Iglesia Evangélica Bautista del Centro


¡ESTUDIEMOS LA BIBLIA! - Hoja Semanal Nº 75 - Domingo 21 de Mayo del 2000.

Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica Bautista del Centro , Rodríguez 542, 2000 Rosario.

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La Pornografía (la trampa y la salida)

"De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado esclavo es del pecado" Juan 8:34.

 

La pornografía es uno de los ataques más engañosos del enemigo contra nuestra cultura y contra la iglesia de Jesucristo. El ataque es amplio, viene sobre hombres y mujeres, incluyendo ministros y siervos de Dios. Jesús dijo de si mismo: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida" (Juan 8:12). Además declaró: "De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado...(pero) si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres" (Juan 8:34-36).

El apóstol Juan escribió: "Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo" (1 Juan 3:8). Luego dijo: "Mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo" 1 Juan 4:4. Esta es la verdad del Reino. No ha cambiado y el poder de Cristo no ha disminuido.

¿Qué es la pornografía? La pornografía es cualquier cosa en cualquier medio o palabras, cuadros, videos, dibujos, personas, cualquier cosa que represente expresiones ilícitas, inmorales con la intención de provocar sentimientos o respuestas ilícitas e inmorales. La pornografía es más que las películas prohibidas. Está en los canales de películas, en las redes de cables, en revistas que se venden con envoltorios, en los videos no aptos para TV los que se alquilan para ver y en el Internet. La pornografía incluye nudismo e inmoralidad en películas tales como Titanic. Abarca novelas de tapa blanda con sus coberturas sensuales. Incluye las historias escritas para apelar a las fantasías lujuriosas; las novelas y las series cómicas con sus escenas sexuales gráficas, su lenguaje, insinuaciones que enseñan que está bien ir a la cama con quien sea. Involucra todas las cosas que arrastran a las personas hacia expresiones sexuales no bíblicas como una forma normal y adecuada de vida.

 

Estamos viviendo en una plaga de lujuria y sensualidad y todos nosotros somos afectados por ella.

 

Jesús vivió puramente y habló claramente acerca de la pornografía y la lujuria. El dijo: "Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón" (Mateo 5:27-28). No pienses que has preservado tu virtud simplemente por no haber ido a la cama. Tu corazón puede corromperse por la lujuria aún más rápido que tu cuerpo. Aquellas miradas lascivas que tu piensas que nadie se da cuenta, también corrompen.

Científicos del comportamiento informan cosas que deben alarmarnos. Hay seis pasos en la artimaña de la pornografía.

Paso 1: La Tentación. La tentación con la pornografía se presenta a si misma de muchas formas. La lujuria llega a lo prohibido. Dicen que necesita experimentar lo apasionante, alimentar su carne, explorar lo íntimo. Se le hará creer que necesitará esto solamente una sola vez; que necesita estar informado y que en realidad no puede ser tan malo. Babbage, autor de "Cristianismo y sexo", declara: "Es una ley sicológica elemental, que cuando la imaginación y la voluntad están en conflicto, la mayoría de las veces gana la imaginación. Es en el ámbito de la imaginación que la batalla debe ser ganada. Si la imaginación está inflamada, la batalla está (o casi) perdida". Debemos evitar que nuestra imaginación se inflame, poniendo un alerta temprano sobre nuestros ojos, nuestras mentes y nuestras imaginaciones.

Santiago escribió: "Someteos pues a Dios, resistid al diablo y huirá de vosotros" (4:7). Resistir en el momento oportuno es decir: "Señor Jesús, esto no tendrá lugar en mi mente". Si la resistencia no viene de nuestro corazón, entonces la tentación nos cautivará más tiempo ante la televisión, el cuadro o el pasaje del libro.

Paso 2: Un Encuentro. Santiago declara: "Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado siendo consumado, da a luz la muerte" (1:15). La muerte viene porque produce implacables ataduras ya que la pornografía tiene un aspecto pecaminoso único. Impacta la mente, el cuerpo, y el espíritu. ¡Todo al mismo tiempo! Con la pornografía se establece un eslabón entre el pecado y lo que se desata a nivel hormonal, y el efecto desbastador es poderoso. Con un solo encuentro, comenzado quizás casualmente, si no es sanado llevará rápidamente al próximo paso.

Paso 3: Adicción. La mayoría de las personas no entienden cómo actúan las conductas del ser humano, la pornografía es tan aditiva como la heroína, el crack, el alcohol, y el juego. El Dr James McGough de la Universidad de California dice: "Las experiencias en el momento de la provocación emocional o sexual quedan guardadas en el cerebro y se transforman en muy difíciles de borrar". Jesús dijo claramente: "De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado" (Juan 8:34).

