Iglesia Evangélica Bautista del Centro
¡ESTUDIEMOS LA BIBLIA! - Hoja Semanal Nº 148 - Domingo 14 de Octubre de 2001.
Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica Bautista del Centro , Rodríguez 542, 2000 Rosario.
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La deslealtad: El espíritu de Absalón (4º Parte)
Hay muchos jóvenes ministros que están seguros que Dios los ha levantado para ser una sensación, pero se equivocan, Dios los ha levantado para ser siervos. Cuando se pierde el espíritu de servicio, entonces se pierde todo lo que se puede ofrecer a la iglesia de Jesucristo. En Mateo 20:27, Jesús dice: "El que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo".
A todos nos gustan los dones ministeriales y los títulos. Todos preferimos los dones que se ven, que se usan. Queremos reconocimiento y muchos buscan funcionar con estos dones ministeriales, pero pocos sienten el llamado a servir fregando el suelo. En Romanos 12:6-8 se mencionan los dones de servir y de dar con liberalidad. Cuando Dios vea la fidelidad en estos dones de servicio con seguridad va a levantarte a dones ministeriales, pues jamás Dios toma a alguien de la nada y lo establece como un apóstol. Dios toma a una persona y ve que tipo de espíritu tiene. ¿Puede servir? ¿Tiene deseos de servir? Si es así, el Señor lo va a ir levantando, aunque él ni siquiera se de cuenta de lo que Dios está haciendo. Hasta que no podamos ser fieles en los dones de servicio, demostrando el corazón de siervo, Dios no nos va a levantar a ser rey.
Cada ministerio que Dios levanta necesita sus servidores. Moisés tuvo su Josué. Durante la vida de Moisés, nadie hablaba de Josué, sólo se hablaba de Moisés; sin embargo Josué estaba a su lado continuamente. En ningún momento Josué intentó buscar lo suyo, él tenía corazón de siervo, y Dios lo había levantado para servir a Moisés en este período de su vida. Moisés murió y el manto del liderazgo cayó sobre Josué, porque había sido fiel durante los cuarenta años en el desierto.
Lo mismo ocurrió con Elías, el gran profeta, ejerciendo dones ministeriales y de milagros. Pero allí, a su lado, encontramos a otro del cual no se dice mucho. Eliseo sirvió a Elías hasta que el Señor se lo llevó. ¿Quién quedó con su manto?, Eliseo. ¿Quién partió las aguas del río Jordán? Eliseo. Y, ¿quién hizo el doble de milagros que hizo Elías? Eliseo. Porque aprendió a servir al que Dios había levantado sobre él.
Pablo tenía a Timoteo, que le servía por donde él iba. Aún cuando todos le abandonaron, Timoteo quedó fiel a su lado. Más tarde, Dios levantó a Timoteo como obispo de Efeso porque había aprendido a servir.
Hay ministerios que no funcionan sin "Timoteos". No perdamos nuestro corazón de siervo. Apoyemos a los pastores, sirviendo y levantando otros ministerios en los cuales Dios nos pone como colaboradores. Cada hombre de Dios necesita de estos dones de servicio. Entonces el manto de doble unción caerá sobre el que sirve.
Alguien con el espíritu de Absalón no puede funcionar así, siempre busca promocionar su propia visión y menospreciar la visión de otros. Cuando le toca predicar, usualmente presenta una nueva revelación o un nuevo tema. Si la iglesia está tratando el tema de la autoridad u otro, de repente se levanta y dice: "Anoche orando, de pronto tuve una visión y Dios me dijo lo que la iglesia necesita ahora: Santidad y oración, ya bastante se ha hablado sobre el tema de la autoridad. Santidad y oración, es lo que se necesita. Generalmente, esas personas están funcionando con un espíritu de Absalón. Dios da la visión del ministerio al líder, éste presenta la visión a la iglesia, y los que ayudan están para apoyar esa visión. Con esto no estamos hablando de un discipulado dictatorial. "Aquí está el rey, y vosotros los peones ahí abajo". No es eso, sino que es la forma que Dios ha establecido para que su cuerpo funcione. Pero éstos, que están funcionando en el espíritu de Absalón, siempre quieren promocionar lo suyo para que se diga: "¡Vaya, él si que predicó algo distinto! ¡El si que tiene nueva revelación! Lástima que los otros pastores no predican así".
