27° DOMINGO ORDINARIO
CICLO C

 

PRIMERA LECTURA: Hab 1, 2-3; 2, 2-4

"¿Hasta cuándo Yahvé, pediré auxilio,
sin que tu escuches,
clamaré a ti: ¡Violencia!
Sin que tú salves?¿Por qué me haces ver la iniquidad,
y tú miras la opresión?
¡Ante mí rapiña y violencia,
querella hay y discordia se suscita!
Y me respondió Yahvé y dijo:
Escribe la visión,
ponla clara en tablillas
para que se pueda leer de corrido.
Porque es aún visión para su fecha,
aspira ella al fin y no defrauda;
si se tarda, espérala,
pues vendrá ciertamente, sin retraso.
He aquí que sucumbe quien no tiene el alma recta,
mas el justo por su fidelidad vivirá".

 

 

LA HISTORIA
No está claro si las profecías contra el opresor se dirigen contra Asiria, el libro dataría del 612 a. C., pero si los opresores son los caldeos, serían de los años 605-587, es decir, contemporáneas de Jeremías. En Hab 1, 6 dice: "Pues he aquí que yo suscito a los caldeos, pueblo acerbo y fogoso, que recorre las anchuras de la tierra, para apoderarse de moradas ajenas". La dificultad está en saber si los opresores son los asirios, que serán vencidos por los caldeos, o si son ya los caldeos.
La última frase de nuestro texto: "mas el justo por su fidelidad vivirá", fue utilizada y citada por Pablo en las cartas a los Romanos y a los Gálatas y está a la base de la doctrina de la justificación por la fe, que también sirvió a Lutero como fundamento para la Reforma.

 

EL CONTEXTO

El libro del profeta Habacuc tiene tres partes claramente distinguibles:
1. Hab 1, 2-2-4 es un diálogo entre el profeta y Dios. Habacuc se queja con Dios porque escoge a gente malvada para castigar a su pueblo y a los injustos para castigar a los justos. Al final, Dio le dice que escriba la visión.
2. Hab 2, 5-20 Contiene cinco "Ayes" contra el opresor; su mensaje es que al final, Dios castigará a los opresores y a los malvados. Cada imprecación comienza con un "¡Ay!" y amenazan a los malvados y a los idólatras.
3. Hab 3, 1-19 Es una especie de himno para el triunfo final de Yahvé, se compone de tres movimientos: La llegada de Dios, su combate y la confianza de los buenos. Este tercer capítulo tiene elementos que acusan uso litúrgico posterior (una pausa en el versículo 13 y la indicación de autor como en los salmos: "Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda".

La liturgia ha seleccionado el inicio y el fin de la primera parte del libro: el inicio de la queja de Habacuc (Hab 1, 2-3) y la respuesta de Dios preparando al visión (Hab 2, 2-4).

 

 

EL SENTIDO

El profeta, más que interrogar al pueblo, interroga a Yahvé por elegir a los malvados para castigar a los justos (Hab 1, 4). En nuestros dos versículos no queda patente la clave de la queja del profeta, solo se queja aquí de que Yahvé tolere la maldad sin salvar pronto. Se trata de la violencia, la iniquidad, la opresión y la discordia.
En los versículos del capítulo dos Yahvé pide al profeta que ponga por escrito la visión que le facilitará. Debe ponerla por escrito, de manera que se pueda leer de corrido. Esa visión se cumplirá y si tarda un poco es preciso tener paciencia. En el texto dice: "si tarda... sin retraso", en una contradicción que reafirma la inminencia.
El versículo 4 no se dirige al pueblo, sino a las personas, adelantando las profecías de Ezequiel sobre la responsabilidad y la retribución personales; pero es también muy posible que se personifiquen aquí Judá (el justo) y los caldeos (los injustos). Se trata de que el justo vivirá por su fe y quien no tiene el alma recta perecerá; ya no se condenará al justo con el injusto debido a que sean del mismo pueblo. Notemos que el primer estico del verso matiza el sentido del segundo, sobre todo como lo tomó Pablo: el justo vivirá por la fe, se podría entender que para vivir no hacen falta las obras, sino solo la fe; pero es preciso leer el primer estico: "He aquí que sucumbe quien no tiene el alma recta"; es decir, que se salvará quien tenga el alma recta, es decir, obre bien. Este primer estico está corrompido en el hebreo, la lectura original rezaría así: "está influida, no es recta su alma en él"; los LXX tradujeron: "Si falla, mi alma no se complace en él; mas el justo vivirá de la fe en mí" y la Vulgata: "El que es incrédulo, su alma no será recta en él". Creo que en cualquier caso, se trata de personas que muestran su rectitud en sus obras. Pablo tomó la traducción de los LXX, que leen fe en lugar de fidelidad.

