El evangelio de Marcos, único en ofrecer este proverbio apoyado por una aplicación a la conducta de Jesús, cita este texto como conclusión al relato sobre la vocación de Leví, hijo de Alfeo, identificado con Mateo.
Por su tono, el texto contiene una polémica de Jesús contra
los escribas de los fariseos que criticaban a los discípulos de Jesús
porque él compartía la mesa con gente de fama dudosa y supuestamente
no religiosa.
El texto precede a una discusión
sobre el ayuno. Estando en ayuno, los discípulos de Juan y de los
fariseos le preguntan a Jesús la razón por la cual los suyos
no ayunan.
Bajo el aspecto literario, el dicho y aplicación de Jesús pueden ir unidos tanto a lo que precede (vocación de Leví) como a lo que sigue (tema del ayuno); o también servir de "bisagra" entre ambos: apoyo a la llamada de Leví o postura de Jesús sobre el ayuno.
MIRAR
En general, las parábolas
de Jesús se dirigen a los contrarios a su mensaje, a cuantos lo siguen
o bien a los discípulos.
La parábola "El Médico y sus enfermos" se presenta
como aviso a los criticones y, por ello, está en el área de
la crítica y polémica:
La palabra de Jesús, aunque polémica,
no es airada sino muy directa, a quemarropa, tanto en su forma de metáfora
como en su sabor de sarcasmo:
Los críticos fariseos desempeñan
el papel del "villano de la película":
Con un solo dicho, Jesús se ocupa de los escribas fariseos, los médicos, los pecadores y de sí mismo. A los escribas fariseos parece preguntar:
Al usar Jesús al "médico"
como punto de comparación... lo pone en entredicho: serlo no es buscar
prestigio sino esa misión solidaria que lo lleva a resolver el estado
decadente del ser humano, marginado de la comunidad de los sanos.
Según Jesús, la profesión
del medico lo dispone a:
- Vivir entre el "mundo de la vida&" y el "mundo de la muerte",
ya que la enfermedad es adelanto de esta segunda;
- Valorar la vida, hablar de ella y venccer la muerte y el mal en todas sus
formas;
- Reintegrar al enfermo a la comunidad dde los vivientes, de los sanos, de
los humanos;
- "Ser cristiano" por lograr lla victoria y restablecimiento de
la vida sobre la muerte.
Al recurrir al proverbio, Jesús no desdeña a los sanos ni pasa por bueno el estado del enfermo, sino asegura que toda enfermedad es un mal que debe desterrarse de la vida humana ya que la disminuye y pretende anularla. El primer signo liberador es el médico.
Los supuestos enfermos callan en la parábola,
pero hablan mejor con su silencio:
- No dicen nada ni aparecen en la foto;<
- No aplauden, sino escuchan con su enfeermedad y pecado a cuestas...
- No critican a los buenos por no dejarlles espacio a su lado;
- No pretenden ser tomados en cuenta, puues han entendido que lo importante
no es pertenecer al grupo de los buenos... sino no tener grupo.
Lo que esperan es que Jesús los visite y cure con su atención,
presencia y palabra.
Por último, saca una conclusión
que sus críticos no esperaban: así como la única razón
de ser médico es rescatar de la muerte y no para solazarse entre
los sanos, del mismo modo, él, en cuanto Mesías:
· No ha venido a buscar gente buena... sino pecadora;
· No fieles y justos... sino equivocados y alejados;
· No a los que ya comulgan... sino a quienes, por muchas razones,
no lo hacen.
Entre líneas, Jesús se define
a sí mismo Médico interesado en la salud del hombre y el Acompañante
de los atribulados:
§ pecadores que se debaten en su mal,
§ personas perdidas y alejadas de la verdad,
§ gente descartada del mundo de la legalidad y de la bondad tradicionales,
§ grupos o individuos ajenos al mundo de la justicia y a los beneficios
que tocan a los "sanos" ... de acuerdo a las reglas y catalogación
humanas.
VIVIR
Con su respuesta y aplicación, Jesús
pone en crisis la manera en que vemos la realidad de la salvación:
él es el enviado del Padre como Médico de cuerpos, es decir,
de personas concretas, de carne y hueso, cuya vida está acosada y
disminuida por el mal.
Aquí el mensaje se vuelve candente
para el hombre de hoy. Muchas personas, gente cercana al templo y de práctica
religiosa constante, consideran a Dios como:
¨ Benefactor de los buenos y Distribuidor de aplausos a los mejores,
¨ Amigo a los que se portan bien y Solidario con quienes le cumplen
y obedecen;
pero no saben descubrir ni promover al
Dios que se ocupa:
- de los equivocados, perdidos y marginaados;
- de los que no caben en los cuadros de honor humanos;
- y de todos aquellos a quienes sóe;lo les espera el castigo, la cárcel,
la excomunión y la muerte por malvados.
Este Jesús incómodo da la
impresión de no interesarse de los buenos, ni felicitarlos por su
esfuerzo o acompañarlos con su presencia reconfortante y animadora.
Con una parábola así, Jesús aparece ante los buenos exagerado, demasiado seco, casi burlón y hasta grotesco por su interés con los pecadores; como dando a entender que el esfuerzo de los buenos es poco meritorio... ¡Como si no valiera la pena!
Meditar el dicho "No son los sanos
quienes necesitan al médico, sino los enfermos" nos ayuda a
caer en la cuenta del sentido de las palabras y aplicación de Jesús.
Ø Nos hace cristianos no el considerarnos buenos, sino el estar junto
al Maestro;
Ø Nunca estaremos a su lado mientras nos ocupemos en juzgar si lo
que el otro hace responde a nuestro esquema del bien hacer;
Ø Nunca entenderemos a Jesús si no vivimos lo que creemos.
CONCLUSIÓN
La vida no es tal... cuando no logra suplantar la muerte
Todos somos médicos... si sabemos ocuparnos del dolor ajeno
Mi salvación comenzará cuando intente al salvar a quien tengo
más cerca
A.
Tomás Parra Sánchez
Lic. En Ciencias Bíblicas
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