Iglesia Evangélica Bautista del Centro


¡ESTUDIEMOS LA BIBLIA! - Hoja Semanal Nº 17 - Domingo 4 de Abril de 1999.

Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica Bautista del Centro , Rodríguez 1036, 2000 Rosario.

Teléfono 4380824 - Registro de Cultos Nº 672, Secretaría de Culto de la Presidencia de la Nación Argentina


Internet: www.rdigital.com.ar/ieb

 

La Iglesia Celular

Principios elementales para la multiplicación en la tarea de la evangelización.

 

El domingo anterior comentamos los dos primeros principios: 1) La necesidad de crear y mantener un ambiente espiritual y 2) La necesidad de tener una visión adecuada. Hoy concluiremos con los siguientes:

 

3) La necesidad de estar entusiasmados con Dios, antes que con la Iglesia. ¿A quién servimos en primer lugar, a la iglesia o al Señor de la iglesia? En incontables ocasiones hemos dicho: " Señor, bendice lo que estamos haciendo", en lugar de decir: "Señor, ¿bendices lo que estamos haciendo?" Dios es el especialista número uno en la tarea de la evangelización, y es la autoridad final y definitiva para comisionar a los hombres para realizar Su obra. Si no tenemos en cuenta esto último, serán privadas de acierto, las sociedades misioneras, los equipos evangelísticos, y aún la misma iglesia. Los cristianos debemos estar siempre atentos y sensibles a la voz del Espíritu, como lo hizo la iglesia de Antioquía al enviar a Pablo y Bernabé al primer viaje misionero (Hechos 13:2).

En la parábola de Lucas 17:7-10, vemos que el deber del siervo, luego de arar o apacentar el ganado, es servir personalmente a su Señor preparando la cena. Con seguridad llega cansado por desempeñar todas las tareas del campo, y cuando uno imagina que va a disfrutar un merecido descanso, no lo puede hacer porque le queda una importante tarea por hacer: servir la cena a su Señor.

Debemos atender la obra de Dios, pero sin descuidar al Señor de la obra. Lo dicho, no intenta menoscabar el valor del cuerpo de Cristo, que nació al precio de la vida y la entrega de su Salvador, sino en no dejar de tener en cuenta las prioridades del Reino de Dios. Los mejores planes de la sabiduría humana no pueden reemplazar la dirección divina. No hay vida que pueda triunfar a menos que sea planeada y dirigida por Dios. Los fracasos no se limitan a los inexpertos, aunque en ellos es más frecuente, los únicos que no cometen errores son los que no hacen nada. La causa más común de fracaso, es el hábito de abandonar ante una derrota temporal. En el deporte, no es necesario ganar todos los partidos para salir campeón. Perder una batalla, no es perder la guerra.

Se cuenta la historia ocurrida durante la fiebre del oro en EE.UU, acerca de un hombre muy emprendedor que descubrió una mina de oro, y decidió invertir todo su dinero para explotarla. El primer vagón de la producción, resultó ser el más puro de la comarca. Pensó en hacerse millonario muy rápido, hasta que con tristeza observó que la veta de oro, se volvía cada vez más pequeña y terminó desapareciendo. ¡Que desilusión! Intentó por otros lados de la mina y no resultó, se dio por vencido y vendió todo por poco dinero.

El nuevo dueño, se asesoró con un experto en minas, un ingeniero especialista. El experto dictaminó que el problema se debía a una falla geológica y que un metro exacto del lugar donde había cesado la excavación, volverían a encontrar el preciado metal. ¡ Y así ocurrió ! El secreto, fue consultar al experto y no darse por vencido. En la tarea de ganar almas, no hay que darse por vencido nunca, pero también siempre consultar al Experto. Siempre solicite consejo al Experto antes de abandonar la tarea. ¿Con quién está usted más entusiasmado, con Dios o con su Obra? No conteste esta pregunta inmediatamente, sino que analice detenidamente su vida.

 

4) La necesidad de creer que la evangelización del mundo será posible. Cuando Henry Ford pidió a sus ingenieros que fabricaran el motor V8, o sea 8 cilindros en un solo bloc, ellos contestaron que esa tarea era imposible de realizar. El les dijo: proyéctenlo de todos modos; trabajen hasta que logren el éxito, no importa el tiempo que tarden. La historia terminó, no muy lejos de ese pedido. ¡Encontraron la forma! El éxito llegó y este invento permitió a Ford, estar diez años adelante en la industria del automotor. El creyó que era una tarea posible. Pensemos ahora, en la empresa más importante del mundo: Que en Cristo sean benditas todas las familias de la tierra. Para que esta bendición alcance a todos, los creyentes debemos tener una santa determinación, un deseo vehemente y un anhelo ardiente para que esto ocurra así. Pablo tenía dolor continuo y gran tristeza, a causa de sus parientes según la carne, los cuales permanecían indiferentes a la fe cristiana. El deseaba que conocieran a Cristo, aún al precio de que él viviera separado de Cristo. En Romanos 10:1, sigue abriendo su corazón y da a conocer su más profundo deseo: que Israel sea salvo.

Hemos de animar a nuestros compañeros de lucha, los soldados de la más grande causa, a que la tarea que se nos ha encomendado es POSIBLE, aunque por supuesto, a la manera de Dios.

Una antigua propaganda decía: "no va a andar"(se refería al producto que promocionaba), pero de nuestra tarea, si podemos decir: ¡Si va a andar! ¡Si va a ser posible!. Apocalipsis 7:9, nos habla de la multitud que ha de adorar a nuestro Dios en los cielos, y estos adoradores son de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas. Hay pasos prácticos para llevar adelante esto:

a) Fijar en la intimidad la "cuota" de mi contribución. b) Calcular que voy a dar o invertir a cambio. c) Poner un tiempo o plazo de realización. d) Fabricar un plan personal y ponerlo en funcionamiento. e) Declarar mi propósito bíblico y cuidar cada día de no apartarme de él.

 

 


 

 

Pág 2 - 4-4-1999 - Lección 17 - Iglesia Evangélica Bautista del Centro de Rosario - Rodríguez 1036 - 2.000 - Rosario, Santa Fe

 

LECCION Nº 17 TEMA: LA IGLESIA CELULAR ( 3º Parte)

 

Pasaje Bíblico: Santiago 1:19-27 y Mateo 13:31-33.

Pasaje de Memoria: "Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón". Hechos 2:46.

Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (Santiago 1:19-27 y Mateo 13:31-33); LUNES (Mateo 7:15-28); MARTES (Mateo 13:1-23); MIERCOLES (Mateo 23:1-36); JUEVES (Salmos 19:1-14); VIERNES (Salmos 51:1-19); SABADO (Isaías 54:1-17).Leamos con detenimiento, oración y seamos "hacedores de la Palabra".

 

Continuamos analizando los principales valores de la iglesia celular. Hoy veremos los siguientes:

7) Los miembros son tanto "oidores como hacedores" de la Palabra. Cada hombre no regenerado es víctima del engaño de: 1) Su propio corazón (Jer 17:9, Is 44:20). 2) Del pecado ( He 3:13). 3) Del dios de este siglo (2 Cor 4:4). Aunque el corazón del hombre salvo se renueva y su voluntad se somete a Dios, todavía la disposición natural a aceptar el engaño, proveniente de la naturaleza caída, le traiciona en muchas formas. El hombre es víctima del engaño cuando es oidor y no hacedor de la palabra de Dios. ( Sg 1:22). Recordar la ilustración de los dos cimientos de Mateo 7:24-28. El hombre prudente que edificó sobre la roca, fue el que oyó las palabras de Jesús y las llevó a la práctica, el insensato edificó sobre la arena. Una persona describió tres cosas que había visto en un jardín entre las plantas y las flores. Lo primero era una mariposa que se posaba en una hermosa flor. Se posó unos segundos y luego se fue a otra flor, y a otra, y así recorrió muchas, pero sin sacar nada de ninguna de ellas. Luego vino un botánico con una libreta y un microscopio. Pasó algún tiempo analizando cada flor y cada planta, tomando varias notas de cada una. Cuando terminó, su conocimiento quedó encerrado en una libreta, y una mínima parte de ello permaneció en su mente. Después vino una abeja, entrando en una flor y otra flor, y pasando un poco de tiempo en cada una de ellas, emergiendo en cada pimpollo con sus patitas llenas de polen. Venía vacía y se iba llena. Existen aquellas personas que van de un pasaje favorito a otro, pero sacando poco provecho de su lectura. Otros estudian y toman notas, pero no aplican las enseñanzas de la Escritura. Pero hay otros que, como la abeja, pasan un buen tiempo estudiando la Palabra, leyendo, marcando y digiriendo internamente su contenido para luego aplicarlo. Sus mentes son llenas de sabiduría y sus vidas de la dulzura celestial. ¿A cuál de estos tres ejemplos pertenece usted? ¿Es como la mariposa que va de clase en clase, de un estudio bíblico a otro, de seminario en seminario, de libro en libro, agitando sus alas, pero sin cambiar nunca su vida?¿ Se parece al botánico con muchas libretas llenas de anotaciones prácticamente inútiles? ¿O es como la abeja que viene vacía y se va llena, convirtiendo su conocimiento en miel que endulza la vida? Dialogar entre todos, respondiendo si somos tanto oidores como hacedores.

