¿Que
ves cuando los ves?
Publicado
en Clarin 28/04/2009
La “jarra loca” suele manejarse con frecuencia más como un problema vinculado a
las combinaciones de los fármacos y el alcohol que a las decisiones que llevan
a mezclarlos y tomarlos. Menos aún a la cultura comercial que los promueve y
les dio nombre desde la música. La intoxicación queda reducida a un problema de
sustancias no de jóvenes que enmascaran sus emociones. Frente a ellos la cultura se espanta porque
las reglas del juego cruzan del lado establecido (sea por el tipo de sustancias
o por sus mezclas) pero no se interroga. ¿Por qué la jarra loca antes del
encuentro? ¿Es solo un guión social o revela que, hoy por hoy, no hay vínculo posible sin la prótesis social
del alcohol y los fármacos? Es posible
que sea hora de comprender que tenemos muchedumbres solitarias de jóvenes no aptos
para un encuentro en serio, es decir, completo. Generaciones donde lo propio ha
sido definido como impresentable si no lleva cosmética o si no es actuado como los
modelos de la cultura comercial. De esta forma la vida se transforma en un
simulacro y el descontrol de la jarra loca es, en realidad, el control de un
sentir no presentable en sociedad. Cuando la cultura duerme su cerebro para
jugar a la escondida de sus sentimientos, la juventud se vuelve un estado de
ausencia y el adulto un exorcista de sustancias. Por eso, si uno mira bien,
comprende que antes que los jóvenes hay otros que deben despertar primero
Dr. Hugo A. Míguez
Investigador de Conicet