Notisex. N° 43 , 26 de junio de 2001


Bullet1.gif (898 bytes) Incesto 'in vitro"

Fuente: El país, España, 21/06/01

Una francesa de 62 años dio a luz con un óvulo fecundado por su hermano y éste tuvo un hijo con la donante

Esta es una historia de sorpresas. La primera, que a los 62 años una mujer dé a luz a un niño fruto de un óvulo donado. Segundo, que éste óvulo haya sido fecundado por el esperma de su hermano. Tercero, que el hermano a su vez tenga otro bebé con la donante del óvulo. Cuarto, que, a resultas de este lío in vitro, haya ahora dos hermanos con un mismo padre pero dos madres. Y quinto, que el padre es hermano de una madre y, por tanto, también tío de un bebé.

En un primer paso, el caso de Jeanine, profesora jubilada que a los 62 años dio a luz en Fréjus (Costa Azul) a su primer hijo, nacido de un óvulo cedido por una mujer americana e implantado en el útero de Jeanine, planteó hasta qué punto podía aceptarse el hecho de ayudar a crear familias en que las diferencias de edad entre padres e hijos fuesen propias de las que separan los abuelos de sus nietos.

Ese parto de madre primípara de 62 años se produjo el pasado 14 de mayo. Ayer se supo que el padre del niño es el hermano de Jeanine, Robert, de 52 años, y que al mismo tiempo que sus espermatozoides servían para fecundar el óvulo que iba a crecer en el vientre de la hermana, también fecundaban otro procedente de la misma donante estadounidense. El resultado es que hoy el mundo cuenta con dos hermanos -un niño y una niña- nacidos con ocho días de intervalo.

La situación se presta a los acertijos. Por ejemplo: 'Sabiendo que mamá hizo crecer dentro suyo al hijo de mi tío, que mi tío es mi padre y que mi hermana, con la que me llevo ocho días, no es hija de mamá, ¿quién soy yo?'. También se presta a otro tipo de cuestiones, menos alambicadas pero mucho más complejas: ¿no hay límite de edad para la maternidad? Si lo hay, ¿es estrictamente físico? Y la paternidad, ¿es admisible a cualquier edad? ¿Es justo dedicar inversión pública a investigar ese tipo de problemas cuando hay en el mundo tantos niños abandonados? Para Jeanine esas preguntas son absurdas. 'El único parentesco real es el genético y, como yo no podía transmitir el mío, he recurrido a mi hermano', dice. Es la vieja voz de la sangre, sólo que ahora en nombre de la genética. Y además deja al margen el haber infringido varias leyes francesas -las mujeres menopáusicas no tienen derecho a procreación médicamente asistida, por ejemplo- o, mejor dicho, el haber sorteado esa legislación acudiendo a Estados Unidos.

El niño nacido en Fréjus va a crecer entre unos padres-hermanos que no consta que sean incestuosos. Lo que sí se sabe es que Robert, hace unos años, quiso suicidarse, y de la tentativa frustrada salió con el rostro desfigurado. Es un dato más -y no precisamente tranquilizador- sobre un contexto familiar difícil y extraño.

Es cierto que la institución familiar ha cambiado mucho en los últimos treinta años, que las parejas homosexuales luchan por adoptar o tener hijos, que los matrimonios ya no son para toda la vida: pero Jeanine y Robert superan con creces lo visto.

'No sé por qué dice eso', afirma Jeanine, 'pues aunque yo haya cumplido los 60 y mi hermano los 50 somos más adecuados como padres de un niño que una pareja de toxicómanos que vive a costa de la sociedad'. Según ella, su caso 'no infringe ningún precepto moral'. 'No hay problema de consanguinidad, no soy ninguna irresponsable', sostiene.

Para Jeanine y Robert ésta es una segunda tentativa. 'Hace dos años ya lo intenté, pero tuve un embarazo extrauterino', explica ella, que recuerda que 'mucho tiempo atrás lo intenté con mis propios óvulos y el esperma de quien era mi compañero entonces'. 'Era una situación legal en Francia pero no me quedé embarazada. Ahora he tenido que viajar, cruzar fronteras, para materializar mi sueño de maternidad, nuestro sueño de ser padres'.

El doctor Vicken Sahakian, autor del implante -precio, 13 millones de pesetas- dice que 'no lo hubiera hecho de saber que Jeanine y Robert son hermanos'. La cuestión de la edad, en cambio, no le planteó problemas morales: 'Les pregunté si tenían medios económicos para educar al hijo'. Es obvio que la respuesta le satisfizo. 


Bullet1.gif (898 bytes) GANANCIA DE PESO DURANTE LA MENOPAUSIA. ¿ES O NO INEVITABLE?

Fuente: Postgraduate Medicine 108(3): 47-54, 2000

Pittsburgh, EE.UU.
Los autores analizan estudios a largo plazo relacionados con las modificaciones durante la menopausia y los factores que deben considerarse para evitar el aumento de peso asociado con múltiples patologías.

Introducción

Las mujeres posmenopáusicas tienen mayor riesgo de enfermedad cardiovascular debido, en parte, a la declinación en el nivel de estrógenos y al aumento en la concentración de colesterol asociado con lipoproteínas de baja densidad (LDLc). La obesidad, el incremento del peso y las modificaciones adversas en la distribución de las grasas forman parte del fenómeno, comentan los expertos. Más aún, la elevación del LDLc y la aparición de otros factores de riesgo conocidos están directamente influidos por el aumento de peso. 

