Iglesia Evangélica Bautista del Centro


¡ESTUDIEMOS LA BIBLIA! - Hoja Semanal Nº 65 - Domingo 12 de Marzo del 2000

Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica Bautista del Centro , Rodríguez 542, 2000 Rosario

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¿Estoy Agotado?

 

La siguiente hoja de trabajo pertenece al hermano Myron Rush (del libro "Agotado"), y no es un examen, sino un instrumento de ayuda para determinar si usted tiene síntomas de estrés. Para cada afirmación hay una puntuación de l a 5 que usted debe elegir de acuerdo a su situación. La puntuación 1 significa definitivamente no y 5 significa definitivamente si. Tome en cuenta los últimos 6 meses para responder:

 

1. Me parece que cada vez trabajo más y logro menos................................. 1 2 3 4 5

 

2. Me asusta tener que ir a trabajar todos los días........................................ 1 2 3 4 5

 

3. Me parece que tengo menos energía física que antes................................ 1 2 3 4 5

 

4. Ahora me irritan cosas que antes ni me molestaban................................. 1 2 3 4 5

 

5. Cada vez evito más tratar con la gente...................................................... 1 2 3 4 5

 

6. Cada vez me irrito más y con mayor facilidad........................................... 1 2 3 4 5

 

7. Me cuesta más concentrarme.................................................................... 1 2 3 4 5

 

8. Cada vez me cuesta más levantarme en la mañana.................................... 1 2 3 4 5

 

9. Estoy comenzando a perder confianza en mis habilidades......................... 1 2 3 4 5

 

10 Me cuesta más concentrarme en mi trabajo............................................... 1 2 3 4 5

 

11 Cada vez me cuesta más arriesgarme........................................................ 1 2 3 4 5

 

12 Cada vez estoy más insatisfecho con mis logros........................................ 1 2 3 4 5

 

13 Últimamente he comenzado a culpar a Dios de mi situación..................... 1 2 3 4 5

 

14 A veces tengo ganas de huir de todo......................................................... 1 2 3 4 5

 

15 Cada vez me importa menos si mi trabajo se hace o no............................ 1 2 3 4 5

 

16 Parece que todo está igual o peor.............................................................. 1 2 3 4 5

 

17 Me parece que todo lo que hago requiere más energía de la que tengo...... 1 2 3 4 5

 

18 Me es difícil hacer aún tareas sencillas y rutinarias................................... 1 2 3 4 5

 

19 Ojalá la gente me dejase tranquilo............................................................ 1 2 3 4 5

 

20 Me siento frustrado por los cambios que veo en mí................................... 1 2 3 4 5

CUENTE SU PUNTUACION

 

0-30 Puntos = no está en peligro de agotamiento.

 

31-45 Puntos = usted está empezando a desarrollar algunos síntomas de agotamiento.

 

46-60 Puntos = probablemente esté comenzando a sentirse agotado.

 

61-75 Puntos = usted está pasando seguramente por un proceso de agotamiento.

 

76 Puntos o + = usted está en estado avanzado de agotamiento.

 

Esta hoja de estudio está diseñada para darle una idea general de su estado en relación con el agotamiento. No es un examen. Después de hacer un inventario de su situación, si piensa que tiene síntomas de agotamiento, consulte a un consejero.

 


 

Pág 2 - 12-3-2000 - Lección 65 - Iglesia Evangélica Bautista del Centro de Rosario - Rodríguez 542 - Rosario, Santa Fe.

 

LECCION Nº 65 TEMA: "EL ESTRES" (1º Parte).

 

Pasaje Bíblico: Exodo 18:1-27 y Números 11:1-25.

Pasaje de Memoria: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cansados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga". Mateo 11:28-30.

Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (Exodo 18:1-27 y Números 11:1-25 ); LUNES (Marcos 6:30-42); MARTES (Santiago 1:1-27); MIERCOLES (Salmos 46:1-11); JUEVES (Filipenses 4:1-23); VIERNES (Mateo 11:20-30 ); SABADO (Isaías 26:1-21 ). Leamos y reflexionemos durante la semana, y vinculemos estas lecturas con la lección de este domingo.

Lectura inicial: los dos pasajes bíblicos indicados para hoy, presentan episodios de gran importancia en la vida de un siervo de Dios de la antigüedad. Nos referimos a Moisés. En el primer caso, recibiendo un consejo sumamente oportuno de su propio suegro, que le ayudó a evitar caer en las garras del estrés. En el segundo caso (Números 11), nos encontramos con un Moisés sumergido de lleno en el estrés. Lo vemos irritado, consigo mismo al no poder lograr el manejo de la difícil situación, con su trabajo por ser una fuente constante de frustraciones, con los demás por verlos como obstáculos para sus logros, y con Dios por permitir que las situaciones desagradables sucedieran.Lo vemos sumamente activo, pero con resultados negativos. Lo vemos perdiendo el coraje, ya que el desgaste del estrés hace que los valientes se transformen en cobardes. La autoestima de este hombre de Dios se encuentra en su nivel más bajo, haciendo de él una "personalidad devaluada".