Paso 4: La Escalada. Dado que la pornografía involucra la estimulación sin satisfacción real y la excitación sexual, está tomando la dimensión más íntima de la vida y abusándose de ella. Satanás utiliza lo inmoral para tomar más y más del alma, cuerpo y mente de una persona.

Las personas casadas que son adictas a la pornografía les es muy difícil estimularse normalmente con su cónyuge y necesitan estimulaciones más fuertes y por lo general más degeneradas. En Romanos 1:21-32, Pablo escribió acerca de esta escalada pecaminosa. Los investigadores han verificado que lo que se describe en estos versículos es pornografía en el paso 5.

Paso 5: Pérdida de la sensibilidad. Lo que una vez fue sorprendente y repugnante se transforma en aceptable. La conciencia es cauterizada al punto de tolerar gruesa inmoralidad (ver 2 Timoteo 2:4). Desembocando irremediablemente en daños mucho más grandes como la violación, la degradación de la mujer, la insensibilidad a las reacciones de violencia, y el impacto negativo sobre la familia.

El domingo que viene continuaremos con este artículo del pastor David Argue.


 

Pág 2 - 21-5-2000 - Lección 75 - Iglesia Evangélica Bautista del Centro de Rosario - Rodríguez 542 - Rosario, Santa Fe.

 

LECCION Nº 75 TEMA: EL PERDON (2º Parte).

Pasaje Bíblico: Lucas 15:1-3,11-32. Pasaje de Memoria: "Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como también Dios os perdonó a vosotros en Cristo". Efesios 4:32. Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (Lucas 15:1-3,11-32 ); LUNES ( Mateo 6:1-18); MARTES (Lucas 23:13-49); MIERCOLES (Colosenses 2:1-23); JUEVES (Colosenses 3:1-25); VIERNES (Filemón 1-25 ); SABADO (Jonás 4:1-11). Leamos con atención, reflexión y oración durante la semana, y vinculemos estas lecturas con la lección de este domingo.

 

Orientación: debemos tener bien en claro en que consiste el hecho de amar por fe. Consiste en tres principios bien definidos: a) Se nos ordena amar como Jesús nos ama a nosotros (Juan 15:12 y otros), b) Dios promete contestar nuestras oraciones, si oramos según su voluntad (y amar a otros es su voluntad, 1 Juan 5:14-15), y c) Debemos apropiarnos del amor de Dios como un acto de nuestra voluntad (Mateo 21:22). Debemos recordar que amar por fe también involucra un proceso, y 1 Tesalonicenses 3:12 así lo describe ("crecer y abundar en amor").

Hoy veremos la parábola del hijo pródigo, siguiendo algunas ideas de Charles Stanley.

Desarrollo: no somos la única generación que lucha contra las ideas distorsionadas del perdón. A los judíos de la época de Jesús les parecía imposible que Dios perdonara, a nuestra generación les parece imposible que Dios condene a alguien. Para intentar corregir los falsos conceptos acerca del perdón, Jesús contó en Lucas 15, las tres parábolas de las cosas perdidas. Ellos no entendían como alguien que venía de Dios, no rechazara a los pecadores e inmundos de su tiempo (ej: publicanos, pastores de ovejas, prostitutas, etc). Aparte de la cruz del Calvario, la parábola del hijo pródigo es el mayor relato que muestra la naturaleza perdonadora de Dios.

Las trabas emocionales nos impiden experimentar el gozo y la paz de saber que somos perdonados (cuando somos cristianos), pero no nos sentimos perdonados. La mayoría de estas trabas residen en enseñanzas incorrectas acerca del perdón, que hemos aprendido fuera de la fe o por no tener claridad la enseñanza en las congregaciones cristianas, o por situaciones de maltrato en nuestros hogares de origen (especialmente por problemas sin solucionar con nuestros padres terrenales).

¿Cómo es la actitud de Dios cuando pecamos contra El? Debemos tener bien en claro esta respuesta, ya que tendremos que responder a otra pregunta más: ¿Cuál debe ser nuestra actitud cuando otros pecan contra nosotros?

