Cuentos de Nachon Gago
En el ùltimo cuarto de siglo pasado fue celebre en Masaya la amena tertulia que se formaba diaramente en la residencia del caballero don Camilo Jarquin, progenitor de una ilustre y dilatada familia de profesionales, abogados en su mayoria.
Grandes personalidades de Masaya asisitian, entre ellas, ENCARNACIÒN GAGO, conocido como Nachon Gago. Alto, fortachon, trigueño oscurp, de vestir decente y descalzo.
Tenia gran confianza con don Camilo, a quien llamaba Tata Camilo.  Nachon era super conocido por sus cuentos increibles, pero ciertos cuentan los viejos.

Checate el cuento del los venados tambien.
 
 
El de los chocoyos
 
Le contaba Nachon a don Camilo:
"tata camilo, fijese que ya resolvi el problema de los chocoyos que no me dejaban dormir, porque como ustedes saben , en mi solar tengo un gran palo de ojoche, y todas las noches se llega una bandada de chocoyos que ni Dios mismo aguanta."
"Aja don Nachon, explicanos como fue que resolviste tu vaina."
"Pues muy facil. Ya vera uste´. Me puse a cavilar largo rato, cuando de repente me vino la gran luz. Le dije a mi chavalo Fernadoque se pusiera a hacer una olla de miel gorda. cuando estuvo hecha la verti en un vbalde. luego tome un costal de bramante, meti en el mi cobija y alguan otra ropita, y me lo heche al hombro; y cargue con el balde de miel. Me despedi de mi hijo, sin decilre para adonde iba. Sin ser visto me subi a la cumbre del ojoche, y colgue el costal. Enseguida empece a untar de miel todas las ramas y todas las hojas , el palo de ojoche , hasta la mera cumbre y me estuver quedito, bien zorrito,  sin hacer ruido. Al ratito empezaron a llegar los chocoyos. ¡Era un agran chocoyada que ni se imagina tata camilo! Hubiera visto usted y hubiera gozado. Cuando se pego el ultimo ay empezo lo bueno.Saque un paquete de triquitracasn que habia comprado y le pegue fuego. Pra pra pa, comenzaorn a reventar. Los chocoyos se alborotaron y quisieron irse pero no pudieron porque estaban bien pegados los bandidos(por culpa de la miel gorda). De pronto como sugueiron forcejeando , el palo de ojoche se desprendio, y comenxo a elevarse, y a elevarse y yo mesentia bien alto. El palo iba volando, pues. pasado un rato , empezo a descender pero arricie con otra carga de triquitracas y volo mas ligero aun. cuando el  palo su hubo asentado en tierra, habiamos llegado a una gran ciudad. me di cuenta que estaba en ¡Leòn!, ¡en el mero mercado de Leòn!(a 150 kilometros al noreste de Masaya, y a 90 de Mnagua, la capital.) La gente se agrupo al verme, y  me preguntaron por los chocoyos, y yo les dije que aun real cada uno. Y le di a vender y a venderlos toditos. asi mefui pues con mi saco de riales, cuando pasando por la catedral, salio de la casa cural el obispo de Leòn, y me dijo, "Encarnacion, que hace por aca",-es que soy bien conocido en todo el pais, dijo Nachon- y me invito almorzar, y...
en eso  lo interrupe el cura Josè Miguel Bolaños, que ya es mucho con ssu cuentos, y que es el colmo que meta a un representante de Dios...
Nachon, con humildad fingida, respondio
"Creèmelo pipe. Que si no me crees, me condeno"
La caza del Venado
 
Se fue un dia Nachon Gago de caza, con su rifle guatusero. Una vez en el montese dedico a estar tirando toda suerte de pajaros, los que iba hechando  en un salveque. Le sorprendio la tarde  y decidio regresar a la casa. Cuando ¡cuàl seria su sorpresa!, vio que en un rio estaba un hermoso venado bebiendo agua. Pero, para desgracia de Nachon, ya se le habian acabado las municiones. Entonces, aguzando su facundo ingenio, resolvio usar como bala la baqueta del rile; y echandole a èste un poco de polvora, metio la barilla por la boca del rifle, y apuntando muy bien, disparo.
Y sobrevino lo inesperado: como el animal estaba bebiendo de ancas al tirador, la varilla le entro por el trasero, le atreveso longitudinalmente todo el cuerpo, le salio por el pescuezo, se metio en el rio y salio por el otro lado, con veinte peces ensartados com en un asador; los que , para colmo de Nachon, salieron bien asados, por la alta temperatura que habia agarrado la baqueta.
Para que quiso màs, se comio los pescados, dandose una buena forrada; y luego se encamino a casa con el venado a cuestas.
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