Esta segunda hipótesis postula que si bien se debe reconocer que el Hombre americano llegó desde el norte, ésta ruta es complementaria con la inmigración transpacifica de polinesios y malayos. Paul Rivet y Méndez Correa se basan en aparentes similitudes raciales y culturales con algunos pueblos del extremo.
Paul Rivet nos explica que los expertos navegantes polinesicos y malayos, surcaron él pacifico sur, con sus navíos de totora, poblando isla por isla, de esta forma habrían arribado al extremo sur de América, estos pueblos habrían dado paso, a los futuros pueblos canoeros y cazadores continentales de las regiones australes, los componentes raciales polinesios serían claros entre los aborígenes de las etnias canoeras, además de ciertos rituales cosmogónicos y telúricos (de tipo religioso- Chamanistico) a pesar de que las teorías han sido fuertemente vapuleadas durante los últimos años, aun que no se ha Desechado de un todo a pesar de ello, esta hipótesis a perdido cierto valor.
Méndez Correa a principios del siglo XX plantea que durante un cierto período los hielos antárticos habrían sufrido una regresión hacia el interior del continente dejando grandes áreas habitables, lo que a su juicio abría servido de sostenimiento a ciertas bandas pescadoras y recolectoras, que a través de un continuo peregrinar habrían llegado directamente al sur del continente americano, estos grupos habrían dado paso a los las etnias australes, esta teoría a pesar que no esta del todo desechada y que incluso Paul Rivet le dio nueva vida en 1952, no obstante, la teoría en si carece de asidero concreto debido en gran medida a la falta de pruebas y rastros (si alguna vez existieron estarían sepultados en los hielos Antárticos).