MIENTRAS SOSTENEMOS LA HUELGA, AVANCEMOS EN LA CONSTRUCCION DE UNA UNIVERSIDAD DEMOCRATICA Y POPULAR
(Documento de discusión de la Comisión de la Asamblea General de la Facultad de Ciencias)
“El descubrimiento de ideas nuevas no puede programarse. Es por esto que las revoluciones y otros cataclismos sociales tienen frecuentemente una influencia positiva sobre la ciencia. Interrumpiendo provisionalmente la rutina de las faenas burocráticas y poniendo a los organizadores de la investigación fuera de circuito, estos desórdenes dan a la gente una oportunidad de pensar” (David Ruelle matemático y físico de la Academia de Ciencias de Francia, a propósito de los acontecimientos de mayo del 68)
CONSIDERANDO:
1.- Que desde ya hace muchos años vienen enfrentándose en nuestro país dos proyectos opuestos diametralmente en torno a lo que deben ser las universidades y, en general, la educación superior.
El primero, el proyecto de todo el pueblo y el de la inmensa mayoría de todos los universitarios, pugna por universidades públicas y gratuitas, gobernadas democráticamente, que sepan convocar y que estén abiertas para toda la población que aspire a acceder a ellas, pugna por instituciones públicas orientadas a desarrollar, asimilar para el país y poner en las manos del pueblo en su conjunto toda la ciencia, las artes y la cultura generadas por toda la humanidad, por instituciones que, en particular, sepan abordar y aportar soluciones para los numerosos problemas técnicos, económicos, políticos y sociales que nos aquejan.
El segundo proyecto es el del gran capital, tanto nacional como internacional, el de los gobiernos neoliberales que estamos padeciendo y el de la alta burocracia universitaria comprometida con esos gobiernos y con el gran capital. Este proyecto pugna por que la educación superior, la investigación y la difusión de la cultura se transformen en meras mercancías sujetas a las ¨libres¨ vicisitudes del mercado capitalista y por que las instituciones encargadas de esas funciones se transformen en especies de empresas productoras de esas mercancías. Se trata de abolir las universidades públicas y gratuitas y del establecimiento del mayor número de compromisos mercantiles entre, por una parte, las universidades o sectores o grupos inmersos en ellas y, de la otra, las empresas capitalistas nacionales y extranjeras, el propio gobierno neoliberal mexicano y también los gobiernos de los grandes países capitalistas. Se trata de que, mediante verdaderos sistemas de pago a destajo, se instituya el control directo del capital sobre los maestros, los investigadores y los trabajadores universitarios. En pocas palabras, se trata de abolir las universidades y la educación superior concebidas como conquistas del pueblo y ponerlas por entero bajo el control y en las manos del gran capital.
2.- Que el segundo de los proyectos anteriores, el del gran capital, ha avanzado considerablemente en los últimos años en todo nuestro país, que, en el caso de la UNAM, es precisamente el proyecto de Barnés y del grupo de directores de las facultades y de los institutos y que, ante ese plan, el intento de imponer el Reglamento General de Pagos fue únicamente el detonador de una crisis cuyas causas se habían acumulado durante ya largo tiempo.
3.-Que ante la lucha actual del CGH y de la gran mayoría de la Comunidad Universitaria por el rescate de la UNAM como parte integrante fundamental del proyecto popular anteriormente mencionado, el rector Barnés ha respondido con la más absoluta intransigencia durante los ya más de seis meses que dura la huelga y poniendo de manifiesto su total incapacidad de decidir por él mismo ya que está completamente comprometido con el gobierno neoliberal zedillista, con la OCDE, con el Banco Mundial y, seguramente, con muchos otros representantes del gran capital internacional.
4.- Que detrás de la intransigencia de Barnés se esconden los planes de él y del gobierno de desmembrar a la UNAM a fin de hacerla más débil ante los proyectos que se tienen para transformarla y que, por ello, todo indica que las autoridades universitarias tienen la idea de prolongar por largo tiempo el actual conflicto, con el objetivo de crear adecuadas coyunturas políticas para sus designios.
