Dad gracias a Dios en todo

 

La Biblia nos dice que debemos dar gracias en todo. Es un mandamiento muy sencillo, pero donde está expresado, allí mismo no nos dice como. ¿Qué quiere decir ésto? Que hay que leer toda la Biblia para saberlo. La Biblia no es un manual conteniendo soluciones mágicas. ¿Por qué? Porque solamente iríamos a pasajes determinados de la Escritura, veríamos el paso uno, el dos, el tres, etc. Leeríamos sólo eso. El propósito de la revelación no fue dado para solucionar problemas. Es el relato y la revelación del amor redentor. Dios se revela a sí mismo, revela quien es, y nos dice como entregarnos a El, para honrarle y alabarle toda la vida.

1 Tesalonicenses 5:18 dice: "Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús", y Efesios 5:20 dice: "dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo". La palabra difícil aquí y en los dos casos es: todo. Si dijera casi todo nos sería más fácil para acallar cualquier cuestionamiento. Hay que ser agradecido, pero no nos dice como. La segunda palabra difícil es: siempre. ¿Y si no tengo deseos, debo hacerlo igual? Los sentimientos vienen por detrás. ¿Cuál es la clave? Exprese gratitud, aún cuando no tenga deseos.

Romanos 8:28 dice: " Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados". Si doy gracias por todas las cosas, debo ver a Dios en todas las cosas. Dios está haciendo que en mi vida todo ayude a bien. No importando lo que surja de improviso. Dios que controla mi vida, El quiere hacer algo bueno, lo entienda o no. Hebreos 13:6 dice: "de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que pueda hacer el hombre". Jesús vive dentro de todo verdadero cristiano, así que no nos mira desde la distancia. ¡Vive en mí! Lo que me preocupa a mí, le preocupa a EL. El está involucrado en cada instante de nuestra vida. Está conmigo en la adversidad, en el dolor, en los fracasos, y los permite para mi bien. ¿Es un Dios pasivo? Indudablemente no lo es. Permite la injusticia, la herida, la pérdida y la desilusión. En numerosas ocasiones no hay razón humana para dar gracias, pero debemos someternos a su control soberano. En todo es en cada cosa. No debemos dar gracias por el pecado, porque Dios lo desaprueba. Dios no ocasiona el pecado, no lo instiga, ni nos tienta. Isaías 45:7 dice de Dios: "que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto". Una antigua traducción decía: "creo el mal", en realidad es "creo la adversidad". ¿Por qué Dios crea la adversidad? No siempre conocemos la razón. Por ejemplo, cuando mueren los creyentes jóvenes u ocurren accidentes. Dios desea captar nuestra atención, que pensemos en nuestro futuro y en la verdadera seguridad. "Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley" Dt 29:29. Dios controla todo, El está en todo. ¿Qué hace el pecado? Nos revela lo que somos. Si preguntamos aquí, ¿quién se cree perverso? Encontraremos que nadie lo reconocerá, pero Jeremías 17:9 dice: "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Sin Cristo seríamos perversos. El hombre en su estado natural es sensual, hiriente, perverso. Dios odia el pecado, pero nos permite pecar para mostrarnos lo que somos. En el momento de salvarnos, llegamos al arrepentimiento porque la Palabra de Dios, nos acusa de pecado (redarguye). 1 Juan 1:9 dice: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad". ¿Debo dar gracias por el pecado? ¡No! Solo que por causa del pecado, conocemos la bondad, la misericordia y la gracia salvadora de Dios. Dios sigue estando con nosotros cuando las familias se separan, cuando hay dificultades económicas y en toda enfermedad. En todo acontecimiento debemos someternos a El, en lugar de culparlo.

El propósito de Dios en las tempestades.

Dios es un Dios de propósito, está detrás de todas las cosas orquestando todo. El no es reactivo, sino iniciador. A veces nos preguntamos: ¿Cómo pudo esto suceder? Las tormentas o tempestades de la vida, las podemos iniciar nosotros, o Dios, o el enemigo de nuestras almas. No es lo más importante su duración o su intensidad, o su naturaleza o su origen, sino ¿Cuál es su propósito? Lo importante es la reacción correcta. Todas las cosas nos ayudan para bien. Sirven para:

1) Limpieza: Es innegable la obra purificadora del dolor. Es el tiempo cuando vemos todas las cosas en una nueva perspectiva. El dolor actúa como el sol, puede derretir la nieve o endurecer la arcilla. Saca hábitos, actitudes, y pecados, los cuales en "tiempos normales" pasan desapercibidos. A través de la tormenta, Dios no nos busca hundir, sino santificarnos, ya que El no se propone destruirnos. El interesante episodio de la limpieza de los pies de los discípulos, nos deja muchas enseñanzas. Pero Juan 13:15, nos dice que "ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis". El contacto con el mundo, nos ensucia los pies. Necesitamos limpieza. En ocasiones somos ayudados por otros hermanos que nos limpian "la tierra acumulada". Pero no es el único método que Dios utiliza. El dolor nos hace reflexionar. La amistad con el mundo, inevitablemente nos traerá dolor, haciendo estéril nuestra oración, ya que pedimos para gastar en nuestros deleites (Sgo 4:1-5). Hábitos a desterrar.

