Ciudad Universitaria, 17 de noviembre de 1999.

CONSEJO GENERAL DE HUELGA

BOLETÍN DE PRENSA

1. Sea quién sea, el nuevo rector, no será alguien que represente al conjunto de la comunidad universitaria.

Sea quién sea, representará sólo los intereses de los grupos de poder en la UNAM, y de su jefe mayor, el gobierno federal.

Así ha sido siempre, y así lo están haciendo nuevamente. Cochupan y se ponen de acuerdo los grupos de poder y el gobierno federal. La “auscultación” o supuesta consulta que hacen a la comunidad, no es más que un teatro. La única diferencia es que ahora, toda la porquería de las mafias que controlan la Universidad está saliendo a la luz pública. A consecuencia de la lucha que hemos mantenido por ya casi 7 meses, se cimbra la estructura de poder de la UNAM.

La tenaz resistencia estudiantil por más de 6 meses, sosteniendo una huelga contra viento y marea, resistiendo a todo lo imaginable que el gobierno y las autoridades universitarias han impulsado para derrotarnos; una huelga que a más de 5 meses de resistencia logra una de sus mayores convocatorias (en la marcha del 2 de octubre), que a más de 6 meses de sostenerse logra un despliegue impresionante de la población para manifestar su apoyo (en la marcha del 5 de noviembre), que a 6 meses y con sólo 2 días de difusión logra una participación de medio millón de personas (94 mil de ellas universitarios) en una atinada consulta exigiendo la renuncia de Barnés. Toda esa fuerza, de este movimiento nuestro que no cede ante ninguna trampa, ante ninguna amenaza, ante la misma represión; esa fuerza ha hecho que se cimbre, como nunca antes en las últimas décadas, el férreo poder de las mafias dentro de la Universidad, al grado de hacerlos entrar en contradicciones entre ellos mismos, y al grado de ponerlos en contradicción con su jefe mayor, el gobierno federal, aunque esas contradicciones sean pasajeras y sólo en el terreno de cómo doblar al CGH para salir de la huelga.

Toda la gritería de esas mafias, “un director de facultad, directores de institutos y altos funcionarios, que prefirieron guardar el anonimato” (se lee en varios diarios el día de hoy); toda su gritería contra la injerencia del gobierno federal en el nombramiento del nuevo rector, y clamando el “respeto a la autonomía universitaria”, sólo revela sus desavenencias internas y la enorme angustia, de esos grupos de poder, que les genera la decisión de Zedillo de “hacer valer a como de lugar, aún por encima del Consejo Universitario, el acuerdo al que llegaron el gobierno federal y el PRD” (palabras del director del Instituto de Matemáticas el martes 9 de noviembre en reunión con los investigadores del Instituto). Ese pacto Zedillo-PRD que pretende lograr arrodillar al CGH y levantar la huelga sin resolver las demandas del movimiento, le preocupa a las mafias porque contiene la realización de un Congreso lo suficientemente bueno para abrir espacios de poder a los perredistas; y, lo suficientemente malo, para garantizar que no haya una transformación profunda de la universidad, y para dejar impuestas las reformas de 1997, los vínculos con el CENEVAL y la sobrevivencia de una policía política universitaria.

Los grupos de poder de la universidad, que han detentado todos los puestos y manejo de presupuesto de facultades, escuelas, institutos y centros a nivel global de la UNAM durante varias décadas; grupos de poder a los que pertenece la gran mayoría de los directores y funcionarios universitarios, los ex-rectores incluidos. Para estas mafias, que controlan por supuesto también al Consejo Universitario, es determinante cómo quede repartido el poder al interior de la UNAM con la salida que se dé a la huelga; la Universidad es su principal botín y fuente de contactos, palancas y recursos. Ellos eligieron como su capitán a Barnés hace tres años, pero demostró ser un verdadero inepto para conducir la Universidad, y sus aspiraciones personales están garantizadas fuera de ella. Para los grupos de poder, en cambio, se trata del alma mater de su poder y su corrupción. La autonomía universitaria no les interesa realmente, nunca les ha interesado, sólo les preocupa la autonomía de su poder dentro de la UNAM.

De cualquier forma, tratándose de derrotar al CGH para levantar la huelga sin ceder realmente, terminarán poniéndose de acuerdo. Así como tuvieron que aceptar la renuncia de Barnés, aunque lloraran, terminarán aceptando la nueva imposición, no tienen la suficiente fuerza política, mucho menos moral, ni las agallas, como para revelarse a su jefe mayor: Zedillo. Nuevamente el nombramiento del rector será el resultado de los cochupos entre las mafias que controlan la universidad y el gobierno federal.

Quede quién quede, nuevamente advertimos: esta huelga no se va a levantar con el acuerdo espurio Zedillo-PRD. Quede quién quede, no nos cansaremos de repetir que ésta huelga no se levantará más que con la solución de los 6 puntos del pliego petitorio; quede quien quede, desde ahora le exigimos: reúna a su Consejo Universitario, nombre una comisión para iniciar de inmediato el diálogo público sobre los 6 puntos del pliego petitorio, y sobre esa base avanzaremos en la solución al conflicto. Se fue Barnés, pero también tiene que desaparecer su obra, la cual ha transformado muy negativamente a nuestra Universidad; si ya se ha aceptado que es incompetente e incapaz de conducir a la máxima casa de estudios del país, el siguiente paso debe ser rectificar todas sus funestas reformas.

2. Marcha por un mayor presupuesto a la educación.

El día de ayer maestros y estudiantes marchamos fraternalmente juntos del Monumento a la Revolución hacia el Palacio Legislativo para exigir que se destinen mayores recursos a la educación, dado el ridículo presupuesto que Hacienda pretende asignar al sistema educativo nacional. Como acordamos previamente con la CNTE, avanzamos sobre Bucareli para realizar un primer mitin frente a la Secretaría de Gobernación. Debe quedar claro al gobierno que el magisterio y los universitarios no permitiremos que sigan deteriorando al sector educativo, y que tendrán que asumir su responsabilidad de ofrecer educación de calidad a todo el pueblo mexicano como lo estipula nuestra Constitución Política.

Comisión de Prensa y Propaganda

CGH - UNAM