Iglesia Evangélica Bautista del Centro


¡ESTUDIEMOS LA BIBLIA! - Hoja Semanal Nº 38 - Domingo 5 de Setiembre de 1999.

Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica Bautista del Centro , Rodríguez 542, 2000 Rosario

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Hospital de matrimonios

 

Walter Trobish, en su libro "Yo me casé contigo", nos comenta lo siguiente sobre el matrimonio. Un día vio a tres malabaristas que se colocaban a igual distancia uno de otro, como los tres puntos de un triángulo. Cada uno de ellos arrojaba pelotas a sus otros dos compañeros y las recibía de ellos. Cada uno tenía que dar y a la vez recibir. Mientras podían

mantener el ritmo de dar y recibir seguía el juego en perfecta armonía. El matrimonio es como esa exhibición de habilidad. Su vida depende de la acción recíproca entre los aspectos físicos, personales y legales de la relación. Para ilustrar la acción de estas tres poderosas fuerzas, veamos el dibujo de un triángulo.

El matrimonio necesita del amor, y lo carga con un espíritu de aventura y es como la sangre que late a través de las venas del matrimonio, dándole vitalidad. Y el estado de matrimonio comunica esta vida a la unión sexual y le proporciona amparo, protección y cobijo.

 

 

Dentro de este triángulo, la experiencia de hacerse una sola carne, refuerza el amor y lo hace crecer, da motivo al amor para la fidelidad y le hace anhelar una permanencia. El amor recibe fuerza del compañerismo físico. El amor anhela la expresión física, la profundiza y la hace significativa y de gran valor. En cuanto que es acto de un amor casado, la unión en una sola carne se convierte en "acto de amor" en el pleno sentido de la palabra. Dentro del triángulo el acto de amor no sólo recibe seguridad sino que también se la da al matrimonio. En esta entrega del uno al otro, los que se aman renuevan una y otra vez las promesas de su boda. El matrimonio sirve al amor mediante esta afirmación cada día renovada. Por esta razón el amor necesita del matrimonio tanto como el matrimonio necesita del amor. En las horas tristes, cuando el amor está en peligro de enfriarse, los esposos han de recordar sus promesas mutuas , y es así como el matrimonio se convierte en guardián del amor. En el mundo moderno hay una gran confusión entre sexo, amor y matrimonio, ¿cómo quiere Dios que se relacionen? La voluntad de Dios, es la acción recíproca de fuerzas, y todo lo que la favorece está de acuerdo con la voluntad de Dios, lo que la obstruye está en contra de la voluntad divina.

No hay nada como un matrimonio perfecto. El matrimonio nos mantiene humildes. Siempre tendremos que trabajar sobre uno de los ángulos del triángulo, cuando alguna de estas tres fuerzas no esté plenamente integrada dentro de él. Usemos esta figura para diagnosticar algunas enfermedades matrimoniales. Supongamos ahora que todos somos médicos especialistas en matrimonio y vamos a visitar un hospital de matrimonios. Veamos algunos de los pacientes:

el primer paciente ha tenido problemas con el ángulo izquierdo del nuestro triángulo. El amor se ha enfriado, Trobish ha llamado a esta enfermedad, el matrimonio vacío. Describamos el caso: la pareja está legalmente casada durante algún tiempo. Han tenido unión física, pero el amor ha terminado. ¿Razones? Muchas. Quizá no hubo amor al principio, o se casaron muy jóvenes y demasiado pronto, y a lo que ellos llamaron amor le faltó la cualidad de "dejar" (Gén 2:24). O su matrimonio se basaba únicamente en la atracción física, y con el pasar de los años esta atracción dejó de ser fuerte. O se olvidaron de echar combustible al fuego de su amor y se dejaron absorber demasiado por el trabajo de la casa, y la profesión o por los hijos. Cada uno siguió intereses distintos sin preocuparse por compartirlos, y muy pronto terminaron por perder el terreno común. Es una enfermedad peligrosa. Ningún matrimonio puede soportarla durante largo tiempo sin caer gravemente enfermo. Al principio se puede encubrir esta enfermedad por la "apariencia de casados", engañando el mundo exterior. La pareja sigue viviendo en la misma casa, pero esto es todo. La enfermedad no se mantiene estacionaria. Conforme va progresando, se advierte que: los cónyuges se hacen crueles el uno al otro en palabras y en obras. Esta crueldad por parte de ambos culmina en una indiferencia completa y en un abierto vacío en las relaciones mutuas. Es inevitable que este vacío también afecte un día a la unión física. Puesto que los tres ángulos del triángulo son inseparables uno del otro, la enfermedad de uno de ellos, infectará a los otros. El acto sexual, se convierte así como un deber y una carga. Se crea una tensión entre sexo y matrimonio. Muy pronto el marido se busca otra mujer que le comprenda mejor que su esposa. Y la esposa hallará un hombre que pueda confortarla mejor que su marido. Surgen los celos. La infidelidad mental precede a la infidelidad sexual. Finalmente, el adulterio afecta los fundamentos legales. Esta enfermedad ha sido descrita e ilustrada en miles de películas y novelas. Estas culpan falsamente al matrimonio de la muerte del amor. Quieren hacernos creer que sólo fuera del matrimonio el amor tiene oportunidad de vivir, y que sólo este amor es interesante, lleno de atractivo y entusiasmo. Este diagnóstico es falso. No es el matrimonio lo que causa la muerte del amor, sino que más bien es la falta de amor la que causa la muerte del matrimonio. Sin embargo, el amor fuera del matrimonio fácilmente se convierte en el fuego destructor de una pradera que termina consumiendo también a los que se aman.

Pero existe otra posibilidad que estas películas y novelas casi nunca tienen en cuenta. Es la posibilidad de un amor casado feliz, de un amor como parte integral del triángulo. Esta es la verdadera y única terapia. CON TODO, HAY QUE APLICARLA ANTES DE QUE EL AMOR SE MUERA TOTALMENTE.

El domingo que viene continuaremos con el hospital de matrimonios, siguiendo las ideas de Walter Trobish.

 


 

Pág 2 - 5-9-1999 - Lección 38 - Iglesia Evangélica Bautista del Centro de Rosario - Rodríguez 542 - Rosario, Santa Fe

 

LECCION Nº 38 TEMA: ETICA CRISTIANA DE LA PAREJA (4º Parte)

 

Pasaje Bíblico: Romanos 7:1-4 y 1 Corintios 7:1-40.

Pasaje de Memoria: "El que cubre la falta busca amistad; Mas el que la divulga, aparta al amigo". Proverbios 17:9.

Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (Romanos 7:1-4 y 1 Corintios 7:1-40); LUNES (Salmo 128:1-6); MARTES (Proverbios 5:1-23); MIERCOLES (1 Corintios 6:12-20); JUEVES (1 Timoteo 2:1-15); VIERNES (1 Timoteo 3:1-16); SABADO (Colosenses 3:1-25). Leamos y reflexionemos durante la semana, y vinculemos estas lecturas con la lección de hoy.

 

La indisolubilidad del matrimonio cristiano

 

En las lecciones anteriores, estuvimos considerando primero la elección de la pareja y, segundo la formación de la pareja cristiana, y por último vimos consejos prácticos sobre lo considerado ("La liebre y la tortuga"). Nuestro énfasis fue en las características tipológicas del matrimonio, ya que - según San Agustín - el matrimonio es símbolo del cuerpo entero: la cabeza y su cuerpo. El hombre representa a Cristo y la mujer a la iglesia. Repasar los conceptos ya vistos y ver otra vez, brevemente el pasaje de Efesios 5:21-33.

Nuestro estudio de hoy, se refiere a la indisolubilidad del matrimonio cristiano. Es indiscutible que, conforme a las enseñanzas del Nuevo Testamento, la duración de todo matrimonio cristiano se extiende desde el casamiento hasta la muerte de uno de los miembros de la pareja. Veamos las razones de esta enseñanza bíblica.

a. En primer lugar, como hemos explicado en lecciones anteriores, el matrimonio es indisoluble porque simboliza la unidad entre Jesucristo ("el único Señor") y su esposa ("la única iglesia"). La teología enseña que Jesucristo no vendrá nunca más para darse, mediante una nueva cruz, a una nueva iglesia. Si el matrimonio pudiera disolverse, el pasaje de Efesios 5:21-33 carecería de valor y perdería su sentido. Notemos que Satanás, al no poder destruir la indisoluble unión entre Cristo y la Iglesia, trata de disolver el matrimonio, que es símbolo de esa unidad. Por eso la disolución de matrimonios es uno de los objetivos predilectos del Gran Enemigo. Nos recuerda a quienes, no pudiendo derrotar o destruir a una nación, queman públicamente su bandera. Todo matrimonio disuelto, o en permanente conflicto, favorece los propósitos del Adversario.