la amistad con el mundo: Sg 4:4-5 y 2 Cor 6:14-15. En Corinto algunos de los convertidos, volvían a las antiguas prácticas con las prostitutas sagradas. No se puede ser uno con el enemigo. La amistad con el mundo es enemistad con Dios, es el adulterio espiritual.

el hecho de permitir ser influidos por quienes nonos convienen: debemos buscar cristianos maduros, que en el carácter de mentores, nos influyan positivamente. El mal consejo puede ser ruinoso y podemos llegar a tardar años en reponernos. En ese lapso muchos le echan la culpa a Dios, quien no la tiene. Necesitamos a nuestro Bernabé, nuestro Jonatán y nuestro Timoteo. (El mentor sobre nosotros, junto a nosotros y bajo nosotros). No permita que cualquiera influya sobre usted.

el carácter amargo: es como si desayunáramos con vinagre Efesios 4:31-32.

la vida conformista: "perdiz que vuela bajito deja sus plumas en el alambrado". Hubo un aviador en la segunda guerra mundial, que sintió un ruido extraño en su avión, y era un ratón que estaba comiéndose parte vital del fuselaje del avión y el piloto, no podía hacer nada para evitarlo. Se acordó ante la inminencia de la muerte, que los ratones necesitan más oxígeno para vivir que el mismo hombre, y puso el avión a la máxima altura, al punto de casi descomponerse. El ruido del roedor cesó, el piloto bajó en su base y descubrió muerto al ratón. ¿A qué altura estás volando? Recordar a las águilas. Leer Fil 3:14 y 2 Pe 3:18.

la costumbre de decir malas palabras: que feo queda hablar mal. Una fuente no puede echar agua dulce y salada al mismo tiempo. Ver Efesios 4:29 y 5:4.

la simulación y la hipocresía: uno de los pecados más graves. Tenemos que ser de una sola pieza. No importa ante quienes estemos, ya sea frente al presidente como ante el último ciudadano. Ver Sgo 3:17.

el hábito de no permitir al Espíritu Santo el gobierno de nuestras vidas: Sg 4:5 nos dice que el Espíritu Santo nos anhela celosamente. ¿Cuándo es ésto? Cuando resistimos la orden de Efesios 5:18.

¿Para qué vienen las tempestades y las tormentas? Para actuar en favor de nuestra limpieza. ¿Para qué la limpieza? Esto lo responde Juan 15:2,8, para dar fruto.

Abraham, Moisés y Elías, para dar fruto fueron retirados de sus ambientes. Abraham, tuvo que abandonar una ciudad politeísta como Ur para dirigirse a una tierra desconocida. Taré, su propio padre, se supone que era sacerdote de la luna. Dios volvió a darle indicaciones a Abraham, cuando murió su padre. Siempre moró en tiendas, siempre se movió confiando en promesas acerca de su descendencia y de una tierra que Dios le entregaría. El esperaba una ciudad cuyo arquitecto y constructor es Dios. Un error muy común en todos nosotros, es pensar en exceso sobre donde estamos y no pensar debidamente en donde estaremos. Abraham fue dejando cosas en el camino, por ejemplo sus mentiras, las cuales usó para protegerse.

Moisés, por razones forzosas tuvo que dejar la comodidad dela corte del Faraón, y llegó seguramente deprimido a un osáis del desierto, donde siete mujeres cuidaban las ovejas de su padre. El las defendió de otros pastores. Por esa noble actitud, se ganó el favor de Jetro. Moisés estuvo "en ablande", durante 40 años en donde Dios le sacó de encima todo lo de Egipto, y cuando lo vio en condiciones de usarlo para su gloria, fue que la zarza comenzó a arder en Horeb y allí tuvo la gran revelación de Dios. Moisés necesitó el desierto, donde fue preparado para una gran obra. Primero quiso hacer todo a su manera y al final de su "seminario" no quería hacer nada. No hubo una persona tan mansa como él.

Elías, fue retirado de la escena, inmediatamente después de haber llevado la sentencia de la sequía a un rey tan corrupto como Acab. Dios lo mandó a un pequeño arroyo, que a consecuencia de la sequía al poco tiempo se secó. Los cuervos pasaban a la mañana y a la tarde con pan y carne. Era la persona más buscada del país, y Dios lo mandó a un país extranjero (Sidón). El profeta necesitó estos bruscos cambios de ambiente, para que aprendiera a confiar en el proveedor y no sólo en la provisión.

Hebreos 12:1 dice: "Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante". Cuando Charles Limberg cruza el Atlántico, utiliza el avión llamado El Espíritu de San Luis. Esto ocurre en el año 1.927, cuando conduciendo en solitario une Nueva York con París, usando l.800 litros, sin la ayuda de un segundo piloto, ni de radio por el peso, tardando 33,5 horas para cubrir el trayecto de 5.450 km.