SEGUNDO PASO: Maniobrar para recibir la alabanza de los hombres
"Se levantaba Absalón de mañana (era bien espiritual), y se ponía junto al camino". Entonces Absalón le decía: "Mira, tus palabras son buenas y justas, más no tienes quien te oiga de parte del rey. ¡Quién me pusiera por juez sobre la tierra!". De esta manera los que le escuchaban decían: "¿Tú me harías justicia?". "¡Claro hombre, yo te haría justicia si fuese un juez!". "¡Oh, que maravilla, voy a orar a ver si Dios te levanta a ti!". Allí ya se maniobró para recibir la admiración y la alabanza de otros. Aquí ya comienza a entrar un espíritu de actor, ya todo es actuación, todo es espectáculo. Ya no es tanto la oración para recibir la unción que Dios da, sino más bien, ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo puedo comportarme? ¿Qué tema puedo tocar para que otros me digan: "que bien lo hiciste"? todo lo que hace es para que otros lo alaben. Su motivación es el aplauso de los hombres.
Ahora, ¿por qué quieren ser reconocidos? Usualmente quieren ser reconocidos por el pastor o por todo el liderazgo, para que todos digan "que bien lo hiciste". Pero si el liderazgo no lo reconoce no le importa, buscará a cualquiera para que lo reconozca. "Tienes una buena causa, yo quiero ayudarte". Un servidor leal a Jesucristo, por el contrario, no solo no quiere ser visto sino que no le importa.
TERCER PASO: Actitud de orgullo espiritual.
A causa de haber oído las alabanzas del pueblo de Dios hacia su persona, comienza a crecer en su pecho el orgullo espiritual. Comienza a decirse a si mismo: "Por fin la gente se está dando cuenta de mis habilidades y de que se dirigir". Y todo esto termina como en el caso de Absalón: "Yo debería ser el líder". El orgullo espiritual lo comienza a inflar, y pronto lo que sale de su boca es: "Si soy tan ungido, y el Señor me usa tanto, ¡quien me pusiera como juez!". "Dios levántame, es tiempo ya de jubilar al otro. Levántame como líder!".
Este orgullo espiritual generalmente lleva a presentar sus ideas y proyectos al liderazgo. Como este no las recibe dice: "¿Qué pasa con el liderazgo y con su discernimiento espiritual? ¿Qué pasa? ¿Ya no pueden percibir cuándo las cosas son de Dios y cuándo no lo son?". Esto es orgullo espiritual.
Continuaremos el domingo próximo.
Pág 2 - 14-10-2001 - Lección 148 - Iglesia Evangélica Bautista del Centro de Rosario - Rodríguez 542 - Rosario, Santa Fe.
LECCION Nº 148 TEMA: "La Vida Crucificada y Resucitada"(10º Parte) .
Pasaje Bíblico: Gálatas 5:13-26 y 6:1-10.
Pasaje de Memoria: "Si pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a l diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra". Colosenses 3:1-2.
Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (Gálatas 5:13-26 y 6:1-10); LUNES (Romanos 9:1-16); MARTES (Romanos 9:17-33); MIERCOLES (Romanos 10:1-21); JUEVES (Romanos 11:1-18); VIERNES (Romanos 12:1-21); SABADO (Romanos 13:1-14). Leamos con oración cada uno de los pasajes, y vinculemos estas lecturas con la lección de hoy.
Orientación y lectura inicial: "Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro" (Romanos 6:11). No nos exhorta este pasaje a que pensemos que la naturaleza pecaminosa está muerta, sino que nos manda estimarnos a nosotros como muertos a ella. ¿Fue destruido literalmente el poder del "hombre viejo" por la muerte de Cristo, de modo que ya no tenemos ni aún la inclinación a pecar? De ninguna manera, porque el pasaje sigue así: "No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias" (v.12). Manifiestamente, entonces, el "hombre viejo" permanecerá muy activo, si no se controla de una manera efectiva.
