente: El Mundo Salud, España, 30/09/00
El estudio que acaba de publicar el JAMA sobre cereales no es el primero que habla sobre el papel de estos alimentos en la prevención de accidentes cerebrovasculares, pero sí es pionero en diferenciar entre cereales refinados e integrales y entre los dos tipos de accidentes cerebrovasculares que existen: el isquémico, también llamado infarto cerebral y caracterizado por la obstrucción de alguno de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro, y el hemorrágico, en cuyo caso se produce un derrame cerebral.
Los autores, de la División de Medicina
Preventiva del Brigham and Women Hospital de Boston (EEUU), han evaluado la relación
entre el consumo de cereales integrales y el riesgo de sufrir un evento cerebrovascular en
las mujeres. Para ello han escogido mujeres que participaban en uno de los estudios
epidemiológicos más importantes que existen: el Nurses? Health Study, un trabajo en el
que están involucradas desde 1976 más de 121.000 enfermeras estadounidenses. Las mujeres
con angina de pecho, diabetes, enfermedades cardiovasculares o que hubieran sufrido un
infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular fueron excluidas del ensayo.
Exhaustivos cuestionarios
Finalmente, quedaron 75.521 mujeres de entre 38 y 63 años que tuvieron que responder a
exhaustivos cuestionarios acerca de su estado de salud general, hábitos de vida
(práctica de algún deporte, tabaquismo, consumo de alcohol), si habían llegado a la
menopausia y, de haberlo hecho, si estaban tomando terapia hormonal sustitutoria. Además,
informaron sobre el tipo de dieta que seguían, con especial hincapié en la cantidad y el
tipo de cereales que tomaban a diario. Se establecieron nueve rangos para dividir a las
participantes de acuerdo a su consumo de cereales, desde las que nunca los consumían
hasta las que tomaban seis o más raciones diarias.
La influencia de los cereales integrales
Por otra parte, se registraron todos los casos de accidentes cerebrovasculares que
ocurrieron durante el seguimiento (12 años), distinguiendo entre los isquémicos y los
hemorrágicos. Una vez analizados todos los datos, los autores del trabajo llegaron a la
conclusión de que las mujeres que tomaban mayores cantidades de cereales integrales
tenían un riesgo significativamente menor de sufrir un infarto cerebral. Sin embargo, no
observaron la misma relación entre esta patología y la ingesta de cereales refinados. En
cuanto a los accidentes cerebrovasculares de tipo hemorrágico, los autores tampoco
pudieron establecer una relación significativa con el consumo de cereales, integrales o
no, y apuntan a dos posibles motivos.
Datos no válidos para el infarto
cerebral
En primer lugar, no se produjeron demasiados eventos de este tipo, por lo que la muestra
no puede resultar estadísticamente significativa. Por otra parte, los mecanismos que
desencadenan un infarto cerebral están íntimamente ligados a la aterosclerosis, y los
implicados en una hemorragia cerebral son sensiblemente distintos. Los investigadores han
reconocido que las mujeres que toman más cereales integrales suelen ser también las que
menos fuman, practican más deporte, beben menos alcohol y, en general, siguen dietas más
saludables.
Factor de prevención independiente
Sin embargo, han visto que el consumo de estos alimentos es un factor de prevención
independiente, ya que analizaron distintos subgrupos de mujeres y en todas se repetía el
mismo patrón: a más cereales integrales, menos riesgo de infarto cerebral. Por qué
integrales Los cereales integrales contienen gran cantidad de antioxidantes, minerales,
folatos, fitoquímicos y fibra en el salvado (cubierta del grano) y en el germen (parte
más interna).
Estudios anteriores han relacionado estos elementos con la reducción del riesgo
cardiovascular. Sin embargo, estas partes del grano se eliminan en el proceso de refinado,
con lo que muchas bondades de las semillas desaparecen.
Dado que la mayoría de los cereales que se consumen suelen ser refinados, los autores
sugieren la elección de las versiones integrales siempre que sea posible ya que han
observado que sustituir una sola ración de cereales refinados por otra de integrales, ya
ejerce un beneficio muy considerable.