En Hechos 27:13-38, se nos narra una tempestad donde Pablo y los demás tripulantes del barco estuvieron en gran peligro. En medio de la tormenta, comenzaron a tirar los aparejos de la nave (verso 19), soltaron hasta el bote de emergencia (30), tiraron gran cantidad de trigo (38), cortaron el ancla (40). ¡Pero se salvaron!

2) Compañerismo: si nos fijamos en el Salmo 42, tenemos la experiencia de alguien desalentado por las circunstancias difíciles, que estaba en situación desesperada y quería salir del apuro. El salmo no quiere convertirse en un tratado sobre el sufrimiento sino en un salmo que hable sobre la búsqueda de Dios. En el verso 6, dice que se acuerda de Dios desde la tierra del Jordán, ese lugar era una depresión (la más baja de la tierra), tipo pozo gigante a 200 metros bajo el nivel del mar (el Mar Muerto está a 400 m bajo el nivel del mar) y hace mención indirectamente al Monte Hermón, que es la montaña más alta de la Tierra Santa (1.959 metros). ¿Por qué usó la geografía de contraste? La usa, para ilustrar el contraste entre el alma abatida, deprimida y Dios. El hombre en lo más bajo y Dios en lo más alto. Lo interesante de todo el salmo es la marcada necesidad del compañerismo con Dios ("mi alma tiene sed de Dios"). Clama por Dios en el verso 1, tiene sed de Dios en el verso 2, se llama a confiar en Dios en el verso 5, se acuerda de Dios en el abatimiento en el verso 6, le dice a Dios Roca mía en el verso 9, y concluye que hay que esperar en Dios. ¿Cuál es el desafío del salmo? Hay que abandonar el hundido valle y trepar o escalar hacia la cima. ¿Cómo hacerlo? El que lo está diciendo lo dice desde abajo, y no desde la cumbre. Está alejado de la cumbre, deprimido, en una actitud negativa y sin mayores posibilidades. Este hombre ama a Dios, pero no está gozando del compañerismo con Dios, y no usa la hipocresía para ocultar sus emociones, al contrario, las pone al descubierto. No se pone a cantar "Yo tengo gozo, gozo, gozo en mi alma hoy". No podemos saber la causa última de su depresión (podría ser el hecho de estar lejos del santuario o no, o existir otro tipo de causa como biológica, política, sicológica o química, etc), pero el contenido del salmo es más valioso no por su contenido biográfico, sino que representa un espejo para nosotros. Su caso no es único, ya que en la Escritura encontramos a muchos como él: Moisés, exiliado, fugitivo de la justicia, olvidado de todos (Ex 3:1, Hc 7:23,29,30), Josué, desalentado y afligido porque el cruce del Jordán terminó en derrota, Ana, descorazonada, sin ánimo de comer, víctima de comentarios ofensivos por no engendrar hijos (1 Samuel 1:5,6,10), Elías, temeroso por su vida y fugitivo por causa de la reina, por el desierto solo y deprimido, Naamán cuando descubrió que era leproso, la viuda de Naín por la muerte de su único hijo, la mujer con 12 años de hemorragias, el inválido por 38 años junto al estanque, Jesús en el Calvario, etc.

Luego el salmista dice: "me acordaré, por tanto de ti desde la tierra del Jordán...". No dice me tomaré una pastillita, o me reuniré con amigos o haré ejercicios o control mental. Comenzó a acordarse de Dios. ¿Qué tendremos que acordarnos de El. David un día se encontró con la peor de las experiencias, ya que banda de merodeadores amalecitas habían secuestrado las familias de él y sus hombres. Se puso muy mal, "pero se fortaleció en Jehová su Dios". No se podría imaginar una situación peor, ni más perturbadora. Luego de fortalecerse, en dos días pudo rescatar a los suyos. Que el abatimiento no te deje paralizado. ¿Cómo hacer?. El Salmo 42 nos dice: "me acordaré". Si Dios lo pudo hacer una vez conmigo, lo puede seguir haciendo. David recordó lo que había hecho Dios en otras oportunidades y eso lo fortaleció. Dios nunca acorta su mano para salvar. Cuando recordamos: la esperanza comienza a brotar y florece la fe. Spurgeon, un predicador inglés del siglo XIX, sufría de estados depresivos. El decía que cuando trabajamos con seriedad, abrimos flancos a los ataques de depresión. Causa: el peso de las almas de los hombres, las ansias apasionadas por su salvación, el desaliento por aquellos que daban las espaldas a las demandas del evangelio, por ver enfriarse a los piadosos, por ver a los cristianos nominales aprovecharse de los privilegios, y los pecadores gozarse en sus pecados cada vez más. El decía que la depresión venía para prepararlo para una bendición mayor en el ministerio, como una nube negra antes de la lluvia o como un Juan el Bautista que anuncia la pronta venida del Señor. Como el vaso de barro era lavado para ser usado por el Maestro (Lev 6:28). El quebrantamiento es antes del bautismo del Espíritu, como el ayuno abre el apetito para participar del banquete. El desierto es camino a Canaan, y la hora más oscura de la noche, es la que precede al alba. Debemos concentrarnos no tanto en nosotros mismos, sino pensar en el Señor. No pensar en como estamos, sino como estaremos ante la intervención de Dios.