"Por medio de nuestra unión con Cristo, se ha hecho posible la liberación del pecado; pero la victoria ha de ser apropiada y experimentada por medio de la fe, como se revela por la palabra "consideraos" y por el pasaje que comienza al promediar el v.13: "presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia". Y la gracia nos provee el suficiente Sustituto (Jesucristo) y el poder ilimitado del Espíritu de Dios. ¡Toda provisión ha sido hecha!". Chafer.
Desarrollo: la lectura del Dr. Chafer que está en la introducción, nos coloca nuevamente en contacto con el tema que ahora estamos considerando: el método de Dios para tratar con la naturaleza pecaminosa del cristiano auténtico. En cuanto a la posición, el cristiano espiritual y carnal, ambos han muerto con Cristo. Pero, en cuanto a su experiencia, los cristianos carnales se dejan guiar por los impulsos de la carne: su opiniones, sus esfuerzos humanos, sus deseos, etc; en tanto que los cristianos espirituales, que no pretenden ser superiores a los demás, ni perfectos, confiesan sus pecados, reconocen humildemente sus errores y sus limitaciones, abandonan toda resistencia (sus opiniones humanas y sus otras rebeldías), y se rinden incondicionalmente cada día al gobierno del Espíritu Santo. Ver Romanos 8:1-13.
a. En Romanos 6:14, parte final, hay un pasaje que casi siempre se interpreta mal (algunos lo invocan, por ejemplo para no dar el diezmo). Dice así:
"No estáis bajo la ley, sino bajo la gracia"
¿Qué significa esta expresión?.... La explicación la encontramos principalmente en el capítulo 8 de Romanos, la LEY en el sentido que San Pablo usa esta palabra, es la justa voluntad de Dios y por ello significa mucho más que la ley de Moisés. Lo que el apóstol quiere decirnos es que cualquier esfuerzo hecho en la energía humana para obtener una justicia perfecta por medio de la obediencia a cualquier mandamiento, terminará en fracaso. En Romanos 6:14 la frase "estar bajo la ley" se refiere a los que por medio de su propia fuerza de voluntad, tratan de cumplir los preceptos divinos. Y esto nos es completamente imposible. La ley no puede lograrlo, a causa de la debilidad de la carne (ver Romanos 8:3a). Comparar Romanos 7:18-19 y Gálatas 5:17. Comentar la frase "ni tampoco pueden" al final de Romanos 8:7.
b. La "justicia de la ley" no puede, pues, ser cumplida POR nosotros, pero puede cumplirse EN nosotros, por la gracia de Dios, por medio del Espíritu Santo, en razón de la muerte del Señor Jesucristo. Así leemos: "Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu" (Romanos 8:3-4). ¡Esto es estar bajo la gracia!....
Por gracia, el Señor Jesucristo satisfizo en la cruz todas las justas demandas de la justicia de Dios contra el "hombre viejo"
(Romanos 6:6). Por la ley esto sería imposible para nosotros, pero "no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia". Eso es lo que significa Romanos 6:14b.
c. En relación con lo que acabamos de estudiar, un importante ministerio que cumple el Espíritu Santo en cada creyente es guiarlo a vivir bajo la gracia, para que verdaderamente pueda disfrutar de todas las cosas que Dios le provee, a fin de asegurarle en esta tierra, aquí y ahora, una vida victoriosa. De este modo el Espíritu Santo cumple un ministerio EN y PARA el creyente, guiándole a controlar el viejo hombre y manifestar la nueva naturaleza. Tal es la enseñanza general de los capítulos 6, 7 y 8 de la epístola a los Romanos.
d. Uno de los más peligrosos errores de un cristiano es creer que su vida está definitivamente libre de toda inclinación al pecado. La Biblia dice claramente: "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros" (1 Juan 1:8).
El pecado permanece latente. Por eso leemos en Gálatas 5:16, "andad en el Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne".
Cuando andamos en el Espíritu no deseamos pecar
Entonces "Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad" (Filipenses 2:13). En la próxima lección seguiremos estudiando y aclarando estas importantes enseñanzas bíblicas.
Pasaje de memoria para el domingo próximo: Romanos 8:1-2.