Iglesia Evangélica Bautista del Centro
¡ESTUDIEMOS LA BIBLIA! - Hoja Semanal Nº 129 - Domingo 3 de Junio de 2001.
Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica Bautista del Centro , Rodríguez 542, 2000 Rosario.
Teléfono 4380824 - Registro de Cultos Nº 672, Secretaría de Culto de la Presidencia de la Nación Argentina.
Internet: www.oocities.org/iebcentro - E-mail: iebcentro@oocities.com
Nuestras motivaciones
En una de nuestras clases dominicales, durante el mes de abril se hizo un interesante ejercicio, del cual participaron todos sus integrantes. Los maestros leyeron 2 Crónicas 25:1-2, donde se nos relata el comienzo del reinado de un hombre llamado Amasías a la edad de 25 años, y reinó durante veintinueve años, hizo lo recto ante los ojos de Dios, aunque no de perfecto corazón. Luego vimos 2 Crónicas 29:1-2, donde encontramos el comienzo de otro rey llamado Ezequías, quien comenzó a gobernar siendo de veinticinco años y reinó por un lapso de veintinueve años. Este rey hizo lo recto, y lo hizo por la razón correcta, o sea de corazón puro, conforme al modelo del rey David, su antepasado honroso.
Luego de estas lecturas, todos nos pusimos a pensar acerca de nuestras motivaciones para trabajar en la importante tarea del discipulado, de porque hacemos las cosas que hacemos, que nos motoriza para actuar en dicha tarea. A renglón seguido, se nos pidió que por grupos analicemos las motivaciones correctas y las incorrectas por las cuales trabajamos en el discipulado. De allí surgió la siguiente lista:
Motivación Correcta (ejemplo con Ezequías) |
Motivación incorrecta (ejemplo con Amasías) |
* Por razones de gratitud a Dios. |
* Por presión. |
* Por obediencia. |
* Por carga. |
* Por amor a Dios y al prójimo. |
* Por activismo. |
* Por el hecho de compartir. |
* Por reconocimiento humano. |
* Por causa del pastor. |
|
* Por chisme, para enterarme cosas de otros. |
|
* Por imitación. |
|
* Para tener autoridad. |
|
* Por vanagloria. |
|
* Por competir. |
|
* Por egoísmo. |
Los maestros terminaron compartiendo un viejo soneto español que trata acerca de la motivación:
"Soneto a Cristo Crucificado"
No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte. |
¡Tú me mueves, Señor! Muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido; muéveme ver Tu cuerpo tan herido; muéveme Tus afrentas y Tu muerte. |
Muéveme en fin, Tu amor, y en tal manera que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera. |
No me tienes que dar porque te quiera porque aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero, te quisiera. |
¿Cuál es nuestra motivación para
hacer las cosas que hago? Vos tenés la respuesta..................¿Es correcta o no? Vos tenés la respuesta..............
...........
Pág 2 - 3-06-2001 - Lección 129 - Iglesia Evangélica Bautista del Centro de Rosario - Rodríguez 542 - Rosario, Santa Fe.
LECCION Nº 129 TEMA: "La Autoridad Espiritual"(1º Parte) .
Pasaje Bíblico: Números 10:1-36.
Pasaje de Memoria: "Respondiendo Pedro y los apóstoles dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres" Hechos 5:29.
Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (Números 10:1-36); LUNES (Génesis 3:1-24); MARTES (Génesis 22:1-18); MIERCOLES (Exodo 20:1-17); JUEVES (Exodo 24:1-18 ); VIERNES (Exodo 31:18 hasta 32:35); SABADO (Levítico 10:1-20). Leamos con oración durante la semana y vinculemos estas lecturas con la lección de hoy.
Orientación: la autoridad es algo de importancia sin igual en el universo, no hay nada más que la sobrepase. Por consiguiente es imperativo, que los que deseamos servir a Dios conozcamos su autoridad. Cuando no hay obediencia a Dios o a sus autoridades delegadas, el hombre, su familia, la sociedad y aún la iglesia sufren las consecuencias dolorosas de este hecho. Hay muchos que hoy "no saben" obedecer y otros que no han aprendido a estar en autoridad. Solo quien se sujeta a la autoridad, puede estar en autoridad. Sin sumisión, no hay sumisión. Además la carne se deleita viendo los defectos en la autoridad, con el fin de eludir las restricciones.
