Iglesia Evangélica Bautista del Centro
¡ESTUDIEMOS LA BIBLIA! - Hoja Semanal Nº 113 - Domingo 11 de Febrero de 2001.
Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica Bautista del Centro , Rodríguez 542, 2000 Rosario.
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No confundas el verdadero significado de la cruz
"Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo" (Gálatas 6:14).
En estos tiempos modernos, sin previo aviso y casi imperceptiblemente, ha surgido en los círculos evangélicos populares una nueva cruz. Su forma es como la antigua, pero a la vez, diferente: ¡Los aspectos parecidos son superficiales, las diferencias son fundamentales!
De esta nueva cruz ha surgido una nueva filosofía de la vida cristiana basada en un enfoque evangelístico nuevo y totalmente diferente. El evangelista trata de mostrar que el cristianismo no hace demandas desagradables; más bien, ofrece las mismas cosas que el mundo, sólo que a un nivel más alto. Este nuevo punto de vista determina que esta cruz moderna no mata al pecador, lo encamina.
El trasfondo filosófico de esta teoría puede ser sincero, pero es tal falso como ciego. Pasa por alto completamente todo el significado de la cruz.
La antigua cruz es símbolo de muerte. Se yergue para el fin abrupto y violento de un ser humano. En tiempos del Imperio Romano, el hombre que tomaba su cruz y comenzaba a caminar con ella, nunca volvía. No salía a encaminar su vida; ¡ Salía para terminar con ella! La cruz no intentaba tener una buena relación con su víctima. Golpeaba con crueldad y dureza, y cuando había concluido su trabajo, el hombre había dejado de existir.
La raza de Adán está bajo sentencia de muerte. Dios no puede aprobar ninguno de los frutos del pecado. Al venir Cristo no trasladamos nuestra vieja vida a un plano más alto; la dejamos en la cruz. ¡De esta manera, Dios salva al individuo liquidándolo y luego resucitándolo a una vida nueva!
A. W. Tozer (de "Renovado día a día").
Una mujer se acercó a toda prisa al violinista Fritz Kreisler después de un concierto y le dijo efusivamente: "Oh, ¡yo daría la vida por tocar como usted!". El le contestó serenamente: "Eso es exactamente lo que hice yo".
Kreisler había hecho un gran sacrificio de tiempo, esfuerzo y deseos personales para alcanzar las alturas de tales logros humanos. De la misma forma, en la esfera espiritual, si queremos ser maduros seguidores de Cristo debemos estar dispuestos a morir al yo.
En Gálatas 6:14 vemos tres crucifixiones. La primera crucifixión es la de Cristo. Su sacrificio en la cruz nos dio la salvación. Luego está la crucifixión del mundo. Debemos rechazar sus placeres, honores, tesoros y cualquier cosa que nos impida recibir una plena bendición. En tercer lugar, nosotros somos crucificados como creyentes, ya no respondemos a las tentaciones del mundo. La primera cruz se refiere a las bases de nuestra salvación, la segunda tiene que ver con el resultado de nuestra salvación, y la tercera señala a la puesta en práctica de esa salvación día tras día.
¿Puedes decir de verdad y con entusiasmo: "Pero lejos esté de mi gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo"? Cuando puedas hacer eso estarás haciendo un sacrificio que te dará recompensas eternas. (De "Nuestro Pan Diario").
Castillo fuerte es nuestro Dios
Este es el título del conocido himno compuesto por Martín Lutero cuando, después de escribir las 95 tesis y clavarlas a la puerta de la catedral de Wittemberg, fue llamado por el emperador Carlos V a comparecer ante la Dieta de Worms.
La respuesta de Lutero a los que le advertían del peligro que corría su vida, recordándole la triste experiencia del profesor de Praga Juan Huss, que fue quemado vivo a pesar del salvoconducto que le había dado el emperador Segismundo, fue ésta:
"Aunque hubiera en Worms tantos demonios como tejas hay en los tejados, yo iría allí a defender la verdadera doctrina del evangelio". Durante aquellos días de meditación y oración escribió este himno basado en las palabras del Salmo 46:
Castillo fuerte es nuestro Dios Defensa y buen escudo; Con su poder nos librará En este trance agudo. Con furia y con afán Acósanos Satán; Por armas deja ver Astucia y gran poder Cual él no hay en la tierra |
Nuestro valor es nada aquí, Con él todo es perdido; Mas por nosotros pugnará De Dios el Escogido. ¿Sabéis quién es? Jesús, El que venció en la cruz, Señor de Sabaoth Y, pues, El solo es Dios, El triunfa en la batalla. |
Aún si están demonios mil Prontos a devorarnos, No temeremos, porque Dios Sabrá aún prosperarnos. Que muestre su vigor, Satán y su furor Dañarnos no podrán, Pues condenado es ya Por la Palabra Santa. |
Sin destruir la dejarán, Aún mal de su grado, Esta Palabra del Señor; El lucha a nuestro lado. Que lleven con furor Los bienes, vida, honor, Los hijos, la mujer... Todo ha de perecer; De Dios el Reino queda. |
Pág 2 - 11-02-2001 - Lección 113 - Iglesia Evangélica Bautista del Centro de Rosario - Rodríguez 542 - Rosario, Santa Fe.