Epidemiología
La prevalencia de obesidad en las mujeres adultas aumenta significativamente en cada década de la vida pero especialmente en los años cercanos a la menopausia. Sin embargo, el incremento de peso parece similar en mujeres de 40 a 50 años pre o posmenopáusicas. Algunas investigaciones encontraron incluso pérdida de peso el la posmenopausia. No obstante, en promedio, las mujeres parecen ganar casi medio kilo por año durante este período aunque el cambio se asociaría más con la edad que con la menopausia per se. El incremento en el peso se acompaña de modificación en el patrón de lípidos, hipertensión y resistencia a la insulina, independientemente del estado menopáusico. 

Cambios en la distribución de las grasas
A pesar de lo señalado anteriormente, la menopausia parece específicamente relacionada con incremento en los niveles de grasa corporal, con una distribución más central. Los resultados de los estudios no resultaron uniformes, debido en parte a la manera en que se determina la distribución de la grasa corporal.
Sin embargo, los estudios que emplearon tomografía computada y densitometría mostraron un patrón coincidente con aumento de la adiposidad central luego de la menopausia. 

Causas de las modificaciones
Los cambios en el peso que ocurren en mujeres menopáusicas parecen relacionados con modificaciones fisiológicas asociadas con la edad más que a las alteraciones hormonales. La declinación en la masa libre de grasa es responsable de los cambios en el índice metabólico en reposo (IMR), aunque la pérdida de la función ovárica también puede contribuir con el fenómeno. A diferencia de lo registrado en estudios animales, en mujeres no se comprobó que los estrógenos ejercieran un efecto directo sobre la ingesta de calorías y grasas. La disminución del IMR y el descenso de la actividad física, con o sin aumento de la incorporación de calorías, pueden ocasionar aumento de peso, comentan los autores. De hecho, la mayor parte de la investigación reveló el papel esencial de la actividad física en las modificaciones del peso pertenecientes a esta etapa de la vida. 

Tratamiento hormonal sustitutivo (THS)
El uso de estrógenos y progesterona en forma combinada es común en mujeres posmenopáusicas. Además de su empleo para el alivio de los síntomas característicos representan la terapia de elección en la prevención de la patología cardiovascular, la osteoporosis y la demencia. 

Si bien en general se cree que el THS se asocia con aumento de peso no hay evidencia científica que avale este concepto. De hecho, los estudios no mostraron incremento significativo del peso en mujeres que recibían THS versus placebo. Los resultados de estudios que analizaron el efecto del THS sobre la distribución de grasas no fueron unánimes. Pero los ensayos que emplearon tecnología más avanzada para medir la composición corporal indicaron un papel protector del THS sobre la adiposidad central. 

Proyecto de Estilo de Vida Saludable en Mujeres
El estudio se llevó a cabo entre 1992 y 1999 y abarcó a más de 500 mujeres sanas premenopáusicas, evaluadas durante 5 años. Las participantes fueron asigandas a placebo o a un programa especial de estilo de vida (dieta y actividad física intensa) e intervención específica cognitiva y de comportamiento. Las mujeres del grupo activo mostraron una pérdida promedio de peso de 4.8 kg, reducción significativa del colesterol total, LDLc y triglicéridos, y menor índice de cintura y cadera, menores cifras de presión arterial y de niveles de glucosa en sangre. 

Implicancias clínicas
Los resultados del estudio mencionado sugieren que el aumento de peso durante la menopausia es evitable, al igual que el aumento en la adiposidad central, niveles de lípidos, glucemia y presión arterial.

Los autores hacen hincapié en que la obesidad debería ser tratada como una enfermedad crónica similar a otros factores de riesgo de patología cardiovascular, como hipertensión o diabetes. En este sentido, agregan, los médicos generales cumplen una función muy importante.

Actualmente, el abordaje más adecuado para el manejo del sobrepeso y de la obesidad incluye la reducción de la ingesta de calorías (entre mil a dos mil calorías diarias en mujeres), reducción de la ingesta de grasas (30% de la ingesta calórica total) y aumento de la actividad física (al menos 30 minutos de actividad de intensidad moderada casi todos días de la semana), además de guías apropiadas de comportamiento. 

Conclusión
Los años cercanos a la menopausia, señalan los autores, se caracterizan por ganancia de peso, aumento de la adiposidad central y disminución de la actividad física. Aunque el aumento del peso puede presentarse independientemente del estado menopáusico, los cambios adversos en la distribución de las grasas y en la composición corporal parecen tener su causa, en gran medida, en las modificaciones hormonales típicas de esta etapa. La actividad física es uno de los factores más importantes en la prevención de estos cambios, por lo cual su incremento debe representar una prioridad. A su vez, el THS colabora con la prevención de las modificaciones adversas. 


Bullet1.gif (898 bytes) Cómo hablar con los hijos sobre donación de óvulos o esperma

Fuente: La Nación, Argentina, 11/05/01

Entrevista con Ken Daniels y Luisa Barón

Entre un 15 y un 18% de las parejas tienen problemas de fertilidad. Dentro de ese porcentaje, una cantidad imprecisa de hombres y mujeres se enfrentan un día a una disyuntiva nada fácil de afrontar, al menos, al principio: para tener descendencia hará falta obtener células reproductivas (ovocitos y espermatozoides) de otras personas.

En la Argentina, nacen anualmente unos 200 niños por ovodonación. No se conoce la cifra de bebes nacidos por donación de esperma porque esta conducta, a diferencia de la primera, suele mantenerse en secreto. 

La doctora Luisa Barón, médica psiquiatra argentina al frente de la Fundación para la Investigación Médico-Psicológica (Impsi), acaba de ser por segunda vez anfitriona del profesor Ken Daniels, del Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Canterbury en Christchurch, en Nueva Zelanda. Ambos profesionales tienen un interés común: el abordaje de los conflictos emocionales de la infertilidad. Daniels, consejero gubernamental neozelandés y asesor de gobiernos del Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Suecia y Australia, es consultor científico del recientemente inaugurado International Research Institute, fundado por la doctora Barón para ampliar las investigaciones del Impsi.

Daniels y Barón dialogaron con La Nación acerca de cómo comunicar a un hijo que nació por medio de la donación de gametas.

-¿Cuándo y cómo contarle a un niño esta situación?

Daniels: -Lo antes posible, ni bien comience a preguntar cómo fue que llegó al mundo, algo que nos inquieta a todos en determinado momento de la niñez. Si lo sabe, crecerá con ese conocimiento y nunca le resultará una sorpresa, o un trauma.

-¿Pero cómo decírselo?

-No hay que dar respuestas complicadas ni anticiparse a sus preguntas. Hay que esperar que esté interesado y ser cuidadoso para no darle más información de la que pueda comprender. En esto pueden ayudar mucho los profesionales, pero la idea básica, entre los dos o tres años, es contarle que las mamitas y los papitos hacen bebes, pero que algunas veces hace falta ayuda de otras personas. "A nosotros nos ayudó un doctor, o nos ayudaron en el hospital", se le puede decir.

-¿Y cuándo hablarle de óvulos o espermatozoides?

-A medida que va creciendo. A los 5 o 6 años podemos decirle que a la mamá o al papá le faltaba una célula, que se llama óvulo o espermatozoide, y que otras personas se la dieron: "Así pudimos tenerte".

-¿Y cómo reaccionan los chicos?

Barón: -Con naturalidad. Toda la familia está asesorada desde el punto de vista psicológico. Como no se les miente en ningún momento, van incorporando información a medida que crecen. Tenemos varios ejemplos muy similares en cuanto a la reacción: niños que después de escuchar que nacieron por medio de ovodonación les dijeron a sus mamás "mami, te quiero mucho", y se fueron a jugar. Por la edad, ninguno entiende del todo lo que se le está explicando, pero sí saben que a su madre le faltaba una célula para poder tenerlos y que recurrieron a ayuda para obtenerla.

-¿Creen que es mejor que las gametas se obtengan por donación altruista o que se pague por ellas?

Daniels: -Está demostrado que a los nacidos bajo esta clase de métodos les molestan dos cosas: que les hayan mentido y que hayan pagado por obtener ovocitos o esperma. En mi país, ambos se obtienen por donación.

-¿Y qué pasa en la Argentina?

Barón: -Los ovocitos son donados normalmente por mujeres que realizan tratamientos contra la infertilidad, no los utilizan y los donan. Otras veces los dona una hermana, por ejemplo. Pero el semen se paga. Esto tiene que ver con el secreto y los tabúes masculinos. Los hombres no quieren decir que son infértiles, no aceptan pedir a un hermano o a un amigo la donación. Por eso prefieren pagar, pero conservar el anonimato.

Daniels: -Es que creen que al no tener una cantidad suficiente de espermatozoides alguien podría pensar que les falta potencia sexual.

-¿Qué ocurre si el niño quiere conocer al hombre o la mujer que donaron gametas?

Daniels: -En Holanda, Suiza, Austria, Nueva Zelanda y Australia tienen ese derecho al ser mayores.

-¿Y qué pasa si conocen a estas personas y las toman como padres?

-Eso sería imposible... En la mayoría de los casos lo que quieren, cuando desean conocerlos, es saber por qué donaron y a menudo también verlos, para entender, quizás, algo de sus facciones, o preguntarles por sus gustos. Pero todos tienen claro quiénes son sus padres: sus padres son aquellos que los han criado. Todo lo que le digo está basado en mi experiencia: mi esposa y yo somos padres de dos mellizas de 30 años que adoptamos algunos años después de casarnos. Una de las chicas quiso conocer a quienes las dieron en adopción. Lo hizo, y en ningún momento eso afectó su relación con nosotros, sus padres. Como nadie le arrebató jamás la verdad, no vivió ningún shock porque creció con el conocimiento sobre su origen. En esta clase de situaciones, el enojo deriva siempre de haber mantenido el secreto. 


Bullet1.gif (898 bytes) La terapia justa, un enfoque para sociedades multiculturales

Fuente: La Nación , Argentina, 09/06/01

Por Gabriela Navarra. De la Redacción de La Nación

Se aplica en Nueva Zelandia para integrar a grupos europeos, maoríes y samoanos

  • Considera la importancia de los aspectos económicos, sociales y políticos en la vida individual
  • Da respuestas frente a los problemas de racismo, violencia, injusticia y discriminación

Just Therapy (o terapia justa) es un enfoque desarrollado desde hace doce años por el Family Centre, en Wellington, Nueva Zelanda. Su nombre refleja una teoría y una metodología de trabajo que traspasan los límites del psiquismo individual -que en cambio es el centro de la mayoría de los enfoques terapéuticos vigentes en Occidente- y tiene en cuenta también los problemas culturales, sociales, políticos y económicos que atraviesan las vidas de las personas y son causa de grave sufrimiento emocional.

En un país como Nueva Zelanda, golpeado por el racismo, la violencia sexista, la pobreza y el desempleo, este enfoque permitió que líderes comunitarios de las dos culturas indígenas más importantes, maoríes y samoanos (que son los grupos más postergados y discriminados de la sociedad), escogieran conceptos de la terapia familiar que les parecieran útiles para sus respectivos grupos y los aplicaran con el sello de su propia cultura.

Así, por ejemplo, el amable Warihi Campbell, de 59 años, fue elegido por su propia comunidad, la maorí -que es la etnia nativa de Nueva Zelanda-, como líder de su comunidad, para encabezar el Whakapapa Pounan (Hombres maoríes para la no violencia). Warihi es el coordinador de los grupos terapéuticos para hombres maoríes violentos, esos mismos que mostró el cine en "El amor y la furia".

Warihi estuvo hace pocos días en Buenos Aires para participar de un seminario sobre Just Therapy organizado por el centro de psicología familiar que dirige la terapeuta argentina Adela García. Con él llegaron sus colegas Charles Waldegrave, coordinador Pakeha (europeo) del Family Centre, y Kiwi Tamasese, coordinadora samoana de esta asociación multicultural de terapeutas.

"Un maorí puede aprender a ser psicólogo, pero un psicólogo no puede aprender a ser maorí", afirma Charles Waldegrave al explicar por qué un terapeuta profesional que trabaja con habitantes de culturas muy distintas de las propias debe delegar funciones en personas clave de esas culturas.

Lugares de encuentro

Warihi fue elegido luego de que la misma comunidad maorí se acercó a la sede del Family Centre. "Vino una señora mayor y nos dijo que fuéramos al marae (lugar de encuentro con los maoríes) para aprender algo de la cultura y el idioma, porque los jóvenes eran poco comprendidos en los servicios de salud", dice Charles.

Así, durante más de dos años, los psicólogos blancos aprendieron algo de la cultura de una etnia que representa el 15% de la población de Nueva Zelanda y en las próximas tres décadas crecerá al 20%, aunque cuando los ingleses llegaron a las islas, hacia 1840, eran el 90% de la población.

¿Por qué Warihi coordina un grupo terapéutico para hombres maoríes violentos? "Porque al hombre blanco le mentirían -dice, sonriente-. Pero a mí no pueden, soy de su cultura. Cada cultura tiene su coordinador en problemas de violencia."

"Creemos que la violencia tiene que ver con las duras condiciones de vida, pero también con la agresividad que genera el desarraigo cultural. Los maoríes reciben por imposición una cultura que odian. Lo que estos hombres deben hacer es recuperar aspectos de la cultura maorí que enseñan acerca de lo sagrados que son mujeres y niños."

Después de 12 reuniones que los maoríes violentos deben cumplir por orden de la Justicia, Warihi afirma que se notan cambios. Ellos aprenden a conservar distancia física cuando son ganados por esas sensaciones desesperantes que desatan sus puños. Se trabaja, también, con sus parejas.

Kiwi Tamasese nació en Samoa del Este, una de las islas del archipiélago de Samoa, ligado históricamente por tratados e integración educativa a Nueva Zelanda. Los samoanos son el 5% de la población del país, pero serán el 12% en tres décadas.

Kiwi trabajó especialmente el tema del racismo y de la discriminación hacia la mujer. "Las familias más pobres -dice- están lideradas por mujeres."

La terapeuta samoana recuerda que 1991 fue un año terrible para Nueva Zelanda. "Cayó por completo el estado de bienestar -afirma-; aumentaron los alquileres, los alimentos, muchísima gente perdió el trabajo, los sindicatos y agrupaciones quedaron sin poder..."

Así, recuerdan los terapeutas, aumentaron enfermedades psicosomáticas, violencia, depresión, delincuencia, psicosis, tensión conyugal, problemas escolares, dificultades para criar a los niños. "Estos no son otra cosa que síntomas de la pobreza -dice Kiwi-, por más que se los pretenda presentar como problemas clínicos ."

Cuando la gente del Family Centre percibió que la economía no daba cabida a la creciente cantidad de desocupados que las nuevas pautas del mercado imponían, se sentó a trabajar con los economistas locales y utilizó sus últimos ahorros para enviar delegados a estudiar experiencias cooperativistas exitosas en Suecia y España.

En lugar de incrementar los sentimientos de culpa y desesperanza entre quienes habían perdido el trabajo, la vivienda o la salud, alabaron la fortaleza y entereza de los aparentemente más débiles por ser capaces de sobrevivir en esas circunstancias. Los ayudaron a reorganizarse en entidades. Les dieron fuerza, ánimo, contención.

Los terapeutas, con las cuentas sobre la pobreza que prepararon los economistas, saturaron los medios de comunicación con historias que relataban las circunstancias que atravesaba el pueblo. "Los funcionarios están trabajando en un tema fundamental, el de la vivienda, y en otros reclamos -dice Charles-. Después de muchos años, estamos teniendo respuestas."

Equívocos de Occidente 

Charles Waldegrave explica que uno de los grandes equívocos de la terapia occidental es que los terapeutas se preocuparon por averiguar la enfermedad que tiene el paciente en lugar de desentrañar el significado que la gente da a los sucesos. En este aspecto, para la terapia no tiene mucho sentido la calidad de la vida diaria de las personas, como por ejemplo su acceso a la vivienda, el empleo, su nivel de ingresos. "Por eso -dice Waldegrave- se dejaron de lado las cuestiones asociadas a la injusticia."

El especialista explica que, sin embargo, en la mayoría de los países occidentales los habitantes que están en el 30% inferior de la población suelen padecer toda clase de privaciones, ligadas a la vivienda, el empleo, la educación, la salud. Dentro de ese 30% es frecuente hallar a las mujeres y los grupos culturales diferentes del dominante, que realizan los trabajos más precarios y peor remunerados. 


Bullet1.gif (898 bytes) Crece el número de hombres solos que se encargan de la crianza de sus hijos

Fuente: La Nación, Argentina, 22/06/01

Por Carey Goldberg. De The New York Times

Según datos de un censo, hay en esa situación cerca de dos millones de padres en todo el país. Un fenómeno que aumenta en los Estados Unidos. 

  • Alrededor de 900.000 son divorciados
  • Casi 700.000 nunca se casaron; 350.000 están casados, aunque no viven con sus parejas
  • Pocas madres les pasan cuotas alimentarias

METHUEN, Massachusetts.- Alan LaBranche lee un libro de cuentos a Julian, su hija de 8 años. Analiza la súplica de Eleanor, su hija de 11 que insiste en ir a una fiesta nocturna el fin de semana en la cual podría llegar a haber varones, admite la niña al ser indagada un poco más.

LaBranche es parte de una tendencia llamativa que surge de un censo reciente: la cantidad de padres solos que poseen la tenencia de sus hijos se elevó aproximadamente el 50 % entre 1990 y 2000.

LaBranche pertenece a un grupo de más de dos millones de hombres que constituye al menos una sexta parte de los padres, considerando padres y madres en los Estados Unidos, a diferencia de la novena parte que se calculaba en 1970. Según la Oficina del Censo, más de 900.000 de estos padres son divorciados, casi 700.000 nunca se han casado, 350.000 están casados pero no viven con sus esposas y 88.000 son viudos.

A su manera, hogareña y tranquila, estos padres están llevando a cabo una revolución tan grande como la originada por las mujeres del siglo XX cuando se lanzaron a trabajar afuera, sostiene Warren Farrell en el libro "Father and Child Reunion" ("Encuentro entre padre e hijo").

Dice Farrell: "La analogía es aún más profunda porque, así como había quienes se oponían a que las mujeres trabajasen, diciendo que carecían de la fuerza y de la habilidad necesarias, ahora afirman que los hombres no cuentan con la intuición para atender las necesidades de los niños y, por lo tanto, no pueden ser los principales responsables de su crianza. Pero ahora se está viendo que todo eso no es cierto".

Pero hablemos de LaBranche, un hombre de 51 años que trabaja como vendedor para una agencia de ofertas de trabajo en Internet. Cuando hace tres años se le otorgó la tenencia de sus hijas, tuvo que abandonar una lucrativa carrera en ventas de computadoras por no poder combinar su carrera con su vida familiar.

Desde entonces aprendió mucho, dice, sobre temas como el hip-hop , Harry Potter y la presión de grupo. Y se dio cuenta de que desarrolló esa especie de intuición paternal. "Es como cuando un animal cuida a sus cachorros -dice-, sabe cuando están en peligro y cuando algo anda mal."

En el caso de sus hijas, asegura: "Sé cuando están enfermas, sé cuando algo no está bien y les pregunto qué les pasa. Creo que eso se está desarrollando en los hombres ahora, porque hace diez años era impensable. No se daba en mi padre: su función era tan sólo traer el pan a casa".

No hace mucho los casos de padres solos eran poco comunes. Vince Regan, un diseñador de páginas web que cría a cinco hijos en Grand Rapids, Michigan, cuenta que, de los cerca de 300 alumnos de la escuela primaria religiosa a la que asisten sus hijos, no conoce a ninguno que esté bajo la tenencia del padre. Pero reconoce que "la sociedad está empezando a aceptar esto más que antes".

Cuando lo conocen y se enteran de su situación, hay quienes preguntan: "¿Por qué tienes a tus chicos? ¿Qué pasa con la madre?" Pero agrega: "Ya no me hacen esas preguntas tanto como antes. Me atrevo a decir que en nueve años este tema ha cambiado enormemente".

Farrell dice que es importante destacar que los padres solos tienden a ser mayores, a estar mejor educados y a tener una mejor posición económica que las madres solas. Además, con ellos es mayor la probabilidad de que la madre permanezca activa dentro del contexto familiar, en tanto que las madres solas suelen criar a los niños por sí solas. Esto significa, para Farrell, que los casos de padres solos suelen acercarse más a lo que sería una familia intacta.

Algunos expertos dicen que uno de los factores de aumento de padres solos es el hecho de que las mujeres están cada vez más dispuestas a ceder la tenencia de sus hijos. Eso puede ayudar a explicar otro aspecto de este tema: por lo general, el padre obtiene la tenencia de los hijos sólo cuando la madre decide que los niños estarán mejor con él.

Regan cuenta que, cuando obtuvo la tenencia de sus hijos, sus vecinos estaban preocupados porque su hijo mayor, en aquel entonces de 8 años, parecía estar en camino de convertirse en un delincuente juvenil. Este mes, dice Regan, su hijo acaba de finalizar la secundaria. "Como padre solo, eso ha sido un gran acontecimiento para mí", comenta.

LaBranche también obtuvo la tenencia de Julian y Eleanor después de que no resultase que las niñas viviesen con su madre. Cuenta que al principio fue difícil, pero que en todo momento tuvo la ayuda de vecinos y desconocidos que hasta traían bolsas con ropas y juguetes para Navidad.

Para ayudar a mantener a las niñas la madre paga una cuota semanal de 62 dólares, lo que hace que LaBranche sea un caso atípico entre los padres solos. Según la Oficina del Censo, sólo el 38% de los varones cuenta con una cuota para mantener a sus hijos, comparado con el 60% de madres solas. Y, también según los datos de esta oficina, el monto promedio de cuotas para la manutención de los hijos calculado a partir de 1997 fue de 3300 dólares, y la cifra fue igual tanto en el caso de los padres como en el de las madres. 

La tendencia se asoma hoy en la Argentina
  • Jueces civiles y abogados de familia coinciden en que hay una diferencia respecto de años anteriores

  • Pero están lejos de ser mayoría los padres que piden la custodia

Si bien es cierto que existe un cambio en la mentalidad de los hombres argentinos, aún no han llegado al punto de tomar la actitud de muchos padres norteamericanos. Hay quienes piden la tenencia de sus hijos, y en ese sentido puede verse una diferencia respecto de años atrás, pero el porcentaje sigue siendo realmente bajo.

