Notisex. N° 42 , 05 de mayo de 2001

Bullet1.gif (898 bytes) De cada 100 bebés, 15 son de madres niñas o adolescentes

Fuente: Clarin, 18/04/01

De cada 100 bebés que nacen vivos en la Argentina, más de 15 son hijos de niñas o de adolescentes. La cifra —que continúa creciendo desde hace dos décadas— es mucho mayor en las provincias del norte, donde queda en evidencia que el embarazo prematuro está íntimamente ligado a la baja escolaridad de las madres y a sus carencias socioeconómicas.

Así lo demuestra un estudio realizado por los Equipos de Investigación Social de la consultora Equis, a partir de datos procedentes del INDEC, el Ministerio de Salud y el Sistema de Información y Monitoreo de Programas Sociales. El trabajo revela que el número de mamás prematuras trepó del 13,3% en 1980 al 15,4% en 1999, el último año del que se dispone de datos completos. Es decir, 105.546 chicos cuyas madres tienen entre 9 y 19 años.

De esos bebés, 3.095 nacieron de nenas de 9 a 14 años. Los casos de madres-niñas son más frecuentes en las provincias de Buenos Aires (799), Santa Fe (402), Chaco (228) y Salta (199).

Dieciocho provincias superan el promedio nacional. El problema se agrava en el noroeste y en el nordeste: en Chaco, casi uno de cada cuatro bebés nacidos en 1999 es hijo de una nena o de una adolescente (24,4%). El segundo puesto del "ranking" de mamás prematuras es compartido por Misiones, Catamarca y Formosa (20,8%).

En la otra punta está la Capital Federal, con el 6,4% de bebés nacidos de madres menores de edad. No es casual: la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC reveló que entre las chicas de 15 a 19 años que residen en la Capital y tienen vida sexual activa, el 86,4% usa algún método anticonceptivo, el porcentaje más alto del país.

La pobreza acompaña a estas mamás antes de tiempo: el 44% reside en hogares carenciados. Una vez más, la situación es más seria en las provincias norteñas: en Corrientes, Salta, Santiago del Estero, Chaco y Formosa, más del 60% de los hijos de niñas y adolescentes nació en hogares pobres; en Jujuy, la cifra es del 75,2%.

El 59% de estas chicas no terminó la escuela primaria. El estudio destaca que, si bien el 41% está en edad de no haber concluido aún la secundaria, "una proporción significativa —que no puede determinarse por las limitaciones de la información oficial— no completará los estudios medios".

En todo el norte argentino, más del 80% de las chicas que tuvieron un bebé antes de los 19 años, no había concluido la primaria. Las mayores carencias educativas se registran en Jujuy, donde el 98,9% de las madres niñas no llegó a 7° grado.

Al analizar los datos, el trabajo subraya que esta problemática no podrá resolverse sólo a través de la legislación, si la sociedad "permanece indiferente a la generalización de la pobreza y del abandono escolar de niños y adolescentes".

Por estas chicas que tuvieron un hijo demasiado temprano, ¿cuántas interrumpieron voluntariamente el embarazo y por qué? No hay modo de saberlo, ya que sólo existen encuestas parciales. Los resultados preliminares de un trabajo que está realizando la ginecóloga Silvina Valente, en el marco del Programa de Adolescencia del Hospital de Clínicas, revela que de 400 chicas que quedaron embarazadas antes de cumplir 18 años, casi el 20% decidió interrumpir la gestación.

Para cubrir los tres estratos socioeducativos, Valente entrevistó a jóvenes que concurren a la Universidad de Buenos Aires —donde ninguna de las consultadas llegó al aborto—, y a los hospitales de Clínicas y Posadas. "La mayoría de estas chicas usaba parcialmente métodos anticonceptivos, pero no siempre lo aplicaban, por falta de formación", señala la ginecóloga.

Agrega que "las que interrumpieron la gestación, lo hicieron por causas económicas, por influencia de los padres o de la pareja, porque no pueden solas. Una gran mayoría sintió muchísima culpa y angustia. El mensaje común es: ''Me presto a esta encuesta para que no le pase a otra''".


Bullet1.gif (898 bytes) Anticoncepción de emergencia funciona hasta cinco días después

Fuente: Tertulia N° 15 [7-IV-2001]

Traducción: Laura E. Asturias

Nueva York, 30 de marzo del 2001 (Melissa Schorr/Reuters/Tertulia). Un nuevo estudio realizado por investigadores canadienses cuestiona la “sabiduría convencional” según la cual las mujeres que han tenido relaciones sexuales sin protección deben utilizar la anticoncepción de emergencia en las siguientes 72 horas para evitar un embarazo no deseado.