¿Es necesaria la menstruación? El debate
sobre si la regla debe o no desaparecer llega a una curiosa página en Internet
Fuente: El País, España, 01/10/00
¿Hay que acabar con la menstruación? Este debate iniciado en EE UU hace tiempo cobra nueva vigencia a raíz de haberse hecho público que se ensaya un nuevo anticonceptivo que reduce el número de menstruaciones de una mujer de trece a cuatro al año. Dos médicos, los doctores Elsimar M.Coutinho y Sheldon J.Segal publicaron en 1999 un libro, Is Menstruation Obsolete? (¿Está obsoleta la menstruación? , Oxford University Press) que contempla los beneficios y los problemas de reducir la regla a la mínima expresión. Poco a poco afloran otras posturas a favor y en contra. El nuevo anticonceptivo que reduce los días fértiles (y elimina la regla) pretende estar en el mercado en el año 2003.
El debate sobre si la regla debe o no desaparecer es, por supuesto y además de un tema científico, un asunto con claras posiciones éticas y ya ha comenzado a discutirse en un sitio de Internet, a un nivel que mezcla la gente corriente con posturas científicas (http://www.mum.org/stopmen.htm).
Esta dirección electrónica corresponde a un insólito Museo de la Menstruación. El MUM (Museum of Menstruation) fue fundado, en 1994, por un hombre, Harry Finley, ilustrador, grafista y director de arte de revistas y publicidad, y tiene su sede real en Maryland (EEUU). Además mantiene abierta una singular web que acoge el debate sobre la supresión o no de la menstruación.
Las múltiples intervenciones que pueden leerse oscilan entre los dos extremos: hay mujeres que desearían que la regla desapareciera, por comodidad, mientras otras dicen que se sentirían "menos mujeres" sin la regla y que "la menstruación es parte de la salud de las mujeres". En este principio de debate, el hecho de que la menstruación pueda considerarse como "obsoleta" indica el carácter de la polémica y las enormes dificultades para racionalizar la discusión. Pero este debate es sólo una parte interactiva de este increíble museo, único en el mundo, que Harry Finley, nacido en 1942, comenzó cuando por su trabajo "y para tomar ideas, coleccionaba todo tipo de anuncios e ilustraciones antiguas".
"Una parte de lo que reuní", señala al explicar la historia del museo, "eran anuncios de higiene menstrual. Era un tema tabú y observé que la gente de diferentes culturas se aproximaba al asunto con diversos grados de reserva. Esto me intrigó. Empecé a leer cosas sobre la historia de cómo la gente se ha explicado su reacción ante la menstruación en diversas culturas y como ha tratado la publicidad este tema". Esto sucedía mientras este hombre trabajaba como diseñador gráfico en Alemania.
"En mis lecturas descubrí que el tabú abarca todo tipo de disciplinas, desde la medicina, la antropología, la sociología, la historia y también el arte. A mi vuelta a EE UU pedí información a compañías fabricantes de tampones y compresas y pregunté si existía un museo de la menstruación. Se quedaron atónitos de mi pregunta. Entonces pensé que podía hacerlo yo como un "monumento a la mujer". El museo, organizado desde una perspectiva histórica, existe en la propia casa de Finley, y hoy está cerrado "por falta de fondos", mientras el propietario espera que la iniciativa privada o la pública ayuden a su mantenimiento. En tanto esto ocurre, el museo vive en Internet y contacta con mujeres y científicos de todo el mundo.
Según la escritora y periodista norteamericana Karen Houppert, autora de un reciente libro sobre la menstruación, Finley "no tiene sensibilidad feminista" y empezó su colección a partir de un catálogo de ropa interior femenina de 1940. Explica Houppert que, en cierta ocasión, uno de los jefes del estudio de publicidad en el que Finley trabajaba le preguntó, al ver todo aquel material de tampones, bragas, compresas y extrañas contraseñas, casi cifradas, en los anuncios publicitarios: "¿Qué pasaría si la policía viera todo esto?". Finley le respondió: "Dios mío, no es pornografía, ¡sólo la menstruación!".
Este museo virtual reúne un increíble material que traza los rasgos de una historia que ha permanecido en la clandestinidad. La publicidad de compresas y tampones en diversas partes del mundo, textos antropológicos, médicos y religiosos, en el sentido más multicultural posible, artículos, ensayos, arte referido a la menstruación, objetos sanitarios, referencias sobre la regla en animales, polémicas sanitarias sobre tampones y compresas, películas y vídeos, humor y chistes, leyendas e informaciones diversas que se mantienen absolutamente al día componen esta singular web.