5.-Que existe una gran cantidad de estudiantes, de miembros del personal académico y de trabajadores universitarios que apoyan el proyecto popular para las universidades públicas, que asisten en forma masiva a las manifestaciones y a los diversos actos que convoca el CGH, pero que, ante insuficiencias organizativas de nuestro movimiento, no encuentran adecuadas alternativas para manifestar su apoyo de otras formas y que, al mismo tiempo, estarían completamente dispuestos a apoyar desde ¨lo suyo¨, es decir, desde el trabajo académico bajo la conducción democrática estudiantil, la lucha por el rescate de la UNAM y por desarrollar en los hechos nuestro plan de cómo debe ser la universidad que se requiere en nuestro país. Para ello, todos esos miembros del personal académico y los estudiantes de semestres adelantados estarían dispuestos a aportar desinteresadamente sus conocimientos y sus experiencias técnicas en beneficio de nuestro proyecto, tanto a niveles elementales y populares como a niveles medios y avanzados. Por otro lado, también los estudiantes de niveles elementales y los aspirantes a primer ingreso estarían deseosos de integrarse a respaldar esas tareas y lo mismo puede decirse, con toda seguridad, de los trabajadores universitarios.
6.- Que ante la prolongación del conflicto impuesta por la intransigencia de las autoridades universitarias y ante las dificultades de encontrar alternativas, se corre el riesgo de que muchos miembros de nuestra Comunidad Universitaria pierdan la brújula, se desincorporen de nuestro movimiento y, más aún, de la UNAM. Todo esto se traduce en una gran urgencia de encontrar formas adecuadas de incorporar a nuestra causa a todos los universitarios.
7.-Que los instrumentos esenciales por medio de los cuales el CGH ejerce presión en contra de las autoridades universitarias y por su pliego petitorio consisten en que, basado en la masa de los estudiantes, por un lado, está en posesión de las instalaciones universitarias y, por el otro, ha suspendido todas las actividades docentes propias de la universidad tradicional. Estos dos hechos fundamentales son reconocidos y acatados por todos los participantes en el actual movimiento y sólo podrán ser modificados por el CGH mismo en representación del movimiento y en consonancia con las decisiones tácticas que ese organismo tome en el proceso de su lucha por los puntos de su pliego petitorio.
8.-Que entendemos por UNIVERSIDAD DEMOCRATICA Y POPULAR a un proyecto enmarcado en el proyecto popular mencionado en el considerando número 1, aplicado específicamente a la UNAM en las graves condiciones actuales y consistente en un amplio conjunto de actividades científicas, artísticas, culturales de diversos tipos y de asistencia y de apoyo técnico a la población que, bajo la conducción política del CGH y de las diversas asambleas que lo integran, se realizarían sobre las siguientes bases:
a) Serían totalmente independientes de las autoridades universitarias y
tendrían por objeto echar a andar en los hechos y en la medida de
los recursos limitados con los cuales contamos, el máximo de
elementos constituyentes a nuestro alcance de lo que creemos que
debe ser la Universidad y, junto con ello, tratar de sentar el mayor
número posible de precedentes para que, al resolverse el actual
conflicto, se vean transformadas las funciones sustantivas de la
UNAM en la dirección del proyecto popular por el cual luchamos.
Es claro que, en proporción al avance del cumplimiento de esta
tarea, nuestro movimiento tendría mucho más claras las ideas para
que, al plantearse el Congreso Universitario por el que pugnamos,
estemos en posición de llevarlo a resoluciones más favorables a
nuestra causa.
b) En correspondencia con lo anterior, partiríamos de la más amplia
convocatoria a toda la Comunidad Universitaria que esté dispuesta a
apoyar nuestro proyecto y a todo el pueblo para que, unidos,
echemos a andar todas esas actividades. Las conferencias y
ponencias, las actividades artísticas y culturales, las tareas de apoyo
social a las comunidades, etc. estarían a cargo del amplio personal
académico democrático de la UNAM y de otras instituciones que
nos apoyaran, a cargo de los estudiantes de semestres avanzados y
de los numerosos representantes populares que, estamos seguros,
abundan y que estarían dispuestos a transmitirnos sus experiencias.