b. En segundo lugar, el matrimonio cristiano es fundamentalmente un acto de Dios y no una mera decisión humana. Desde el punto de vista doctrinal, no se trata tan sólo de un convenio legal entre un hombre y una mujer, sino un hecho dispuesto por la voluntad de Dios. Génesis 2:22 nos dice que Dios "hizo una mujer, y la trajo al hombre". No es el hombre el que toma una esposa, sino Dios que le trae una esposa, para que él la reciba de su mano. Tampoco es la mujer la que por cuenta propia elige a su marido, sino que ella es llevada por Dios. ¿Estamos de acuerdo con esta perspectiva? ¿Nos parece extraño que así ocurra? Una ilustración muy sencilla puede ilustrar esta gran verdad. Cuando nos convertimos en cristianos, y miramos hacia atrás, generalmente detallamos con muchos detalles significativos lo que fuimos "haciendo" nosotros paso a paso. Decimos que fuimos a tal lado a escuchar, o teníamos un amigo cristiano que nos agradaba oír, que se nos "ocurrió" mirar un programa cristiano en televisión o "tuvimos" curiosidad al oír de una campaña de evangelización y declaramos que estábamos "buscando a Dios". Cuando crecemos en la fe y leemos Romanos 3:11, que dice: "No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios". Fue que nosotros "buscamos a Dios" o Dios el que realmente nos buscó. Con respecto al matrimonio cristiano, nosotros buscamos el compañero o la compañera para toda la vida. ¿No es Dios que en forma sabia la trae a nosotros para que la recibamos? ¿No es Dios quien lleva a la mujer hacia la persona adecuada?

Podría decirse que en el Edén "no había otra alternativa". Pero, ¿cómo podría saber Eva que debía convivir con Adán, si Dios no le hubiera dado su función femenina, ni la hubiera guiado hacia el hombre? .....¿y cómo podía saber Adán que debía formar pareja con Eva, si Dios no hubiera creado a su esposa, ni se la hubiera llevado a él?....En el matrimonio verdadero, el que toma la iniciativa es Dios, quien conduce a la mujer hacia el hombre que El ha preparado para ella, y pone delante del hombre a la mujer que El ha designado para ese propósito. Nada de impulsos ni caprichos. Por eso leemos en Marcos 10:9, "lo que Dios juntó, no lo separe el hombre".

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Un acto de Dios no puede ser modificado por la voluntad humana.

Por eso el matrimonio cristiano es indisoluble.

c. en tercer lugar, aunque es un acto de Dios, en el matrimonio cristiano, siempre hay un libre consentimiento de los cónyuges. No fueron obligados a dar el "sí". Se unieron voluntariamente y se prometieron amor, fidelidad, respeto, etc. Es posible que en algún caso la mujer se sienta como "atada" o "sujeta" al marido (Romanos 7:2), y el marido - a su vez - tenga la sensación de estar "atado" o "ligado" a su mujer (1 Corintios 7:27). En cualquier caso, esto puede llegar a ser una pesada carga. Pero, como estamos viendo en esta lección, ello no justifica la disolución del vínculo matrimonial.

Veamos un ejemplo de influencia cristiana en cuanto al matrimonio. Un hombre incrédulo se casó con una señorita, también incrédula. Ciertos investigadores averiguaron el paradero de sus 1.026 descendientes. De este número: 300 murieron prematuramente, 100 fueron sentenciados a 13 años de prisión aproximadamente. Esta familia le ocasionó un gasto de $ 1.200.000 al estado de Nueva York. Los investigadores también averiguaron el paradero de la familia de Jonatán Edwards, destacado predicador evangélico. El y su esposa instruyeron a su familia en el camino de Dios. De sus 729 descendientes hubo: 300 pastores evangélicos, 65 profesores universitarios, 13 rectores de universidades, 60 escritores de libros conocidos, 3 diputados y un vicepresidente de EE.UU. Sólo uno le causó problemas a las autoridades; se debió a que no vivía para Cristo ni tenía un hogar cristiano.

El matrimonio cristiano es mucho más que una sociedad terrena: es una institución que forma parte de la iglesia de Cristo y tiene vínculos con el más allá. Su disolución, pues, es un agravio al cuerpo de Cristo, una negación de la santidad del pueblo de Dios.

¿Debe registrarse el matrimonio cristiano conforme a las leyes civiles?....Sí.

La obediencia a las leyes civiles, en tanto ellas no se opongan a las enseñanzas claras y específicas de las Sagradas Escrituras, es obligatoria para todo cristiano ( Romanos 13:1-2).

Pasaje de memoria para el domingo próximo: Hebreos 13:4.

 

 

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