¿Qué recordar? Al Dios creador, y cuando El dijo que lo que había creado era bueno en gran manera, y esto incluía al hombre mismo. Recordar que tu dijiste que si te buscamos con todo nuestro corazón te encontraríamos. Recordar que tu perdonaste todos nuestros pecados en la cruz. Que Tu fundaste la iglesia al precio de tu propia sangre, y formaste una familia para que nos pareciéramos a ti. Recordar que nos enseñastes el significado del amor.

En el verso 7, menciona a un abismo. El abismo en el Antiguo Testamento, se refiere a las aguas profundas del océano. Las cascadas se refieren posiblemente a las aguas que caían de corta distancia en las montañas de la tierra santa. ¿Que representa esta nueva comparación, sacada de la geografía? Es un ejemplo de como el Espíritu de Dios llama al espíritu del hombre. Cuando habla de ondas y olas que le pasan por arriba, debemos recordar que él vivía en una sociedad primitiva con muchos peligros. ¿Y nosotros? ¿Cuáles son las olas que nos azotan? La amenaza nuclear, la carrera armamentista, los rumores de guerra, las locuras de la economía mundial, que a la larga afectan los empleos, el divorcio que nos quiere hundir, la falta de trabajo, la presión de tantos impuestos, alguna garantía, las deudas que se vienen contra nosotros, la falta de apoyo de la familia para nuestros proyectos, el no tener una casa propia, el pasado viejo que quiere volver, un pecado que no podemos superar, el pesimismo que surge de ver una sociedad que se resiste a cambiar (Sal 14:2,3).

No podemos escapar del mundo como lo hacían los ermitaños en la antigüedad huyendo a los desiertos. Hay personas que lloran, oran, luchan y buscan a Dios, y el hallazgo es lo más dulce por lo prolongada que ha sido la búsqueda.

El versículo 10 habla de heridas en los huesos, es decir, que no son heridas livianas o superficiales. La octava bienaventuranza dice así: "Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia" Mateo 5:10. Jesús añadió: "Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán" Juan 15:20. Perseguir: "seguir al que va huyendo con el ánimo de darle alcance". ¿Es siempre perjudicial la persecución por el nombre de Jesús? Duele, pero tiene la capacidad de producir el avivamiento en nuestro compañerismo con Dios. El primer avivamiento tuvo lugar cuando la nación de Israel se enfrentó con el posible aniquilamiento frente a los filisteos (1 Samuel 7:9), hubo arrepentimiento, quitaron los dioses ajenos, el pueblo se salvó y la nación fue renovada.

En Mateo 14:22-33, se nos relata el episodio que acontece luego de la alimentación de los 5.000, donde Jesús hizo entrar en la barca a sus discípulos, dejándolos solos. Los mandó a la tormenta, a la boca del lobo. ¿Cuál fue la razón? Era para demostrarles que no hay tempestad que lo ahuyente. Los apóstoles remaron 7 horas seguidas y como el viento era contrario, casi no avanzaban. Cuando Jesús llegó, lo primero que hizo fue identificarse. Ellos estaban muy ocupados remando y sacando agua de alguna manera, tan ocupados y sobresaltados que confundieron al Señor con un fantasma. Jesús muchas veces no preavisa la tormenta. No da el alerta meteorológico espiritual. El hizo un aviso general cuando dijo: "en el mundo tendréis aflicción, pero confiad Yo he vencido al mundo." El no está obligado a darnos detalles de nuestro futuro.

La pequeña embarcación estaba azotada por la olas, y seguramente en ella entraba agua. En nuestra vida azotada por las olas, ¿no entra el agua del dolor? del desengaño? del hermano que nos falló? del mal consejo? de la mentira? del acoso? la estafa? el desprecio? el desamor? la discriminación, la crítica? el de sentirnos usado como un limón, que nos sacan todo el jugo y luego nos tiran a la basura? Muchos preguntamos ¿dónde está Jesús que no hace nada en mi favor? ¿Se olvidó de mí? Tiene un propósito que cumplir con mi vida y que no se ha cumplido todavía. Jesús no quería hundir la barca, no era su propósito. Como no quiere arruinar tu vida. ¿Entonces por qué me envía directamente a la tormenta que no me gusta nada? Quiere revelarnos cosas que en situaciones normales o de calma no aprenderíamos. Quiere que consideremos desde otra perspectiva su compañía. Si te va bien en la vida, es muy fácil decir que Dios te bendice, pero en medio de la tormenta El quiere revelarse a ti con mayor intensidad. Quiere llevarte al estado de impotencia, necesidad y desesperación, para que confíes en El y digas o grites: ¡Señor sálvame! (Mt 14:30). Cuando apareció Jesús en medio de la tormenta, ésta no cesó, ya que cuando Pedro caminó sobre el mar, había un fuerte viento. ¿Llegaste a este punto? Siempre tenemos un as bajo la manga. Pero el Señor no quiere que te "cartees". ¡No tendemos a buscar su mano! Decimos "yo me arreglo" con esta familia, con este negocio, con mi propia vida. Nunca estamos fuera de su alcance poderoso. Nuestra paz en medio de la tormenta, no depende de la ausencia de tormenta, sino de una relación adecuada con Jesús. (Jn 14:27, 16:33, e Is 26:3-4).