La investigación reveló que el tomar las llamadas “píldoras del día después” entre tres y cinco días tras el sexo desprotegido resultaba efectivo hasta un 87 por ciento en la prevención del embarazo, mientras que recibir el tratamiento en el término de tres días, como se ha recomendado durante décadas, aumentaba la eficacia al 90 por ciento.

"A las mujeres se les debería motivar a buscar una consulta tan pronto como sea posible”, indicaron la doctora Isabel Rodrigues, profesora de medicina familiar de la Universidad de Montreal en Quebec, Canadá, y sus colegas. "Sin embargo, después de 72 horas, el régimen... tiene una tasa de efectividad favorable y por tanto debería ser recomendado".

El estudio fue publicado en la edición de marzo de la Revista de Obstetricia y Ginecología (2001;184:531-537) de los Estados Unidos y fue financiado por la Federation des Medecins Omnipracticiens du Quebec.

Los investigadores esperaban revelar si la anticoncepción de emergencia tiene una ventana de efectividad mayor de 72 horas después de las relaciones sexuales. Cuando la mujer ha pasado ese marco inicial de tiempo después del sexo sin protección, sus opciones para interrumpir el embarazo son menores. Estas opciones incluyen la inserción de un dispositivo intrauterino hasta por cinco días después del sexo desprotegido, el aborto quirúrgico o la píldora abortiva RU-486, la cual aún no está legalizada en algunos países, incluida Canadá.

"Durante mucho tiempo hemos afirmado que la ventana de tres días es demasiado restrictiva", dijo a Reuters James Trussell, profesor de Princeton y experto en anticoncepción de emergencia. "A las mujeres se les debería decir que, después de ese tiempo, tomar anticonceptivos de emergencia podría ayudar y no provocaría daños”. El mayor daño, agregó, sería que no los reciban después de 72 horas. Tal vez esto ayudará".

Rodrigues y sus colegas dieron seguimiento a 300 mujeres que visitaron 26 clínicas comunitarias en Quebec para recibir servicios de planificación familiar. La edad promedio de las mujeres era de 18 años y la gran mayoría nunca había parido.

La investigación estudió a dos grupos: 131 mujeres que acudieron a la clínica en el término de tres días después del sexo desprotegido y otras 169 mujeres que llegaron a la clínica entre tres y cinco días después de la relación sexual sin protección.

A todas se les proporcionó anticoncepción de emergencia, una combinación de estrógeno y progestina tomada en la clínica y 12 horas después. El estudio dio seguimiento tres semanas después para determinar si alguna de las mujeres había quedado embarazada. La tasa de embarazo para las mujeres que tomaron la anticoncepción de emergencia en el término de 72 horas fue de 0.8 por ciento, en comparación con 1.8 por ciento para las mujeres que tomaron las píldoras dentro de tres a cinco días.

Ambos grupos tuvieron significativamente menos embarazos de lo que se habría esperado si no se hubiera utilizado anticoncepción de emergencia, aunque el pequeño número de mujeres que quedaron embarazadas dentro del estudio dificultó sacar conclusiones firmes, indicaron la autora y sus colegas.


Bullet1.gif (898 bytes) En el mundo, ya aparecen los nuevos competidores del Viagra

Fuente: Clarin, 04/06/01

Traducción de Silvia S. Simonetti

Se aprobó en Europa una nueva píldora contra la disfunción eréctil que, dicen, actúa más rápido y con menos efectos secundarios que su antecesora · Y se busca la pastilla contra la disfunción sexual femenina.

 

De color rojo ladrillo y de forma pentagonal o triangular según la dosis, el competidor del azul Viagra —que acaba de obtener la autorización europea para su lanzamiento al mercado— desea, en menos de veinte minutos, hacer ver la vida "color de rosa" a millones de habitantes del Viejo Continente con problemas de erección.

Esta, junto con otras drogas que están en etapa de experimentación avanzada (incluida la tan buscada píldora contra disfunciones sexuales femeninas), inauguran una nueva generación de drogas "postviagra" para luchar contra la disfunción eréctil, un trastorno que afecta a 150 millones de hombres en todo el mundo.

El clorhidrato de apomorfina, la nueva clase terapéutica a la que pertenece el producto, presenta, según los expertos europeos, ventajas notables respecto del Viagra. De todos modos, en todos los casos, la erección no será "mecánica" ya que para que funcione es preciso que haya un "objeto de deseo", tal como precisó a la agencia AFP el doctor Jean-Pierre Chauvin, director médico del laboratorio que posee una de las dos formas del medicamento.

El nuevo comprimido rojo, que se debe disolver bajo la lengua, es comercializado en forma conjunta por una farmacéutica estadounidense y otra japonesa. Se lo podrá encontrar en las farmacias (europeas) dentro de diez días, aproximadamente.

