EL PLAN DE ESTUDIOS DEL CCH*

Desde su creación en 1971 el CCH en su nivel bachillerato, correspondiente a la entonces Unidad Académica del Ciclo de Bachillerato, no había revisado su plan y programas de estudio, sino hasta veinte años después. En 1991 se inició un proceso de revisión que se desarrolló en un período de cinco años y culminó en el mes de junio de 1996; es decir, veinticinco años tuvieron que transcurrir para que el bachillerato del CCH renovara su curriculum.

Desde luego que en este proceso tan importante para la constante actualización del Colegio, se consideraron como ejes de este proyecto el aspecto propedéutico, general y único del bachillerato, la cultura básica propia del medio en que se desarrolla el alumno, el principio aprender a aprender mediante la adquisición de una actitud científica, reflexiva, metódica y rigurosa ante la realidad y la habilidad para inquirir, adquirir, ordenar y calificar información.

El nuevo plan de estudios, en operación desde el año de 1996, se diseñó según una matriz por área, cuya división responde a los campos principales que afectan al sujeto y en los cuales este construye el conocimiento: el mundo natural y el mundo social; la comunicación y sus sistemas de signos; los métodos y herramientas de mayor formalización, según se ha ido acumulando históricamente cada uno de ellos.

La organización por áreas posibilita la interdisciplina, la organización por semestres permite una mejor graduación y especificación de objetivos y contenidos en cada una de las asignaturas, la organización de los cuatro primeros semestres en un tronco común con asignaturas obligatorias y, los dos últimos semestres quinto y sexto con asignaturas de libre elección por los alumnos, permite una mayor profundización en algunos campos del conocimiento.

El nuevo plan de estudios, denominado Plan de Estudios Actualizado (PEA), ofrece una serie de apoyos que facilitan al alumno desarrollar una mayor autonomía en su aprendizaje: el aumento en el número de horas en la atención a los alumnos, sin incrementar necesariamente los contenidos temáticos sino reorientando el aprendizaje y las formas de trabajo, además de que resalta aspectos novedosos de la cultura de nuestro tiempo, se enfatiza un mejor uso de la computadora.

Por otra parte, se realizaron modificaciones y adecuaciones en algunas asignaturas: se integraron en una sola materia el desarrollo de las habilidades de lectura y redacción; se le dio continuidad a las materias del área básica de los cuatro primeros semestres, con las de los dos últimos en cada una de las áreas; además de que se aumentó el número de horas en las sesiones de las asignaturas de todas las áreas. En el Area Histórico-Social específicamente, se aumentó un semestre a Historia Universal Moderna y Contemporánea, se cambió Teoría de la Historia a quinto y sexto semestre; se reunió en una materia denominada Filosofía contenidos de ésta: Lógica, Ética y Estética y, se crearon materias optativas como Antropología y Temas Selectos de Filosofía.

CONCEPCIÓN DEL NUEVO PLAN DE ESTUDIOS

El nuevo plan de estudios está concebido como un bachillerato universitario que comparte con la universidad la responsabilidad de construir, enseñar y difundir el conocimiento en las grandes áreas de las ciencias y las humanidades.

No trata sólo de que el alumno aprenda, sino el qué y el por qué de ese aprendizaje, es decir, que sea capaz de entender y explicar los procesos mediante los cuales adquirió los conocimientos, el aprendizaje, en un nivel propio de su edad y ciclo que cursa pero con el necesario rigor científico.

Para ello es necesario favorecer el desarrollo de habilidades y actitudes de reflexión, racionalidad, curiosidad, deseo de aprender, sistematicidad, coherencia y trabajo intelectual, entre otras, que al fin de cuentas son competencias necesarias en este mundo globalizado. Con los enfoques y método diseñados, se favorece un desempeño acorde con las necesidades requeridas para un ciudadano de nuestro tiempo, con el conocimiento y capacidad de juicio para su desarrollo en el México actual y con un mayor dominio de los idiomas y procesos de conocimiento que demandan los estudios superiores en la época actual.

LA CULTURA BÁSICA

Como se enuncia en los documentos que dieron origen al CCH, el nuevo plan hace énfasis en las materias básicas para la formación del estudiante: las matemáticas, el método experimental, el análisis histórico social, la capacidad y hábito de la lectura de libros clásicos y modernos, el manejo del lenguaje para la redacción de escritos y ensayos. Pero además, pretende también desarrollar aquéllas habilidades de trabajo intelectual generales y propias de los distintos campos del saber conocidas también como competencias académicas que le permitan a los alumnos acceder por si mismos a las fuentes del conocimiento académico, básicas para un desarrollo integral de los alumnos en este mundo y, más en general, de la cultura.

