Observaciones
sobre el uso de drogas y el encuentro rave
Hugo A. Míguez
Dr. en Psicología. Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. - Conicet –
Sede: Subsecretaría de Atención a las Adicciones de
www.oocities.org/hugomiguez
miguez@ciudad.com.ar.
Palabras claves:
Fiesta rave. MDMA. Prevalencia. Adicciones.
Resumen
Observaciones
llevadas a cabo en un lugar de encuentro rave de jóvenes indicaron un 28,6% de
jóvenes con consumo de drogas de diseño entre las que fue señalado el uso de
Éxtasis (MDMA). El registro se limitó a situaciones donde la utilización de
drogas se presentó de manera abierta en el espacio de reunión. El consumo no se presentó como una conducta
individual, sino como parte de una práctica grupal de intercambio festivo e
inducción a una actividad de baile con importante descarga física y emocional.
Keywords:
Rave.
MDMA. Prevalence. Addictions.
Summary.
Observations carried out on young people at a rave
encounter indicated that 28.6% of them consumed designer drugs; Ecstasy (MDMA)
use was noticeable amongst them. The observation was limited to those
situations in which drug use was freely and openly used within the place.
Consumption was not presented as an individual conduct, but as part of a group
activity, engaged within a festive exchange and induced in a dancing activity
with an important physical and emotional release.
Encuentro rave y
contexto.
Las observaciones
de Ulrich Beck, sociólogo de
En
En tiempos y
ambientes donde la evanescencia marcó los vínculos humanos algunos grupos
juveniles hallaron en los encuentros musicales,
espacios para una salida rápida a las necesidades de identificación y
expresión emocional. Sin embargo las exigencias de una asociación intensa y una
comunicación instantánea, uniones volátiles que terminan y se recrean todo el
tiempo, se asoció también el consumo de sustancias psicoactivas como un recurso
para facilitar la empatía automática,
encubrir la sensación de cansancio e ignorar las inhibiciones
Rubio
y Alamo señalaron a fines de los noventa la generalización del consumo del
Éxtasis en las fiestas rave y, si bien había otras sustancias, el
énfasis en el MDMA se dio por sus propiedades tanto estimulantes como psicodélicas, que producían un efecto
vigorizante y de distorsiones en el tiempo y la percepción.
Por
otra parte sus propiedades empatógenas, fueron promocionadas como un
sentir “todo está bien en el mundo” por lo cual se
le dió el apodo de “la droga del abrazo”. De esta forma su consumo en la fiesta rave
fue una búsqueda compuesta dirigida tanto al efecto “love” (amor) como
al efecto “speed” (velocidad).
Aspectos técnicos-metodológicos
A mediados del mes de enero del año 2007
Se escogió una metodología cualitativa para
la organización de la muestra que fue focalizada sobre los participantes
ubicados en el lugar de baile central del lugar (Main Floor) durante el lapso
de
De esta forma el consumo se limitó a situaciones abiertas
y registrables por un observador externo y, en esta medida, se las interpretó
dentro de la tolerancia social del lugar.
El equipo de campo se constituyó con seis jóvenes (cinco
profesionales y un estudiante) de edades entre los 22 y 30 años y un jefe de
campo que supervisó la recolección de
casos y organizó las cuotas en terreno. Entre los observadores hubo sociólogos,
psicólogos y egresados de ciencias políticas con entrenamiento previo en
técnicas de observación.
Resultados
El consumo observable de drogas de diseño, sobre un total
de 150 jóvenes de ambos sexos, ubicados en el Main Floor del lugar de
baile, dentro del horario de
“Butterfly” fue el nombre de
las pastillas (presuntamente MDMA) mencionado por los participantes para referirse a los efectos de aceleración
y despegue que les ocasionaba lo que habían tomado. El costo referido
osciló de los 30 a los 50 pesos cada unidad. En algunos casos se observó venta
dentro del lugar.
Edades estimadas |
Jóvenes con consumo de drogas de diseño en el Main Floor -horario 2- (números absolutos) PBA/SADA. 2007 |
Total |
||||||
Sí |
No |
|||||||
|
Varones |
Mujeres |
Subt. |
Varones |
Mujeres |
Sin inf. |
Subt. |
|
18-25 |
7 |
14 |
21 |
19 |
23 |
|
42 |
63 |
26-29 |
3 |
13 |
16 |
20 |
15 |
|
35 |
51 |
30 y más |
|
6 |
6 |
15 |
3 |
|
18 |
24 |
Sin Inf. |
|
|
|
|
|
12 |
12 |
12 |
|
10 |
33 |
43 |
54 |
41 |
12 |
107 |
150 |
Asimismo fue observado el fumado abierto de marihuana en
el mismo lugar donde se bailaba acompañado en casi todos los casos con cerveza y en menor medida con vodka y
bebidas conocidas comercialmente como energizantes. Los observadores
registraron un diez por ciento de uso de marihuana en estas condiciones de
exposición.
El consumo de drogas de diseño fue registrado a partir de
prácticas abiertas donde los miembros se administraban las sustancias entre sí
y sus conversaciones giraban en torno a temas tales como encontrarse esperando
que les llegaran los efectos de lo que habían tomado, sobre cómo les pegaba
y si se sentían que los ponía lo suficientemente rápidos.
Las
observaciones recogieron los comentarios de los propios jóvenes con relación a
los efectos de las pastillas que tomaron y también se observó tanto el consumo
directo como el de prácticas asociadas al mismo tales como untarse con crema
para tocarse (como exploración de las alteraciones en las sensaciones
táctiles) y la utilización de chupetines
(utilizados para evitar el bruxismo) entre las más evidentes.
Pese a las
dificultades de una técnica limitada a registrar comportamientos de consumo de
10 personas en un período de 20 minutos, la evaluación de los observadores y
del jefe de campo fue positiva en relación al “barrido” de la superficie
seleccionada para la observación. No se registraron insuficiencias por
“desborde” del observador. La técnica fue apta para un grupo de este tamaño.
La identificación
concluyó en un 28,6% de jóvenes con consumo observable de drogas
presumiblemente de diseño. Si bien la mayoría de estas situaciones estaban
relacionadas con la ingesta de pastillas, algunos casos donde los jóvenes
impregnaban los dedos en un polvo blanco para llevarlo a sus encías no fue
posible determinar si era un producto de diseño como ketamina o una forma de
utilizar grupalmente una dosis de cocaína.
La proporción
hallada no fue considerada como una medida final sino como un dato emergente de
una base más amplia de consumo. Esto, en la medida que el registro se limitó a
situaciones donde la utilización de drogas (por los procedimientos empleados o
por referencias explícitas al mismo) se presentó de manera accesible a la
observación. Dentro de un orden similar, el
consumo no se presentó como una conducta individual, sino como parte de
una práctica grupal de intercambio festivo e inducción al baile y al contacto
físico entre los participantes. Las características de la técnica utilizada
podrían haber omitido comportamientos solitarios de consumo antes o durante de
la reunión. En síntesis, bajo estos condicionamientos técnicos, tres de cada
diez jóvenes consumieron drogas ilícitas durante el encuentro en un clima de
gran desgaste físico y con intensas manifestaciones de entusiasmo y alegría
colectiva. No se observaron situaciones de violencia o peleas entre los
participantes.
Esta prevalencia
incluyó a ambos sexos con una presencia mayor de mujeres con edades estimadas
dentro de los 25 años en el consumo.
Consideraciones.
Diferenciados de la
comunidad Rolinga (seguidores de los Rolling Stones y de las bandas de rock ) en la que se reconoce un movimiento más
identificado con la contestación o,
incluso la confrontación, esta comunidad rave en particular, pareció acercarse más en sus manifestaciones a lo que Lipovetzky
definió como un trip sensorial y pulsional […] una desrealización
estimulante, eufórica o embriagante del mundo […] el individuo se vuelve
cinético, aspira […] los sonidos cósmicos o paroxísticos de las músicas de la
edad electrónica” .
En esta medida la
fiesta estudiada se ubicó en un campo cercano a lo que se ha señalado como una retirada
o un encuentro libidinal, en el que la individualidad parece hallar su
disfrute en el encuentro consigo misma.
La evanescencia de los vínculos, limitados a una breve existencia y su
rápido reemplazo, inclina a pensar en la
formación de neotribus como las señaladas por Maffesoli en las que las
asociaciones intensas y “automáticas” son facilitadas desde las propiedades
empatógenas del MDMA.
En este contexto,
que requiere nuevas indagaciones, la naturalización de las prácticas de consumo
de drogas observadas en el estudio muestra, por otra parte, la presencia de
mecanismos de promoción y obtención de
utilidades, que están más allá de la decisión y voluntad individual de los
grupos juveniles que participan de la fiesta rave. Un dato que no es
menor, a la hora de definir el campo de la acción.
Referencias
Beck,
U. (1999). Hijos de la libertad. Fondo
de Cultura Económica de Argentina. p.53.
Maffesoli,
M. (2005) Conferencia: La estetización de la vida cotidiana. Primer Encuentro de Pensamiento Urbano. Sala
Casabuberta. Teatro San Martín. Buenos Aires.
Web-2007: Cosmogonia, L. & Yenary AMG. ¿Qué es la cultura Rave? http://groups.msn.com/CulturaRave/
García,
A. Leff L. & Leivi,M. Raves, las fiestas del milenio en Pensar las clases
medias. Wortman, A.
Web-2007:
1ª Fiesta Electro Parties. http://www.fotolog.com/electro_parties/13658900
Bauman, Z., (2006)
Modernidad líquida. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. P.19
Rubio,G.&
Alamo,C. (1998) Extasis: una droga para la controversia. Valencia: Promolibro
Shannon, M. (2001). Metilendioximetanfetamina
(MDMA). Pediatrics; 108:421-425
Lipovetzky, G. (1986) La era del vacío. Ensayos
sobre el individualismo contemporáneo. Anagrama. P.19.
Merton, R. K. (1980) Teoría y estructuras sociales. México:
Fondo de Cultura Económica.
Eagleton, T. (1998) Las ilusiones del
posmodernismo. Paidos. p.112.