Iglesia Evangélica Bautista del Centro


¡ESTUDIEMOS LA BIBLIA! - Hoja Semanal Nº 28 - Domingo 27 de Junio de 1999.

Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica Bautista del Centro , Rodríguez 1036, 2000 Rosario

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¿Cómo trabajó Jesús?

l) Trabajó con incomodidades: El dijo que las zorras tenían guarida y las aves de los cielos nidos, pero El no tenía donde recostar su cabeza ( Lc 9:58). Siendo el Rey de los cielos, vino a estar en la condición de la más extrema pobreza, y no disfrutó de las comodidades que los príncipes de este mundo tienen. Tuvo tal vez, menos que lo necesario y hasta la tumba donde fue puesto su cuerpo era prestada, tal vez la única posesión material fue el vestido del cual echaron suertes los soldados. Se llamó a sí mismo, el Hijo del Hombre, identificándose como descendiente de Adán (He 2:14). Jesús no tuvo ambiciones insanas, como vemos que los "grandes de este mundo" tienen.

En otros tiempos, los misioneros que partían hacia el África, sabían que la sobrevida en dicho lugar no superaba los seis meses. Hoy, nuestros hermanos Palacios (de Tucumán), sirven en Mozambique. Hace poco nos cuentan, que la población a la que sirven, estaba quemando los pastos del campo, y las alimañas de ese lugar se acercaron a los poblados. Una mañana, Adriana abre la puerta, y le salta una de las víboras más venenosas del mundo, y en dos oportunidades consecutivas intenta picarla (parecida a nuestra yarará), y ocurrió un verdadero milagro, la serpiente no la puede picar. Servir a Cristo no será exento de incomodidades.

El famoso Juan Bunyan (autor del libro "El Peregrino en el siglo XVII), soportó graves incomodidades por no respetar las "normas de la iglesia de Inglaterra" por predicar fuera de los templos y en todo lugar. Fue llevado a la cárcel hasta que hiciera caso y dejara de proclamar las verdades de Dios de la manera como lo estaba haciendo. El respondía, que ni bien lo liberaran, predicaría como "era su costumbre". Esto le valió 12 años de cárcel y un gran sufrimiento adicional era que tenía una hijita ciega. Entre tantas incomodidades se dedicó a escribir libros, que dejaron un gran impacto a muchas generaciones: "El Progreso del Peregrino", "La Peregrina" y otros.

Jesús no contaba con una banda de músicos, ni presentadores oficiales, ni equipos de amplificación, tuvo que caminar incansables distancias, y sólo en contadas ocasiones pudo usar alguna cabalgadura. Casi nunca lo comprendieron, no sólo sus enemigos, sino aún sus allegados. Nosotros también podremos trabajar con incomodidades, no siempre contaremos con situaciones ideales de trabajo, pero tendremos que seguir.

La hermana Silvia Himitian estaba comenzando el año nuevo, y en su devocional sintió que Dios le decía: "No se acomoden al desierto". ¿Por qué estas frases? Dios, luego que transcurrieron algunas horas, la fue guiando a entenderlas. Para Israel el desierto fue el lugar de la protección absoluta de Dios, era la "sobreprotección de Dios", todos estaban cómodos, súpercomodos, entre el sol y ellos estaba la nube. La noche helada, poco importaba con la calefacción central (sin costo), no tenían necesidad de sembrar, ni de cosechar, el alimento llegaba fresco cada día y listo para cocinar. No les faltó agua, aún de las rocas brotó, y ni el calzado ni la ropa se gastó. El ambiente era milagroso en forma permanente, ya que todas eran manifestaciones sobrenaturales. Todo era comodidad y bienestar, no enfrentaron enemigos ni luchas, y al solo nombre de Israel los pueblos vecinos temblaban. Tanto se adaptaron a este estilo de vida, que no quisieron entrar en Canaán. Allí tendrían que pelear para conquistar la tierra, que era habitada por gigantes. El plan de Dios, era que el desierto fuera para ellos una experiencia temporaria, de corto plazo, donde recibirían un refrigerio y descanso. Su fe, así aumentaría, para emprender las nuevas conquistas y esforzarse en la futura lucha. Ellos estaban cómodos con el desierto, lo otro era mucho más sacrificado, era incómodo. Israel se replegó sobre sí mismo y se alejó de todo otro pueblo. No llegó a ser luz a las naciones y perdió su sentido de misión. Al volcarse hacia adentro comenzaron los problemas internos, las quejas y la disconformidad. Murmuraban y añoraban los ajos y cebollas y menospreciaban el maná.