La visita virtual al MUM es aleccionadora y sugiere, desde luego, que algo está cambiando en el mundo sobre la forma de acercarse a la regla. Alejado de toda frivolidad, pero con un estimulante sentido del humor, muestra cómo la menstruación es un arte, clandestino y vergonzante pero no por ello menos importante y decisivo de la ignorada cultura de las mujeres.
Investigadores de la Facultad de Medicina de Virginia Oriental, en Norfolk, están probando una nueva fórmula anticonceptiva, llamada Seasonale, capaz de reducir el número de reglas de una mujer hasta cuatro al año. Y, si todo marcha bien -y si lo aprueba la Food and Drug Administration (organismo responsable de los alimentos y las medicinas en EE UU)-, podría estar a la venta en 2003.
Como las píldoras anticonceptivas normales, Seasonale contiene dos hormonas distintas: progestina, que inhibe la ovulación, y estrógeno, que mantiene adherido el revestimiento uterino. La idea consiste en tomar Seasonale todos los días durante 12 semanas. Al tomar placebos durante la semana siguiente, se crea una breve interrupción en los niveles hormonales que permite que el huevo inmaduro se elimine con una ligera hemorragia.
Pero la píldora para engañar a la madre naturaleza tiene sus peligros. Seasonale haría que la mujer recibiera más estrógenos, que, se sabe, incrementan el riesgo de coágulos o derrames; sobre todo si la mujer fuma o tiene presión arterial elevada. Además, el estrógeno, aunque no se ha demostrado, podría aumentar el riesgo de cáncer de pecho.
NO INVESTIGAN EFECTOS SECUNDARIOS DE MEDICAMENTOS EN LAS
MUJERES
Fuente: *Tertulia* No. 30 [16-IX-2000]
Madrid, 14 de septiembre del 2000 (prensamujer.com/Tertulia). La investigadora estadounidense Berg aseguró al periódico Der Standard que las empresas farmacéuticas comercializan determinados fármacos sin conocer a ciencia cierta sus efectos secundarios en las mujeres. Ella misma ha encontrado dificultades, sobre todo por parte de sus colegas, en la obtención de los permisos necesarios para realizar las pruebas en mujeres.
Según informa el periódico Gara, tras haber consultado a varios expertos, las investigaciones para determinar los efectos secundarios de un fármaco se pueden prolongar durante unos quince años. Esto dificulta la realización de pruebas en mujeres "estándar", ni jóvenes ni viejas, porque durante ese período de tiempo tendrían que garantizar que no iban a quedarse embarazadas.
Como muchos medicamentos salen a la venta sin haber sido probados sobre mujeres, las consecuencias son en algunos casos fatales; numerosas mujeres murieron en Estados Unidos por los efectos nocivos de un fármaco contra las alergias antes de que los investigadores descubrieran que la testosterona protegía a los varones de sus efectos secundarios. También se ha probado la relación existente entre la arritmia cardiaca femenina y la ingestión de cuarenta medicamentos de uso bastante común. Berg declaró que el gobierno estadounidense presiona cada vez más a los laboratorios farmacéuticos para que los medicamentos no se comercialicen sin que se conozcan exactamente los efectos que pueden tener sobre las mujeres, por lo que se prevé que dentro de unos años los fármacos sean específicos para cada uno de los sexos.
ENTRA EN VIGENCIA EL PROTOCOLO FACULTATIVO DE
LA CEDAW
Nueva York, 5 de octubre
del 2000 , Con la ratificación del 22 de septiembre que tuvo lugar en Italia, el
Protocolo Opcional de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer (CEDAW) ha sido ratificado por el requerimiento de 10
países y entrará en vigencia el 22 de diciembre próximo.
Los
Estados que ratifican el Protocolo reconocen la competencia del Comité para la
Eliminación de Toda Discriminación contra la Mujer en la consideración de peticiones
tanto individuales como de grupos de mujeres que hayan agotado todas las instancias
nacionales. El Protocolo también otorga potestad al Comité para realizar investigaciones
sobre violaciones graves y sistemáticas a la Convención. El Comité es un cuerpo
establecido por la Convención para supervisar su implementación.
