Iglesia Evangélica Bautista del Centro
¡ESTUDIEMOS LA BIBLIA! - Hoja Semanal Nº 111 - Domingo 28 de Enero de 2001.
Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica Bautista del Centro , Rodríguez 542, 2000 Rosario.
Teléfono 4380824 - Registro de Cultos Nº 672, Secretaría de Culto de la Presidencia de la Nación Argentina.
Internet: www.oocities.org/iebcentro - E-mail: iebcentro@oocities.com
Muriendo a nosotros mismos
Cuando eres olvidado, rechazado o dejado de lado a propósito,
y no te afliges ni te dueles con el insulto o con el descuido, sino que tu
corazón está contento, teniendo como valioso el sufrir por Cristo....
MUERES A TI MISMO.
Cuando se habla mal de las cosas buenas que has hecho, cuando tus deseos son
mal interpretados, tu consejo es pasado por alto, tus opiniones ridiculizadas y
no permites que el enojo surja en tu corazón, ni siquiera tratas de defenderte a
ti mismo, sino que lo tomas todo con paciencia, en silencio amoroso....
MUERES A TI MISMO.
Cuando soportas en forma paciente y amorosa cualquier desorden,
irregularidad, impuntualidad o enojo; cuando te encuentras cara a cara con lo
superfluo, con la insensatez, con la extravagancia, con la insensibilidad
espiritual y permaneces tal como permaneció Jesús....
MUERES A TI MISMO.
Cuando estás contento con cualquier comida, con cualquier ofrecimiento, en
cualquier clima, en cualquier sociedad, con cualquier vestimenta, con
cualquier interrupción que esté de acuerdo a la voluntad de Dios...
MUERES A TI MISMO.
Cuando te preocupas de referirte a ti mismo en la conversación, o de
indicar tus propias palabras buenas, o de anhelar vehementemente las
alabanzas, cuando realmente puedes amar el hecho de ser desconocido....
MUERES A TI MISMO.
Cuando puedes ver prosperar a tu hermano y ver sus necesidades satisfechas y
puedes, honestamente, regocijarte con él en espíritu, y no sentir envidia
alguna, sin cuestionar a Dios porque tus necesidades son mucho mayores y en
circunstancias desesperadas...
MUERES A TI MISMO.
Cuando puedes recibir corrección y reprensión de alguien menos importante
que tú, y puedes someterte humildemente, tanto interior como también
exteriormente, sin que surja ninguna rebelión ni resentimiento
dentro de tu corazón....
MUERES A TI MISMO.
Actualmente, ¿estás muerto? En estos últimos tiempos, el Espíritu nos llevará a
la cruz "a fin de conocerle (a Jesús).....llegando a ser semejante a El en su muerte" (Filipenses 3:10).
El día del Señor: el primer día de la semana, desde hace casi dos mil años está marcado significativamente por un hecho extraordinario: la resurrección de Jesús. El primer día de cada semana, debe tener un lugar preeminente en la vida de cada cristiano. Hay muchos intereses que compiten para atraer nuestra atención, y descuidar el hecho de congregarnos para adorar a nuestro Dios y escuchar su Palabra. En este tiempo de verano, tengamos cuidado de no tentarnos con la pileta, el río, la isla, la casa-quinta y otras cosas, descuidando el culto que merece nuestro Dios. Poco orden puede haber en el mundo interior de una persona, cuando ésta no aprecia el significado y el propósito del descanso verdadero. Dios descansó, y no necesitaba hacerlo, pero lo hizo para sentar un precedente para todos nosotros. Y aquí estamos todos incluidos. Este descanso no es un lujo, sino una verdadera necesidad, por eso no pervirtamos su significado.
Pág 2 - 28-01-2001 - Lección 111 - Iglesia Evangélica Bautista del Centro de Rosario - Rodríguez 542 - Rosario, Santa Fe.
LECCION Nº 111 TEMA: "LOS DONES ESPIRITUALES" (11º Parte).
Pasaje Bíblico: Filipenses 2:1-13. Pasaje de Memoria: "Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren". 1 Timoteo 4:16.
Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (Filipenses 2:1-13); LUNES (Filipenses 1:1-30); MARTES (Filipenses 2:14-30); MIERCOLES (Filipenses 3:1-21); JUEVES (Filipenses 4:1-23 ); VIERNES (2 Tesalonicenses 1:1-12); SABADO (2 Tesalonicenses 2:1-17). Leamos con atención y oración durante la semana, y vinculemos estas lecturas con la lección.
Orientación: el domingo pasado nos hacíamos una pregunta que quedó a medio contestar, y era la siguiente: ¿cómo puedo descubrir mis dones espirituales? ¿Hay alguna fórmula que me permita saberlo? En ninguna parte de la Biblia decíamos, existe un capítulo donde se nos diga: "para saber cuáles son los dones que usted posee siga los siguientes pasos". Entonces, ¿qué haremos?. Aunque haya algunas opiniones opuestas acerca del tema, hemos comenzado a responder la pregunta, siguiendo cinco pasos en los cuales están de acuerdo muchos eruditos acerca de los dones.
Desarrollo: seguiremos las sugerencias de Pedro Wagner. Ya vimos los dos primeros pasos: a) Explorar las posibilidades y b) Experimentar con tantos dones como crea tener. Hoy continuamos con los siguientes.