 

EVANGELIO: Lc 17, 5-10

"Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. El Señor dijo: Si tuvieran fe como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro: Arráncate y plántate en el mar, y los habría obedecido.
¿Quién de ustedes tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: Pasa al momento y ponte a la mesa? ¿No le dirá más bien: Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido y después comerás y beberás tú? ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado? De igual modo ustedes, cuando hayan hecho todo lo que les fue mandado, digan: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer".

 

LA HISTORIA

En el Imperio Romano, los esclavos eran casi la mitad de la población. En Israel, la esclavitud estaba legitimada por la ley. Cuando un deudor no pagaba, este podía esclavizarlo junto con su familia; o bien, el que caía en desgracia podía venderse a sí mismo como esclavo. Sin embargo, las leyes mitigaban la esclavitud para los mismos judíos: derecho de asilo, descanso sabático, regreso a la libertad en el año jubilar, etc.
Lucas utiliza en seis ocasiones el término "apóstoles" hablando de los doce; Mateo y Juan utilizan ese nombre solo en dos ocasiones y Marcos en una. Contrasta con el uso que Pablo da al vocablo, para él, los apóstoles eran más, en número, que los doce.

El contexto

Después de la parábola del rico y de Lázaro, Lucas añade tres sentencias breves de Jesús, sin enmarcarlas en una narración amplia: el escándalo (Lc 17, 1-3a); la corrección fraterna (Lc 17, 3b-4) y el poder de la fe, que forma parte de la liturgia de este domingo.
Después de la comparación del apóstol con el esclavo, narra la parábola de los diez leprosos (Lc 17, 11-19).

 

EL SENTIDO

Los versículos 5-6 son un dicho breve de Jesús acerca de la fe. Mateo tiene el mismo dicho cuando los discípulos preguntaron a Jesús por qué no habían podido expulsar el demonio de un muchacho. En esa ocasión, Jesús no habló de que el árbol se plantara en el mar, sino solo que se desplazara de un lugar a otro. En Mt 21, 21 dice lo mismo, cuando hablaba de la higuera estéril, pero en esa ocasión dijo que si tuvieran fe, podrían ordenar a un monte que se echara al mar, y así lo haría (igual en Mc 11, 23). El marco que Lucas añadió fue, pues, el que los discípulos se acercaran a pedirle que les aumentara la fe. De hecho, Jesús no les aumenta la fe, sino que les dice lo que podrían hacer si la tuvieran. En la perícopa siguiente tampoco responde a la petición de los discípulos. La semilla de mostaza es muy pequeña.
Los versículos 7-10 ponen una comparación; los que lo escuchan (parece que no son solo los apóstoles, como en los versículos 5-6), tienen siervos. Los siervos tienen funciones obligatorias. De igual modo, todos son siervos de Dios y tienen funciones obligatorias, de las cuales no se pueden gloriar. Jesús no dice, sin embargo, cuáles son esas funciones que tenemos obligación de hacer por ser siervos de Dios.
Jesús pone una comparación de la situación que ellos viven en su momento, no está justificando la esclavitud ni la prepotencia. Al respecto se puede comparar esta perícopa con Jn 13, 1-16, en donde Jesús lava los pies de sus discípulos, lo que era un trabajo de esclavos. El objetivo de Jesús es hacer tomar conciencia a los que le escuchan, de que son siervos de Dios y de que le deben mucho, que no hay por qué exigir un premio por lo que se hace como obligación. La palabra "inútiles" es la traducción más común del griego, no encaja bien en el contexto.

Sin duda que el texto del Antiguo Testamento fue elegido por la última frase: "el justo por la fidelidad (o por la fe), vivirá". En este caso, la liturgia insiste en la necesidad de tener fe. La fe, sin embargo, procede de Dios, para tenerla es preciso aceptarla cuando se nos entrega y pedir que sea incrementada, como hizo el padre del muchacho epiléptico: "Señor, aumenta mi fe". Creo que no se debe colegir del texto de Habacuc, que las obras no aprovechan para nada, esa será una lectura de Pablo, pero que omitió incluso, el hemistiquio anterior, que insiste en que es necesario tener un alma recta. La discusión de lo que quiso decir Pablo al citar el texto y de lo que entendió Lutero, es harina de otro costal.
Pedir la fe para hacer milagros ostentosos no tiene sentido, pero sí el pedirla para amar más y para creer más.


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