En países como Francia, Gran Bretaña, Italia o Alemania, en donde ambos laboratorios están presentes, será vendido bajo dos nombres distintos: "Uprima" e "Ixense". Y en los países en donde uno solo de los laboratorios esté presente, sólo existirá bajo una forma.

En Francia, ambos medicamentos no contarán con un reintegro por parte de Seguridad Social mayor que el que se otorga habitualmente para el Viagra. En cuanto a su precio, será similar al del Viagra, es decir, 70 francos (unos 9 dólares, aproximadamente) el comprimido.

Y las malas lenguas ya hablan de una guerra comercial. Porque los laboratorios propietarios de ambas píldoras no ocultan su voluntad de hacer todo lo posible para reemplazar al celebérrimo predecesor con forma de rombo, en venta en todo el mundo desde hace más de dos años.

Por razones "técnicas", los europeos cuentan con la primicia de estas nuevas píldoras para la erección que deberían llegar a los mercados estadounidense y japonés en algunos meses, luego de pasar los estadíos administrativos necesarios para su aprobación y comercialización.

Contrariamente al Viagra, que supone cierta dosis de anticipación ya que debe ser ingerido una hora antes de la esperada relación sexual, sus nuevos competidores hacen efecto en menos de veinte minutos. "Algo que —subrayan— permite que haya agilidad y espontaneidad en la relación de pareja". Por otro lado, la duración de la acción de este medicamento en el organismo "permite una segunda ingesta ocho horas después de la primera", explicó el profesor Jeremy Heaton, de la Universidad de Queen y del Hospital General de Kingston, en Ontario, Canadá, uno de los centros en donde se probó la droga.

La segunda ventaja es que el Viagra controla el flujo de sangre dentro del pene en tanto que el clorhidrato de apomorfina actúa directamente en el cerebro, a nivel del sistema nervioso central, en las zonas que participan en una erección.

Según explican los médicos, por tener este nivel de acción, las nuevas píldoras no poseen contraindicaciones para los pacientes que sufren problemas cardíacos.

Según las farmacéuticas que desarrollaron estos medicamentos, los principales efectos secundarios de sus productos son poco frecuentes (de un 2 a un 7 por ciento) y benignos en realidad (náuseas, dolor de cabeza, vértigo, rinitis o faringitis).

Interrogados el jueves pasado por la agencia France Presse, la empresa que desarrolló y comercializa la píldora Viagra, opinó que el clorhidrato de apomorfina, "utilizado desde hace años en el tratamiento del Mal de Parkinson no constituye ninguna revolución farmacológica".

Agregaron ver "con buenos ojos", de todos modos, la llegada de nuevos competidores. "Cuantos más seamos para explicar al público que los problemas de erección pueden ser tratados, mejor será" precisó un vocero de la empresa.

Esta nueva droga fue probada, en su última etapa de investigación, en 5.000 hombres de distintas edades, con más de 120.000 dosis administradas. Según recomiendan los médicos, el tratamiento debería iniciarse con una dosis de 2 o 3 miligramos, según el grado de afección.

En todo el mundo, el 10 por ciento de los hombres se ven afectados por problemas de erección —algo más incluso en las franjas de edades más altas—. En Europa, según los especialistas, más de 30 millones de hombres se verían afectados por estos problemas, que durante mucho tiempo fueron un tabú
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Bullet1.gif (898 bytes) Las vasectomías realizadas a dos hombres en Río Negro fueron exitosas

Fuente: Clarin, 17/05/01

Me saqué un gran problema de encima. Quería tener relaciones sexuales seguras sin miedo a tener que interrumpir un embarazo con un aborto", dijo ayer a Clarín Ricardo Mena, cuando salió del hospital público donde se realizó una vasectomía, que impedirá que siga teniendo hijos.

Mena (47) y Miguel Angel Bermejo (46) fueron operados ayer por los médicos Mario Mas y Pedro Guerra, en el hospital Elías Semirnof de Villa Regina, en la provincia de Río Negro. Cada intervención duró quince minutos, y pasadas las 13, los dos se fueron a sus casas.

Según le contó Mena a Clarín, la operación "fue menos dolorosa que cuando te sacan una muela". Luego explicó el procedimiento: "Me hicieron una pequeña incisión en cada cara de los testículos, para desde ahí agarrar los conductos seminales, cortarlos y sellarlos, de modo que no pueda pasar el semen. Después un punto de cada lado, y a casa".

De ese modo, quedan definitivamente anulados los tubos por donde circula el esperma. La operación tiene un costo aproximado de 150 a 200 pesos, cinco veces menos que una ligadura de trompas.

Miguel Bermejo llegó hasta las puertas del hospital en su camión, que utiliza para el transporte de frutas. Para Mena la cuestión fue más difícil, porque tuvo que madrugar para tomar un colectivo que lo llevara desde su casa en General Roca hasta Regina —distante 45 kilómetros— y pasar a través del corte de la ruta nacional 22 que hacen los fruticultores rionegrinos aquejados por la crisis del sector.

Estas fueron las primeras esterilizaciones masculinas que se realizaron en el país en un hospital público. La ley de educación sexual y procreación responsable de Río Negro fue sancionada en octubre del año pasado. Pero recién se reglamentó ayer, pocas horas antes de las operaciones.

En lo que va de este año, 50 mujeres se hicieron ligaduras de trompa de Falopio en mujeres. Al igual que estas dos vasectomías, todas se realizaron en el hospital de Villa Regina, donde el médico Mario Mas inició el movimiento en favor de la planificación familiar y la libertad de elección de los métodos anticonceptivos.

Mario Mas estaba exultante. Después de las dos operaciones, dijo a Clarín que "este es sólo el comienzo" y que "hay que continuar la lucha para que todos los hospitales públicos del país brinden los elementos que sirvan a la gente para decidir qué hacer con sus vidas y sus familias".

También Ricardo Mena —padre de cuatro hijos que tienen entre 25 años y 10 meses— coincidió con el médico. "Este tema tiene que meterse en las casas y ser debatido por las familias. Parece que fuera un tema tabú, sobre todo para los hombres".

Bermejo es papá de 7 mujeres: la mayor tiene 21 años y la más chiquita, 6 meses. Para él "la gente, los hombres sobre todo, esperan que alguien empiece para después seguirlo. Y yo decidí hacerlo".


Bullet1.gif (898 bytes) Cientos de niñas que viven en España son mutiladas sexualmente

Fuente: El Pais, España, 29/04/01

Los médicos han denunciado, con escaso éxito judicial, 30 extirpaciones del clítoris hechas aquí

Sonia, una niña gambiana, nació en el hospital Josep Trueta, de Girona, población de 72.600 habitantes. Cuando cumplía sus primeros tres meses de vida una hernia umbilical obligó a sus padres, una pareja de inmigrantes residentes en la zona, a llevarla hasta la consulta de cirugía pediátrica de ese centro médico. La doctora Montserrat Ros todavía recuerda la naturalidad con la que el padre le pidió si podía practicar la ablación, mutilación genital, a la pequeña. En Gambia, su país, y en otros 27 estados africanos es una costumbre cultural muy arraigada que se practica a las niñas antes de la pubertad.

La cirujana, de 50 años, que lleva más de una década dedicada a intervenir a hijos de inmigrantes africanos residentes en esa zona de Cataluña, respondió: 'No lo voy a hacer. Y si usted lo hace le voy a denunciar'. El padre no insistió. La doctora Ros ha perdido la pista de Sonia, nombre supuesto. Cree que el inmigrante gambiano, que 'leyó el cartel de cirujía pediátrica y creyó que había encontrado el lugar adecuado', habrá logrado su propósito si la pequeña ha sido conducida 'de vacaciones' a su país.

Centenares de niñas africanas residentes en la zona catalana del Maresme, donde se concentra el mayor número de inmigrantes subsaharianos, Aragón, Palma de Mallorca y otras comunidades autónomas, han sido empujadas por sus padres a este terrible 'viaje de vacaciones' para someterlas a la escisión genital. Todas las que salen de España regresan mutiladas sin excepción, según coinciden los médicos y expertos consultados. 

En los últimos siete años, los médicos han detectado al menos 35 casos, 30 de los cuales alimentan la sospecha de que la mutilación genital se llevó a cabo en España por personas que periódicamente acuden a las zonas donde residen estas comunidades de inmigrantes para ofrecerles sus servicios. Las intervenciones tienen lugar en pisos, sin ninguna garantia sanitaria, y al amparo de la clandestinidad. Trece denuncias han sido archivadas, la última hace tres semanas en un juzgado de Palma de Mallorca. 

Las madres subsaharianas, de países como Senegal (10.848 inmigrantes residentes), Gambia (8.524), Malí (2.281) y Mauritania (3.156), que pasan por los servicios de salud pública de las distintas comunidades españolas llegan con sus genitales mutilados y confiesan a los médicos que someterán a idéntico ritual a sus hijas, la mayoría nacidas en España, cuando regresen 'de vacaciones' a sus países de origen. 

La amenaza de la doctora Ros al padre de Sonia no fue un farol. Desde 1993, año en que detectó los primeros casos de ablación en su consulta, esta médico y su equipo del hospital de Girona han presentado a los juzgados 'una docena' de partes médicos en los que se describen las mutilaciones genitales que han visto en inmigrantes subsaharianas. 'Nos llegaron tres niñas en un solo mes. Entonces decidimos denunciarlos. Hemos visto entre quince y veinte casos'. Ros sospecha que se hacen aquí. 