ES TIEMPO DE SALIR. Si nos encerramos en nosotros mismos abortaremos la misión encomendada, la frescura de la vida comunitaria decaerá y no habrá avance y tropezaremos con el estancamiento. A los cristianos nos está pasando algo parecido: estamos acomodados al desierto, disfrutando entre nosotros de la protección evidente del Señor, la sanidad y el milagro. Pero el desafío de Dios es Canaán, el lugar donde El peleará por nosotros nuevas batallas y conquistará nuevos territorios. No necesitamos tener miedo a los gigantes, Dios es el que lucha y vence de manera sobrenatural. Tenemos que insertarnos en medio de otros pueblos para ser luz. Es tiempo de abandonar nuestra comodidad y seguridad para aventurarnos al mundo exterior.

En todas las épocas de la historia, los siervos de Dios, estuvieron dispuestos a sufrir incomodidades. En el siglo IV de la era cristiana, hubo un gigante de la fe, llamado Atanasio, que tuvo que luchar contra la herejía arriana, un error similar a los Testigos de Jehová, diciendo que Jesús era una criatura creada, inferior al Padre. Sufrió en Alejandría (Egipto), todo tipo de oposición, y en su larga vida hasta el mismo Emperador Romano se le opuso. Pasó 5 largos años protegido por los monjes del desierto. Otras veces huyendo para salvar la vida. Fue víctima de la crítica despiadada, sin embargo cumplió su misión con creces. Trabajó toda su vida lleno de incomodidades, pero nunca se volvió atrás.

En la guerra hay dos tipos de soldados con relación al frente de batalla: los de vanguardia y los de retaguardia. Los de la vanguardia están en una situación incómoda y comprometida bien cercana a la línea de fuego del enemigo. Cuando están en la trinchera no se preocupan si la comida está fría o no, solo le interesa si llegarán con vida a la próxima. La vida de un soldado, depende del apoyo del camarada, así que entre ellos se forja una relación estrecha, aunque se conozcan de horas o días. Se unen para poder sobrevivir y triunfar frente al enemigo.

El soldado de la retaguardia, no está en el frente, y por lo tanto no sufre las incomodidades de los demás. Su mente está ocupada en un posible ascenso, si la comida está caliente o no, si está sabrosa o no, si su uniforme está en línea o no. ¿A cuál soldado queremos parecernos? ¿Qué nos convoca con mayor interés, la comodidad o la incomodidad? Suya es la respuesta.

 

 

 

Pág 2 - 27-6-1999 - Lección 28 - Iglesia Evangélica Bautista del Centro de Rosario - Rodríguez 1036 - Rosario, Santa Fe.

 

LECCION Nº 28 TEMA: LA IGLESIA CELULAR ( 13º Parte)

 

Pasaje Bíblico: Hechos 4:23-37.

Pasaje de Memoria: " No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido". Mateo 7:1-2.

Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY ( Hechos 4:23-37); LUNES (Efesios 6:10-24); MARTES (Filipenses 4:1-23); MIERCOLES ( Romanos 15:7-33); JUEVES ( Salmo 66:1-20); VIERNES ( 2 Pedro 3:1-18); SABADO ( 2 Corintios 5:11-2l). Leamos y reflexionemos durante la semana, y vinculemos estas lecturas con la lección de hoy.

 

Previniendo las cinco enfermedades mortales de la iglesia

 

El domingo anterior comenzamos con este interesante tema. Así como el cuerpo humano puede ser atacado con enfermedades fatales, también el cuerpo de Cristo que es la Iglesia, puede ser atacado. Lo importante es estar atentos, y descubrir los síntomas a tiempo, realizar el diagnóstico adecuado del problema e implementar el tratamiento correspondiente y llegar a la curación. Ya vimos la primera de todas, la tolerancia del pecado conocido, vimos los síntomas, el diagnóstico y su cura. Hoy continuamos con:

 