Por ende la cultura que el nuevo plan de estudios posibilita a los alumnos, es de carácter científico, es decir una rigurosa y metódica sistematización de la experiencia, con miras a su transferencia a partir de la predictibilidad y la comprobabilidad y, al mismo tiempo, especificamente universitaria.

En este sentido, el nuevo plan de estudios posibilitan una mayor distinción y jerarquización de los contenidos de la enseñanza, en virtud de la imposibilidad de enseñar todo, pues permite seleccionar estos para centrarse en lo esencial, en lo básico.

SENTIDO DEL AREA HISTÓRICO-SOCIAL

Fundamentalmente su sentido es que los alumnos se inicien en el manejo de los métodos propios del conocimiento histórico, las Ciencias Sociales y la Filosofía, de manera que puedan analizar con rigor y comprender las problemáticas específicas del acontecer histórico, de los procesos sociales y del pensamiento filosófico.

A partir de cuestionar el presente, los alumnos podrán formarse una conciencia histórica que les permita conocer sus raíces, los distintos momentos de su historia, sus causas y consecuencias para ubicarse en el presente y enfrentar de la mejor manera el futuro. Esta acción de comprender nuestra historia se complementa en el nuevo plan de estudios con el conocimiento del entorno mundial que necesariamente afecta a nuestro país.

La interdisciplina en la Historia se manifiesta en el estudio que realiza del ser humano en múltiples dimensiones, por lo que resulta inseparable de las aportaciones de las Ciencias Sociales, por lo que ambas avanzan casi a la par en su desarrollo.

Debido a lo anterior, el alumno comprende la complejidad de la sociedad al través de los elementos que la articulan como: la producción y circulación de bienes y servicios; la gestión política de los intereses de grupos; el marco normativo que regula los conflictos y da cauce a la convivencia social en el Estado y las características propias de la sociedad mexicana actual, desde su territorio y sus recursos naturales hasta su población, con la cultura y tradiciones que le son propias, siempre en referencia a su devenir histórico.

Las teorías de la historia, como examen de la historicidad del conocimiento, son punto importante dentro del nuevo plan de estudios e incluye elementos de teoría del conocimiento o epistemología, de historia de las ideas y concepciones teóricas importantes en su momento histórico.

Por último, los alumnos podrán distinguir formas y niveles de apropiación cognoscitiva de lo real, que en su conjunto, constituyen la concepción del mundo y de la actividad humana y cuando se llevan a su máximo grado de generalidad en la actividad filosófica, permiten establecer el carácter histórico y relativo de todo conocimiento y de toda acción humana, punto de partida para una actitud crítica sólidamente fundada.

PROGRAMAS INSTITUCIONALES

Los programas que integran el nuevo plan de estudios dan consistencia y sentido a la actividad académica del CCH, a la cual sirve de núcleo referencial, la diversidad en la docencia implica necesariamente la adopción de programas institucionales que aseguren la vigencia del nuevo plan.

El programa institucional permite tener presentes los elementos que intervienen en el proceso de enseñanza aprendizaje y los organiza sistemáticamente para orientar su planeación, ejecución y evaluación, es en sí, una GUÍA obligatoria pero no una definición acabada y rígida.

Estos programas no definen lo que el profesor debe hacer en cada clase, ni cómo debe hacerlo, pero sí establece lo que necesariamente se debe enseñar y para qué debe enseñarse, así como la metodología congruente con los propósitos que se pretenden lograr y los contenidos que se propone enseñar, en cada asignatura en particular y en el plan de estudios en general.

PROGRAMAS OPERATIVOS

La libertad de cátedra se respeta, pues el programa institucional es un marco dentro del cual corresponde a cada profesor, en cada curso, aportar sus ideas. En efecto, la contribución del profesor a los planteamientos del programa institucional es insustituible.

Por ello corresponde al profesor especificar contenidos, seleccionar bibliografía y actividades de aprendizaje acordes con la realidad de los grupos académicos, contribuyendo a evaluar los programas a partir de los resultados de su práctica, COMPARTIENDO CON LOS DEMÁS PROFESORES SUS EXPERIENCIAS Y PROPUESTAS.

Lo anterior es a lo que se le denomina programa operativo, que a diferencia del institucional, debe ser detallado y contener todos los elementos que ayuden al profesor a impartir un curso.

Lic. Rafael Alfonso Carrillo Aguilar

*Versión basada en: PLAN DE ESTUDIOS ACTUALIZADO. México, UNAM CCH Unidad Académica del Ciclo de Bachillerato, 1ª.edición 1996