Las fichas de consulta de Ana Cabot, 49 años, pediatra del hospital de Mataró, localidad de 104.095 habitantes, con una de las poblaciones más elevadas de inmigrantes subsaharianos, son una muestra fiel de la realidad de la ablación en esa parte de Cataluña. De las 29 niñas africanas de más de dos años que examinó en los ultimos años, ocho ya han sufrido distintas clases de mutilación genital. Es decir, un 27%. 'Me he encontrado con bebés de año y medio que ya tenían hecha la ablación', señala la médico. Cabot destaca que el cien por cien de sus madres la han sufrido. 

Sólo se denunció uno de estos ocho casos. Lo hizo una ginecóloga. La niña, de siete años, entró en urgencias del hospital con una hemorragia y Cabot comprobó que la mutilación se había hecho hacía muy poco tiempo. 'Nos constaba que se había hecho aquí. La ablación era muy reciente. Una mujer gambiana se estableció en Mataró e intervino a varias niñas en su propia casa. Hubo un juicio y se exculpó a los padres porque no habían tenido intención de hacer daño. La autora huyó. Sirvió para que toda la comunidad se enterara de que era ilegal'. 

Cabot asegura que ahora se llevan a las niñas a visitar a sus abuelos a sus países de origen y con 'mucha frecuencia' vuelven mutiladas. La doctora, que cuenta con prestigio y liderazgo entre la comunidad africana de Mataró, no se calla cuando la familia le anuncia el viaje. '¡Hagan el favor de no operar a la niña!, les advierto', dice.

El aviso de la pediatra sirve en ocasiones de poco. La experiencia de una líder gambiana residente en Premià de Mar (Barcelona), localidad de 25.000 habitantes, es una muestra de las dificultades para abordar esta práctica y conseguir su erradicación. La doctora Cabot lo relata así: 'Era una mujer culta, hablaba inglés y contábamos con su ayuda para intentar introducir el tema en esa zona. Se fue a Gambia con su hija y volvió con la niña operada. La vi en urgencias. Su marido presionó muchísimo y ella no consiguió oponerse'.

Los médicos del hospital municipal de Olot (Girona), localidad de 27.000 habitantes, han sido testigos de casos similares en las exploraciones rutinarias del denominado control del niño sano. Aunque con el agravante de que seis de las niñas detectadas fueron operadas en la zona por una persona no identificada que prestaba sus servicios en casas particulares. El testimonio de algunas madres a los médicos y las heridas recientes de las niñas abonaron la sospecha.

Roser Teixidor, pediatra de 44 años, atendió en este centro a las niñas mutiladas. 'Vino una persona de Gambia, se instaló en Bañolas e intervino a bastantes niñas de la zona. Ahora, creemos que ya no se hace aquí. La mayoría de las que vemos han estado en su país de origen. Son poquísimas las que vuelven sin que les hayan hecho la ablación', augura esta doctora, que lleva más de once años atendiendo a inmigrantes. 'En este centro aconsejamos a las madres que no dejen operar a sus hijas', apostilla la médico.

Los casos de niñas sometidas a la mutilacion genital se están extendiendo a otras zonas de España en las que se asienta la emigración de Gambia, Senegal, Mauritania y Malí. En Zaragoza hay una arraigada comunidad de gambianos que habita sobre todo en el barrio de Las Delicias. En su centro de salud se han detectado al menos cinco casos de niñas de corta edad que han sufrido la ablación.

María Jesús Cabañas, pediatra del citado centro, ha visto tres casos. Uno especialmente grave porque sospecha que la mutilación se hizo en España. 'La niña, de cuatro años, nació aquí y estaba perfectamente. La sorpresa ha sido comprobar poco después que ya la habían mutilado. Fue muy impactante. Pregunté a la gerencia de atención primaria si tenía que hacer un parte de lesiones y me aconsejaron que era mejor no perseguir a la familia. Sospechamos que se hizo aquí'.

Cabañas señala que los padres mantienen un mutismo total. Los otros dos casos que ha descubierto esta médico aragonesa cree que se hicieron fuera de España. 'Este problema nos tiene en vilo y expectantes, aunque creo que la solución será generacional', reconoce.

Patricia Lozano, 32 años, pediatra del hospital Clínico de Zaragoza, atendió hace menos de un año a una niña de tres años que ingresó con fiebre.. 'Al desnudarle y ponerle una bolsa de orina observé que estaba mutilada. Pregunté a la madre y me dijo que se lo habían hecho en su país. Decía que llevaban poco tiempo aquí'. Esther González, de 28 años, residente de familia, vio esta semana en el centro de salud Delicias-Sur a una niña mutilada de dos años.