Jesús no pudo describir al pródigo de una manera más degradante: era un muchacho egoísta, ya que pidió su parte estando en vida su padre, quien por ello bien pudo desheredarlo, se fue bien lejos, renunciando voluntariamente a cuidar a su padre durante la vejez, indicando que nada le importaba su familia. Gastó todo bien rápido lo que su padre juntó en toda una vida de trabajo y terminó cuidando cerdos, ocupación indigna para un hebreo. ¿Por qué presentó Jesús de esta manera al muchacho? Lo mostró de lo peor, para que todos se dieran cuenta que no quedaba nada en él que motivara el perdón del padre. La naturaleza de Dios lo inspira a perdonar, basado en Sus cualidades y Su perfección moral. De la misma manera nosotros debemos perdonar no basados en las cualidades de nuestro ofensor (probablemente no las tenga), sino en las nuestras (que Dios ha traído a nosotros cuando nos convertimos, Romanos 5:5).

 

¿Por qué se conmovieron los fariseos por el fin de la historia del pródigo? Ellos hubieran imaginado otros "finales" como serían:

* Al llegar el muchacho, el padre lo golpearía en la cara diciéndole: ¡Vete! ¡Nos abandonaste! ¿Cómo te atreves a volver?, y mandaría a sus empleados a impedir que entre a su campo semejante desobediente.

* Podría haber salido un extraño y decir: ¡Se mudó y no se donde! ¡No tienes a donde ir y acá no te podés quedar!

* Sale el padre y no lo reconoce al hijo. ¡Papá soy yo, no te acordás de mí, soy tu hijo menor que me fui y vuelvo!

* El hijo le dice: ¿Puedo ser tu siervo? y el padre contesta: ¡Trato hecho! ¡A trabajar!

 

¿Cuál es la actitud de Dios frente al pecador que regresa? ¿Cuál es nuestra propia actitud frente a nuestro prójimo que viene a pedirnos perdón? La actitud de Dios frente al pecador que regresa es:

* Recibirlo con un amor sin límites. No podemos ir tan lejos donde su amor no nos alcance. Romanos 8:35-39.

* Recibirlo con un amor paciente. Espera que abandonemos "la provincia apartada" y regresemos al hogar.

* Recibirlo demostrando un amor activo. El Dios del universo corriendo tras un pecador y abrazarlo, buscando así restaurar la amistad o comunión con los pecadores.

* Recibirlo enfocando su atención en el pecador y no en el pecado.

* Recibirlo con la mejor de las bienvenidas. Hay gozo en el cielo por los que vuelven arrepentidos al hogar.

 

¿Cómo podemos copiar estas actitudes de Dios? ¿En realidad se puede? Contestar entre todos. ¿Hay conexión con el amar con fe? ¿Tiene ésto, algo que ver con la vida llena (gobernada) del Espíritu y con el fruto del Espíritu? ¿Qué tiene que ver Romanos 5:5 con todo esto?

Lucas 15:17 dice: "Y volviendo en sí..." Llegó la hora del arrepentimiento, donde se reconoce la culpa y la responsabilidad sin excusas. Es un momento difícil, uno de los más duros y humillantes de la condición humana, pero indispensable para obtener perdón y sanidad. Es como ir en una dirección y cambiar por la opuesta. Juan el Bautista y Jesús hicieron del arrepentimiento una palabra central de sus enseñanzas. Arrepentimiento es el repudio de nuestras malas actitudes y obras. El muchacho volvió en sí en la provincia apartada. En ese lugar escucharía seguramente lo que él deseaba oír, pero no lo que debía oír. En la casa del Padre escuchó el consejo que no deseaba oír. Quienes están cerca de nosotros, determinarán nuestro nivel de éxito o fracaso. Un cómico argentino hace años decía que la gente que te rodea es la que te levanta una "lápida" o un "monolito". ¿Has reconocido el valor de otros que te influyen?

La paciencia de Dios retrasa el castigo por nuestras maldades, pero no lo levanta. En Mateo 27:3, se nos dice que Judas devolvió "arrepentido" las treinta piezas de plata. Allí la palabra arrepentido en griego es "metamelomai", que significa pesar, dolor sin cambiar, y por esta razón fue condenado (Juan 17:12). La palabra griega para arrepentimiento que se usa en la Biblia y que indica la respuesta que Dios espera por nuestras malas obras es "metanoeo", que quiere decir: cambio de mente, actitud y propósito.

2 Corintios 7:9-10 nos habla de dos tipos de tristezas: la que produce Dios y que trae sanidad y la que produce el mundo que trae muerte. El arrepentimiento allí es una consecuencia de la tristeza que produce Dios por el pecado cometido, de tal manera que estamos dispuestos a abandonarlo. El domingo que viene continuaremos.

Pasaje de memoria para el domingo próximo: Hechos 7:59-60.

 

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