2) Falta de deseo de crecer. La voluntad de Dios es el extendimiento de su Reino aquí en la tierra. Muchos desean ser un "pequeño pueblo muy feliz" (aunque esta canción se refería a los niños). Tal vez para muchos parece ser razonable la tan repetida frase de no queremos números, queremos calidad. En realidad, la calidad, siempre nos ha de conducir a la cantidad. El ir y hacer discípulos es ignorado. El gran capital de energías que poseen los creyentes, como no es empleado para crecimiento, se invierte en el terreno interno. Es dable observar en estos casos, el intento de un grupo minoritario empeñado en tomar el poder y conducir. Quien busca poder, está evidenciando que desconoce lo que Jesús claramente especificó en Hechos 1:8. Cuando sobreviene esta enfermedad, uno de los síntomas preocupantes, es el estancamiento. El objetivo del enemigo es negarle a Dios el placer de ver su gloria reflejada en nosotros, y negarnos a nosotros, el placer de ser aquello para lo cual Dios nos creo.

La visión pastoral es resistida, y en su lugar, se quiere implantar una que convenga a los intereses de la minoría, y sin visión no puede haber cumplimiento de la misión. Si los discípulos no hacen discípulos, no hay crecimiento.

Muchos creen que la evangelización es tarea de un grupo "especial" y no responsabilidad de todos. La gran mayoría hace poco, y pocos hacen mucho.

¿Creemos tener algún pequeño síntoma de estancamiento en nuestra vida? ¿Estamos todos entusiasmados en la visión pastoral y con el extendimiento del Reino? ¿Estamos dedicando el suficiente esfuerzo a la formación de discípulos?

Cura:

a) Se debe "corregir" la visión, para ponerla en sintonía con la Gran Comisión. Mateo 28:18-20.

b) Se debe buscar revertir urgentemente el estancamiento de los creyentes. 2 Corintios 3:18.

c) Se debe invertir sabiamente el tiempo en la formación de discípulos. 2 Timoteo 2:2.

d) Todos los creyentes deben asumir su rol de auténticos testigos. Hechos 1:8.

 

3) Falta de compromiso con la oración. En ocasiones, la falta de oración, se combina con un exceso de acción. Tiene que haber un equilibrio prudente entre la oración y la acción. La oración tiene que llevarnos a la acción, y la acción, nos tiene que llevar a la oración. Si llevamos adelante mucha "actividad", pero no dependemos de Dios, actuamos en la carne y así no gozaremos de la aprobación de Dios. Cuando esta enfermedad ataca el cuerpo, la iglesia carece de personas de oración. Una iglesia que no ora, no respeta el modelo del Nuevo Testamento, y los frutos del evangelismo (si es que los hay), no perseveran o duran muy corto tiempo. Cuando la vida de un cristiano está estancada, todos sus motivos de oración se concentran alrededor de sí mismo: "ayúdame", "bendíceme", "aliéntame", "prospérame", "cuídame", etc. En un discurso del profeta Samuel, dirigido a su propio pueblo, él manifiesta: "Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros; antes os instruiré en el camino bueno y recto"( 1 Samuel 12:23). Pero el Nuevo Testamento nos dice: "Orad sin cesar" (1 Tesalonicenses 5:18), y como es un mandamiento, el no obedecerlo es pecado. Cuando una iglesia falta al compromiso de la oración, se transforma en irresponsable en la tarea de la evangelización, ya que ambas están unidas inseparablemente. Buscar entre todos, ejemplos positivos en las primeras experiencias de predicación y testimonio de la iglesia primitiva.

La oración de la iglesia, enciende y mantiene viva la pasión misionera, el amor por aquellos que están alejados de la gracia salvadora. Ejemplo de ésto, lo encontramos en la iglesia de Antioquía (Hechos 13:1-3). Si alguno de los síntomas de esta grave enfermedad, nos está atacando, debemos arrepentirnos y volvernos al Señor. Tiene que haber un cambio en nuestra actitud mental y en nuestra acción. Un cambio de vida, de deseos y una dependencia absoluta de Dios.

Cura:

a) Auténtico arrepentimiento, que nos lleve a una renovación de la mente. Romanos 12:2.

b) No caer presos del afán y la ansiedad, dando a conocer nuestras peticiones a Dios. Filipenses 4:6.

c) Debemos ser constantes en la oración, dejando de lado las excusas y distracciones. Romanos 12:2.

d) Oremos persistentemente hasta que "se nos haga justicia". Lucas 18:1-8 y l Tesalonicenses 5:18.

 

 

Pasaje de memoria para el domingo próximo Romanos 12:2.

 

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