En cada una de las preguntas coloque entre los paréntesis el puntaje que mejor se aplica a nuestra iglesia:

(1) Significa "Todavía no hemos pensado en eso", y (5), "En esta área estamos en excelente forma".

Puntuación: Sume las cantidades entre paréntesis. Si el puntaje obtenido se encuentra entre:

Pasaje Bíblico: Efesios 4:11-16 y 1 Corintios 3:7-13. Pasaje de Memoria: "Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo". Efesios 4:15.

Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (Efesios 4:11-16 y 1 Corintios 3:7-13); LUNES (Colosenses 1:1-29); MARTES (Colosenses 2:1-23); MIERCOLES (Colosenses 3:1-25); JUEVES (Colosenses 4:1-18 ); VIERNES (1 Tesalonicenses 1:1-10); SABADO (1 Tesalonicenses 2:1-20). Leamos con oración durante la semana y vinculemos estas lecturas con la lección.

Orientación: hasta el domingo pasado, veníamos considerando un tema importantísimo acerca de los dones espirituales, herramientas que son vitales para el ejercicio del ministerio de toda iglesia. Estos instrumentos de bendición, deben ir acompañados por el fruto del Espíritu, el carácter sólido y espiritual de los hijos de Dios, para que el trabajo de la iglesia en el mundo tenga un impacto duradero.

Días atrás, durante la visita del evangelista Luis Palau, y en ocasión de hablar a un auditorio conformado por pastores y sus esposas, ayudantes pastorales y obreros cristianos en general, este conocido predicador vertió comentarios muy jugosos, respecto al ejercicio del ministerio de la iglesia de Cristo. El se refería en forma especial, al pastor y al obrero cristiano, pero sin duda los conceptos son muy saludables para todo cristiano.

El hablaba de cuatro grandes peligros, a saber:

a) El descuido: es la falla que atenta contra la disciplina propia y afecta la relación que el creyente tiene con Dios en su intimidad, allí donde sólo Dios puede saber cada detalle de nuestra vida. Los "pequeños" pecados (que en realidad no existen, ya que todos los pecados son iguales), se van acumulando precisamente por el descuido y arruinan la vida del cristiano, y en la vida secreta está el fundamento de la santidad. Sin santidad no habrá ejercicio saludable de los dones espirituales. Se viola la conciencia del creyente, cuando practica pecados que él mismo sabe que desagradan a Dios. En Costa Rica, hace unos años, el 35% de la población manifestaba ser convertida. Muchos de ellos lo eran por causa del ministerio televisivo de un conocido predicador. Cuando este hombre cayó, un 10 a un 15% de ellos se volvieron atrás. Todo porque alguien procedió con grave descuido de su vida íntima durante años, y lo mantuvo oculto.

b) Confundir dones con carácter: es cuando alguien llega a decir: "tengo dones, lo demás no importa". Peter Kuzmic, un líder yugoslavo reconocido dijo: "Carisma sin carácter es catástrofe". Los dos son del Espíritu, los dones y el carácter (o fruto). El carácter se forma a través de las múltiples decisiones que uno toma cada día, acercándonos a Dios, o alejándonos de El.

c) Desdén de los demás: el hecho de burlarse de los demás, porque no tienen los dones, las cualidades o los talentos que yo tengo. Es gloriarnos por lo que hemos recibido, ignorando que lo hemos recibido. Burlarse de otros es una mala señal. Debemos respetar a otros aunque no estemos de acuerdo con él. El don es un "regalo", creer otra cosa es ofender al Espíritu que nos lo dio.

d) Ser superficial y no serio: es preocuparse por lo superficial, lo tópico, lo epidérmico. Aquí podríamos llenar con ejemplos toda la página, sobre las cosas que creemos que deben hacerse o no dentro del camino del Señor, como si quisiéramos producir la santidad de afuera hacia adentro, cuando es de adentro hacia afuera.

La iglesia tendrá salud cuando tengamos en cuenta estos 4 elementos energizantes: evitando el descuido, no confundiendo los dones con el carácter cristiano, no nos burlemos de los demás, y no seamos superficiales, sino serios.

Al pastor Rick Warren le preguntaron: ¿Por qué él creía que el tema de la salud debía reemplazar al crecimiento como punto central para los líderes de la iglesia? El dijo:

"El tamaño no es el problema. Se puede ser grande y saludable, o grande y endeble. Se puede ser pequeño y saludable, o pequeño y debilucho. No es mejor ser grande y pequeño. Es mejor ser saludable. No existe correlación alguna entre el tamaño y la fuerza de una iglesia. Si las iglesias son saludables, el crecimiento ocurrirá de manera natural.

No tengo que ordenarles a mis hijos que crezcan. Si les proveo de un ambiente saludable, el crecimiento será automático. Si no hay crecimiento, eso significa que algo está yendo mal, porque el crecimiento es una característica de la naturaleza de los organismos vivos".

Llega un punto donde los niños dejan de crecer, por eso Warren dice que es mejor hablar de la salud de la iglesia y no tan solo del crecimiento de la iglesia. Para muchos crecer es simplemente aumentar números. Y éste es solo uno de los indicadores. Pero si el crecimiento numérico no es un indicador confiable de salud, ¿cómo sabremos que una iglesia está sana? No es que el crecer en números sea un indicador poco confiable, sino que es inadecuado. Una iglesia debe crecer en:

a) Calidez a través de la comunión. b) Profundidad a través del discipulado. c) Fortaleza a través de la adoración. d) Amplitud a través del ministerio. e) Tamaño a través del evangelismo.

No se juzga la fuerza de un ejército por el número de soldados que se sientan en el comedor, se lo juzga basándose en la cantidad de soldados entrenados y activos en el frente. El porcentaje de miembros que son movilizados para el ministerio y las misiones, es un indicador de salud más confiable que el número de personas que asisten a los cultos.

¿Cómo cultivan los líderes la salud de una iglesia? La salud es el resultado del equilibrio, y éste se da cuando se tiene una estrategia y una estructura para cumplir con los 5 propósitos del Nuevo Testamento para la iglesia: la adoración, el evangelismo, la comunión, el discipulado y el ministerio. Si se enfatiza cualquiera de los propósitos en detrimento de los demás, se produce el desequilibrio, y no hay salud (vienen las iglesias raquíticas).

¿Cómo se logra mantener el equilibrio? Deben darse cuatro condiciones: atraer a las personas para que se hagan miembros, llevarlas a la madurez, capacitarlas para el ministerio y enviarlas hacia su misión. La salud de una iglesia es cuantificable, igual que cuando un doctor evalúa los signos vitales. Se puede medir cuantas personas más participan en el ministerio entre un período de tiempo y otro.

En la sociedad moderna, ¿cómo podemos mantener la salud cuando se está en contacto con tantas personas enfermas? Salud no significa perfección. Nuestros hijos pueden ser saludables, pero no son perfectos. Nunca habrá una iglesia perfecta en este mundo. Alguien dice: "Hay que reforzar la pureza de la iglesia". Pero Jesús dijo: "Dejad crecer la cizaña juntamente con el trigo hasta el día en que los separe". Nuestra tarea no es la selección sino la cosecha. Recibimos a muchas personas enfermas en nuestra iglesia, porque la sociedad está cada vez peor, pero Jesús demostró que ministrar a las personas heridas es más importante que mantener la pureza. La red atrapa todo tipo de peces, ¿no le parece?

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