La palabra stress pertenece al idioma inglés, y significa: "esfuerzo, demanda de energía, tensión, fuerza que constriñe e impulsa", etc. Describe "una reacción física y sicológica a un estímulo excesivo". También suele ser definido como un trastorno sicológico y fisiológico causado por una tensión mental constante. Conviene aclarar, que el estrés sicológico es bueno, si es moderado, para mantenernos en un sano estado normal de alerta y cautela. Pero es malo cuando es excesivo. El motivo más frecuente del estrés sicológico es la fatiga, y un estado de estrés puede agravarse cuando aparece simultáneamente un proceso depresivo o una enfermedad física.

A causa del estrés excesivo, hay personas que atraviesan serios episodios de pánico. Pero también hay muchos que permanecen aparentemente tranquilos, aunque en su interior están profundamente turbados. En algunos casos el estrés es provocado por algunas formas de ansiedad o por depresión. Es común que el estrés vaya acompañado por síntomas físicos como asma, jaquecas, colitis, contracturas musculares, dolor en el pecho sin alteración cardíaca, mareos, enfermedades de la piel, hormigueos en las manos y pies, etc., con algunas complicaciones como las úlceras pépticas. Toda persona con estrés excesivo, requerirá un buen tratamiento médico y orientación espiritual.

 

Consejos preventivos que nos ayudarán a evitar la trampa del estrés: (adaptado de W. Moore y el Heraldo Cristiano)

Aprendamos la disciplina del descanso oportuno. Marcos 6:31 dice: "El les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aún tenían tiempo para comer". Sin duda alguna, Jesús era la persona más ocupada de toda la historia. Pero tenía una disciplina personal para distribuir sabiamente su tiempo. Por eso disponía de tiempo para orar, para atender la gente, para observar lo que pasaba a su alrededor, y para meditar profundamente. Pero también apartaba tiempo para descansar y recuperar las energías físicas. Hay que aprender a hacerlo, aunque estemos sobrecargados de trabajo y abrumados por toda clase de compromisos. Según Marcos 6:31, había mucho movimiento alrededor de Jesús y sus discípulos. Muchos iban y venían para hablar con ellos, o para pedir liberación ante ataques del demonio o sanidad de sus enfermedades, etc. Pero, en medio de todas esas demandas, el Señor llamó a sus discípulos para irse aparte, al desierto a descansar. ¡Buen ejemplo!....Hay que saber detenerse cuando es de veras necesario. ¡Dios nos ha dado todo el tiempo suficiente para las cosas esenciales! Aprendamos a descansar, y haremos mucho mejor nuestro trabajo. Saber descansar a tiempo es saber vivir largo tiempo. Pero, obviamente, sólo podremos descansar bien cuando llevamos nuestras cargas al Señor (Mateo 11:28-30). ¡Dios conoce tus circunstancias y te dará paz, si confías totalmente en él! (Mateo 6:34 y Filipenses 4:6-7).

Aprendamos a no desesperarnos y caer víctimas de la impaciencia. Santiago 1:2-4 dice: "Amados hermanos, ¿están ustedes afrontando muchas dificultades y tentaciones? ¡Alégrense, porque la paciencia crece mejor cuando el camino es escabroso! ¡Déjenla crecer! ¡No huyan de los problemas! Porque cuando la paciencia alcanza su máximo desarrollo, uno queda firme de carácter, perfecto, cabal, capaz de afrontar cualquier circunstancia" (paráfrasis). La impaciencia hace mal porque aumenta las tensiones y nos produce más estrés. Cuando la paciencia alcanza su máximo desarrollo en nosotros, somos de carácter firme, cabales y capaces de afrontar las circunstancias difíciles. Cuando actuamos con paciencia, Dios trabaja en nosotros. La impaciencia no sirve para solucionar problemas, pero la paciencia nos enseña a confiar en Dios (Fil 4:19). La impaciencia deteriora nuestra salud física y produce desajustes emocionales. En cambio, una actitud de paciencia abre las puertas hacia los caminos que nos preparó el Señor.

Aprendamos a escuchar la voz de Dios en medio del silencio. Salmo 46:10 dice: "Estad quietos, y conoced que yo soy Dios". Un antiguo predicador hizo notar que los momentos en que nuestras almas son conmovidas más profundamente suelen estar caracterizados por el silencio. El dolor más intenso o la adoración más sublime, casi siempre se manifiestan sin palabras. "Entonces ustedes saben que Dios está cerca, que él les está hablando personalmente, que él les llevó a ese lugar y a esa hora para decirles cosas en medio del silencio; pues de otra manera Uds no le habrían podido oír". Es bueno que Dios nos hable cuando permanecemos en silencio y que así él nos tranquilice en medio del estrés. ¿Estás acostumbrado a escuchar la voz de Dios? Isaías 26:3-4.

Aprendamos a reforzar energías y eliminar el estrés. Marcos 1:35 dice: "Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba". Jesús fue a un sitio solitario. Cuando su discípulo Pedro se despertó, fue a buscarlo - junto con sus compañeros - porque él sabía donde estaba su Maestro, ya que conocía sus costumbres. El hábito de Jesús era dedicar cada mañana, antes del amanecer, un tiempo a solas con el Padre Celestial, a fin de reforzar sus energías para consagrar el resto del día a su intensísima actividad. ¡La oración matutina era su fórmula para evitar el estrés! El domingo que viene continuaremos con la prevención del estrés.

Pasaje de memoria para el domingo próximo: Isaías 30:15

 

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