El género "parábola"
El témino castellano "Parábola"
que, lejanamente traduce al hebreo mashal, puede ir del símil al
proverbio, enigma, símbolo, seudónimo, motivo, ejemplo, ejemplo,
refrán, comparación, adagio, chiste, dicho agudo, cuento corto,
misterio, fábula, figura, ficción, alegoría, revelación,
argumentación, disculpa, objeción y metáfora.
En otras palabras, el mundo de la parábola bíblica
abarca las áreas de la comparación, alegoría, ilustración
y ejemplificación.
El Nuevo Testamento es "nuevo" por dar el mensaje
definitivo de Dios a la humanidad en Jesús. El mismo es la gran PARÁBOLA
DE DIOS en su obra, palabra y vida.
Además, Jesús utilizó la parábola
en su enseñanza. Al hacerlo, pretendía despertar:
· actualizaciones de la verdad de Dios,
· pistas de reflexión,
· ilustraciones de una realidad,
· enseñanzas moralizadoras,
· compromisos para la vida práctica,
· y motivaciones para ser, pensar, vivir y obrar.
La parábola pertenece al mundo de lo sapiencial,
es decir: al de la sabiduría de la vida, hecha palabra y modelo.
Por ello, no es una norma, costumbre, historia o reporte, sino:
¨ un consejo o advertencia qué tomar en cuenta (meditación);
¨ una invitación y provocación a buscar respuestas (interpelación)
¨ un símbolo por descubrir y con el cual sintonizar (enseñanza).
¨ una verdad qué aprender a calibrar y comprobar (aceptación);
Estudio de las parábolas de Jesús
Toda lectura de la Sagrada Escritura debe seguir un método
para ser provechosa y no sólo pasatiempo. El método que aquí
se propone es sencillo y sigue seis pasos:
1. Texto: leer primeramente el o los testimonios del o de los evangelios;
2. Contextos: examinar el entorno (antes, después, lenguaje, palabras,
frases...);
3. Análisis: buscar pistas para la reflexión detenida del
texto evangélico;
4. Sentido y mensaje: callar para permitir que el texto motive cambios de
actitud;
5. Entrevista con Dios: formular preguntas directas de Dios a la persona
(o comunidad) que pueden ser respondidas privada o públicamente (comunitariamente);
6. Compromisos: no proponer recetas qué seguir, sino sólo
sugerencias que ayuden a enderezar tanto comportamientos como actitudes
y acciones.
Más que temas que dan información y formación,
las parábolas son unas guías de meditación, individual
o comunitaria, que llevan a la transformación.
Por ello, cada parábola puede trabajarse en forma de meditación
personal o como sesión grupal de estudio, pero orientada al compromiso.
Jesús "Parábola de Dios" y las parábolas de Jesús
El catálogo siguiente de dichos, parábolas,
comparaciones, ejemplos y alegorías:
- propone nuevos títulos para leeerlas con una perspectiva más
consciente;
- sugiere un nuevo enfoque para cada ejeemplo de Jesús;
- induce al lector a asimilar estos texttos sin más compromiso que
buscar el Reino de Dios propuesto por el Maestro;
- lleva al lector no sólo a leer,, sino a meditar, interiorizar y
asimilar sus mensajes.
