Iglesia Evangélica Bautista del Centro


¡ESTUDIEMOS LA BIBLIA! - Hoja Semanal Nº 122 - Domingo 15 de Abril de 2001.

Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica Bautista del Centro , Rodríguez 542, 2000 Rosario.

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¡ El Señor Ha Resucitado! ¡Sí, ha resucitado!

La Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo

 

LECCION Nº 122 TEMA: EL SEÑOR HA RESUCITADO.

 

Pasaje Bíblico: Lucas 24:1-53.
Pasaje de Memoria: "Y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entro los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea". Lucas 24:5-6.

Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (Lucas 24:1-53 ); LUNES (Juan 20:1-18); MARTES (Juan 20:19-31); MIERCOLES (Juan 21:1-14 ); JUEVES (Juan 21:15-25); VIERNES (1 Corintios 15:1-26 ); SABADO (Hechos 1:1-14). Leamos y reflexionemos durante la semana, y vinculemos estas lecturas con la lección de este domingo.

Lectura Inicial

"El cual (Cristo) fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación" Romanos 4:25.

La resurrección de Jesucristo de entre los muertos, es la piedra angular del arco de la salvación. Si uno la quita, la estructura completa del plan de salvación se desmorona. Las buenas nuevas del evangelio, son que Cristo murió por nuestros pecados (1 Corintios 15:3), y que resucitó (v.4). La resurrección de Cristo es la prueba de que su muerte expió el pecado.

La paga de un solo pecado es la muerte. Un pecado trajo la maldición de la muerte a toda la humanidad (Romanos 5:12-15). Si Cristo hubiese pagado por todos los pecados de la humanidad excepto uno, no hubiese podido resucitar, porque un pecado hubiese sido suficiente para mantenerlo en la tumba.

La resurrección de Cristo fue prueba de que había pagado el precio completo de la redención. Cuando clamó: "Consumado es" (Juan 19:30), la obra quedó completada. Dios se satisfizo y dio prueba de la terminación de la obra resucitando a Cristo de entre los muertos. (De "Nuestro Pan Diario").

Orientación: hoy no tendremos la actividad habitual de la escuela dominical. Por eso hemos preparado esta lección para su estudio individual o familiar, en los hogares respectivos. Creemos que no será una tarea muy difícil, porque el material ha sido redactado con la mayor sencillez posible.

Desarrollo: hoy haremos el estudio devocional a solas o en familia. Hemos adaptado un material del célebre predicador bautista del siglo XIX, Carlos H. Spurgeon quien vivió entre 1.834 y 1.892, y desarrolló su ministerio en Londres. Nos dedicaremos al pasaje bíblico de Mateo 28:1-10, especialmente los versículos 8 al 10 (previamente notemos la actitud de adoración al Señor resucitado en el v. 9).

 

1. El Señor resucitado acostumbra encontrarse con nosotros cuando estamos en su santo servicio: "Y mientras iban a dar las nuevas a sus discípulos, he aquí, Jesús les salió al encuentro". Si estamos trabajando al servicio del Señor (por ejemplo, anunciando las buenas nuevas), con verdadera santidad, El vendrá a encontrarse con nosotros para hacernos sentir su maravillosa presencia.

 

2. Cuando el Señor resucitado nos encuentre, siempre tendrá una buena palabra para nosotros: "Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve!". Esta expresión "¡Salve!" puede traducirse de varias maneras: "La paz sea con ustedes"; "que Dios las guarde"; "regocíjense"; "que reciban ustedes todo lo que sea bueno"; etc. Tratemos de escuchar la voz del Señor hablándonos desde la Sagrada Escritura.

 

3. Cuando el Señor resucitado nos encuentra, nosotros podemos estar muy cerca de El: "Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies". ¡El Señor está a nuestro lado, muy cerca! No nos ha abandonado y nosotros no lo abandonaremos, sabiendo que El continuamente se manifestará a nosotros y en nosotros.

 

4. Cuando el Señor resucitado nos encuentra, nosotros lo adoramos: "Y le adoraron". Al darnos cuenta de su presencia, le adoramos. El es Emanuel: Dios con nosotros. ¡Es el Dios vivo! ¡El Señor viviente! A El tributamos nuestra adoración, desde nuestra humilde condición de simples vasos de barro.

 

5. Cuando el Señor resucitado nos encuentra, continuamos sin temor nuestro servicio: "Entonces Jesús les dijo: No temáis, id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán". No quedaremos inmovilizados. El encuentro con Jesús nos llevará a servirle en obediencia con toda fidelidad.

Pasaje de memoria para el domingo próximo: Filipenses 4:9.

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