Luego de la experiencia de la tormenta en Mateo 14:22-33, sus oídos estaban afinados para escuchar el gran sermón acerca de Jesús el Pan de Vida. Podemos leerlo completo en Juan 6, donde la palabra "discípulo" cambió completamente, ya no significaría más seguidor sin compromiso. Reconocieron que Jesús tenía palabras de vida eterna y sino vamos a Jesús ¿a quién iremos?. La tormenta y el sermón se complementaron para dar una visión nueva acerca del Mesías.

3) Producir conformidad con Cristo: somos una joya en bruto que tiene que ser pulida por la Mano Maestra. ¿Para qué? Para que se implante en nosotros el carácter semejante al de Cristo.

¿Has deseado vivir en un Castillo? En el estado de Sajonia (Alemania), salieron hace un tiempo 12 castillos a la venta por el increíble precio de un marco alemán (50 ctvos). Había un pequeño detalle a tener en cuenta, según el "New York Times". Las estructuras históricas estaban en mal estado y los compradores debían restaurar cada propiedad "conforme a su arquitectura histórica". Esto salía entre 7 y 60 millones. Quiere decir que la reparación es lo más parecido a una pesadilla. Según Efesios 2:1, sin Cristo estamos muertos en nuestros delitos y pecados, pero esta situación de desesperanza de nuestra condición humana, no ha disuadido el amor de Dios. Esta renovación comienza con la nueva vida. (Efesios 2:4-5). Como los castillos que salieron a la venta, el propósito era restaurarles su antigua gloria. Nuestras vidas, quieren ser restaurados a su primitiva gloria. La obra de Dios no termina cuando recibimos a Cristo y hemos pasado de muerte a vida, sino que es entonces cuando empieza. Efesios 2:10, nos dice que somos "hechura suya", "poema", "obra maestra".

Este plan maravilloso está manifestado en Romanos 12:2, "no os conforméis a este siglo". No tomen la formas de este mundo pecaminoso. No copien el estilo, la manera de vivir, el modo de pensar, la forma de razonar. Debemos de tener un definido no al "espíritu de esta época". Debemos tener una actitud de renuncia constante a este aluvión de pecado que amenaza con arrastrar a todo lo que se pone a su paso. Debemos tener la actitud diaria de aceptación y definido sí al estilo cristiano y santo de vida.

Si nos comparamos con la gelatina líquida, cuando es preparada, vemos que el paso siguiente es ponerla en un molde y allí a la heladera para que se haga sólida. Así el líquido al hacerse sólido, toma la forma del molde en que lo hemos puesto. Nosotros somos la gelatina líquida, que ha sido puesta en el molde de Cristo. Hay un refrán que dice: "dime con quien andas y te diré quien eres". De tanto andar con Cristo, hemos de reproducir su vida por la acción del Espíritu, copiando su mentalidad, su forma de hablar, y su comportamiento. Pablo en Romanos 12, nos está diciendo ¡Ustedes son diferentes! Conocen a Dios, El se les reveló. En este pasaje se usa la palabra "metamorfosis". Es el proceso de renovación de la mente. "Para que comprobéis" para que experimenten la voluntad de Dios. Para conformarnos a Cristo, debemos conocer la voluntad de Dios, entenderla, creerla, hacerla nuestra en el diario vivir, proclamarla y enseñarla.

 

4) Producir convicciones: Hc 27:1-44, Fil 1:6. Las convicciones son los niveles más profundos de creencias. Stanley Jones, famoso autor de libros y por años misionero cristiano en la India, fue atacado de una enfermedad que lo dejó sin habla y postrado. En esta situación dijo: "no necesito de apoyos externos para sostener mi fe, ya que es ella la que me sostiene a mi". Al fin del 2 siglo había una relativa paz en el Imperio Romano y el peligro estaba en los pueblos bárbaros que amenazaban. Llegó entonces al poder Septimio Severo, y quiso unir a los súbditos bajo una única religión, la del sol invicto. Al dar a luz tal sincretismo, hubo dos grupos obstinados que no aceptaron la nueva situación: los judíos y los cristianos (año 202). Muchos fueron condenados a muerte. Perpetua fue una joven madre de un bebé, su propio padre intentó convencerla que abandonara la fe cristiana. Ella dijo en esa situación tan difícil frente a la inminente muerte: " De igual modo que cada cosa tiene su nombre y es inútil tratar de cambiárselo, ella tenía el nombre de cristiana y no podía cambiárselo". Tenía convicciones. Felicidad era otra joven esclava, que ante el mismo hecho dijo: "Ahora mis sufrimientos son sólo míos. Mas cuando tenga que enfrentarme a las bestias, habrá otro que vivirá en mí, y sufrirá por mí, puesto que yo estaré sufriendo por él. Tenía convicciones, ¿usted las tiene?. Hoy en nuestro medio no hay peligro de muerte física por cuestiones de fe, pero si hay peligro de muerte espiritual, y ésta ocurre cuando no tenemos convicciones. Los creyentes de la iglesia primitiva tenían sólidas convicciones.

Un ateo tiene un sistema de creencias o convicciones: solo cree en lo que siente, lo que ve y lo que toca, no tiene seguridad en nada que sea inmutable. Adhiere a un sistema de creencia sin esperanza y sin vida eterna, ya que cree sólo en la vida natural. Vive en horrible confusión. 1 Pedro 2:7-8, nos habla de que Jesucristo es la Piedra del Angulo. La piedra del ángulo en las construcciones antiguas, era la que determinaba la correcta construcción del edificio, para que no saliera torcido.

Si nuestro fundamento no es Cristo, no hay fundamento. Hay cristianos con una fe llena de baches. ¿cómo está tu fundamento? Hay creyentes que creen 5 hojas de la Biblia y no creen 3. ¿Usted cree en el nacimiento virginal de Cristo? ¿Usted cree en la resurrección de Cristo? ¿Y en el bautismo del Espíritu Santo? ¿Es el discipulado una convicción para usted? ¿Y el evangelismo es una realidad de vida? ¿Si son convicciones, usted las aplica a su vida? ¿Cree en la realidad de la segunda venida de Cristo? ¿Creemos que Dios es nuestro proveedor? ¿Creemos en la respuesta a la oración? ¿Y en la sanidad milagrosa? Muchas veces fallamos en lo práctico. Cuando nos sacude el fuerte viento y la tempestad está en contra nuestra ¿qué es lo que creemos allí? En teoría creemos en un Dios Todopoderoso, en la práctica y en ocasiones lo transformamos en un dios de bolsillo impotente a mi necesidad.

Hechos 27:10-11, nos muestra que hay dos voces que quieren captar la atención: a) la de Dios b) la de la razón humana y que conducía al desastre. Está la sabiduría terrena y la de lo alto, ambas se contraponen (Sg 3:13-18). Cada vez que meditas en la Palabra de Dios personalmente, en el discipulado, en el grupo familiar y en la predicación dominical, tienes la gran posibilidad de incrementar y solidificar tus convicciones. Es escuchar la voz de arriba. Pero en la tormenta, siempre queda en claro en que crees. Cuando tenga que decidir, siempre decida basado en las convicciones. Cuando se pierde la esperanza, muchos intentan sostener su hogar, negocio, vida, profesión, echando mano a la sabiduría, determinación y experiencia. Alijan el barco (Hc 27:18), echan al mar la ganancia (Hc 27:38), se les termina la esperanza (Hc 27:20). Se llega a la desesperación, y ahí llegamos a considerar que tenemos límites y no podemos franquearlos, es decir que somos fuertes cuando todo va bien. Pablo tenía convicciones sólidas, ¿Usted las tiene, o toca de oído? En el barco y en medio de la tempestad, Pablo reaccionó diferente ¿Por qué? Tenía convicciones, ¿Cuáles? En Hechos 27:23 nos resume algunas de ellas:

a) El Dios de quien soy: Pertenezco a El. En Efesios 1:11 se nos dice: "en El asimismo tuvimos herencia (somos herencia). En el medio de la tempestad ¿nosotros a quien miramos? Ver el Salmo 121. Cuando estamos confundidos miramos el mundo, el dinero, la fama, la posición, el poder, etc. Dios es nuestro banco, nuestra vida, nuestro negocio, nuestro éxito. Al morir Jesús no dejó herencia material, pero dejó una maravillosa herencia para sus hijos: abrió el camino para las relaciones restauradas con el Padre, Hebreos 10:19-20. Los recursos de Dios son nuestra posesión. En Mateo 17:25-27, Jesús indica a Pedro una fuente de fondos que necesitaba para cubrir las necesidades de impuestos. El Salmo 27:10, nos dice que aunque nuestra familia más cercana y de quien podemos recibir más ayuda nos abandone, con todo Dios nos recogerá.

b) El Dios a quien servía: Mr 10:45, Dn 3:18. O vivimos para servir o no servimos para vivir. O servimos a Dios o a nuestros propios deseos. Nuestros deseos son a menudo instrumentos del pecado, un porción del mundo o inclinados a traicionar a Dios. Tarde o temprano el mundo traiciona a sus seguidores. Sirve al dinero y te traicionará, confía en la posición y la perderás, pon tu confianza en Dios y nunca te fallará. Cristo llevó una vida de servicio, siendo amigo de los solos, discriminados, desamparados, enfermos, etc. Fil 2:5, nos dice: "Haya pues en vosotros este mismo sentir que hubo también en Cristo Jesús". Pablo en medio de la tragedia, servía a Dios.

c) Confiaba en las promesas de Dios como reales: Hechos 27:24 nos dice que Pablo recibió ánimo la seguridad de que iba a llegar hasta el Emperador con su causa. Ver Números 23:18-23, 1 Juan 5:14-15 e Isaías 32:2, Mt 11:28-30, Mt 5:4,6.