Desarrollo:
¿Por qué fracasó el ejército de Dios?
a) Números 10:1-10. Comienza este capítulo con las instrucciones que Dios dio a Moisés sobre la fabricación y el uso de trompetas de plata, con lo que parece cerrarse las instrucciones, órdenes y leyes dadas por Dios a Israel al pie del monte Sinaí, pues inmediatamente el relato sagrado nos narra el traslado de Israel desde el lugar en que estaba acampado hasta el desierto de Parán. Cuando se tocaran las dos trompetas debía reunirse toda la congregación, pero cuando se tocara una sola, debían convocarse sólo los príncipes de las tribus. También debían tocarse las trompetas al momento de ponerse en marcha todas las tribus, quienes debían hacerlo en orden. La tribu de Judá iría a la vanguardia, la de Dan a la retaguardia. Estas trompetas se usarían en las futuras guerras y para darle solemnidad a las fiestas sagradas.
b) Números 10:11-28. ¡Qué imponente es, en Números 10:11-28, la descripción de los ejércitos de Israel al iniciar su marcha rumbo a Canaán, partiendo desde Sinaí! ¿Quién podría suponer el fracaso de tan majestuoso ejército, minuciosamente preparado? ¡A nadie se le habría ocurrido que, en realidad iban a peregrinar durante cuarenta años, en vez de poseer la tierra tan añorada! Sin embargo, la historia bíblica muestra que el espíritu servil -forjado en Egipto- los llevaría a la muerte en las arenas del desierto. ¡Sólo sus hijos, entrenados en la dureza de la vida errante y guerrera, poseerían Canaán!.
Pese a su minuciosa organización y a su disciplina, el ejército de Israel -descripto en este capítulo 10 de Números- murió en los desolados parajes del desierto. No se sujetó a la autoridad de Moisés, ni se sometió a la autoridad de Dios. Quiso seguir su propio criterio y su gran "marcha triunfal" fracasó.
Así, cuando hicieron "oídos sordos" a la autoridad espiritual, el Diablo aprovechó para atacar. Sabía que Israel estaba inmerso en una empresa de colosal magnitud. Por eso Satanás estaba dispuesto a impedirlo. Su primera meta fue desalentar al pueblo a través de la murmuración (Números 11:1-6). Para ello utilizó a "gente extranjera que se mezcló con ellos" (v. 4), cuyas quejas contagiaron a los propios israelitas. Estos infiltrados, mezclados entre el pueblo de Dios, pero sin pertenecer a él, empezaron a murmurar ante las dificultades de la vida en el desierto y a añorar las comidas de Egipto. El mal espíritu se extendió a todas las familias (ver v. 10) y el llanto fue general. Entonces hasta Moisés se cansó de oír tantas protestas, e hizo llegar a Dios su reclamo (vs. 10 al 15). La respuesta del Señor fue proveerle 70 ayudantes que compartieran su autoridad (vs 17-18 y 24-29). Pero allí surgió murmuración contra Moisés de labios de sus hermanos María y Aarón, aún sabiendo que Moisés tenía autoridad delegada por Dios. Esa actitud desató la ira de Jehová (Núm 12). El Señor en cada caso, castigó la rebelión.
c) Números 10:29-32. Nos vemos sorprendidos por la actitud de Moisés al partir, cuando solicitó que el madianita Hobab que lo orientase en el camino. Algunos suponen que Hobab era el cuñado de Moisés, y que Reuel es el nombre propio de Jetro, el suegro de Moisés (ver Ex 2:18, 3:1, 4:18 y 18:1).
Otros piensan que Hobab era la misma persona que Jetro, o sea el suegro de Moisés. Hobab desea volver a su país (Madián, descendientes de Abraham, a través de Cetura, Gen 25:2).¿Qué necesidad habría de que este pariente (cuñado o suegro) los guiara? Hobab no era un siervo levantado por Dios para guiar a su pueblo, mientras que Moisés, si lo era y sólo a él Dios le hablaba cara a cara.
¡Dios no había convocado a Hobab, sino a Moisés! Aunque por los registros bíblicos, parece que este pariente madianita al final acompañó a los hebreos (Jueces 1:16 y 1 Samuel 15:6).
La autoridad del Señor había sido delegada a Moisés a pesar de sus flaquezas.
El cristiano maduro que vive en dependencia del Espíritu Santo, no está ciego a la voluntad de Dios y no necesita los ojos de quien el Señor no haya levantado para guiarlo. ¿Nos sujetamos a la autoridad de Dios? ¿Nos sujetamos a las autoridades delegadas? ¿Quienes son en este momento las autoridades delegadas a las cuales tengo que obedecer por indicación de Dios? ¿A cuáles me cuesta más obedecer? ¿Por qué? ¿Tienen mis autoridades delegadas defectos? ¿Son un impedimento para obedecerles? ¿De qué manera puedo facilitarles su trabajo? ¿Cómo puedo ser yo bendición para ellas?
Pasaje de memoria para el domingo próximo: