Iglesia Evangélica Bautista del Centro


¡ESTUDIEMOS LA BIBLIA! - Hoja Semanal Nº 27 - Domingo 20 de Junio de 1999.

Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica Bautista del Centro , Rodríguez 1036, 2000 Rosario.

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Transplante de órganos

¿Qué dice la Biblia?

 

A medida que la ciencia avanza, son más los descubrimientos con los que nos beneficiamos, pero que a su vez ponen a prueba nuestros principios de vida, nos obligan a reflexionar acerca del Creador, de lo que Dios opina del tema.

Para todos aquellos que tenemos a Jesús como Señor de nuestra vida, nos es imprescindible encontrar el aval bíblico para cada cosa, ya que de esta forma, podemos actuar confiadamente y darle paz a nuestro corazón.

Los trasplantes de órganos son cada vez más frecuentes, por lo que es necesario que como cristianos, tengamos una visión clara y una actitud uniforme sobre el tema, para ello es imprescindible el conocimiento detallado de todos los aspectos de esta práctica (científico, legal, social y ético).

 

Conceptos bíblicos:

 

1. Ya desde el comienzo de la Biblia, en el libro de Génesis, podemos ver que Dios actuó como el primer anestesista de la historia, GENESIS 2:18,21-22:

"Y DIJO JEHOVA DIOS: NO ES BUENO QUE EL HOMBRE ESTE SOLO; LE HARE AYUDA IDONEA PARA EL.

ENTONCES JEHOVA DIOS HIZO CAER SUEÑO PROFUNDO SOBRE ADAN, Y MIENTRAS ESTE DORMIA, TOMO UNA DE SUS COSTILLAS, Y CERRO LA CARNE EN SU LUGAR". Nótese que la única forma de sacar tejido de una persona, es anestesiándola (sueño profundo), y esto es lo que Dios hizo con Adán, luego Dios cerró la herida, y con su poder sobrenatural creó una nueva vida (la mujer). Con esto podemos descubrir el primer principio bíblico de la extracción de tejido con un fin noble: dar vida.

 

2. El segundo principio bíblico importante, es que Dios contempla la posibilidad de reemplazar un órgano enfermo por uno sano, leemos, en EZEQUIEL 11:19,

"Y LES DARE UN CORAZÓN, Y UN ESPIRITU NUEVO PONDRE DENTRO DE ELLOS; Y QUITARE EL CORAZON DE PIEDRA DE EN MEDIO DE SU CARNE, Y LES DARE UN CORAZON DE CARNE.". Pese a que Dios está haciendo alusión al corazón espiritual (mente), podemos inferir que, también un corazón o riñón enfermo, que ya no funciona, pueda ser reemplazado por otro sano (trasplante).

 

3. En tercer lugar, es necesario entender que Dios no se desentiende de los avances de la medicina, sino que por el contrario, está muy atento a los descubrimientos científicos, y sabe muy bien cuando poner limite a ellos, PROVERBIOS 22:12 dice:" LOS OJOS DE DIOS VELAN POR LA CIENCIA."

 

4. Ya en el Nuevo Testamento, encontramos al apóstol Pablo, el cual sufría de una enfermedad en sus ojos, él escribe en su carta a los ciudadanos de Galacia, GALATAS 4:13-15 " PUES VOSOTROS SABEIS QUE A CAUSA DE UNA ENFERMEDAD DEL CUERPO OS ANUNCIE EL EVANGELIO AL PRINCIPIO; Y NO ME DESPRECIASTEIS NI DESECHASTEIS POR LA PRUEBA QUE TENIA EN MI CUERPO, ANTES BIEN ME RECIBISTEIS COMO A UN ANGEL DE DIOS, COMO A CRISTO JESUS,...OS DOY TESTIMONIO DE QUE SI HUBIESEIS PODIDO, OS HUBIERAIS SACADO VUESTROS PROPIOS OJOS PARA DARMELOS." . Notemos que Pablo elogia a estas personas que no hubieran dudado en sacarse sus ojos (u otro órgano) para dárselos a él.