INDICE GENERAL
1. El médico y sus enfermos (Mc 2,17);
2. El esposo y sus compadres (Mc 2,18-20; Mt 9,15; Jn 3,29-30);
3. El sastre y el cantinero (Mc 2,21-22);
4. El hombre fuerte y el ladrón (Mc 3,27);
5. El sembrador (Mc 4,3-8; Mt 13,3-8; Lc 8,5-8);
6. El predicador y su auditorio (Mc 4,13-20; Mt 13,18-23; Lc 8,11-15)
7. El labrador paciente (Mc 4,26-29);
8. El jardinero confiado (Mc 4,30-32; Mt 13,31-32; Lc 13,18-19);
9. El hombre limpio (Mc 7,14-23; Mt 15,10-20)
10. Los discípulos atrevidos (Mc 8,34-38; Mt 16,24-28; Lc 9,23-27)
11. El niño inocente (Mc 9,35-37; Mt 18,1-5; Lc 9,46-48)
12. Los primeros y los últimos (Mc 10,31; Mt 19,30; 20,16; ; Lc 13,30)
13. El mago de los imposibles (Mc 11,22-23; Mt 17,20; 21,21)
14. Los viñadores perversos (Mc 12,1-11; Mt 21,33-44; Lc 20,9-18);
15. El hombre doble y equivocado (Mc 12,38-40; Mt 23,6-7; Lc 29,45-47);
16. El campesino sagaz (Mc 13,28-29; Mt 24,32-34; Lc 21,29-33);
17. Doña Sal y Doña Luz (Mt 5,13 -14);
18. El hombre y la vela (Mt 5,15-16);
19. El enojón y el ofensivo (Mt 5,22)
20. El donador verdadero (Mt5,23-24)
21. Los enemigos (Mt 5,25-26; Lc 5,58-59);
22. El hombre y la lámpara (Mt 6,22-23; Lc 11,34-36);
23. El trabajador con dos patrones (Mt 6,24; Lc 16,13);
24. El ciego y el lastimado (Mt 7,3-5; Lc 6,41-42);
25. El papá cuidadoso (Mt 7,9-11; Lc 11,11-13);
26. El recolector de fruta (Mt 7,16-20; Lc 6,43-44);
27. El hombre que supo escoger la entrada (Mt 7,13-14; Lc 13,24);
28. Los dos albañiles (Mt 7,24-27; Lc 6,47-49);
29. El patrón con pocos trabajadores (Mt 9,37-38; Lc 10,2)
30. Los niños y su juego (Mt 11,16-19, Lc 7,31-35);
31. El hombre y los espíritus dañinos (Mt 12,43; Lc 11,24-26);
32. El campesino y su enemigo (Mt 13,24-30);
33. La cocinera sabia (Mt 13,33; Lc 13,20-21);
34. El arqueólogo emprendedor (Mt 13,44);
35. El coleccionista arriesgado (Mt 13,47-48);
36. El pescador (Mt 13,47-48);
37. El jefe de familia (Mt 13,52);
38. El guardián (Mt 13,33-37; Lc 12,35-38);
39. El ciego guía (Mt 15,13-14);
40. Reyes y súbditos (Mt 17,25-26);
41. El escandaloso castigado (Mt 18,6-11)
42. El pastor auténtico (Mt 18,12-14; Lc 15,4-7);
43. El criado malcriado (Mt 18,23-35);
44. El rico y el camello (Mt 19,24)
45. El buen patrón (Mt 20,1-16);
46. Los hijos desiguales (Mt 21,28-32);
47. Los invitados a la fiesta (Mt 22,1-10; Lc 14,16-24);
48. El invitado descuidado (Mt 22,11-13);
49. El visitante intempestivo (Mt 24,27-28; Lc 17,23-24.37);
50. El ladrón (Mt 24,43-44; Lc 12,39-40);
51. El velador atento (Mt 24,45-51; Lc 12,42-46);
52. Las damas de compañía (Mt 25,1-13);
53. El prestamista y sus deudores (Mt 25,14-30; Lc 19-12-27);
54. El buen catador (Lc 5,39)
55. Los dos deudores (Lc 7,41-43);
56. El prójimo (Lc 10,30-37);
57. El vecino molesto (Lc 11,5-8);
58. El prepotente en acción (Lc 11,21-22)
59. El rico ambicioso (Lc 12,16-21);
60. El campesino y el tiempo (Lc 12,54-56);
61. El patrón y el jardinero (Lc 13,6-9);
62. El jefe de familia y las visitas inoportunas (Lc 13,24-30; [Cf. Mt 25,10-12]);
63. Cada invitado en su lugar (Lc 14,7-11);
64. El constructor y el guerrero (Lc 14,28-32);
65. La mujer y la moneda (Lc 15,8-10);
66. ¡Todo un papá! (Lc 15,11-32);
67. El empleado sagaz (Lc 16,1-8);
68. El rico y el pobre (Lc 16,19-31);
69. El asalariado (Lc 17,7-10);
70. El juez y la viuda (Lc 18,1-8);
