Iglesia Evangélica Bautista del Centro


¡ESTUDIEMOS LA BIBLIA! - Hoja Semanal Nº 71 - Domingo 23 de Abril del 2000.

Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica Bautista del Centro , Rodríguez 542, 2000 Rosario.

Teléfono 4380824 - Registro de Cultos Nº 672, Secretaría de Culto de la Presidencia de la Nación Argentina

Internet: www.rdigital.com.ar/ieb - E-mail: iebcentro@oocities.com


¡ El Señor Ha Resucitado! ¡Sí, ha resucitado!

La Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo

 

LECCION Nº 71 TEMA: VICTORIA DEL SEÑOR RESUCITADO.

Pasaje Bíblico: Lucas 24:1-53.

Pasaje de Memoria: "No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí os lo he dicho". Mateo 28:6-7. Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (Lucas 24:1-53 ); LUNES (Juan 20:1-18); MARTES (Juan 20:19-31); MIERCOLES (Juan 21:1-14 ); JUEVES (Juan 21:15-25); VIERNES (1 Corintios 15:1-26 ); SABADO (Hechos 1:1-14). Leamos y reflexionemos durante la semana, y vinculemos estas lecturas con la lección de este domingo.

Extraños y sorprendentes rumores en la ciudad. Jerusalén - Esta capital despertó hoy con asombro ante trascendidos que informan que hay testigos que afirman haber visto con vida al rabino Jesús de Nazaret, que hace breves días fue crucificado, muerto y sepultado, por orden del gobierno romano. Este misterioso rumor nació a raíz de declaraciones de una mujer llamada María de Magdala y del relato de dos jóvenes que iban caminando hacia el pueblo de Emaús. Poncio Pilato ordenó que el caso se investigue cuidadosamente, hasta las últimas consecuencias. (Israel Press).

 

Orientación: hoy no tendremos la actividad habitual de la escuela dominical. Por eso hemos preparado esta lección para su estudio individual o familiar, en los hogares respectivos. Creemos que no será una tarea muy difícil, porque el material ha sido redactado con la mayor sencillez posible.

Desarrollo:

El día y la hora. En el sistema judío, el día comenzaba al ponerse el sol. Por ejemplo, cuando un sábado se ponía el sol, terminaba el sábado y comenzaba el domingo. Es decir, el día comenzaba con el anochecer y no con el amanecer. Según nuestro calendario occidental, que entonces no existía, Jesús habría resucitado el sábado por la noche. Pero conforme al calendario hebreo vigente en ese tiempo, el sábado finalizó al ponerse el sol y Jesús resucitó en la madrugada del primer día de la semana, es decir el domingo: En el Evangelio de Juan 20:1 leemos que "el primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro". A partir de la resurrección del Señor los cristianos comenzaron a congregarse el primer día de la semana. Por ejemplo, 1 Corintios 16:2 (muchos también concurrían a la sinagoga los sábados para testificar y evangelizar a los judíos).

 

La guardia ante la tumba. Mateo 27:62-66. El sepulcro de Jesús era una cueva cuya entrada había sido tapada con una enorme piedra (Marcos 16:3). La piedra estaba sellada (con una cuerda que se enganchaba en al roca del sepulcro y la piedra de la entrada, cuyos dos extremos se unían con un trozo de cera o de arcilla, donde se estampaba el sello del Sanedrín o de la ciudad). Además, había una guardia de soldados romanos para impedir el acceso a la tumba de Jesús. Sin embargo, la piedra fue quitada por un ángel del Señor (Mateo 28:2-3). Los guardias temblaron y quedaron como muertos (idem v. 4). El Señor había resucitado. La piedra no fue quitada para que el Señor saliera, sino para que los testigos pudieran entrar y ver el sepulcro vacío (Juan 20:1-10). Cuando Jesús resucitó, pudo pasar a través de las puertas cerradas (idem v. 19).

