LA ANTIGUA CIUDAD DE CAJAMARQUILLA

       La antigua ciudad de Cajamarquilla se encuentra ubicada en la margen derecha del valle medio del río Rímac, en la parte baja de la quebrada de Huachipa. Su nacimiento y desarrolló se vinculó a los momentos de máximo desarrollo de las culturas Lima (durante el Horizonte Medio) e Ichma (durante el Intermedio Tardío). Asimismo, se relacionaría con los períodos en que la quebrada del Huaycoloro contó con un caudal de aguas abundante. (Mogrovejo y Makowski 1999).

       La primeras fundación del asentamiento se vincula con las fases Lima Tardío y la parte temprana de período de Integración Regional. Durante estos tiempos se levantaron cinco grandes volúmenes piramidales, denominados “Tello”, “Sestieri”, “Muelle” y “Villar Córdova”. Estas pirámides estuvieron acompañadas por diversas estructuras menores como recintos, plazas y plataformas bajas, en muchas de las cuales se encontraron silos cortados en el suelo arcilloso del sitio que alcanzaban hasta 4 m de profundidad y sirvieron para almacenar productos agrícolas de la zona. La arquitectura muestra varias fases constructivas; se usó el tapial, los adobitos en técnica del librero y los bloques de yapana (suelo arcilloso compacto) unidos con mortero de barro. Al parecer, las edificaciones piramidales sirvieron para diversos actividades ceremoniales, mientras que las estructuras menores tuvieron habitaciones para la élite y silos donde se almacenaron productos. Se construyeron dentro del asentamiento grandes reservorios de agua, alimentados por canales que la transportaban desde la quebrada del Huaycoloro.



Vista parcial de la antigua ciudad de Cajamarquilla.(Foto Lizardo Tavera)

       Posteriormente, en la parte tardía del período de Integración Regional, Cajamarquilla fue abandonada, las pirámides se convirtieron en cementerios para el enterramiento de personajes de diversos estatus, acompañados de vasijas finas de los estilos Nievería y Pachacámac, productos exóticos como monos, objetos en conchas de Spondylus, objetos de oro, plata, cobre y vasijas exóticas. (Sestieri 1969; Mogrovejo y Makowski 1999)

       Durante el período de los Estados Regionales Tardíos, coincidiendo con una nueva etapa húmeda en la sierra y el nuevo aumento del caudal acuífero del Huaycoloro, la Ciudad de Cajamarquilla vuelve a ocuparse masivamente por gente asociada a la cultura Ichma. Se levantaron estructuras en tapiales como caminos y plazas amuralladas, recintos y nuevos silos. La arquitectura es de tapiales masivos y bloques de yapanas unidas con argamasa de barro. La ciudad volvió a tener importancia como centro de captación y almacenamiento de la producción local y como zona de actividades rituales. Finalmente, hacia el 1,200 d.C., Cajamarquilla fue definitivamente abandonada al prolongarse una nueva sequía del Huaycoloro. Sobre las antiguas pirámides se efectuaron entierros y los antiguos silos se convirtieron en tumbas. A la llegada de los españoles, la ciudad estaba desabitada.



Acceso tardío en Cajamarquilla. (Foto Lizardo Tavera)