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Notisex. N° 41 , 07 de abril de 2001
Fuente:
Tertulia. No. 11 [10-III-2001 Washington,
7 de marzo del 2001 (Jim Lobe/IPS/Tertulia). Cada minuto que pasa muere una
mujer durante el embarazo o el parto por falta de buena atención médica, según
un estudio a divulgarse este jueves, en el Día Internacional de la Mujer. El
estudio «A World of Difference» (Un mundo de diferencia) halló que una de
cada 65 mujeres en el Sur en desarrollo morirá por causas relacionadas con la
reproducción, 33 veces más que en los países industrializados. El peligro de
morir durante el embarazo o el parto es mayor en África subsahariana, según el
informe de las organizaciones humanitarias Population Action International (PAI)
y CARE. La
mitad de las 515,000 muertes relacionadas con el embarazo ocurre en esa región,
según el estudio. Asimismo, una de cada 15 mujeres africanas muere de
complicaciones derivadas del embarazo, el parto o abortos inseguros. El
estudio, que califica a 133 países según un "índice de riesgo
reproductivo", halló que la mayor brecha existe entre Etiopía e Italia.
En el país africano, menos de 10 por ciento de los partos es asistido por
personal entrenado y una de cada siete mujeres morirá por complicaciones del
embarazo. En Italia sólo una de cada 6,000 mujeres muere durante el embarazo o
el parto. "Existe
un gran abismo entre los países ricos y pobres en lo que refiere a la salud
sexual y reproductiva de las mujeres", según Amy Coen, presidenta de PAI.
"Ahora mismo, en los países en desarrollo, casi la mitad de las mujeres da
a luz sin ayuda profesional y existen 150 millones de mujeres que quieren
impedir o retrasar su próximo embarazo pero no tienen acceso a métodos
anticonceptivos". El
presidente de Estados Unidos, George W. Bush, prohibió que los más de 400
millones de dólares que el país otorga en ayuda bilateral a la población se
destinen a grupos que apoyan el uso del aborto, como la Federación
Internacional de Planificación Familiar. La
decisión fue muy criticada por PAI y grupos similares que creen que las mujeres
deben tener acceso a todos los servicios de planificación familiar y que
prohibir la ayuda a grupos que se especializan en la salud reproductiva sólo
conducirá a aumentar los abortos realizados en forma insegura. Casi 70,000
mujeres mueren por año, una cada siete minutos, debido a abortos mal
realizados, y cientos de miles más terminan con problemas crónicos de salud,
según el estudio. El
nuevo índice de riesgo reproductivo se basa en 10 variables aplicadas a 91 países
en desarrollo y a 42 industrializados, que en conjunto representan 95 por ciento
de la población mundial. Algunas
de esas variables son el número de partos anuales por cada 100 mujeres entre 15
y 19 años, el porcentaje de mujeres que utilizan anticonceptivos, la política
estatal sobre el aborto, la incidencia de anemia en las embarazadas y el
porcentaje de mujeres que reciben atención prenatal. Otras son el porcentaje de
partos asistidos por profesionales, la incidencia de VIH/sida en hombres y
mujeres, el promedio de partos por mujer y el número de muertes cada 100.000
partos viables. El
índice agrupa a los países en cinco categorías de riesgo: muy alto, alto,
moderado, bajo y muy bajo. De esta manera, 75 por ciento de los países en las
categorías muy alto y alto son de África subsahariana. Etiopía, Angola y Chad
ocuparon los lugares en mayor riesgo. Los
países no africanos con alto riesgo son Afganistán (cuarto lugar), Nepal (12),
Haití (19), Laos (20), Yemen (27), Bhután (32), Pakistán (37), Guatemala
(41), Iraq (42), Camboya (44) y Bolivia (45). En
el otro extremo se encuentran los países industrializados liderados por Italia,
Suecia, Finlandia, Holanda, Alemania, Bélgica, Noruega, Dinamarca y Australia. Singapur
ocupó el cuarto lugar en menor riesgo, mientras Estados Unidos, pese a su
riqueza, ocupó el número 15. Los países de Europa oriental quedaron entre los
lugares 20 y 25, mientras Cuba llegó al 24, el único país en desarrollo entre
los 30 primeros. El
informe señaló que casi todos los países en menor riesgo cuentan con leyes
que permiten el aborto a solicitud de la mujer, tienen un alto empleo de
anticonceptivos y baja natalidad de las jóvenes entre 15 y 19 años. El
estudio concluyó que el mayor número de partos entre adolescentes tuvo lugar
en Angola, Níger, República Democrática del Congo, Liberia y Sierra Leona,
donde el 20 por ciento de las jóvenes da a luz cada año. Por otra parte, el número
de partos entre adolescentes fue menor en Japón, Corea, Holanda y Suiza, donde
el porcentaje fue menor a uno por ciento de las jóvenes. Una
de cada 15 mujeres africanas muere a raíz del embarazo, el parto o el aborto.