8) Hay crecimiento. Las parábolas de la semilla de mostaza y la de la levadura (Mt 13:31-33), nos demuestran que la iglesia crece, aunque originalmente sea tan pequeña como la semilla de mostaza o el microscópico hongo de la levadura. El crecimiento es inimaginable. El Reino o País de Dios, crece por medio de fuerzas invisibles, superiores y espirituales, nunca por medios violentos o armas. La semilla vuelve a dar exactamente la misma clase de semilla del comienzo, y el hongo vuelve a producir el mismo hongo. La iglesia crece sin innovación, pero con renovación. Los que debemos renovarnos de día en día, somos los creyentes ( Sal 51:10, 2 Cor 4:16, Rom 12:2, Ef 4:23). Una iglesia cuyos integrantes no se renuevan, se estanca, pierde vitalidad y queda frustrado su propósito, así como ocurre cuando las semillas no son sembradas para que se renueven, y entonces con el tiempo perderán su poder de germinación; lo mismo sucedería con el hongo de la levadura. Al pasar siglos de siembras y cosechas, la semilla siempre sigue siendo absolutamente la misma clase de semilla, sin variación alguna, el hongo unicelular se renueva en nuevos hongos unicelulares, absolutamente iguales al hongo original. Los cristianos debemos renovarnos mas y mas, hasta llegar lo más cerca posible a ese estado original del cristianismo, establecido por Jesús y los apóstoles, sobre bases firmes e inconmovibles, que no cambian, porque Jesús y su Palabra no pueden cambiar (Jer 6:16, Heb 13:8, 1 Pedro 1:25). Crezcamos renovándonos, pero no innovándonos. Estas palabras no son sinónimos. Lo esencial para crecer es no innovar a la iglesia. Ya Pablo usó la palabra "anatema" en Gálatas 1:6-9 a los que seguían un evangelio diferente (innovado).

La iglesia crece de adentro hacia afuera. No puede ser de otra manera, porque su vida está adentro y no afuera; el Espíritu Santo está dentro de la iglesia y desde allí obra EL. Con su obrar nunca produce división.

Las divisiones son producidas por fuerzas extrañas que operan desde afuera y de esa manera seccionan el cuerpo. Cuando miramos hacia afuera buscando "novedades" para incorporar a la iglesia, tenemos la perspectiva de que el Espíritu Santo está afuera o que no puede operar desde adentro. Seamos como la semilla, que no va en busca de vitalidad, porque la tiene en sí misma, y con esa vitalidad logra cumplir toda la misión que le ha encomendado el Creador.

La iglesia, crece solamente para bien. En las ilustraciones dadas por Jesús, el desarrollo de la planta y de la levadura, se realiza mediante un espíritu armonioso, donde es imposible que se de una división o una lucha interna, ni donde por crecer haya heridos o marginados. Todo lo contrario, nadie debe quedar afuera, sino que todos deben complementarse con una sola motivación: aunar esfuerzos para crecer.

El crecimiento es cuantitativo y cualitativo, y es un distintivo infaltable del Reino o País de Dios. Y si la iglesia es el Reino de Dios, ella tiene que tener el mismo distintivo. Preguntas: ¿está bien crecer sólo en cantidad? ¿y sólo en calidad? Leer Hechos 6:7, 12:24, y 19:20, donde se repite cada vez: "y crecía la Palabra del Señor" ¿qué quiere decir que "crecía la Palabra del Señor? ¿se referirá al crecimiento de la iglesia primitiva, en cantidad (reproducción) y en calidad (santificación)? Responder entre todos.

Pasaje de memoria para el próximo domingo: Isaías 54:2.

 

 

 Escuela Dominical - Página principal