"En nuestro país la tenencia la tiene normalmente la madre. En algunos casos, muy pocos, la pide el padre. Pero esa cantidad de casos es mínima, casi excepcional. Es posible que el hombre la solicite por cuestiones económicas, porque él tenga más facilidades que la ex esposa. Eso es casi una cuestión cultural, en que la madre se ocupa de los chicos", aseguró Víctor Carrasco Quintana, titular del juzgado civil N° 86.

Lucas Aón, a cargo del juzgado civil N° 25 y también juez de familia, coincidió con su par al sostener que el número de padres que en la Argentina pelean por la custodia de sus hijos no supera el 5 por ciento. "Se ve un poco más que hace años, pero son realmente pocos. Responde a una cultura, donde la madre es aún la que nutre y cuida en forma directa a los chicos y el papá es el proveedor de alimentos. La situación se ha modificado un poco, pero ese cambio va dirigido a una coparticipación en la crianza de los niños y no a la asunción directa o a la tenencia por parte de los hombres", aseguró Aón.

"La mayoría de las veces la custodia la pide y la tiene la madre", aseguró María José Llambías, secretaria de la titular del juzgado N° 77, Marta Mattera. "Es raro que la solicite el hombre, pero se ven casos y no llama la atención", sostuvo.

Socialmente mal visto

María Rosa Glasserman, del Centro de Estudios de Familia y Pareja, se sumó a la opinión de que los hombres están cambiando. "Por razones culturales y socioeconómicas está surgiendo desde hace bastante tiempo un nuevo tipo de padre, que se permite más ternura con sus hijos y se anima con tareas atribuidas antiguamente a las madres: preparan comidas, cambian pañales o bañan a los chicos", sostuvo.

La especialista dijo que esto es posible en la medida en que se rompen los tabúes, aunque no hay que olvidar que cada caso es distinto. No hay que generalizar, aclaró, pues algunos hombres pueden vivir con sus hijos y otros no.

"En nuestro país aún es mal visto que una madre renuncie a la custodia. Así que en general los padres que la obtienen es por enfermedad o imposibilidad de la madre de hacerse cargo. Crecen los casos en que, por cambios en la mujer, ella decide ceder la custodia", concluyó.

La jueza de menores Julia Marano Sanchís consideró que en la Argentina cada vez se ven más casos de padres que pelean por la tenencia de sus hijos. "Antes no se veía demasiado. Pero este país es diferente de los Estados Unidos. Para que un juez acepte un pedido de esa magnitud, primero el padre debe tener un trabajo estable que garantice una buena manutención."

"Además -continuó-, la ley civil argentina trata de que el niño esté con la madre por lo menos hasta los 5 años, salvo que esté incapacitada por algún motivo. No hay que olvidar tampoco que los chicos tienen su propia opinión y hay que escucharlos. Lo ideal es que exista una tenencia compartida y equitativa."

La jueza aseguró que muchos hombres que piden que sus hijos vivan con ellos son aquellos que volvieron a la casa de sus padres, o los que pueden pagar una persona que cuide a los chicos cuando ellos no están.

Según la abogada Marisa Graham, especialista en derecho de familia del Consejo Nacional de Niñez, tampoco forman un grupo significativo los padres que piden la tenencia de los hijos. "Aumentaron los casos, pero las mamás siguen siendo mayoría", indicó. 


Bullet1.gif (898 bytes) El 47% de los HIV positivos es mujer

Fuente: La Nacion, Argentina, 24/06/01

Desde que comenzó la epidemia, el 53% de los adultos muertos por Sida es femenino

  • Los especialistas en género reclaman mejor atención a las mujeres
  • En Africa y Asia las creencias culturales influyen negativamente en la diseminación de la enfermedad.

NUEVA YORK (EFE).- Las mujeres se convirtieron en el foco del sida, al representar un 47 por ciento de todos los casos de infección en el mundo, según afirmaron representantes del Fondo de las Naciones Unidas para Desarrollo de la Mujer (Unifem) durante la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la enfermedad que se realiza en esta ciudad.

"La epidemia y el tema del género están muy estrechamente relacionados, y en este sentido no podemos hablar de la propagación de la enfermedad sin hablar del equilibrio de poderes entre hombres y mujeres", explicó Stephanie Urdang, asesora en temas de sida y género de la Unifem.

Ningún grupo social, de edad o género se libra del riesgo, pero la vulnerabilidad de las mujeres se ha puesto de relieve en los últimos años.

Un 47 por ciento de los 36,1 millones de personas que viven con el virus del sida en el mundo son mujeres. Pero un porcentaje superior, el 53 por ciento de los 17,5 millones de adultos que murieron por la epidemia, también es femenino. Urdang y la organización de la ONU para la que trabaja realizan una campaña de para que las mujeres digan "no" al sexo no protegido.

Creencias peligrosas

"Vemos que las mujeres en muchos países no tienen la habilidad de negociar con sus maridos o parejas la protección en el sexo", señaló. En la actualidad, 16,4 millones de mujeres viven con el virus del sida y sólo el año pasado murió 1,3 millón. La región más afectada es el Africa subsahariana, donde el 55 por ciento de los adultos seropositivos son de sexo femenino.

Las mujeres son más vulnerables biológicamente, "pero la vulnerabilidad social es realmente uno de los graves problemas", agregó Urdang. Las creencias culturales han tenido un gran impacto en la propagación del virus entre la población femenina.

Algunos ejemplos, por irracionales que parezcan, pueden ilustrar la fuerza de esta clase de ideas. En la India, por citar uno, los camioneros no usan condones porque los padres les han enseñado que tienen que tener sexo sin protección cada 600 kilómetros, porque de lo contrario podrían tener un accidente, explicó Madhu Bala Nath, asesora de Unifem en la India.

