PRIMERA LECTURA: Is 66, 18-21
"Yo vengo a reunir a todas las naciones y lenguas; vendrán y verán mi gloria. Pondré en ellos señal y enviaré de ellos algunos escapados a las naciones: a Tarsis, Put y Lud, Mesek, Ros, Tubal, Yaván; a las islas remotas que no oyeron mi fama ni vieron mi gloria. Ellos anunciarán mi gloria a las naciones. Y traerán a todos sus hermanos de todas las naciones como oblación a Yahvé - en caballos, carros, literas, mulos y dromedarios - a mi monte santo de Jerusalén - dice Yahvé - como traen los hijos de Israel la oblación en recipiente limpio a la Casa de Yahvé. Y también de entre ellos tomaré para sacerdotes y levitas - dice Yahvé."
LA HISTORIA
La época en que escribió el Tritoisaías (capítulos 56-66), nos es casi desconocida, debido a la carencia de documentos; es, sin embargo, la época en la que se fraguó el judaísmo; época en que el "Pueblo de Dios" pasó a ser el "Pueblo de la Ley", en que se separó del mundo y forjó sus grandes principios para poder subsistir en un entorno política y militarmente más poderoso. Sabemos que los judíos no habitaban mayoritariamente en Israel, pues prefirieron Babilonia o la diáspora y que habían reconstruido, con mucho trabajo, su Templo y las murallas de la ciudad. La voz del profeta que anuncia que todos los pueblos vendrán a Jerusalén sonaba, en esta época mucho más atrevida y lejana que en cualquier otra.
EL CONTEXTO
Isaías 65-66 es la última parte del Tercer Isaías; tiene un tono apocaíptico: El capítulo 65 trata del juicio futuro, mientras que el 66 inicia con un oráculo sobre el Templo (Is 66, 1-4), sigue un juicio sobre Jerusalén (Is 66, 5-17) y termina con el discurso escatológico (Is 66, 18-24)
EL SENTIDO
Las naciones todas se reunirán en Jerusalén
para adorar a Yahvé. Todas reconocerán su gloria. No se trata
de una victoria militar que las humille, sino de que ellas reconocerán
a Yahvé y verán su gloria. El versículo 19 presenta
a Yahvé como el gran fundador del proselitismo; todas las ciudades
escucharán el anuncio de la gloria de Yahvé. Es posible que
los "escapados" sean, precisamente, convertidos. Esta es la primera
mención que se hace de proselitistas. La lista de las ciudades parece
prevenir de Ez 27, 10-13: Tarsis en España; Put en Libia; Lud, Lidia;
Mesek en Frigia; Túbal en Cilicia; Yaván , los Jonios o griegos.
El versículo 20 trata de "hermanos" a los paganos que no
han escuchado de Dios. Todos se acercarán a Jerusalén presentando
ofrendas puras, como los judíos. La afirmación del versículo
21 es la más importante: de entre los paganos (conversos), se tomarán
levitas y sacerdotes.
EVANGELIO: Lc 13, 22-30
"Atravesaba ciudades y pueblos enseñando,
mientras caminaba hacia Jerusalén. Uno le dijo: Señor, ¿son
pocos los que se salvan? Él les dijo: Luchen por entrar por la puerta
estrecha, porque, les digo, muchos pretenderán entrar y no podrán.
Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, se pondrán
los que estén fuera, a llamar a la puerta, diciendo: ¡Señor,
ábrenos! Y les responderá: No sé de dónde son.
Entonces empezarán a decir: Hemos comido y bebido contigo, y has
enseñado en nuestras plazas; y les volverá a decir: No sé
de dónde son, ¡Retírense de mí, todos los agentes
de injusticia!
Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando vean
a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras
que a ustedes los echan fuera. Y vendrán de oriente y occidente,
del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios.
Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán
últimos."
LA HISTORIA
Lucas vivió entre los paganos convertidos al
cristianismo y probablemente se enfrentó con el rechazo a la fe por
parte de los judíos. Ya sea con Pablo o después de él,
vivió la aceptación del cristianismo que tuvieron los paganos
y, seguramente, el rechazo que los judíos tuvieron hacia la nueva
fe.
En nuestra perícopa se nota, de nuevo, que los intereses de la comunidad
destinataria, están presentes en la redacción del evangelio.
La pregunta que le hace una persona pudo haber tenido diferentes respuestas;
pudo haberse entendido como pregunta de un judío y tratando de entender
si muchos judíos se salvarán, sin pensar para nada en los
gentiles. La respuesta que hubiera dado Jesús fue explotada por Lucas
en el sentido del universalismo. Lucas pensaba mucho más en que los
paganos accederían al Reino, desplazando a los judíos; que
en la respuesta simple de sí o no serán pocos o muchos los
que se salven (pensando solo entre judíos).