Nuestras diversas actividades tendrían siempre sus puertas
totalmente abiertas para todo aquel que quiera participar en ellas.
Más aún, una de las principales tareas que nos plantearíamos
consistiría precisamente en incorporar y convocar a toda nuestra
población que, con toda probabilidad, estaría deseosa de tomar parte
y de adueñarse lo más posible de todos los recursos culturales que
se pondrían a su alcance, para hacer uso de ellos según sus propios
fines.
c) La coordinación del proyecto en su conjunto estaría a cargo de una
comisión destinada para ello, nombrada por el CGH, responsable
ante este organismo y revocable en todo momento por él mismo. La
coordinación del proyecto en cada escuela o facultad estaría a cargo
de una comisión nombrada por la Asamblea General de la propia
escuela o facultad, responsable ante dicha asamblea y revocable en
todo momento por ésta. Cada asamblea general integrante del CGH
se responsabilizaría ante éste del adecuado funcionamiento del
proyecto en su propia escuela o facultad.
d) Todas las actividades que se llevaran a cabo dentro del proyecto
tendrían que ser adecuadamente diferenciadas de las actividades
suspendidas por ahora de la universidad tradicional, con el fin de
que, de ningún modo, pudieran dar pie a clases extramuros o a
cualquier otro tipo de actividad tendiente a romper o dañar la
unidad de la huelga actual del CGH. Las comisiones coordinadoras
del proyecto, tanto la elegida por el CGH como las nombradas por
las respectivas asambleas generales, serían responsables ante
quienes las eligieran de cuidar de esa adecuada diferenciación
entre unas actividades y otras.
e) Las comisiones coordinadoras arriba citadas decidirían sobre el
adecuado uso, para los fines de la Universidad Democrática y
Popular, de las diversas instalaciones que requirieran y que están
hoy en posesión del CGH. Por lo tanto, serían responsables ante
quienes las nombraran de la correcta preservación de esas
instalaciones que pertenecen a todo el pueblo.
f) El proyecto de la Universidad Democrática y Popular es diferente
de un proyecto de autogobierno permanente en la UNAM. El
nuestro es un proyecto temporal, concebido para que se aplique
durante todo el periodo que dure la actual huelga y que, al
resolverse ésta, tendría que ser replanteado necesariamente de otro
modo y sobre otras bases.
g) Con el fin de hacernos una idea más concreta del proyecto,
conviene señalar que algunas de las actividades que realizara
podrían ser de los siguientes tipos:
9.-Que dados los recursos limitados con los cuales se cuenta, el proyecto de la Universidad Democrática y Popular anteriormente presentado no puede ser plenamente desplegado de la noche a la mañana. Por el contrario, tendría que irse desarrollando de menos a más e iniciarse primero en aquellas escuelas o facultades en las que se contara con mayor cantidad de recursos humanos y materiales. Posteriormente, por medio de la emulación fraternal y del apoyo mutuo entre dichas escuelas o facultades, las actividades del plan se irían incrementando en la medida de lo posible.
Con base en los considerandos anteriores y en el proceso en el cual sostiene la actual huelga por su pliego petitorio, el CGH RESUELVE:
Punto 1.- ECHAR A ANDAR DE INMEDIATO EL PROYECTO DE LA
UNIVERSIDAD DEMOCRATICA Y POPULAR definido en el
considerando número 8.
Punto 2.- En consonancia con lo anterior, nombrar de inmediato la Comisión
Coordinadora del Proyecto en su conjunto a que se refiere el inciso
(c) del citado considerando número 8 y llamar a todas las asambleas
generales que forman parte de él a que, a la brevedad posible,
nombren a sus respectivas comisiones encargadas de coordinar el
proyecto en sus escuelas o facultades.
Punto 3.- Convocar del modo más amplio posible a apoyar y formar parte del
proyecto a los miembros del personal académico, a los estudiantes y a
los aspirantes a ingresar a la UNAM, a los trabajadores universitarios
y a todo el pueblo en su conjunto.
Ciudad Universitaria, octubre de 1999