Si recordamos algunos ejemplos del Antiguo Testamento, veremos las convicciones de estos antiguos creyentes. Con la historia de Sadrac, Mesac y Abed-Nego frente a la tormenta de fuego puso de relieve la convicción de que la adoración no se comparte. La estatua de 27 metros por 2,70 no recibió adoración de los jóvenes hebreos. Gran parte de nuestra fe depende de lo que logremos que Dios haga lo que pensamos nosotros es necesario. La fe de aquellos valientes muchachos, no dependía de la liberación del horno de fuego, sino del conocimiento de Dios, que El los cuidaría más allá del fuego. No condicionaron en la tormenta, su lealtad a Dios. Nunca condicionemos nuestra lealtad a Dios. Ellos no confiaban en Dios para que las cosas salieran como deseaban, sino que se ponían en sus manos con la seguridad de que los sacaría adelante, encima de toda prueba.

Is 43:2 dice: "Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo y si por los ríos, no te anegarán, cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti". Hay cristianos que engendran ellos mismos sus tormentas, y luego se quejan del mal tiempo que soportan. (Gál 6:7-8).

Ejemplos más cercanos también nos animan. Tal es el caso de Lutero, un hombre valiente en la noche más oscura de la historia de la iglesia institucional. A principios del siglo XVI, se había llegado con respecto a la fe lo más lejos posible de la verdad bíblica. Fue alguien comprometido con la verdad mismo y con convicciones firmes que se levantó en el nombre de Dios. El decía: "mi conciencia es cautiva de la Palabra de Dios". Se levantó contra la corrupción de sus días. Los prereformadores anunciaban que un volcán estaba a punto de estallar, llevando al compromiso con el auténtico Cristo. Lutero levantó especialmente 4 banderas: sola fide (fe), sola gratia (gracia), sola scriptura (escritura), y solo Cristo. Eran los principios o valores de la iglesia primitiva, que paulatinamente fueron arriados y enarbolados otros en su lugar que eran falsos. El tradujo en 11 semanas el Nuevo Testamento. La historia de la iglesia fue distinta después de Martín Lutero. El no fue perfecto ¿Por qué? Conservó la alianza iglesia-estado, la doctrina de la cena quedó igual al catolicismo, y mucho ritualismo. Pero es fácil juzgar luego de más de 480 años los sucesos que acontecieron. Lutero tuvo un compromiso con la Gran Comisión, ya que su sueño era que en cada hogar alemán hubiese una Biblia en el idioma del pueblo. La bendición no puede venir de otro lugar que no sea la verdad.

Hemos visto las convicciones de algunos creyentes del Antiguo Testamento, de Pablo, de la iglesia primitiva, de la Edad Media con la reforma. ¿Y nosotros qué convicciones sostenemos? ¿Cuál es la creencia más profunda que sostenemos? La respuesta correcta, es la que surge de Marcos 12:28-34. Amar al Señor con todo nuestro corazón, alma, mente y con todas nuestras fuerzas.

a) Corazón: representa la dirección de la vida y los afectos. (Kardia).Los primeros tres reyes de Israel tipifican a los creyentes de hoy. Saúl, sin corazón o con el corazón vacío para Dios, David todo corazón o con el corazón entero para Dios, y Salomón, medio corazón. Leer 1 Samuel 13:14 y 16:7. Sgo 1:8 nos dice que el hombre de doble ánimo (fidelidad dividida) es inconstante en todos sus caminos.

b) Alma: representa la personalidad, sentimientos, hábitos, estilo de vida, carácter. Aquí no vale la doble vida, el carácter voluble no sirve, sino el firme. El estilo de vida en conformidad a Cristo. Es el componente espiritual, social y sicológico.

c) Mente: representa la búsqueda prioritaria del conocimiento de las cosas de Dios. Dios no quiere gente que viva en la ignorancia, sino que sus hijos se llenen de sabiduría e inteligencia espiritual. Bill Gates el gigante de Microsoft dice en su libro "El camino que tenemos por delante": "máquinas poderosas del mañana están conectadas a la superautopista....podremos comunicarnos con cualquier persona en cualquier lugar que desee comunicarse con nosotros". La información no es sabiduría. Ver Rom 12:2. Una mente renovada está en óptimas condiciones de amar a Dios. Filipenses 4:8.

d) Fuerzas: representa la intensidad de nuestro amor.

¿Cómo son nuestras convicciones? ¿Están en armonía a Marcos 12:28-34? ¿Tienes que hacer algunos ajustes?