Esto nos muestra que en la época de Lucas muchos judíos pretendían
que el cristianismo solo era posible para ellos. Lucas (interpretando las
palabras de Jesús), les dice que los paganos se adelantarán
en el Reino y serán los herederos de las promesas hechas a Abraham,
Isaac y Jacob.
EL CONTEXTO
El domingo pasado leíamos el final del capítulo
12 de Lucas, en este domingo leemos parte del capítulo 13. En Lc
13, 1-5 Jesús hace una invitación a la penitencia. En Lc 13,
6-9, les dice la parábola de la higuera estéril. En Lc 13,
10-17 se nos narra la curación, en sábado, de una mujer encorvada,
lo que le creó problemas con el jefe de la sinagoga y algunos judíos.
Siguen las parábolas del grano de mostaza y de la levadura, que quieren
explicar qué es el Reino de Dios. Nuestra perícopa recoge
la problemática del rechazo de los judíos y de que el Reino
se entregará a los que aceptan la fe, independientemente de si eran
o no judíos.
Después de nuestro texto esta una alusión a que Herodes lo
buscaba para matarlo, en Lc 13, 31-33.
EL SENTIDO
Los versículos 22-24 relatan un hecho muy brevemente.
Una persona le pregunta si serán pocos los que se salven, a lo cual
Jesús responde que mejor se esfuerce, porque se juega en ello la
vida. La respuesta requerida era "Sí" o "No",
pero Jesús no quiso darla de esa forma, porque ello no hubiese solucionada
nada; el que escucha debe esforzarse.
En los versículos 25-27 Jesús presenta una parábola
pequeña, que no está enmarcada con todos los detalles; no
sabemos, por ejemplo, quién era ese señor que cerró
la puerta, por qué la cerró y por qué no quiso abrirla
luego. Sin embargo, los datos que nos da son suficientes para encontrar
el mensaje de Jesús: el Señor cierra la puerta y los que pretendían
ser sus amigos, que habían comido y cenado con él, no entrarán
porque simplemente, no eran dignos. No basta conocer a Jesús para
entrar a su casa, es preciso hacer su voluntad, que es la justicia ("Retírense
de mí, todos los agentes de injusticia"). La puerta abierta
significa que los judíos podían entrar en el Reino debido
a su pertenencia al pueblo de Dios, pero esos privilegios llegarán
a su fin, el señor se levantará y cerrará la puerta
por la que antes se podía entrar sin problemas; esa realidad está
a punto de cambiar, Jesús es, muy duro cuando dice de los "que
convivimos con él": "no los conozco, no sé quiénes
son".
Los últimos versículos, Lc 13, 28-30, sacan conclusiones:
En el Reino estarán Abraham, Isaac y Jacob, es decir, los fundadores
del pueblo de Israel, pero los hijos, los judíos, no entrarán,
sino que vendrán de oriente y de occidente, es decir, paganos, y
se sentarán a la mesa con él. El verso 30 identifica a los
últimos (los paganos), como los que estarán a la mesa (serán
los primeros); y a los primeros (los judíos), que se quedarán
al final, por no haber aceptado a Jesús.
La primera lectura nos revela que los paganos vendrán
a Jerusalén y se convertirán; tendrán acceso a la fe
de Israel. El evangelio muestra más o menos lo mismo: los paganos
tendrán acceso a la fe en Jesús. La diferencia es, empero,
enorme: los judíos, en la lectura de Isaías, iban a ser los
primeros en volver a Yahvé, mientras que en el evangelio, ellos se
quedan afuera, porque no creyeron en Jesús y no obraron justicia.
Una interpretación en sentido social-económico, sería:
los invitados, los que entrarán por la puerta, son los que ahora
son excluidos, los que se quedaban afuera del banquete de este mundo. Ellos,
con mucha frecuencia, son mucho más capaces que nosotros de compartir
y de luchar por condiciones de vida más humanas para todos.
Una interpretación en sentido religioso sería: los que ahora
nos sentimos seguros y en compañía de Jesús, nos quedaremos
afuera puesto que no se nos medirá por la intimidad o trato que tuviéramos
con él, sino por nuestras obras justas. Nosotros, los que expulsamos
de la Iglesia a los "pecadores", los que nos confesamos y comulgamos...
si no obramos justicia, nos quedaremos afuera.
En el Reino habrá, sí, muchos, muchos pasarán por la
puerta, pero muchos que nosotros pensamos que no tendrían acceso;
y en cambio, otros que pensábamos que estarían...
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2001.