Iglesia Evangélica Bautista del Centro


¡ESTUDIEMOS LA BIBLIA! - Hoja Semanal Nº 119 - Domingo 25 de Marzo de 2001.

Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica Bautista del Centro , Rodríguez 542, 2000 Rosario.

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Tentación

 

Dietrich Bonhoeffer, fue un teólogo luterano alemán, quien amó a Cristo con devoción, y fue ahorcado por los guardias de Seguridad Social Nazi Negra el 9 de abril de l.945. Tenía 39 años de edad. Se había distinguido notablemente como erudito y había ganado el respeto y el afecto del pueblo cristiano en Alemania y en el exterior.

El murió, pero sobreviven sus palabras. Su manuscrito "Tentación" es uno de los mejores que jamás hayamos leído sobre el tema.

La vívida descripción que hace Bonhoffer de nuestra tendencia a apartarnos de las advertencias cuando las tentaciones nos guiñan el ojo, debe ser declarada a toda generación:

"En nuestros miembros dormita una inclinación hacia el deseo que es a la vez repentina y feroz. El deseo domina a la carne con irresistible poder. Completamente de repente se enciende un fuego secreto y humeante. La carne arde y se inflama. No hay ninguna diferencia en el caso de que sea el deseo sexual o la ambición, o la vanidad, o el ánimo de venganza, o el amor a la fama y al poder, o la avaricia por el dinero, o, por último, aquel extraño deseo de tener la belleza del mundo, de la naturaleza. El gozo que hay en Dios....se extingue en nosotros, y buscamos todo nuestro regocijo en la criatura. En ese momento, Dios se nos hace muy irreal, pierde toda realidad, y lo único que es real es el deseo que se tiene por la criatura; la única realidad es el diablo. En este caso, Satanás no nos llena de odio hacia Dios, sino que nos hace olvidarnos de El. Y ahora, su falsedad se agrega a esta prueba de fuerza. El deseo ardiente que así se despierta envuelve la mente y la voluntad del hombre en las más profundas tinieblas. Se nos despoja de las claras facultades de la discriminación y la decisión. Se presentan las preguntas: ¿lo que la carne desea es realmente pecado en este caso? ¿realmente no me está permitido? ¿Se espera de mí, ahora, aquí, en mi situación particular, que apacigüe el deseo?

El tentador me coloca en una situación privilegiada, tal como trató de colocar al Hijo de Dios, en el momento en que tenía hambre. Entonces me jacto de mi privilegio frente a Dios. Es entonces cuando todo lo que está dentro de mí se levanta contra la Palabra de Dios".

 

Siete grandes problemas de un gran hombre de Dios

 

Juan Bunyan, en su autobiografía comenta acerca de siete "abominaciones" con las que luchaba y dijo:

"He hallado hasta ahora, siete abominaciones en mi corazón: 1) Inclinaciones a la incredulidad. 2) Olvido repentino del amor y la misericordia que Cristo manifestó. 3) Inclinación a las obras de la ley. 4) Distracción y frialdad en la oración. 5) Olvidar comprobar las respuestas a la oración. 6) Ser propenso a murmurar por lo que no tengo y estar listo a abusar de lo que tengo. 7) No poder hacer las cosas que Dios me mandó, aún cuando mis corrupciones se abren paso a la fuerza. Cuando hago el bien, el mal está presente en mí. (Gracia abundante).

 

Pasajes difíciles del libro de Hebreos

 

El propósito de la Epístola a los Hebreos, es enfatizar con todo vigor la superioridad de Cristo y del cristianismo sobre las estructuras del judaísmo religioso. Fue dirigida a los hebreos más que a los gentiles, judíos que no residían en Palestina.

Uno de los pasajes más difíciles de interpretar se encuentra en Hebreos 6:1-12. En el v. 1: "rudimentos de la doctrina de Cristo" es una expresión que alude a los antecedentes del cristianismo, es decir al Antiguo Testamento en cuanto a que era "viejo pacto" (comparar con cap 8:13). Por eso estas palabras no significan que hay que abandonar los elementos básicos de la doctrina cristiana, ni de sus prácticas, sino dejar atrás las prácticas previas, de carácter levítico, que contenían aspectos aparentemente iguales a los propios del cristianismo. Las obras muertas de las cuales se requiere arrepentimiento, indudablemente se refiere al pecado, y en especial las prácticas legalistas, hechas con espíritu farisaico, las obras humanas que no proceden del amor a Dios y que no son fruto de Su Espíritu en el hombre regenerado (ver cap 9:14). La palabra bautismos está en plural porque se refiere a los distintos bautismos que menciona la Biblia: el bautismo de los prosélitos judíos, el bautismo de arrepentimiento de Juan el Bautista, el bautismo de conversión de 1 Corintios 12:13, el bautismo con agua y el bautismo con el Espíritu Santo o llenura. La imposición de manos, que se refiere con mayor probabilidad, a las que se mencionan en Hechos 6:6 y en otros lugares. Los elementos mencionados en el v. 2, parecen ser los mismos que se mencionan con otras palabras en el cap 9:9-10 (por ejemplo la palabra abluciones del cap. 9:10 es, en griego, el mismo que se traduce bautismos en el cap. 6:2).