71. El devoto y el hombre común (Lc 18,9-14);
72. El hombre espiritual (Jn 3,8);
73. El hombre celeste y el terrestre (Jn 3,31-34)
74. El vendedor de agua viva (Jn 4,13-14)
75. Los campesinos y la siega (Jn 4,35-38);
76. El hijo y el siervo (Jn 8,34-35);
77. El Señor del pan (Jn 6,35-51);
78. El caminante (Jn 8,12);
79. El ganadero y el intruso (Jn 10,1-5);
80. El guardián y el ladrón (Jn 10,7-10);
81. El pastor y el boyero (Jn 10,11-14);
82. El hombre que regaló su vida (Jn 10,17-18);
83. El vivo y el difunto (Jn 11,25-27);
84. El caminante (12,24);
85. El hombre es como el grano (Jn 12,24);
86. El anfitrión y sus huéspedes (Jn 13,4-15)
87. El patrón y el sirviente (Jn 13,16; 15,20)
88. El hombre que se volvió camino (Jn 14,6-7);
89. El viñador y la vid (Jn 15,1-11);
90. La mujer que da a luz (Jn 16,21-22)
91. El joven y el viejo (Jn 21,18-19)
Las parábolas de Jesús proponen cambios de
conducta en forma sutil, sin imposiciones ni la preocupación de gustar
o no, de ser aceptadas o rechazadas, de motivar o alejar, de comprometer
o de volver cínico a quien las escuche, lea o conozca.
El lector puede hace sus comentarios personales y sacar
motivaciones sencillas:
- revisando los títulos propuestoos atrás o buscando otros
más pertinentes, incisivos y directos que los tradicionales;
- explicando y comentando cada una de accuerdo a la vida y realidad actuales;
- personalizando sus mensajes para que llas personas imiten en su propia
vida el dinamismo del proyecto de Dios escondido en estos textos;
- encontrando moralejas y orientaciones pastorales para hoy;
- y buscando para sí y para los ddemás la interpelación
que Jesús hacía a los oyentes judíos de su tiempo.
La serie propone muchos textos y cada uno debe ser tratado en forma independiente
con la misma propuesta: "Haz a los demás lo que esperas recibir
de ellos" (Mt 7,12).
Resumen. Las parábolas de Jesús:
Ø son un lenguaje en imágenes y un instrumento útil
para expresarse, relacionarse e involucrarse en la vida de los demás,
como Dios en la nuestra;
Ø son también una proyección del ser humano, que dice
lo que es y quiere, sus metas y aspiraciones, sus logros y fracasos, sus
riquezas y debilidades;
Ø son recursos con que los humanos recrean, trabajan y redimen al
mundo en que ha sido colocados;
Ø y un vehículo para transmitir la verdad de Dios, no como
regla, sino con la fluidez y belleza poética de la comparación
y el proverbio, el encanto de la motivación, el tino de la sugerencia
y el alcance de la provocación que lleva al compromiso.
Conclusión
Jesús mismo es la gran PARÁBOLA DE DIOS que
nos ha sido dicha no para saber más de Dios, sino para llegar a El;
y la Biblia, un lenguaje parabólico que nos permite intuir el misterio
del Creador, del hombre y de las relaciones entre ambos.
Jesús se sirvió de parábolas para comunicar y realizar
la salvación, es decir:
- para dar el mensaje de Dios en lenguajje, acción y sentimientos
humanos;
- para ser comprendido inmediata, directta y concretamente;
- para mostrar que Dios quiere de verdadd al ser humano y se encarna en sus
valores y lenguaje, en su cultura y forma de percibir la verdad.
Recomendaciones
1. Tener siempre el texto completo de la Biblia
2. Consultar las citas bíblicas y reflexionar los textos.
A.
Tomás Parra Sánchez
Lic. En Ciencias Bíblicas
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