En 1998, una persona próxima a un matrimonio de inmigrantes de Malí, residentes en Palma de Mallorca, informó a un abogado que la hija del matrimonio había sufrido la extirpación de parte del clítoris. El letrado puso el caso en manos de la fiscalía. Hace tres semanas, el juez Juan Manuel Sobrino, titular del Juzgado número uno esa ciudad, ha archivado provisionalmente el caso porque, al parecer, la intervención se hizo fuera de España. Existía la sospecha de que una mujer africana practicaba ablaciones en el barrio de El Arenal.

Cosa de abuelas

Ladislao Roig, teniente fiscal de Baleares, describe así el proceso: 'La madre nos miraba al juez y a mí como si fuéramos bichos raros que invadíamos su intimidad. El padre decía que era cosa de las abuelas. En los pasaportes aparecía la salida de la madre y de la niña. Finalmente han presentado un certificado de un médico de Malí que asegura haber llevado a cabo la intervención. No hemos conseguido certificar la validez del papel, pero se ha decidido archivar por la falta de competencia del territorio español porque parece que los hechos se produjeron en aquel país'.El juzgado encargó un estudio médico sobre la conveniencia de volver a operar a la niña. Todos los médicos consultados coincidieron en no intervenirla. 'Cada vez que se le sentaba en una camilla y se intentaba abrirle las piernas se ponía como loca', relata el fiscal.

Sí se decidió volver a intervenir a una de las niñas gambianas que pasaron en 1993 por la consulta de Montserrat Ros en el hospital Josep Trueta, de Girona, y que la cirujana pediátrica y su equipo denunció mediante un detallado parte médico. El caso fue también archivado al no acreditarse dónde se perpetró la mutilación.

Loreto Campuzano, titular del Juzgado número 4 de Girona, destaca que la niña, de tres años, corría riesgos graves en el caso de no abrir la costura. 'Aquello era más que una ablación del clítoris.Le habían dejado un pequeño orificio para orinar. Conseguimos que la menor recuperara su normalidad, que es lo importante'.

La doctora Ros, la que todavía recuerda al padre de Sonia pidiéndole que mutilara el clítoris de su hija, no oculta una actitud crítica hacia la postura de los jueces en este tema: 'Hemos presentado una docena de denuncias y nunca me han llamado a declarar. No he conocido el desenlace de ninguno de los casos que he visto, por lo que deduzco que se han archivado todos. Creo que los jueces no muestran excesivo interés ni sensibilidad, aunque en algún caso sí nos han hecho caso'.

El único del que tuvo noticias fue precisamente el de la niña gambiana a la que se le volvió a operar en su hospital por orden de la juez Campuzano. 'Una vez hecha la ablación, les vendan las piernas para que no sangren. Quedó la vulva pegada y no podía orinar', recuerda.

La cirujana especialista en pediatría cree que con las denuncias estas comunidades africanas 'han cogido miedo y tienen más cuidado' a la hora de practicar la ablación. De hecho, en los dos últimos años no ha vuelto a ver casos en su hospital. Pero Ros duda sobre la creencia general de que los que se ven en otras zonas se han llevado a cabo en rituales celebrados durante los viajes de 'vacaciones'. Éste es el argumento utilizado por los padres en los escasos casos que han llegado a los tribunales.

Es imposible que hayan viajado niñas de dos y tres meses que me llegan a la consulta con una hernia y descubro que ya están infibuladas. No han tenido casi tiempo para ir a su país. Nos es fácil a los médicos caer en la creencia de esa cantinela que los padres se han aprendido muy bien. A veces es lo más cómodo para todos. Es alguien que está aquí y lo está haciendo aquí. Vienen a hacer el agosto. Hasta una persona me confesó que se lo habían hecho a su hija cerca de Olot'.

¿Qué se puede hacer para evitar que estos casos se repitan y proteger a las miles de niñas subsaharianas que residen en España? Hildegard Maussbach, ginecóloga de 45 años, lleva veinte años dedicada a visitar inmigrantes en el centro de Atención a la Mujer en Mataró. Ha examinado a más de 150 mujeres africanas que han sufrido la ablación y asegura que todavía no está en la fase de concienciarlas. 'No lo viven como un problema. No nos lo nombran. Tienen recelo en acudir a los servicios médicos. Quiero que se sientan acogidas y no juzgadas. No defiendo la mutilacion genital. Es una violación de los derechos humanos, pero, como médico y a nivel de consulta, no lo veo como prioridad'.