El
6 de octubre de 1999, en un hito histórico para las mujeres, la Asamblea General de las
Naciones Unidas, en su conjunto y sin votación, adoptó el Protocolo, que consta de 21
artículos, y convocó a todos los Estados participantes a convertirse en socios del nuevo
instrumento tan pronto como sea posible. El Protocolo, abierto para su firma y
ratificación el 10 de diciembre del año pasado, incluye una "cláusula
optativa" que permite a los Estados la ratificación o la posibilidad de declarar que
no se aceptan los mecanismos de investigación. Sin embargo, su Artículo 17 establece
explícitamente que no pueden argumentarse reservas con respecto a ninguno de sus
términos. Sólo los Estados participantes en la Convención pueden aceptar el Protocolo.
Con la ratificación de Arabia Saudita el 7 de septiembre, la Convención llegó a la
cifra de 166 Estados firmantes.
Durante
la Conferencia del Milenio de las Naciones Unidas (Nueva York, 6-8 de septiembre) se
recibió la ratificación del Protocolo por parte de Austria, Bangladesh, Irlanda y Nueva
Zelandia. Otros Estados participantes del Protocolo son Dinamarca, Francia, Namibia,
Senegal y Tailandia. Hay un total de 62 firmantes del Protocolo.
La
ratificación del Protocolo y su vigencia a partir del 22 de diciembre representan un gran
avance en el camino hacia el logro de pleno ejercicio de los derechos humanos y la
libertad para las mujeres. También es un reconocimiento a los derechos humanos
universales.
Dos millones de pequeñas sufren cada año el comercio sexual
Fuente: El País, España, 21/09/00
El informe sobre el estado de la población, realizado por la ONU, pone énfasis en el problema de la prostitución de niñas y recuerda que la compraventa de chicas y mujeres es un problema vigente. Según el estudio, dos millones de niñas entre 5 y 15 años son introducidas cada año en el comercio sexual. Añade que, por otra parte, muchas niñas padecen abusos que les fuerzan a mantener relaciones sexuales inseguras y tempranas. Otras se ven obligadas a casarse aún siendo crías.
El trabajo de Naciones Unidas señala que unos cuatro millones de niñas y mujeres han sido vendidas y compradas con uno de estos tres destinos: matrimonio, prostitución o esclavitud. Muchas caen en manos de redes de proxenetas que las explotan. El informe concreta que, cada año, al menos 10.000 niñas y mujeres entran en Tailandia desde países vecinos pobres y acaban en los prostíbulos. Entre 5.000 y 7.000 niñas nepalíes tienen el mismo destino en la India, en los burdeles de Bobay o Nueva Delhi. "Aunque el mayor tráfico ocurre en Asia, las mujeres de Europa del Este son cada vez más vulnerables", asegura la ONU.
Las agresiones van en aumento y afectan a ricos y pobres
Las violaciones, igual que otras otras agresiones sexuales contra las mujeres van en aumento, según el informe de Naciones Unidas hecho público ayer. Sin embargo, la mayoría de los casos no se comunica a las autoridades. El porcentaje de denuncias por violación varía desde menos del 3% en Sudáfrica al 16% en Estados Unidos.
El estudio de Naciones Unidas señala que muchas culturas toleran o perdonan cierto nivel de violencia contra las mujeres. Entre los hechos que pueden provocar respuestas violentas de los hombres "en cualquier parte del mundo" cita la desobediencia al marido, la negación a mantener relaciones sexuales, no tener la comida lista a tiempo o salir sin el permiso marital.
"Según los estudios, la violencia doméstica
está ampliamente extendida en la mayoría de las sociedades y es una causa frecuente de
suicidio entre las mujeres", señala la ONU. El problema es global. A tenor de los
datos comparativos que incluye el informe, los malos tratos físicos son menos frecuentes
en la pobre Camboya que en los opulentos Estados Unidos, por ejemplo.