"A no ser que entendamos y determinemos estos temas culturales no vamos a avanzar; es decir, tenemos que entender por qué la gente no usa condones antes de decirles que los usen", añadió.

En muchos países de Africa y Asia se cree que el acto sexual con una mujer virgen cura al hombre que padece sida, mientras que en otros se enseña a las mujeres que si no se comportan bien durante el acto sexual su niño nacerá con deformaciones.

En numerosas culturas, la mujer es denigrada cuando se sabe que tiene la enfermedad, además de negarle asistencia médica. "Ambos sexos no tienen el mismo acceso a los servicios de salud", manifestó Bala Nath.

La promulgación de leyes que aseguren el fin de las discriminaciones es una prioridad para Unifem, "aunque tiene que ir en conjunción con las prácticas culturales que coaccionan a las mujeres", aseguró Stephanie Urdang.

La asesora pidió que los medicamentos sean básicamente gratuitos porque, "aunque han bajado los precios, aún cuestan 1000 dólares al año por persona, y en países con un promedio de ingresos de entre 200 y 300 dólares al año es un problema enorme".

Las quejas de que no hay infraestructura para la distribución de medicamentos en los países en desarrollo no son aceptadas, ya que "si quisieran, hay muchas maneras de distribuirlos, aunque no sea el modelo occidental", indica Urdang.


Bullet1.gif (898 bytes) Prostitución y globalización

Fuente: La Vanguardia digital, 17/05/01

Las frecuentes detenciones de pedófilos con fotos explícitas de menores destinadas a su distribución por Internet nos recuerdan que la explotación sexual de niños es un grave problema, sobre todo en el Tercer Mundo. Unicef calcula que en todo el planeta un millón y medio de niños y niñas viven del sexo.

Como ya viene siendo costumbre, numerosos creadores de opinión no dudan en culpar a la globalización. Y la verdad es que, esta vez, quizá tengan parte de razón: la red de Internet, símbolo por excelencia de la globalización y mecanismo que permite difundir pornografía preservando el anonimato, incentiva la toma de fotografías explícitas. También es cierto que el turismo sexual es más fácil en un mundo globalizado donde la infor-mación circula eficazmente, el transporte es cada vez más barato y los turistas sexuales quieren prostitutas infantiles por creer -falsamente- que éstas no tienen sida, a pesar de que atienden a unos ocho clientes diarios. Pero de ahí a responsabilizar a la globalización de la explotación sexual de menores hay un buen trecho.

Históricamente, la prostitución infantil se ha practicado desde mucho antes de la globalización. Desde los antiguos templos de Delfi hasta los modernos templos hindúes, en India se ha abusado sexualmente de menores. Las niñas "davadasi" de las regiones de Maharasthtra, Andhra Pradesh y Karnataka son un ejemplo iluminador. Las familias pobres y sin casta ofrecen sus hijas a un presunto dios. La ofrenda empieza con la venta de su virginidad al mejor postor, normalmente un indio de casta superior. Una vez "iniciada", la niña pasa a ser "davadasi", una especie de prostituta del templo. La familia recibe una parte de los ingresos y, de paso, se ahorra el pago de la dote. Un tentador negocio para los más necesitados. Se calcula que entre el 20 por ciento y el 50 por ciento de las 400.000 prostitutas de India empezaron siendo "davadasi".

Al otro lado del planeta, en Ghana, los ju-ju creen que los dioses castigan a los familiares de los pecadores. La sanción se puede evitar ofreciendo una niña virgen a los sumos sacerdotes para que se convierta en "trokosi" o "esclava de los dioses". La niña debe satisfacer todas las necesidades sexuales y los caprichos de los religiosos durante unos tres años. Pasado ese tiempo, el pecado se perdona y la niña es vendida a la prostitución. Aunque el moderno Estado de Ghana prohibió esta práctica, existen miles de "trokosis" en la actualidad y el Gobierno no hace nada para impedirlo, porque los ju-ju tienen cierto poder político. Ejemplos como las "davadasis" y las "trokosis" se pueden encontrar por todo el planeta y a lo largo de la historia. Culpar a la globalización de esas bárbaras costumbres sería grotesco.

En cuanto al turismo sexual, hay que recordar que la inmensa mayoría de los clientes de la prostitución infantil son hombres autóctonos -y no turistas extranjeros- que creen que el sexo con vírgenes y con menores cura enfermedades venéreas, aumenta la virilidad y proporciona riqueza al hombre. La ley prohíbe estas prácticas, pero las autoridades no hacen nada para erradicarlas e incluso hacen la vista gorda a cambio de favores sexuales. ¿Multinacionales explotadoras o gobiernos corruptos e incompetentes?

Sean cuáles sean las costumbres locales, lo que está claro es que la prostitución infantil casi siempre está ligada a la pobreza: miles de padres de todo el mundo seguirán prostituyendo a sus hijas mientras sigan hundidos en la miseria. Nos guste o no, la alternativa más viable para muchas familias es el trabajo de sus niños. Y aquí es donde el movimiento de la globofobia puede hacer mucho daño.

Un ejemplo famoso ocurrió en 1993, cuando la cadena de televisión NBC emitió un programa que denunciaba la utilización de trabajo infantil en las plantas textiles que la empresa americana Wal Mart tenía en Bangladesh. Miles de antiglobalizadores se manifestaron pidiendo el boicot a la Wal Mart. La multinacional cedió ante la presión y dejó de "explotar" a millares de menores. ¿Qué pasó con esos niños? Un estudio realizado en 1995 llegó a una triste conclusión: los que no trabajaron en empresas locales a cambio de salarios inferiores acabaron en prostíbulos indios o tailandeses. Pocos fueron los que acudieron al colegio. La razón es clara: cuando uno es pobre, no puede permitirse el lujo de ir a la escuela y se busca la vida como sea. Y, normalmente, la vida que ofrecen las multinacionales "explotadoras", por mala que sea, es mucho mejor que la de las empresas locales o la prostitución. Dicho de otro modo, prohibir el trabajo infantil no sólo perjudica a las familias más pobres del planeta (¿se imaginan lo que hubieran dicho nuestros bisabuelos cuando tenían 12 años y trabajaban en el campo y en la fábrica, si unos grupos de activistas americanos les hubieran dicho que no podían trabajar para alimentar a sus familias porque el trabajo infantil estaba mal visto en su país?), sino que a menudo incentiva la prostitución infantil.