En Asia la relación equivale a una cada 105, mientras en América Latina y el
Caribe desciende a una cada 150, o sea 10 veces menos que en África. En Europa
la mortalidad desciende a 1 cada 1,900 y en América del Norte a 1 cada 3,750.
El país mejor calificado es España, con una muerte cada 9,000 partos. El
informe pide a los gobiernos que cumplan los compromisos asumidos por 179 países
en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, celebrada en El
Cairo en 1994, y que fijó la meta de una inversión anual de 17,000 millones de
dólares en los servicios básicos de salud reproductiva para 2000. Sin embargo,
Estados Unidos, la mayor fuente bilateral de financiación en materia de población,
destina menos de la mitad de lo que le correspondería, en contraste con
Holanda, Suecia, Dinamarca y Noruega, según el informe.
Fuente: CNN en español, 25/03/01 NUEVA ORLEANS -- Un grupo de científicos que estudia el fenómeno de la pubertad anticipada en algunas niñas ha hallado una causa sorprendente: un gen que acelera la descomposición de la hormona sexual masculina. Muchos creen que la edad de la pubertad --el momento en que las niñas desarrollan senos y otras características sexuales-- se está adelantando. La explicación más esgrimida es la creciente obesidad infantil, junto con dietas de alimentos enriquecidos y la falta de actividad física. Sin embargo, los genes casi seguramente desempeñan un papel en la edad de la pubertad, y muchos científicos suponían que los más probables eran los que controlan la producción y uso del estrógeno. Un estudio difundido el domingo en una reunión de la Asociación Norteamericana de Investigación Oncológica sugiere una interrelación más compleja de hormonas, puesto que el suministro de testosterona, la hormona masculina, parece tener una influencia clave en el momento de la pubertad. El doctor Fred Kadlubar y colaboradores del Centro Nacional de Investigación Toxicológica, dependiente de la Administración de Alimentos y Remedios, descubrieron el vínculo en un estudio de 192 niñas de nueve y 10 años. Otro estudio publicado hace cuatro años halló que aproximadamente la mitad de todas las niñas de piel negra y el 15 por ciento de las blancas empezaba a manifestar desarrollo sexual hacia los ocho años. El promedio de la pubertad es de 13 años entre las blancas y 12 entre las negras. Por lo general, las niñas empiezan a desarrollar senos un año antes de su primer período. Los investigadores buscaron un vínculo entre los genes y este cambio orgánico en el grupo de niñas escogido al azar. Examinaron varios genes que controlan el uso del estrógeno pero no hallaron asociaciones con la pubertad anticipada. Pero para su sorpresa encontraron una firme asociación cuando examinaron el gen que controla la descomposición de la testosterona. Observaron una variante particular, llamada CYP1B1, en un gen que produce una enzima hepática. Hallaron que el 90 por ciento de las niñas con dos copias de esta variante genética ya habían empezado a desarrollar senos a los 9,5 años, en comparación con el 56 por ciento de las que tenían una sola, y el 40 por ciento que no tenía ninguna. "Nos revela lo que sucede a nivel hormonal durante la primera etapa del desarrollo de los senos", dijo Kadlubar. "Ahora tenemos que incluir la testosterona en la ecuación". Se sabe desde hace tiempo que la producción de estrógeno aumenta y la de testosterona disminuye durante esta etapa del desarrollo. Kadlubar afirmó que el gen CYP1B1, al reducir los niveles de testosterona, podría desencadenar la cascada de hormonas en juego en el comienzo del desarrollo mamario.