Maussbach, muy respetada por la comunidad africana en el Maresme, destaca que si es difícil hablar de sexualidad con una mujer, mucho más lo es hacerlo con una africana y sobre ablación. 'Si les saco temas tabú que consideran de su intimidad ya no vuelven a la consulta. Sólo lo he hecho en casos excepcionales y con las que más conozco'.

La ginecóloga, que participa en un estudio sobre la salud reproductiva de las mujeres inmigrantes africanas, que dirige la antropóloga Adriana Kaplan, añade que la gran mayoría piensa que operarán a sus hijas. Maussbach avanza un resultado de su investigación: muchas de las hijas de las inmigrantes que residen en España desaparecen de la consulta porque retornan a África a acompañar a sus abuelos. 'Todavía no sabemos por qué', reconoce la doctora.

La pediatra Ana Cabot destaca que el problema no se resolverá si se pone el foco exclusivamente en la ablación. 'Si se aborda como un hecho aislado vamos a fracasar. La solución sólo llegará a largo plazo y cuando conseguimos garantizar a estas mujeres una vida normal. Lo malo de hablar de este asunto es que se puede estigmatizar al colectivo subsahariano'.

La especialista es optimista y cree que en los hijos de la segunda generación de inmigrantes las mutilaciones caerán en picado. Idéntica opinión tiene la doctora Teixidor, quien destaca que los valores culturales de las inmigrantes de la primera generación todavía son los de su país. Pero hace autocrítica: 'No hemos dedicado mucho tiempo ni énfasis. Hemos fallado en muchas cosas. Hay que buscar la fórmula, hay que poner en marcha programas, pero sin prisas y con el mayor respeto hacia esas comunidades', dice convencida.

Teixidor, pediatra en el hospital de Olot, reconoce que no denunciaron los primeros casos que vieron en ese centro 'porque nos cogió por sorpresa y porque es un tema cultural y hay que entender su postura. Ahora, cree que las denuncias de la doctora Ros en Girona fueron la postura 'más correcta porque han surtido efecto y vemos menos casos'.

Ros no oculta su crítica hacia la postura más comprensiva de algunos médicos. Y lo expone así: 'Estamos haciendo dejación al no poner el cascabel al gato. Los médicos no denuncian. Nadie se compromete para que no le llamen racista. En general, la clase médica es tolerante y no quiere saber nada sobre el tema. Casi nadie toma actitudes activas', reprocha.

El mito del retorno

Adriana Kaplan, 44 años, antropóloga del centro de estudios demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona, tiene una visión distinta: 'Hay que sensibilizarles y educar a los médicos. Se debe plantear de la forma más respetuosa y prudente. Para ellos hay un mito de retorno y una necesidad de mantenerse fiel a su tradición. Hay gente sensibilizada con el tema y se han evitado casos. Además del clítoris, estas mujeres tienen otros muchos problemas y a nadie les importa'.

La ginecóloga Carme Coll, 50 años, que trabaja con Kaplan en un estudio sobre la salud reproductiva de las africanas, reconoce que gente que trabaja este problema en África está 'bloqueada. Me he pateado El Chad hablando con sus gentes y finalmente era yo quién acababa escuchando. Nosotros no podemos abordar este tema. Lo tienen que abordar ellas'. Coll, Kaplan y otras especialistas coinciden en que la mutilación genital femenina acabará cuando mejore la situación social, laboral y cultural de las mujeres africanas que residen en España.

Esta semana, una profesora de un centro educativo del Vallès Oriental (Granollers) denunció a un programa de Catalunya Ràdio 'la angustia' de una de sus alumnas, una niña africana de 10 años cuyos padres le habían anunciado el viaje ' de vacaciones' a su país. La niña pidió ayuda a sus educadores. Dos de sus compañeras del mismo colegio habían sufrido la ablación en viajes anteriores. Un mediador cultural africano intenta resolver el caso con la familia. Nadie se atreve a pronosticar si lo conseguirá.

Cuatro tipos de mutilación genital

Qué es la mutilación genital femenina? La Organización Mundial de la Salud distingue cuatro tipos de operaciones de mutilación genital. El tipo A consiste en la excisión de los tejidos circundantes al clítoris (capuchón del clítoris) con o sin extirpación de la totalidad o parte del mismo; el B es la extirpación del clítoris junto con la totalidad o parte de los labios menores; el tipo C recoge los casos en los que se extirpa la totalidad o parte del clítoris, labios mayores y menores y se cose o estrecha la abertura vaginal dejando un pequeño orificio para orinar y expulsar el flujo menstrual; la D incluye todas las demás intervenciones en los genitales femeninos. En España se han dado todos los casos, aunque la mayoría son del tipo A. Se calcula que más de 100 millones de mujeres y niñas la han sufrido. Otros dos millones corren el riesgo de padecerla cada año. El Comité Inter-Africano ha lanzado una campaña para erradicarla. La legislación española no la prohibe explícitamente, al contrario que en el Reino Unido, pero se considera un delito de lesiones que el Código Penal castiga con penas de 6 a 12 años. En Francia, 27 mujeres, madres y autoras de mutilaciones, han sido condenadas. En 1993, el Parlamento catalán aprobó una proposición en la que instaba a la Generalitat a dar más información para evitar su proliferación. La comisión mixta Congreso-Senado hizo una petición similar en 1998 al Gobierno central. María José Montero, de la Federación de Planificación Familiar, reclama que la legislación española emule a la europea