 

"Se han llevado a mi Señor, y no se donde le han puesto". Juan 20:11-18. María Magdalena se encontró con Jesús en la misma mañana de la resurrección, cerca del sepulcro. El sepulcro estaba en un huerto (un jardín), según Juan 19:41-42. Cuando María Magdalena escuchó la voz de Jesús, pensó que era la voz del jardinero ("el hortelano"). Imagínese la sorpresa, su emoción y su alegría al reconocer al Señor, victorioso sobre la tumba y la muerte. A veces pensamos que Jesús está lejos de nosotros y no nos oye, pero él está aquí, muy cerca, tan cerca como estuvo cuando María Magdalena creyó que se lo habían llevado y que ella no sabía donde lo habían puesto.

 

¡No olvidemos que Jesús siempre está al alcance de nuestra oración y de nuestra fe!

 

 

"Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor". Juan 20:19-23. La resurrección de Jesús es un enorme motivo de alegría. Sintamos hoy el gozo de ese maravilloso triunfo, que nos abre a nosotros las puertas de la eternidad, más allá de la muerte. 1 Corintios 15:20-26. Oremos y adoremos ahora a nuestro Señor victorioso.

¡ El Señor Ha Resucitado! ¡Sí, ha resucitado!

Pasaje de memoria para el domingo próximo: 1 Timoteo 6:10


 

Pág 2 - 23-4-2000 - Lección 71 - Iglesia Evangélica Bautista del Centro de Rosario - Rodríguez 542 - Rosario, Santa Fe.

 

Los diáconos

 

La primera iglesia de Jerusalén crecía muy rápido: 3.000 se añadieron en Pentecostés, y 5.000 cuando se sanó el cojo. El amor de estos primeros cristianos hizo que dieran muchos de sus recursos para los necesitados, de tal manera que la caridad y la asistencia social se transformaron en el trabajo más absorbente. Todos venían con grandes necesidades y muchos creían que la iglesia existía sólo para suplirlas. La iglesia debe sentir responsabilidad por las necesidades materiales, pero eso no es su prioridad. Por esa razón los apóstoles convocaron a los discípulos para que escogieran a quienes iban a atender una especie de "olla popular" donde comerían las viudas, los huérfanos y los necesitados en general. Fueron elegidos siete hermanos de buen testimonio. Los apóstoles, quienes eran los pastores de aquella iglesia, iban a persistir en la oración y el ministerio de la palabra (ver Hechos 6:1-7). Así fue como nacieron los diáconos (del griego "diakonos"= ministro-siervo). No era un título honorífico ni jerárquico, sino un puesto de servicio. Aunque debemos aclarar que en el libro de los Hechos no se les llama diáconos a estos siete hombres, pero es cuestión de general acuerdo, sin embargo, que la elección de estos hombres es el verdadero principio de los diáconos como servidores de la iglesia.

Según Roberto Naylor, aunque la crisis que se presentó en la iglesia primitiva no esté hoy presente, si lo están los mismos principios de crisis. Aquellos hombres fueron llamados a realizar en su iglesia cierto tipo de actividades que necesitan hacerse en toda iglesia por ese grupo dedicado de hombres. ¿Con qué propósito?

Para dar libertad a los pastores. No tanto ser "libres de", sino "libres para": el ministerio de la palabra, hoy sería también la preparación de las hojitas dominicales o las lecciones de los núcleos, la oración, la meditación, etc.

Para promover y proteger la armonía de la iglesia. No podemos saber cuán serio había llegado a ser el rompimiento del compañerismo de la iglesia en Hechos 6, pero la palabra "murmuración" es suficientemente dramática. Alguien debía poner aceite y no arena en el complejo engranaje de las relaciones humanas. Estos siete fueron la respuesta de Dios, aliviaron la rotura y restauraron la comunión. Por dicha razón, no cualquiera califica para diácono. Desafortunadamente, los diáconos no siempre sirven así en las iglesias modernas, algunas veces una facción de la iglesia es "dirigida por un diácono". Hay iglesias donde los diáconos (otras veces son los pastores), se han apropiado de una autoridad que es contraria a la enseñanza y al espíritu del Nuevo Testamento. Puede llegarse a desarrollar cierta "dictadura". Por eso en nuestra congregación deseamos ir con mucha precaución, pero sin faltar al orden bíblico.