LECCION Nº 113 TEMA: "La seguridad del creyente"(1º Parte).
Pasaje Bíblico: Juan 10:22-42.
Pasaje de Memoria: "Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano". Juan 10:28.
Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (Juan 10:22-42), LUNES (SALMO 51:1-19); MARTES (Efesios 4:22-32); MIERCOLES (Efesios 2:1-22); JUEVES (1 Juan 1:1-10 ); VIERNES (Juan 3:1-21); SABADO (Juan 6:40-71). Leamos con oración durante la semana y vinculemos estas lecturas con la lección de hoy.
Orientación: desde que todo creyente ha comenzado a caminar con Cristo, en una o en muchas oportunidades le ha asaltado la duda de si Cristo lo ha abandonado, o si algún pecado cometido le ha llevado a perder su salvación. Generalmente las dudas están concentradas en nuestra primera etapa de cristianos, pero pueden volver en cualquier momento de nuestra vida de creyentes, en especial cuando pecamos.
Desarrollo: es imposible vivir una vida cristiana consistente y madura, sin una comprensión firme y completa de como llegó usted a ser salvado. Hay tres maneras de como el hombre pudiera ser salvado (aunque sólo una es correcta). Estas son las tres posibilidades:
Posibilidad número uno:
La salvación es un trabajo que el hombre hace para Dios.
Dar ideas en que consiste este trabajo y qué grupos religiosos de nuestro medio creen de esta manera.
Posibilidad número dos:
La salvación es una obra de Dios y el hombre en conjunto.
Pensar entre todos acerca de quienes sostienen estas creencias.
Posibilidad número tres:
La salvación es el trabajo de Dios solo, a favor del hombre.
¿Quiénes adherimos a estas creencias?
Debemos tener muy en claro y no confundir estas posibilidades, porque las Sagradas Escrituras enseñan que la tercera posibilidad es la única verdadera. La salvación en las Escrituras, siempre se nos presenta como el trabajo de Dios solamente, a favor del hombre.
El Espíritu Santo nunca abandona al verdadero creyente
Muchísimos cristianos imaginan que el Espíritu Santo abandona a todo cristiano en pecado. Citan para afirmar ésto la expresión de David, cuando suplicó a Dios, luego de haber caído en el pecado de adulterio con Betsabé: "¡No me eches de delante de ti, y no quites de mi tu santo Espíritu!" (Salmo 51:11), sin tener en cuenta que esta oración fue elevada a Dios en el período llamado del Antiguo Pacto, es decir antes de la cruz, antes de que cada creyente verdadero sea la morada permanente del Espíritu de Dios. Si el Espíritu Santo se fuese cada vez que el cristiano cae, abandonaría frecuentemente a todos los cristianos. ¡La presencia del Espíritu Santo en nuestra vida no depende de nosotros, sino de Cristo! Nuestros pecados entristecen al Espíritu Santo (ver ejemplos de pecados en Efesios 4:22-32), y aún lo apagan (1 Tesalonicenses 5:19), es decir, bloquean o inhiben su clara manifestación, pero no lo apartan de nuestra vida. Cuando el Espíritu se entristece, nosotros quedamos entristecidos, y si se apaga, nosotros quedamos apagados. La vida cristiana pierde su luminosidad, su belleza y alegría.
El hecho de que el Espíritu Santo no nos abandona cuando pecamos, no es un permiso para pecar, sino una enseñanza que nos recuerda que, aún después de la conversión, estamos en peligro de pecar. Es una meta imposible aquí en la tierra y en esta vida alcanzar la "perfección inmaculada" (consultar 1 Juan 1:8-10).
Preguntas para dialogar
¿Qué pasa si los creyentes pecan?
¿Quedan huérfanos de apoyo, sin el auxilio del Espíritu Santo para que los amoneste, entristezca y los lleve a restablecer en plenitud su comunión con el Señor?
¿El Espíritu Santo queda junto a ellos a pesar de sus caídas?
El verdadero cristiano no pierde la salvación, el que es salvo es siempre salvo
* La conversión es un nuevo nacimiento (Juan 3:1-8, 2 Corintios 5:17). Igual que el nacimiento físico, este nuevo nacimiento es irreversible.
* El nuevo nacimiento es para vida eterna (Juan 3:14-16, 3:36, 5:24, 6:40, 6:47; Romanos 6:23; y 1 Juan 2:25 y 5:11-13). La vida eterna es la vida de Cristo en nuestro ser y porque es eterna no puede interrumpirse (Juan 10:28: "no perecerán jamás"). La Escritura señala claramente que "el que cree tiene vida eterna". No dice "tendrá", sino "tiene", porque comienza desde el mismo momento de nuestra conversión a Cristo y nada, ni nadie puede cortarla.
* El Señor promete que nadie podrá arrebatarnos de su mano, ni de la mano de su Padre (leer Juan 10:27-29). Jesús puntualiza "mi Padre...es mayor que todos". Dios es más fuerte que Satán y todos sus demonios juntos, y nunca nos podrá arrancar de la mano de Dios, porque Dios es más fuerte. Seguimos el domingo que viene.
Pasaje de memoria para el domingo próximo: Juan 10:29