Países como México o Brasil tienen programas públicos que pagan un salario a los niños por ir a la escuela y sacar buenas notas, y quizá ése sea un modo de salir del pozo a corto plazo. A la larga, sin embargo, la única solución es el crecimiento económico. Y, en ese sentido, la globalización no sólo no es responsable de la explotación sexual de menores sino que forma parte de la solución. 


Bullet1.gif (898 bytes) Nuevo método anticonceptivo

Fuente: GENSALUD@LISTSERV.PAHO.ORG

Próximamente empezará a circular nuevo método anticonceptivo en EU-- Es una especie anillo y puede retirar sin intervención de ningún médico

Madrid, MAR 31, 2001 (CIMAC).-  Un nuevo método anticonceptivo, que empezará a circular este año, creado por el grupo Akzo Nobel, y que consiste en una especie de anillo que se introduce en la vagina y libera hormonas, revolucionará el mundo de la anticoncepción dicen sus creadores.  La  comercialización del anillo anticonceptivo tendrá lugar este año en Estados Unidos y en el 2002 en Europa

Según Akzo Nobel, el carácter revolucionario de su método radica en dos novedades:  la primera, la vía de administración, pues le da plena autonomía a las mujeres, quienes sin necesidad de recurrir al médico, pueden instalarse fácilmente el anillo dentro de su cuerpo. Esto también les deja en libertad de retirarse cuando ellas lo decidan. En segundo lugar, es que aun cuando la función del anillo es similar al de la pastilla anticonceptiva, este nuevo método libera la mitad de hormonas, reduciendo sus efectos colaterales y asegurando su eficacia.

El nuevo anticonceptivo, que se comercializará con el nombre de NuvaRing, es una esfera de plástico ligero de 5.4 cm de diámetro y 4 mm de espesor que libera cada día dos tipos de hormonas: 15 microgramos de estrógenos y 12 grados de hormonas de progesterona. La tasa de embarazos entre las mujeres que se sometieron a las pruebas fue de uno por ciento, lo que equivale al índice de riesgo de embarazo para las mujeres que utilizan la píldora. El 87 por ciento de las mujeres estudiadas aseguró que no notaba el anillo durante el acto sexual, al igual que el 74 por ciento de sus parejas. Los hombres que dijeron haberlo notado no expresaron ninguna molestia o desagrado.

A pesar de que para el laboratorio uno de los puntos fuertes de este método anticonceptivo reside en la regularidad de la administración de hormonas, que consigue que las tasas sanguíneas permanezcan estables, el 59 por ciento de las mujeres que lo han probado padeció algún tipo de efecto secundario, como dolores de cabeza, náuseas o vómitos. Sin embargo, sólo el 15.1 por ciento decidió dejarlo y casi el 96 por ciento se mostró satisfecha con el producto. 


La reconstrucción de la sexualidad chilena

Fuente: www.mujereschile.cl, 13/03/01

Desde hace un tiempo, estudios, encuestas y libros intentan retratar la vida íntima de los chilenos. Pero, ¿cómo somos en realidad? Saque usted sus propias conclusiones.

En una encuesta telefónica realizada en abril del año pasado, la Fundación Futuro constató que la creencia mayoritaria es que un 60% de las mujeres es infeliz sexualmente. Meses más tarde el Centro de Diagnóstico Androsex dijo que esa cifra era aún superior, y que llega al 74%.

Respecto al número de parejas sexuales, el 41% de las chilenas que participó en la encuesta mundial realizada por Planet Project -a través de internet en noviembre pasado- dice haber tenido entre 2 y 5 parejas. En el mundo real la situación no es distinta, pues un 51% declaró al Ministerio de Salud (Minsal)que solo ha tenido una.

Pero estos estudios entregan aportes adicionales. Las mujeres inician su vida sexual a los 18,8 años, y los hombres a los 17,3; la frecuencia con que la parejas mantienen relaciones es de 2,3 veces por semana; el 91% respondió a la Fundación Futuro que el sexo es muy importante en la relación de pareja; y el 83% de los encuestados opinó que las mujeres no pueden tener una relación sexual satisfactoria con una pareja a la que no quieren, porcentaje que baja notoriamente si se trata de los hombres (54%).

Entre las cifras polémicas del Ministerio de Salud destaca el hecho que los hombres aprueban más la masturbación femenina (45%) que las mismas mujeres (25%); y que la más baja tolerancia de ambos sexos es para la mujer que tiene un amante (6%), a pesar que la Fundación Futuro detectó que la gente piensa que casi la mitad de ellas han tenido uno.

Además, el Minsal constató una evolución en la iniciativa sexual, volviéndola más igualitaria entre hombres y mujeres a medida que disminuye la edad. Los adultos, sobre todo adultos mayores, la asociaron mayormente a los hombres. “La constatación de este cambio, deja abierta la interrogante sobre si el comportamiento de los segmentos más jóvenes, responde a características propias del ciclo de vida o constituye el reflejo de una mayor flexibilización de los roles tradicionales de género, en lo que respecta a la atribución de la iniciativa sexual a los hombres”, concluye el estudio.