El v. 3 es consecuencia de los anteriores. El grave problema mencionado en los vs 4-6, concierne a los hebreos que, habiendo sido guiados por el Espíritu Santo hasta el punto del arrepentimiento, rehusaron aceptar a Jesucristo como SUMO SACERDOTE y retornaban a las prácticas ya inútiles del sacrificio enseñado en la ley de Moisés. Eran como aquellos espías hebreos de la antigüedad que vieron y pisaron la Tierra Prometida, conocieron sus bellezas y su riqueza, pero no quisieron vivir en ella (Números 13:25-33 y 14:36-37). Es decir, no eran hebreos verdaderamente nacidos de nuevo: no se habían convertido de verdad, y no tendrían una nueva oportunidad, porque la rebeldía se había anidado en sus corazones. Los vs 7-8 también quedan así explicados. Los vs. 9-12 son para verdaderos cristianos genuinamente convertidos. ¡No olvidemos que los hebreos, cristianos o no, eran un pueblo que había recibido una revelación muy especial!

"Crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios" (v. 6), era de alguna manera asociarse con el judaísmo oficial, y se refiere a los profesantes sin vida espiritual como Judas (Hechos 1:25) y Simón el mago (Hechos 8:13, 20-23), simples partícipes de las bendiciones externas, pero carentes de la experiencia interna de conversión, eran meros profesantes, parecidos a la multitud mezclada que querían volver a Egipto en la época de Moisés. Continuaremos.

 


 

Pág 2 - 25-03-2001 - Lección 119 - Iglesia Evangélica Bautista del Centro de Rosario - Rodríguez 542 - Rosario, Santa Fe.

 

LECCION Nº 119 TEMA: "Como ser efectivos en nuestro trabajo cristiano" (3º parte)

 

Pasaje Bíblico: 2 Corintios 2:14-3:6.

Pasaje de Memoria: "Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?" 2 Corintios 2:15-16.

Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (2 Corintios 2:14-3:6), LUNES (Hechos 12:1-25); MARTES (Hechos 13:1-30); MIERCOLES (Hechos 13:31-52); JUEVES (Hechos 14:1-28 ); VIERNES (Hechos 15:1-41); SABADO (Hechos 16:1-40). Leamos con oración durante la semana y vinculemos estas lecturas con la lección de hoy.

Orientación: hoy continuaremos pensando en cómo conectarnos mejor con los perdidos y no simplemente en hacer mero contacto con ellos (como vemos son dos cosas totalmente diferentes, ¿no es así?). Dijimos el domingo pasado que para medir nuestra efectividad, tenemos que pensar en tres cosas que hacen a la transmisión del evangelio al conectarnos con los perdidos: a) mensaje. b) mensajero. c) método.

La realidad es, que si somos efectivos, comunicamos a los perdidos olor a Cristo (2 Cor 2:14-17). Para los que reciben con agrado el Evangelio es un perfume grato, olor de vida que conduce a la vida. En cambio, para aquellos que no se dejan persuadir por el Evangelio y van por el camino de perdición es olor de muerte que conduce a muerte.

Ilustración: Hace poco tiempo, en la zona norte de la India (Bombay), los creyentes estaban preocupados por el escaso resultado del ministerio, en un lugar donde el 97% de la población profesa el hinduismo. En la zona sur del país, los resultados son diferentes porque hay una gran cantidad de cristianos nominales, y la respuesta a la predicación del evangelio es otra. "¿Qué podemos hacer en este lugar tan duro y poco receptivo?", era lo que se preguntaban un grupo de hermanos, teniendo como objetivo a los estudiantes, y en especial a la casta más culta y rica llamada los brahmanes. En ese tiempo recién se había estrenado la película "Titanic", y para sorpresa de todos, muchos indios la habían visto entre 4 y 6 veces. ¿Por qué tanto interés? Porque dicha película representa un "microcosmos" de la sociedad india, la cual está dividida en diferentes castas, desde el más alto nivel económico hasta los más indigentes. En la película está bien diferenciado los pasajeros de 1º y de 3º clase. Lo que más "pegó" es que fue posible un romance entre una pasajera de primera con uno de tercera, y más llegó el hecho de que al momento del naufragio todos corrían, ya sea el caballero y la dama lujosamente vestidos como el más modesto de los pasajeros. Nadie estuvo exento de la agresión del iceberg y el mar. Al hundirse el barco todos corrían, sin importar el boleto que habían comprado. Pensando en esto, los creyentes diseñaron una carpeta a todo color donde estaba una espectacular foto del barco con la leyenda: "El Titanic y más allá del Titanic", y proponiendo las siguientes alternativas: "¿cómo sobrevivir a los conflictos familiares?" "¿cómo sobrevivir a la vida escolar?" "¿cómo sobrevivir a los desastres amorosos?", "¿cómo sobrevivir espiritualmente"?, etc. Cada persona que recibía la carpeta tenía la oportunidad de solicitar una entrevista para profundizar algunos de los temas vinculados a la "sobrevivencia". Por supuesto que todo conducía a la presentación del mensaje cristiano. De 5.000 interesados, 2.500 concretaron las entrevistas, de ellos 300 confiaron en Cristo, y 250 se integraron a grupos de discipulado y más de 100 se bautizaron. Todos, en un medio que tiempo atrás, había resultado apático y desinteresado en la fe cristiana.