Una
nueva mirada sobre los celos
Fuente: La Nacion Line. Revista,
08/10/00
En su último libro, La pasión peligrosa, el sociobiólogo David. M. Buss argumenta que estas emociones violentas son sólo producto de la selección natural
He aquí la historia de un hombre que asesinó a su mujer porque otro hombre le sonrió. Es el relato de un violento ataque de celos, desorden emocional que, según algunos investigadores, es el de mayor crecimiento en Gran Bretaña. Por lo que parece, a partir de las conclusiones de algunos psicólogos, es posible que tengamos que aceptar la idea de que los celos son un producto compulsivo de la evolución biológica. Aunque tal vez nos convenga más seguir aceptando la sabiduría popular que condena al monstruo de ojos verdes (según denomina Shakespeare, en Otelo, a los celos) como defecto social y moral.
El año último pasado, Kevin McLaughlin, un rudo albañil rubio y de bigote prolijamente recortado, fue enjuiciado en Cardiff por matar a su mujer, Nicola, de 31 años, de once puñaladas. McLaughlin, de 34 años, le dijo a la policía que su esposa había admitido que un colega del jardín de infantes donde trabajaba le había "sonreído". Esa minúscula chispa provocó una llamarada de sospecha que condujo a la detonación de la furia homicida. Durante meses, McLaughlin, que por lo demás funcionaba perfectamente como sostén de su familia, "devoto esposo" y buen padre para sus tres hijos, creyó que Nicola estaba viviendo una aventura, a pesar de que no tenía ninguna prueba fuera de aquella fatal sonrisa. Según el defensor, la admisión de su esposa hizo que McLaughlin entrara "en una montaña rusa de subidas y bajadas emocionales" hasta que "estalló" y atacó a su esposa con un cuchillo de cocina mientras sus hijos dormían.
El juez lo sentenció a siete años de prisión, tras el veredicto del jurado: homicidio sin premeditación. En la córte, se había escuchado el testimonio de testigos expertos que describieron lo que se denomina síndrome de Otelo. En la tragedia de Shakespeare, Otelo mata a su esposa, Desdémona, porque sospecha -con pocas pruebas, y fraguadas- que ella tiene una aventura con su mejor amigo. En el caso de McLaughlin, los psicólogos diagnosticaron "celos mórbidos", padecimiento que "influyó significativamente sobre sus actos". Lo inusual no es tanto el crimen -que sin duda fue espantoso-, sino que la Corte aceptara que el criminal había actuado bajo el dominio de una compulsión prácticamente irresistible. De otro modo, el veredicto podría haber sido asesinato y la sentencia, de por vida.
De todos modos, ni siquiera se insinuó que McLaughlin pudiera estar loco. Cuando cumpla su condena, que puede reducirse a cinco años, estará libre para formar una nueva pareja. Glyn Harris, padre de Nicola, que hablaba en nombre de la familia, declaró: "Nos preocupa mucho que, ahora, cualquiera que se sienta un poco celoso de su pareja pueda alegar que padece el síndrome de Otelo". Glyn Harris jamás había oído hablar del síndrome de Otelo, ni, seguramente, de su función dentro del esquema de la nueva psicología darwiniana, que afirma que los celos son una forma de conducta universal determinada por el impulso de preservar nuestros genes. La teoría evolutiva de los celos se expone claramente en un libro de inminente publicación, La pasión peligrosa, escrito por el sociobiólogo norteamericano David M. Buss.
Buss argumenta que los celos son producto de la selección natural. La personalidad humana, afirma, está moldeada por las estrategias de supervivencia implementadas por los animales en el curso de millones de años. Los celos, según él, ofrecían una "ventaja", ya que ayudaban a proteger la supervivencia de los genes de nuestros antepasados varones, mediante amenazas y actos violentos contra sus mujeres cada vez que éstas consideraban la posibilidad de acoplarse con otro. Así, los celos serían un impulso instintivo que ha sobrevivido como legado de la prehistoria.
Dentro de su teoría, Buss da un lugar importante al síndrome de Otelo. Lo relaciona con la "erectilidad disfuncional" (la jerga médica por impotencia) que, según investigaciones, afecta a un 42% de los varones británicos. La erectilidad disfuncial, alega Buss, produce una "vigilancia" más estrecha de la pareja, para que ésta no sienta la tentación de preferir los genes de otro. Los celos femeninos, añade, son diferentes, ya que reflejan la necesidad de un entorno estable y próspero para la crianza de los hijos... que siempre son portadores de los genes maternos. A lo largo de toda la evolución humana, las mujeres han usado la amenaza de la infidelidad para impedir el adulterio de sus esposos. Según estudios citados por Buss, el 31% de las mujeres, contra sólo el 17% de los hombres, admitió haber despertado intencionalmente los celos de sus parejas, por medio de diversas estrategias de coqueteo (mirar a otros hombres mientras está acompañada por su pareja, ignorarlo en situaciones sociales, bailar muy junto con otro hombre mientras su pareja mira, etcetera. El sociobiólogo concluye: "Aunque los celos pueden cumplir una función muy útil para las mujeres, ya que les permiten conocer el grado de lealtad y de compromiso afectivo de su pareja, sólo deben ser provocados con inteligencia para no desencadenar consecuencias indeseables".