Fuente: El País,
España, 22/03/01
La denuncia de cientos de violaciones de monjas por parte de sacerdotes en 23 países -14 de ellos en África- ha reabierto el debate sobre el sexo dentro de la Iglesia católica. Círculos misionales españoles manifestaron ayer a este periódico su 'sorpresa' por 'el alcance y la gravedad' de los hechos denunciados, y se refirieron a las dificultades del clero africano para vivir el celibato, desprestigiado en su sociedad. El Vaticano admitió el pasado martes que lo denunciado era 'conocido' y los superiores de las órdenes aseguraron ayer que se toman 'medidas concretas'. 'Estoy sorprendido, porque fui misionero en África occidental de 1974 a 1994 y nunca oí de violaciones', dice Juan Pérez Charlín, provincial de los Misioneros de África-Padres Blancos,orden hermana de las Hermanas Misioneras de Nuestra Señora de África, de la que es superiora Marie McDonald, autora de uno de los informes. 'Pero no dudo de lo que se cuenta, porque son testimonios de monjas. No excluyo historias personales de sacerdotes diocesanos africanos que hayan tenido sexo con mujeres, rara vez con religiosas. Indudablemente hay que plantearse que el celibato no es un valor en gran parte de África, donde el valor por excelencia es la familia y tener muchos hijos'. Pérez Charlín recuerda que a partir de 1971 diversos obispados de África central solicitan al Vaticano que se permita ordenarse a personas casadas. 'No sería nuevo en la Iglesia: ya ha existido, y sigue existiendo en las iglesias católicas orientales'. No cree que pueda hablarse de una cultura africana que menosprecie a la mujer. 'Allí hay sociedades matriarcarles y matrilineales, y otras donde la mujer no cuenta', señala. Y matiza: 'Hablamos de un continente con un 30% de cristianos, y cristianos no significa católicos. Un continente donde lo urgente es la democracia, la justicia, los derechos humanos'. El informe de McDonald afirma que el celibato y/o la castidad no son valores en varios países examinados, y que la posición de la mujer en la sociedad y en la Iglesia hace que 'una monja se vea a sí misma como inferior, alguien que debe servir y obedecer. Es comprensible que una monja vea imposible rehusar si un sacerdote le pide favores sexuales. Esos hombres son símbolos de autoridad que deben ser obedecidos'. Manuel de Unciti, teólogo y dirigente de Obras Misionales Pontificias, estima que la denuncia 'es muy grave, y así lo reconoce el Vaticano'. Y, aunque se manifiesta 'sorprendido', admite que 'runrún siempre ha habido'. De Unciti supone que los informes se centran principalmente en el 'clero local diocesano', y sugiere: 'Es difícil para una persona pasar de ciertas concepciones culturales al celibato, que no disfruta de mucho aprecio en África'. Grave problema sexual El teólogo Enrique Miret Magdalena es tajante: 'El problema sexual es grave en el mundo clerical'. Y cita estudios recientes de sociólogos católicos: 'En EE UU, sólo el 2% de los sacerdotes cumple el celibato. El 50%, sólo relativamente. De esa mitad, un tercio es homosexual. Si eso pasa allí, ¿qué no pasará en África? Los informes incluyen todo tipo de abusos y acoso sexual, casos extremos de aborto impuesto, exigencias cotidianas a las novicias para proveerles de documentos, sumisión de feligresas y sus familias a los caprichos del párroco, engaños sobre supuestas virtudes antisida de la píldora anticonceptiva, y excesiva indulgencia de los obispos con los sacerdotes que han cometido agresiones contra monjas y novicias. Los informes fueron realizados en los años noventa por dos religiosas que efectuaron constantes entrevistas in situ con las presuntas víctimas. La hermana Maura O'Donohue, médico y coordinadora del programa sobre sida de Cáritas Internacional y del Cafod (Fondo Católico de Ayuda al Desarrollo) presentó el primer informe en 1995 al cardenal Eduardo Martínez Somalo, presidente de los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, que le encargó otro, el cual abundó en las denuncias. El informe de McDonald es de 1998. Si el pasado martes el portavoz papal, Joaquín Navarro Valls, admitió oficialmente el problema, ayer la Unión Superior de Generales y su organismo internacional - que agrupan a 200.000 religiosos y un millón de monjas- confirmaron la posición del Vaticano, informa Lola Galán. Reiteraron que 'el problema es sabido' y subrayaron que se están tomando 'medidas concretas'. Al tiempo, los responsables de las órdenes religiosas hacen hincapié en el hecho de que este lamentable asunto no debe enturbiar el valor y los sacrificios de miles de personas dedicadas a la vida religiosa.