Desarrollo: Continuamos con el pasaje de 2 Corintios 2:14-3:6, que comenzamos a estudiar el domingo anterior. En 2:17, con humildad reconoce que hay una "mayoría", que trafican o falsifican la Palabra de Dios. "Kapeleuo" aparece por única vez en el NT, y es "vender al detalle", para hacer negocio, lo que se ha comprado al por mayor. No significa un aumento en el precio, sino una rebaja en la calidad del producto. Indica que el mensajero está rebajando la calidad del mensaje del Evangelio para agradar a los oyentes o deleitarlos, en lugar de instruirles, corregirles y amonestarles. Pablo no obra así, ni falsifica, ni trafica, sino que expone con lealtad y sinceridad. Esta última palabra esté en 1:12 y 5:8, y es pureza de intención, sin mezcla de otros motivos, que examinada a la luz del sol, resplandece sin escorias ni manchas. Pablo no tiene dos caras, es de una sola pieza.

Mensajero: ¿qué clase de mensajeros somos? ¿inclinados al monólogo o al diálogo? ¿atraemos a otros? ¿estamos argumentando o compartiendo? ¿cómo lo estamos haciendo? ¿cómo podemos ser instrumentos del Espíritu Santo? ¿los no creyentes nos ven como amigos o como extraños o raros?.

Veamos ahora Filipenses 3:7-8. Pablo describe como pérdida a un conjunto de cosas en que había basado su salvación antes de llegar a Jesús. El, de alguna manera había "ganado" su salvación, y para descalificar ese esfuerzo, no emplea argumentos racionales, sino que usa una comparación: lo tiene todo por "Skúbala" = desperdicios podridos o excrementos, malolientes y contaminadores. Asocia su actividad farisaica con un olor a basura o excremento. Es una palabra que hoy se usa mucho en nuestro lenguaje, cuando algo no sale bien o como se espera, y que para nosotros repetirla, sería de mal gusto. Es una palabra que algunos niños copian de sus compañeros de juegos y que provoca la reacción enojosa de sus padres. ¿qué se huele alrededor de los cristianos? ¿cómo hacemos para oler a Cristo y no al mundo? Dialogar.

Hay tres niveles por los que suele pasar el mensajero:

 

a) Centrado en sí mismo: que es, cuando quien comparte se encuentra nervioso y no domina el material o herramienta evangelística. El enfoque y la atención está centrada en uno mismo, en cómo hablamos, si comunicamos bien o no, que pasaría si nos hacen una pregunta difícil o que no tengamos la respuesta, etc. Esta etapa es muy natural, ocurre en los deportes, en la música, cuando comenzamos un trabajo nuevo y en otras ocasiones.

b) Centrado en el mensaje: el cambio es que ahora te dedicás a comunicar un mensaje fijo, sin variar, sin adaptarnos a la persona que nos está escuchando. Es como si le diéramos a todos los "enfermos", el mismo tratamiento y remedio. No escuchamos al "otro" porque nuestra preocupación es ser fiel al mensaje, y podemos descuidar el ser fiel a Dios o a quien nos escucha. Este proceso es similar a cuando aprendemos a escribir a máquina. Primero miramos nuestros dedos o máquina de escribir, y no hacemos otra cosa. Segundo, miramos el texto o mensaje y no podemos quitar la vista de ésto, y no podemos improvisar ni parar, porque estamos atados al texto. Tercero, pasamos a la libertad de mirar, conversar, mientras escribimos. ¿Por qué? Porque dominamos la herramienta y el mensaje.

c) Centrado en los otros: Aquí nos fijamos en la persona, en su lenguaje corporal y en sus necesidades. Es un diálogo y no un monólogo, y aún oramos en silencio mientras compartimos la Palabra. No hay problemas si hay interrupciones, ya que nos adaptamos y somos flexibles. Continuamos el domingo que viene.

Pasaje de memoria para el domingo próximo: 2 Corintios 3:5.

 

 

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