GALEANO EN NICARAGUA
CRONICA DE LA CIUDAD DE MANAGUA

-No puedo ir al cine porque ...porque yo, en el cine, lloro.

El comandante Tomás Borge me invitó a cenar. Yo no lo conocía. Tenía fama de ser el más duro de todos, el más temido. habia otra gente en la cena, linda gente; él hablo poco o nada. Me miraba, me medía.
La segunda vez, cenamos solos. Tomás etaba más abierto; contestó muy suelto mis preguntas sobre los viejos tiempos de la fundacion del frente sanfinista. Y a medianoche, comoquien no quiere la cosa, me dijo:
-Ahora, contamé una película.
Me defendí. Le expliqué que yo vivia en Calella, un pueblo chico, donde poco cine llegaba, películas viejas...
-Contamé- insistió, ordeno-. Cualquier película, cualquiera, aunque  no sea nueva.
Entonces conté una comica. La conté, la actué, intenté resumir, pero él exigia detalles. Y cuando terminé:
-Ahora, otra.
Conté una de gansters, que terminaba mal.
-Otra.
Conté una de vaqueros.
-Otra.
Conté, inventandola de cabo  a rabo, una de amor.
Creo que estaba amaneciendo cuando me di por vencido, suplique clemencia y me fui a dormir.
Me lo encontre a la semana. Tomás se disculpó:
-Te exprimí, la otra noche. Es que a mi me gusta mucho el cine, me gust con locura, y nunca puedo ir.
Le dije que cualquiera podía entenderlo. Él era ministro de del Interior de Nicaragua, en plena guerra; el enemigo no daba tregua, y no habia tiempo para ir al cine, ni lujos así.
-No, no -me corrigio-.Tiempo tengo, El tiempo... uno se hace el tiempo, si quiere. No es problema de tiempo. Antes cuando estaba clandestino, desfrazado, me las arregalba para ir al cine. Pero ahora...
No pregunté. Hubo silencio y siguió:
-No puedo ir al cine porque ...porque yo, en el cine, lloro.
-Ah - le dije-. Yo también.
-Claro -me dijo-. En seguida me di cuenta. La primera vez que te vi, pensé: <<Este tipo llora en el cine.>>