Fuente: La Nación Line, 28/03/01 Escritoras: en un encuentro de psicoanalistas se discutieron las particularidades del género Afirman que en los trabajos creativos tienden a sentirse culpables cuando son madres
Fuente: La Nación Line, 28/03/01 Por Nora Bär Este viernes, Rudolf Jaenisch, investigador del Instituto Whitehead del MIT, y el padre de la oveja Dolly, Ian Wilmut, del británico Roslin Institute, firman en Science un durísimo editorial contra la clonación de seres humanos que no deja espacio para la duda.En el texto, cuyo contenido se dio a conocer con anticipación al periodismo acreditado, con motivo del informe que los autores presentan hoy en una sesión especial del senado norteamericano, los científicos aluden al reciente anuncio del norteamericano Panos Zavos y el italiano Severino Antinori de que intentarán clonar un humano en los próximos meses, y advierten que no todo lo que reluce es oro: tras el tono exitista de los titulares sobre clonaciones que se suceden en las páginas de los medios de comunicación, hay todavía muchos procesos de la técnica que no se dominan y ni siquiera se entienden. "Hay muchas razones por las cuales nunca estaríamos en favor de clonar una persona -dicen Jaenisch y Wilmut-. Sin embargo, en este momento nuestra preocupación inmediata es que estas propuestas no toman en cuenta los problemas que se encontraron en la clonación animal." Desde la oveja Dolly en adelante, pasando por ratones, terneras, cabras y cerdos, los científicos reunieron ya suficiente experiencia como para comprender que la técnica que los hace posibles no sólo es ineficiente, sino que también está plagada de riesgos inquietantes. "En el mejor de los casos, sólo un mínimo porcentaje de los embriones sobrevive al nacimiento y, de éstos, muchos mueren dentro del período perinatal -explican-. No hay razones para creer que el producto de la clonación humana será diferente. Los pocos rumiantes clonados que sobrevivieron y parecen normales frecuentemente son más grandes que el promedio." Y más adelante agregan: "La causa de la elevada frecuencia de muerte durante la gestación puede radicar en el mal funcionamiento de la placenta. Los clones recién nacidos suelen exhibir problemas circulatorios y respiratorios. Incluso sobrevivientes aparentemente sanos pueden sufrir de disfunciones inmunes o malformaciones cerebrales o renales que más tarde los llevan a la muerte". Es innegable que pretender clonar una persona con los conocimientos actuales implica correr riesgos altísimos (sin contar que, si el bebe llega a término, podría sobrevivir con graves anormalidades). Pero hay algo más: para los científicos, tanto o más grave que esto es que la reacción pública ante semejantes excesos terminará por dañar la investigación en marcha para clonar células o tejidos que algún día podrían ser utilizados para regenerar células nerviosas o cardíacas. La posibilidad de nuevos tratamientos para pacientes con Parkinson, Alzheimer y cardiopatías que hoy no tienen cura dependen de estos estudios. "En un momento en que los problemas de la clonación aún no han sido suficientemente aclarados -concluyen Jaenisch y Wilmut-, intentar aplicarla a seres humanos es peligroso e irresponsable." Ya hace casi dos milenios, en su obra Vidas y enseñanzas de grandes filósofos, Diógenes Laercio citaba una antigua máxima de Protágoras: "Hay dos lados en toda cuestión, exactamente opuestos uno al otro". Como en otros órdenes de la vida, la inteligencia, por supuesto, está en saber elegir.
Fuente: La Nación Line, 30/03/01
Sin el permiso de la autoridad sanitaria de los Estados
Unidos, en ese país sería ilegal
Bush declaró que colaborará con el Congreso para elaborar
una ley que haga explícita la prohibición Y, por el momento, la FDA ha manifestado que no concederá ningún permiso por el estilo. En otras palabras, quien realice cualquier actividad científica tendiente a clonar un ser humano en ese país estará infringiendo la ley. La posición de la FDA se hizo pública anteayer, en el marco de la discusión sobre clonación que tuvo como escenario el Congreso de los Estados Unidos. En la apertura de dicha audiencia, el presidente norteamericano, George W. Bush, se declaró a favor de la prohibición de las investigaciones relacionadas con la clonación de seres humanos en los Estados Unidos. Según el vocero de la Casa Blanca, Bush no dudará en colaborar con el Congreso en la elaboración de una ley federal que prohíba la clonación en ese país, donde está permitida desde 1997, pero los científicos que trabajan en este tipo de investigaciones no pueden recibir fondos del Estado. Son muchas las voces en contra de la clonación que se han hecho oír en estos días. El investigador escocés Ian Wilmut, que saltó a la fama en 1998 al clonar a la oveja Dolly, afirmó en un carta que se publica hoy en la revista Science que la clonación de seres humanos es "peligrosa e irresponsable". Los argumentos de Wilmut son sólidos y puramente científicos: la mayoría de los animales clonados hasta el momento muere al poco tiempo de nacer, y los que sobreviven sufren severos problemas circulatorios y respiratorios. Según el experto, "los experimentos de clonación humana tendrán la misma elevada tasa de errores que los experimentos de clonación de animales realizados en los laboratorios". Wilmut pidió que "abandonen la clonación de seres humanos".
Fuente: La Nación Line, 31/03/01 Se creía que todos venían por vía paterna
Fuente: www.montefiorecentral.com Ya se implementa en parejas que no responden a los
tratamientos con drogas.
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