Las últimas estadísticas del Ministerio del Interior revelan que la violencia doméstica es responsable del 50% de los asesinatos de mujeres en Gran Bretaña, y sólo del 6% de los crímenes cometidos contra hombres. Anecdóticamente, casi todas las víctimas masculinas de homicidios domésticos pierden la vida en la cocina (donde los cuchillos están más a mano), y las mujeres suelen ser asesinadas en el dormitorio, casi siempre por estrangulación. "Mediante el uso de la violencia" -añade Buss-, "los hombres sostienen una amenaza creíble, disminuyen la posibilidad de que las mujeres los abandonen o cometan adulterio. Los actos de violencia siempre se producen cuando hay mayores posibilidades de que la mujer tenga relaciones con otros." El problema es que un hombre no siempre puede determinar si la supuesta infidelidad de su mujer es una certeza, una estrategia femenina o solamente un producto de su propia imaginación.
No obstante, Buss afirma que si se acepta el verdadero origen biológico de esta pasión, se puede llegar a un mejor manejo de los celos. Esta reductiva versión evolucionista se basa en el hecho de que en la especie humana, igual que en otras 4000 especies de mamíferos, la fertilización se produce dentro del cuerpo de la hembra, no del macho, planteando así la incertidumbre de la paternidad, es por eso, los celos, según Buss, están programados y, por lo tanto, hay que evitar "errores" que puedan desatar el instinto en toda su intensidad.
La tesis del sociobiólogo lleva a la formulación de tres preguntas cruciales. ¿Servirá para que la Justicia sea menos severa en el caso de crímenes producidos por los celos? ¿Contribuirá a que los perpetradores se sientan menos culpables de sus acciones? ¿O protegerá a las víctimas que sufren heridas, tormentos y hasta la muerte misma?
Tomemos el caso del joven londinense Liam Devine, que en 1998 arrojó a su novia, Siobhan Kilmurray, de cabeza desde el terraplén del Támesis, al lodo que la esperaba nueve metros más abajo. Devine había invitado a la joven a cenar en el restaurante flotante Queen Mary, cerca del puente de Waterloo. Después de comer, la chica salió a cubierta y llamó por su celular a un amigo. Devine decidió que hablaba con otro, la insultó, y ella salió corriendo. El joven la persiguió y atrapándola por los tobillos la arrojó por encima del parapeto. La chica quedó hundida en el lodo hasta la cintura, y fue rápidamente rescatada por la policía y trasladada al hospital. Kilmurray, que vivió para contarlo, dijo al juez a cargo del caso que Devine, a quien no había vuelto a ver, jamás había intentado justificar su proceder. De todos modos, el magistrado no fue severo y, evidentemente, no consideró los actos de Devine como intento de asesinato, sino como una excusable y momentánea pérdida de control, ya que sólo lo condenó a cuatro meses de prisión. ¿Debemos aceptar entonces que las agresiones producto de los celos implican menor responsabilidad? ¿Qué hay en los celos que provocan cierta comprensión de conductas de otro modo inadmisibles?
La palabra celos viene del francés jalousie que a su vez deriva del griego zelos, que significa un sentimiento apasionado. De la misma raíz viene la palabra celosía, que designa un tipo de postigo a través del cual podemos espiar sin ser vistos. Este doble sentido subraya, en los celos, un elemento de vigilancia y de sospecha, una antesala de la violencia. A pesar de que en Gran Bretaña hay menos tolerancia ante el crimen pasional que en los países latinos, de todos modos los casos recientes prueban que esos delitos tienden a ser considerados con mayor tolerancia. Y la popularización de las explicaciones sociobiológicas seguramente fortalecerán esa tendencia.