Es importante tener en cuenta los principios o convicciones de Cristo Jesús. La última tentación de Cristo, que no tiene que ver con el argumento de la famosa película antiescritural, fue: "...si eres Hijo de Dios desciende de la cruz" Mateo 27:40. ¿Podía Jesús bajar? Si, por supuesto, naturalmente que podía hacerlo. ¿Por qué no lo hizo? Porque si lo hacía, el diablo triunfaba y nosotros hubiéramos estado perdidos para siempre. Si descendía demostraba que amaba más su propia vida que la mía y la tuya. Tenía convicciones, y entonces no lo movieron. Era la principal piedra del ángulo, que determinaría la medida de todo lo demás. Había dicho: "el que quiera salvar su vida, la perderá" Mr 8:35. En nosotros el yo está en la cruz. ¿Cuántas veces descendemos? Muchas. ¿Por qué descendemos? Nos faltan convicciones firmes o las que creemos tener aflojan. ¿Para qué descendemos? Para hacer nuestra voluntad. ¿Cuándo ocurre ésto? Cuando me ofendo porque alguien me dice algo que no me gusta, cuando guardo resentimiento, etc.

Muy seguido aprendemos muy tarde lo muy importante. El propósito de Dios es formar una gran familia de hijos parecidos a Jesús. En la tormenta, Satán nos prueba para sacar lo peor de nosotros, y Dios nos prueba para sacar lo mejor de nosotros.

Mt 26:39, allí Jesús pide, "no sea como yo quiero, sino como tu" Lo dijo al Padre por amor de mi y de ti. El murió a su yo, que no era pecaminoso, murió a su propio poder de decisión. Jn 5:19 "No puede el Hijo hacer nada por si mismo sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igual". Jesús murió así mismo, mucho antes de la cruz, fue antes de la fundación del mundo. Apocalipsis 13:8.

¿Cuáles son tus convicciones en la tormenta? ¿Están sólidas o se encuentran prendidas con alfileres?

 

5) Disfrutar del consuelo de divino: en Juan 14, tenemos un panorama desolador de parte de los discípulos de Cristo, ya que el Señor terminaba de decirles que tenía que dejarles y además les había anticipado la traición de uno del grupo íntimo. Los discípulos estaban enfrentando unas de las tormentas más serias, la de la separación (Juan 13:33). El Maestro a quien tanto querían se iría de ellos, ¿a dónde irían las esperanzas del reino mesiánico? ¿qué harían solos frentes a los enemigos terribles, ya sin la presencia de Jesús con ellos? Jesús se dio cuenta de la turbación y el conflicto de sus discípulos. Tal vez sus rostros denunciaban la desorientación.¿Qué camino tomarían?

Es gran ayuda y consuelo saber que Dios conoce los problemas mas graves que tenemos y aunque éstos nos inunden.

Si nos inunda la soledad y el dolor, como aconteció en el hogar de Betania con María y Marta, frente a la muerte de Lázaro (Juan 11), la presencia de Cristo disipó toda protesta, incomprensión y angustia. Aún al precio de soportar la amonestación: "¿no te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?".

Si nos inunda la incomprensión, hallaremos respuestas en nuestro Señor (Hechos 4 y Job).

Si no nos toleramos a nosotros mismo al fallar y fallar, también tenemos respuesta en nuestro Dios (Romanos 7 y 8). Muchos creyentes enfrentan tormentas, que desgraciadamente ellos iniciaron, y luego se quejan a Dios del "mal tiempo".

Si nos molesta la incomodidad laboral, recordemos al profeta Elías que tenía para esos tiempos un "empleo insalubre" a causa de la inmoralidad, la corrupción y el paganismo. Nosotros sufriremos incomodidades porque el mundo funciona al revés de las santas normas de Dios.

Si sufrimos porque es difícil convivir con un hijo rebelde (Lc 15), con un esposo/a incomprensivos, unos padres que no nos comprenden, Dios traerá su ayuda y consuelo, no nos dejará solos.

Si nos amarga vivir en una sociedad llena de injusticia, que premia al delincuente y condena al honesta, recordemos que de Dios es la venganza, y que el nos consolará y traerá su auxilio. Salmo 46.

Si nos disgustan las presiones, recordemos que Jesús las tuvo en cantidades inusitadas. (Juan 8 y la pregunta si era lícito dar tributo al César).

Uno se pregunta: ¿Quién podrá apoyarme? Dios lo va a hacer y traerá su respuesta y su consuelo.

El Salmo 56:8 (traducción de Lutero) dice: "Junta mis lágrimas en tu cántaro (redoma), sin duda tu las tienes contadas (libro)" Las lágrimas de los hijos de Dios, interesan a Dios. Dios las guarda. Dios las cuenta. Dios le agrada. La ciencia puede analizar la composición química de la lágrima, sólo Dios sabe los motivos de nuestras lágrimas. Mateo 5:4 dice: "Bienaventurados los que lloran (afligidos) porque ellos recibirán consolación".

Hay cierta tristeza, que nos califica para ser felices. ¿Cuál es?

a) La tristeza del que se arrepiente del pecado. Trae consuelo, perdón y salvación.

b) La tristeza del que lamenta el pecado ajeno porque ama a Dios y al prójimo.

c) La tristeza que se experimenta por la aflicción de otros. ("llorar con los que lloran").

 

 

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