Bullet1.gif (898 bytes) Los parches son igual de eficaces que las píldoras anticonceptivas

Fuente: El Pais, España, 15/05/01

El parche anticonceptivo es tan eficaz como la píldora para prevenir el embarazo y controlar el ciclo menstrual, pero además su cumplimiento es mejor. Ésta es la conclusión de un estudio realizado en 45 clínicas de EE UU y Canadá con 1.417 mujeres adultas, sanas y con posibilidades de quedarse embarazadas, en el que se compara la eficacia anticonceptiva, el control del ciclo, el cumplimiento y la seguridad de un anticonceptivo oral y de un parche transdérmico (en el que la dosis se administra a través de la piel).

La eficacia de los anticonceptivos orales es muy alta si se sigue la pauta de administración, cosa que no siempre ocurre. El parche anticonceptivo usa una dosis semanal hasta completar un régimen de 21 días, seguidos de una semana sin dosis, y esta pauta es más fácil de cumplir. 'El índice de adherencia de un parche anticonceptivo también contribuye a su eficacia, al control del ciclo y a la satisfacción de la paciente', escriben los autores de este estudio en el Journal of the American Medical Association. 


Bullet1.gif (898 bytes) Carta a favor de los derechos de la madre

Fuente: El País, España, 15/05/01



Diferentes asociaciones firmarán en septiembre la Declaración de Barcelona sobre la libre elección de la maternidad

Más de 60 instituciones de todo el mundo, científicas, humanitarias y no gubernamentales han dado refrendo a la llamada Declaración de Barcelona sobre los derechos de la madre y el recién nacido. Este documento, cuya redacción definitiva está a punto de ser terminada, será firmado en Barcelona el próximo 24 de septiembre durante el 5º Congreso Mundial de Medicina Perinatal y destaca 'la maternidad como una elección libre y por la que la mujer nunca puede ser discriminada'.

Este texto, que va a ser remitido, según los trámites preceptivos, a todos los Gobiernos y Parlamentos nacionales y supranaciones democráticos del mundo, pretende ser, según el ginecólogo José María Carrera, 'el primer paso de una larga caminata, para que trascienda del ámbito de una declaración de buenas intenciones, con el objetivo de que en el siglo XXI el proceso reproductivo humano tenga lugar, en cualquier parte del mundo, en condiciones de bienestar físico, mental y social, tanto para la madre como para su hijo y superando los brutales desequilibrios regionales actuales'.

La Declaración de Barcelona, que será publicada en español, inglés y francés, pretende ser un documento de consenso, de carácter sociosanitario y humanitario que llegue a tener una equidad con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de Naciones Unidas y otros textos semejantes. Carrera afirma que se han instituido becas 'con el fin de que puedan acudir especialistas de los países del Tercer Mundo y que tengan voz propia, con derecho a expresarse y a denunciar'.

El documento consta de más de 30 artículos dedicados separadamente a la madre y el hijo, y ha sido redactado bajo el respeto escrupuloso a la dignidad humana y las diferencias culturales y religiosas. 'Hemos intentado', dice Carrera, 'elaborar un texto que realce los derechos sociosanitarios y humanitarios de la madre y el hijo, sin ninguna carga moral para poder respetar todas las culturas y religiones'.

El primero de los artículos referido a los derechos maternos aboga por una maternidad de libre elección y que pueda ser desarrollada sin riesgos evitables. El tercero destaca el derecho de toda mujer a 'no sufrir discriminación, ni penalización ni marginación social por una interrupción voluntaria del embarazo', práctica que además ha de ser realizada en las adecuadas condiciones sanitarias.Los capítulos referidos al niño subrayan que todo recién nacido tiene derecho a que no se ponga en riesgo su vida por razones culturales, políticas y religiosas, a no ser separado de sus padres en contra de la voluntad de éstos (salvo en casos de malos tratos) y a 'recibir los cuidados sanitarios, afectivos y sociales que le permitan un desarrollo óptimo físico, mental, espiritual, moral y social en edades posteriores de la vida'.