Desde el inicio de nuestra obra organizada como "iglesia celular", y para facilitar el trabajo con la gente, hemos diseñado una estructura sencilla que no sea un impedimento para ayudar al cumplimiento de la Gran Comisión. No todos los hermanos están entendiendo el plan de trabajo de los grupos pequeños y los discipulados y por esta razón en algunas áreas vamos despacio.

Hoy funcionamos así: todas las decisiones económicas son tomadas por la asamblea de los miembros. Por ejemplo votando el presupuesto anual, que este año se hará el primer sábado de mayo o como cuando en forma extraordinaria se decidió por unanimidad la compra de nuestro inmueble de Rodríguez 542. Ningún gasto es pagado por nuestro tesorero que no haya sido aprobado por la asamblea de miembros. A su vez el grupo de ayudantes pastorales se reúne mensualmente con el pastor para orar, informarle de los distintos servicios cumplidos ( trabajo con jóvenes, visitas a enfermos, a alejados, etc ), y mayormente los temas tienen que ver con las necesidades de la gente que deben cubrirse, temas que se deben tratar en los estudios bíblicos, etc. Este año por pedido de otros hermanos, se está planeando una reunión mensual con los que dirigen núcleos, con sus ayudantes y esposas para compartir momentos de oración, consejo, ayuda, dividir nuestras cargas, etc. Por tal razón, y en vista del escaso tiempo que tienen disponibles los hermanos de la congregación debemos tener mucho cuidado de no ampliar nuestra estructura, porque corremos el serio riesgo de volverla ineficiente y volvernos nosotros mismos ineficaces. Por esta razón, cuando en el próximo tiempo elijamos diáconos seamos sabios, y que cada persona ocupe el lugar que le corresponde por sus capacidades y dones. El único e inevitable deber del diácono en el Nuevo Testamento era la protección del compañerismo de la iglesia.

Para procurar el bienestar de los miembros. El propósito de elegir a los primeros siete diáconos, fue promover el bienestar de los miembros de la iglesia. En la iglesia se multiplicaron las necesidades que escapan frecuentemente a la atención del pastor o se hallan más allá de su fortaleza física. Los diáconos pueden prestar un admirable servicio a este respecto.

Para hacer más eficaz el testimonio. Es evidente que se los eligió a fin de que la iglesia pudiera dar un testimonio más efectivo. El plan de la iglesia de Jerusalén fue efectivo, de tal manera que "crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaban...."

 

Requisitos para ser diácono: basados en 1 Timoteo 3:1-8 tenemos los siguientes:

Honestos: significa venerable u honorable, que tengan dignidad, correcta relación con Dios y ser personas respetadas, que lleven en sí la cualidad de la venerabilidad.

Sin doblez: no debe decir algo a una persona y una cosa diferente a otra persona. La doblez indica la doble expresión con la intención de engañar.

No dados a mucho vino: debe ser templado y moderado en el consumo del vino. No está indicando la prohibición del consumo del vino.

No codiciosos de ganancias deshonestas: no ha de amar al dinero, que es la raíz de todos los males. Es una solemne amonestación contra la avaricia. Este vicio arruinará la vida de todo cristiano.

Que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia: debe ser una persona con grandes convicciones

Probados: porque podemos ser influidos por la buena personalidad de un individuo o por su aparente celo en la iglesia. La idea central de "probado" es la demostración de la capacidad individual. En el Nuevo Testamento la misma palabra se traduce también por "examinar" y "discernir". Debemos reconocer a los que ya hacen el trabajo de diáconos.

Irreprensibles: esto no expresa que todo diácono ha de ser perfecto. El requisito de la perfección eliminaría a todos, porque la gente no es perfecta. Quiere decir que nunca se ha presentado contra él ni podría presentarse, cargo alguno de injusticia. Debe ser una persona sin reproche, contra quien no se haya presentado ningún cargo.

Maridos de una sola mujer y que gobiernen bien sus hijos y sus casas: si esta admonición relativa a la familia, no es atendida, la eficacia del diaconado del hombre disminuirá, y no calificará para ser diácono.

 

 Escuela Dominical - Página principal