Ciudad Universitaria, 1 de abril de 2000.

CONSEJO GENERAL DE HUELGA
BOLETÍN DE PRENSA

I. No habrá gobernabilidad en la UNAM, mientras no haya solución.
Faltan 19 días para que cumpla un año de estallada la huelga universitaria. Casi un año de lucha estudiantil y no hay visos de que las autoridades universitarias entiendan que la única forma de poner fin al conflicto universitario es resolviendo el pliego petitorio del CGH.
Nada de lo que han emprendido hasta ahora para derrotar al CGH, ha logrado doblegar al movimiento estudiantil. No hay nada que puedan hacer para detener nuestra lucha, mientras no resuelvan nuestras demandas. Y esta firmeza del CGH tiene una sola explicación: los estudiantes hemos hecho un compromiso explicito con el pueblo de México, no permitiremos que les sea arrebatado el derecho a la educación superior a sus hijos, y lo vamos a cumplir, cueste lo que cueste.
El gobierno y las autoridades universitarias pretendieron que la Universidad retornara a la "normalidad", luego del desalojo militar. En el más de mes y medio que ha transcurrido, el CGH ha dejado claro que no existe la tal "normalidad" en la UNAM, más aún, la Máxima Casa de Estudios del País, se encuentra en una situación de ingobernabilidad, su rector, sus directores, sus funcionarios (ese sí un pequeño grupo), permanecen escondidos en sus oficinas y algunos incluso en el exilio, cada vez que han intentado presentarse ante la comunidad universitaria, han tenido que salir huyendo ante la presión estudiantil. Ni tras las paredes de sus oficinas logran evadir las impugnaciones de los estudiantes que penetran a ellas para cuestionarlos, para reclamarles, para exigirles su renuncia. El Consejo Universitario, no se ha atrevido a reunirse, pese a que por mandato de la Legislación Universitaria estaba obligado a sesionar a más tardar el 31 de marzo. Su aparato represivo ha dejado de surtir efecto entre los estudiantes, sus Oficinas del Jurídico en cada escuela y su Tribunal Universitario ya no intimidan con sus actas y sanciones, sus expedientes han sido sacados por los estudiantes para poder darlos a conocer públicamente. Su policía y sus golpeadores ya no hacen retroceder a los estudiantes, quienes más bien los enfrentan, los delatan ante los medios de comunicación, boletinan sus fotos en toda la Universidad, los sacan de sus escuelas y los corretean por el campus universitario. Tan no pueden gobernar la Universidad, tan ha fallado su aparato de control, con el que por decadas mantuvieron su estructura de gobierno vertical en la UNAM, que las autoridades universitarias han llegado a plantear el desatino de que la PFP se establezca de fijo en las instalaciones universitarias.
No habrá gobernabilidad en la UNAM, mientras uno solo de nuestros compañeros permanezca en prisión, mientras no se establezca la gratuidad, mientras no se deroguen las reformas de 1997, mientras no se desvincule realmente la UNAM del Ceneval, mientras no sean pactados bilateralmente con el CGH los términos, mecanismos y agenda de un Congreso realmente Democrático y Resolutivo, mientras no se disuelva todo el aparato policiaco que espía y reprime a los universitarios y todas las actas y órdenes de aprehensión sean canceladas. ¿Quieren terminar con el conflicto universitario? RESUELVAN YA.

II. El mito del "desprestigio" de los universitarios.
Lo mismo autoridades universitarias que columnistas y editorialistas de los diarios y conductores de noticieros de televisión, no se han cansado, en todos estos meses, de culpar al CGH de estar desprestigiando a los estudiantes de la UNAM. ¡Por su culpa, nadie va a querer contratar a los egresados de la UNAM! Nos condenaron una y otra vez.
Carlos Muñoz Izquierdo, investigador de la Universidad Iberoamericana (El Universal, 1-IV-00), coordinó una encuesta de seguimiento de egresados en 1995, con apoyo de la ANUIES. Como parte de sus conclusiones admite la preferencia de los empleadores por los alumnos de las universidades privadas, pero advierte que esas preferencias no son por el nivel académico o de preparación de los estudiantes, sino por cuestiones sociales o de desenvolvimiento en el trabajo, por su cultura, educación en la familia, la personalidad del solicitante, su capacidad para negociar, para dirigir.

III. La burla del Ceneval.
Las autoridades universitarias hicieron su pantomima de "romper vínculos" con el Ceneval (pero no con Comipens), pero solo por poco tiempo. Ya hoy, animoso, declara Antonio Gago Huguet que "si bien la Universidad tuvo que ceder al CGH, como pago de su rescate, la separación del Ceneval, ese grupo no ha tenido la reciprocidad debida, por lo que no se descarta la reincorporación".
Escuche bien señor Gago, la Universidad no pagó ningún rescate, porque no estaba secuestrada. El rector en turno de esta Universidad, hace algunos años, decidió personalmente, sin consultar no digamos a la comunidad universitaria, ni siquiera al Consejo Universitario, poner en manos de la empresa (empresa que vende exámenes) que usted dirige, la selección de los estudiantes que ingresan a la UNAM y más recientemente, Barnés pretendió poner también en sus manos la acreditación de los egresados de la UNAM.
¿Dice usted, señor Gago, que su empresa, Ceneval, no le hace daño a nadie? El Ceneval le hace daño a todo el sistema educativo nacional. ¿Sabe usted que le enseñan ahora a nuestros compañeros de tercero de secundaria? Reciben adiestramiento para resolver su examen, señor Gago. ¿Sabe cuál es la mejor forma de destruir las Universidades? Pues uniformizando, eliminando la diversidad de enfoques, de métodos de enseñanza, en fin eliminando la libertad de cátedra; lo que ocurriría señor Gago si usted y la Anuies se salen con la suya e imponen el EGEL.

IV. Marcha de los académicos

El lunes a las 11 de la mañana está citada la Marcha Unitaria Contra la violencia institucional, la marcha pasará por todas las facultades del campus universitario.


Comisión de Prensa
CGH-UNAM



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