Paso N° 3: Examine sus sentimientos: pareciera algo contradictorio, ya que a veces, si un cristiano disfruta de la vida, hay una vaga sospecha de que algo va mal. Se puede servir fielmente a Dios y al mismo tiempo disfrutar de la experiencia. Ray Stedman dijo: "De alguna parte ha salido la idea bien atrincherada en los círculos cristianos de que el hacer lo que agrada a Dios tiene que resultar desagradable; que los cristianos siempre tienen que escoger entre el hacer lo que quieren y ser felices, y hacer lo que Dios quiere y echar la felicidad por la borda". ¿Qué pensamos de esta afirmación?
Dios es omnisciente, sabe cada detalle de nuestra condición fisiológica, nuestras glándulas, metabolismo, nuestra personalidad, y entiende perfectamente nuestros sentimientos. El mismo Dios que nos otorga los dones espirituales como herramientas para servirle con fidelidad, es el que supervisa nuestro ser total. El sabe que si nos gusta la tarea que estamos haciendo, la haremos mejor que si no nos gusta. En otras palabras, parte del plan de Dios, es darnos un don espiritual que haga juego con nuestros sentimientos de tal manera que al emplearlos, los disfrutemos. Que los alumnos compartan experiencias acerca del uso feliz de sus dones espirituales.
Hay una clara señal de como Dios quiere conducir a su pueblo en el Salmo 37:4, "Deléitate asimismo en Jehová, y El te concederá las peticiones de tu corazón". Y más aún, Filipenses 2:13, "Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad". Podemos decir que cuando un cristiano hace la voluntad de Dios, hace lo que quiere hacer. Agradando a Dios, terminamos haciendo lo que nos agrada.
Al experimentar con los dones, es pues importante que examine sus sentimientos.
Paso N° 4: Evalúe su eficacia: como los dones espirituales están orientados a una tarea, es adecuado esperar que den resultado. Si Dios le ha dado un don, es porque quiere que haga algo para El en el contexto del Cuerpo de Cristo. Las personas con dones dan buenos resultados. El pensar que Dios quiere que sus hijos sean exitosos en el trabajo que El nos encarga, en nada contradice la humildad cristiana.
Si usted experimenta con un don, y encuentra sistemáticamente que lo que espera no sucede, lo más probable es que haya descubierto uno de los dones que Dios no le ha dado.
Si tiene el don de evangelista, la gente será conducida a Cristo, a través de su ministerio. Si tiene el don de exhortación, ayudará a otros a resolver sus problemas y enderezar su vida. Si tiene el don de sanidades, los enfermos sanarán. Si tiene el don de administración, la organización avanzará sin sobresaltos ni sacudidas.
Cuando los verdaderos dones están operando lo que debe suceder, sucede
Paso N° 5: Hay que esperar la confirmación del Cuerpo: si usted cree que tiene un don espiritual y está tratando de ejercerlo, pero nadie en su iglesia cree que lo tiene, probablemente no lo tiene. Lo que falta es confirmarlo. Podríamos encontrar un conflicto entre el paso 3, respecto a los sentimientos y el 5, respecto a la confirmación. Los sentimientos son importantes pero no son infalibles. Usted puede tener un deseo intenso de ayudar a otros, por ejemplo en el terreno del aconsejamiento, o para exhortar. Pero si usted está experimentando con aconsejar y encuentra que después de un período de tiempo nadie le busca, o nadie le recomienda a sus amigos, o se le escribe una nota de agradecimiento por la ayuda prestada, usted tiene buenas razones para dudar de la validez de sus sentimientos acerca de este don.
La confirmación del Cuerpo, es una comprobación en todos los pasos. Este paso es el número 5 en orden, pero en muchos aspectos es el más importante de todos. Si recordamos la primera definición que ensayamos en nuestra primera lección, los dones son dados para ser usados en el contexto del Cuerpo, por eso es necesario que otros miembros del Cuerpo digan la palabra final para confirmarle su don.
Aunque en último término, es a Dios a quien hay que rendir cuentas, de modo inmediato lo hemos de hacer unos a otros, si tomamos la cosa en serio. Es decir, si usted tiene el don de administración o de ayuda, o evangelismo o misericordia, pero nadie lo sabe, usted puede decidir no hacer nada y nadie podrá llamarle la atención. Pero una vez que es conocido y confirmado en el Cuerpo, sus amigos esperarán que usted entre en acción.
Si los dones espirituales puestos en acción son tan importantes para Dios y para la iglesia y para los cristianos individualmente, deberíamos hacer algo sobre ellos de un modo práctico y personal. "Descubrir" viene antes que "desarrollar" en el orden espiritual, porque los dones espirituales son recibidos, no conseguidos.
Es necesario aclarar que hay cristianos maduros, fieles y útiles que están haciendo la voluntad de Dios sin que puedan describir en términos claros cuales son sus dones espirituales. No obstante, conocerlos, será muy provechoso. Recordemos por último que los dones espirituales no deben confundirse con los talentos naturales, ni con el fruto del Espíritu, ni con los deberes cristianos, ni con los dones falsos.
Pasaje de memoria para el domingo próximo: Efesios 4:15