Los opositores de la sociobiología están preocupados no sólo porque el nuevo darwinismo se está convirtiendo en la excusa exclusiva de todo tipo de inconductas, sino también porque atenta contra la verdadera dignidad y la profundidad de las complejas emociones humanas. Un acendrado antagonista, Richard Lewontin, de Harvard, señala que la relación entre el ser humano -o cualquier otro animal- y su entorno no es pasiva ni programada por los genes. Los organismos contribuyen a crear su entorno, alterando así el mundo que los rodea. "La conciencia crea el entorno, su historia y la dirección de su futuro. Eso es lo que nos proporciona una comprensión correcta de la relación entre nuestros genes y la forma de nuestras vidas", comenta Lewontin. Los psicólogos evolucionistas, sin embargo, tienden a pasar por alto la rica mezcla de sabiduría humana de la filosofía, la literatura y la religión, catalogándola de "psicología folk", y a privilegiar las explicaciones "científicas".
Desde un punto de vista cultural, los celos tienen una amplia variedad de interpretaciones, y sus estrategias de supervivencia están más asociadas con la importancia del ego individual que con la supervivencia de los genes en la progenie futura. Para la mayoría de nosotros, los celos aparecen por primera vez en la vida con la rivalidad entre hermanos. Cuando yo tenía 4 años, a fines de la Segunda Guerra Mundial, mi hermano mayor, de 8 años, regresó a casa, en Londres, después de haber sido evacuado al norte de Inglaterra. Cuando llegó, con el cabello engominado y acento de Lancashire, era un malvado extranjero que había venido a invadir mi territorio. El, por su parte, encontró a un hermanito malcriado que había sido el único depositario del amor de mi madre durante dos años, que se había apoderado de sus juguetes, de su dormitorio y de su casa en el árbol. Le saqué la lengua. El me invitó a salir al jardín. "Todo esto es mío", le informé con un gesto displicente. Al instante, me encontré de bruces en el pasto, con la boca llena de sangre y tres dientes de leche menos.
En las tradiciones religiosas y poéticas de Occidente, los celos han sido siempre considerados como un serio error moral más que como una emoción. Santo Tomás de Aquino los consideraba sinónimos del "pecado mortal" de la envidia, y como un delito contra el amor y la caridad, ya que engendra muchos males como el odio, la calumnia y el asesinato. En Otelo, de Shakespeare, se los considera como un defecto fatal, una falta de crecimiento personal y madurez que, descontrolados, tienen funestas consecuencias.
La literatura del siglo XIX y XX también ha tratado el tema de los celos de maneras muy diversas, ofreciéndonos variadas interpretaciones de las relaciones y las pasiones humanas, y todas ellas desafían la tesis reduccionista de la sociobiología. Cumbres borrascosas, de Emily Brontë, compara los celos con las ciegas fuerzas de la naturaleza, y Tolstoi los asocia con la falta de hábitos de afecto doméstico. Pocos escritores han consignado tan brillantemente la exquisita agonía de los celos como Marcel Proust (En busca del tiempo perdido) cuando relata el amor de Swann por Odette, y las sospechas que lo llevan a espiarla por las noches e incluso abrir una carta de ella. Los celos lo dejan "colmado de un dolor agudo y profundo". El sociólogo y escritor francés Roland Barthes resumió de este modo el dolor y la humillación de los celos: "Siendo celoso, sufro cuatro veces: porque soy celoso, porque me da culpa serlo, porque temo que mis celos dañen al otro, porque consiento en ser víctima de una banalidad. Sufro por ser excluido, por ser agresivo, por ser loco y por ser vulgar".
Y sin embargo, al mismo tiempo, ser celoso es sinónimo de estar enamorado. Reducir los celos a una explicación universal y simplista, cuasi científica, como la que propone la sociobiología, implica violentar la dignidad de la imagen que el ser humano tiene de sí mismo, atribuyendo esa emoción a compulsivas fuerzas inconscientes de las que no somos responsables. Los filósofos más agudos han afirmado que para actuar de manera libre y responsable debemos estar convencidos de poseer cierta medida de autonomía y de libre albedrío. Negar esa libertad es excusar los delitos más frecuentes en nuestra sociedad e involucionar hasta ese estado prehistórico que, según los sociobiólogos evolucionistas, nunca dejamos atrás.