 

5. El quinto y último principio está dado por palabras del propio Señor Jesús. Leemos en San Juan 15:13:" ESTE ES MI MANDAMIENTO: QUE OS AMEIS UNOS A OTROS COMO YO OS HE AMADO. NADIE TIENE MAYOR AMOR QUE ESTE, QUE UNO PONGA SU VIDA POR SUS AMIGOS".

 

Reflexión final:

 

Por todo lo expuesto, podemos concluir que existe suficiente aval bíblico, para aceptar el trasplante de órganos como una práctica médica capaz de subsanar patologías en las que cualquier otro tratamiento sería insuficiente.

De esta manera, resta sólamente la reflexión individual que cada uno de nosotros deberemos hacer acerca del tema, recordando que Dios está dispuesto a darnos sabiduría para enfrentar cualquier situación que El tenga preparada para nuestra vida. El presente artículo ha sido preparado por nuestro hermano Mauricio Gauna. Le agradecemos su aporte .

 


 

Pág. 2 - 20-6-1999 - Lección 27 - Iglesia Evangélica Bautista del Centro de Rosario - Rodríguez 1036 - Rosario, Santa Fe.

 

LECCION Nº 27 TEMA: LA IGLESIA CELULAR ( 12º Parte)

 

Pasaje Bíblico: Hechos 6:1-7.

Pasaje de Memoria: "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención". Efesios 4:30.

Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (Hechos 6:1-7); LUNES ( Números 12:1-15); MARTES (Josué 7: 1-26); MIERCOLES ( Mateo 7:1-20); JUEVES ( Mateo 18: 15-35); VIERNES ( Gálatas 6:1-18), SABADO ( Levítico 19: 1-18). Leamos con detenimiento y oración cada día, reflexionando sabiamente.

 

Previniendo las cinco enfermedades mortales de la Iglesia

 

El escuchar las palabras cáncer, SIDA e infarto, nuestra mente las asocia con la posibilidad de la muerte. Así como nuestro cuerpo físico, es atacado por muchas enfermedades que nos acercan a la muerte, el cuerpo de Cristo, que es la iglesia, también puede ser atacado por enfermedades fatales que lo hieran con peligro de muerte. Por tal razón, debemos estar atentos para descubrir los síntomas a tiempo, realizar el diagnóstico adecuado, implementar el tratamiento correspondiente y llegar a la curación. Dentro de las enfermedades más graves podemos detallar las siguientes: 1) Tolerancia del pecado conocido. 2) Falta de deseo de crecer. 3) Falta de compromiso con la oración. 4) Falta de un ministerio reproductivo. 5) Forma extremista de gobierno. Comencemos a analizar cada una de ellas.

 

l) Tolerancia del pecado conocido. ¿Cuáles son los síntomas que aparecen cuando esta dolencia comienza a afectar el cuerpo? Todos conocen el pecado, pero lo ignoran. El pecado no se admite. El más frecuente es el espíritu de crítica, el chisme. Cuando el pecado se instala con comodidad en un grupo de creyentes, la hipocresía, la mentira y las obras de la carne llegan a ser "moneda corriente"(1 Cor 5). El pastor Juan C. Ortíz (del cual tomaremos varias ideas para la lección de hoy), dice que el chisme es una plaga dañina que retrasa la iglesia, haciendo que muchos se retiren, se enfríen, dejen de ofrendar, sufran y se ofendan. Es un gusano que carcome la vida y la energía que debería usarse en ganar y discipular a las personas. Algunos por un chisme, se estacan en la vida espiritual, y después de un tiempo, cuando todo lo ven más claro y se dan cuenta de que el "asunto" no valía la pena, lamentan todo el tiempo que perdieron. Lo triste del caso, es que el tiempo perdido, no se puede recuperar, y el crecimiento espiritual que Dios esperó de nosotros quedó seriamente afectado.

Leer Hechos 6:1-7. La iglesia de Jerusalén crecía muy rápido (3.000 en Pentecostés y 5.000 luego de la sanidad del cojo). El amor desbordaba a los discípulos de esa iglesia, haciendo que dieran mucho dinero a los pobres. La caridad y la asistencia social se transformaron en el trabajo más absorbente. Muchos creen que la iglesia existe para suplir necesidades. La iglesia debe sentir responsabilidad por las necesidades materiales de la gente, pero eso no es su prioridad. Estaban todos tan ocupados, que se descuidó el discipulado, el entrenamiento de los líderes y la oración. Los apóstoles estaban "abarrotados" de trabajo, solucionando problemas de familia, consiguiendo trabajo para los hermanos, asistiendo a los enfermos, etc. Todo era necesario, pero no era la prioridad del trabajo pastoral. Este descuido, hizo que la calidad de la vida espiritual de la congregación bajara de nivel, y la iglesia espiritualmente debilitada, no tuvo defensas adecuadas para atacar el virus del chisme: "¡Las viudas griegas son desatendidas!" " ¡Las viudas hebreas reciben la mejor ración!" (era una especie de olla popular). Hechos 6:2, nos dice que hubo murmuración, es decir, hubo chisme. ¿Cómo reaccionaron los creyentes en general frente al chisme? ¿Cómo reaccionaron los apóstoles frente a la murmuración? Algún fiel hermano pudo haber dicho: "hay que buscar al que comenzó este chisme contra nuestros pastores y disciplinarlo". Pero no, los apóstoles eran hombres sabios, y antes de sacar la paja del ojo ajeno, decidieron examinar sus propios ojos y considerar la posibilidad de ser ellos mismos los culpables, no del chisme en sí, sino de lo que lo causaba.

Cuando la iglesia está gozando de verdadera salud espiritual, aunque los pastores cometan errores (usted debe saber que son humanos y yerran), ¡No hay chisme! Si hay chisme, es porque el nivel espiritual de la congregación ha caído, porque el chisme es pecado aunque lo que se diga sea cierto.

El Espíritu Santo les mostró que ellos estaban tan ocupados en la obra del Señor, que habían y ignorado al Señor de la obra. No dedicaban suficiente tiempo para orar, ni estudiar, ni meditar. Había que estar activos ayudando a los pobres. La culpa, no era del pueblo, era de los dirigentes que por el exceso de ocupaciones, habían cambiado las prioridades. Cuando los siervos de Dios están desatentos frente a los desafíos que presenta el ministerio, corren el serio riesgo de no resolver la verdadera causa de los problemas y solo trabajan con los síntomas de la enfermedad. Todos sabemos, que si no se descubre la verdadera causa de una enfermedad, ésta no puede atacarse con éxito.

El chisme nunca tiene excusas, aunque lo que uno dice fuera cierto, es un pecado por el intento que lo motiva. María, la hermana de Moisés, corrió el chisme de que su hermano se había casado con la mujer equivocada. Pero el motivo real que motivó el chisme, era el celo y la envidia por la posición que ocupaba su hermano, y cualquier cosa era una excusa para criticarlo.

Los mandamientos de Dios son para obedecerlos, no para juzgar a otros, ser "hacedores" y no jueces (Sgo 4:11-12). Vos te podés parar en una esquina con un código de tránsito en la mano y observar a los transgresores del tránsito, pero no puedes juzgarlos. Eso es prerrogativa del juez, que sabe más, que tiene más experiencia y que ha sido designado para hacerlo. ¡No juzgues! ¡No te envuelvas en chismes!

El pecado que se tolera, relaja la disciplina de la iglesia y lleva a la desunión y a las actitudes erradas. Recordando la antigua historia de Acán (Josué 7), se deben descubrir los "acanes" y corregir sus malas acciones a través del camino bíblico.

Cura:

a) se deben seguir los pasos que indica Jesús en Mateo 18:15-22 sin saltear ninguno de ellos.

b) no debemos mirar la paja del ojo ajena, ignorando la viga en el nuestro. Mateo 7:1-6.

c) no nos distraigamos en el "laberinto de los síntomas", pasando por alto las causas del problema.

d) debemos velar por tener una iglesia espiritual, sin chismes y sin quejas. Pr 16:28, 20:19 y 26:20.

e) debemos sobrellevar los unos, las cargas de los otros. Gálatas 6:1-2.

 

Pasaje de memoria para el próximo domingo: Mateo 7:1-2

 

 

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