Iglesia Evangélica Bautista del Centro


¡ESTUDIEMOS LA BIBLIA! - Hoja Semanal Nº 154 - Domingo 25 de Noviembre de 2001.

Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica Bautista del Centro , Rodríguez 542, 2000 Rosario.

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¿Por qué congregarnos en la iglesia?

 

1) La buena costumbre de Jesús. Lucas 4:16.

"Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer". Si leemos detenidamente este versículo, nos deja bien en claro que Jesús tenía la costumbre de ir a la sinagoga el día sábado (hoy sería ir a la iglesia el día domingo).

Quizás debieron haber habido muchas cosas con la que Jesús estaba en desacuerdo; sin embargo concurría igual. El servicio en las sinagogas estaba lejos de ser perfecto; sin embargo Jesús nunca dejaba de reunirse con los que se congregaban a adorar a Dios en su día.

 

 

2) La exhortación del autor de Hebreos. Hebreos 10:24-25.

"Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca".

Según nos dice el autor de Hebreos en estos versículos, debemos estimularnos e incitarnos mutuamente a una vida noble. Lo mejor que podemos hacer entonces, es dar un buen ejemplo.

Debemos rendir un culto comunitario. Entre aquellos a quienes estaba escribiendo el autor de Hebreos había algunos que abandonaban el hábito de congregarse. ¿Es posible que alguien piense ser cristiano y sin embargo abandone el hábito de congregarse para rendir culto con el pueblo de Dios, en la casa de Dios, y en el día de Dios?

Puede ser que ese cristiano no vaya a la iglesia por muchos motivos. Sería bueno recordar que, fuera de cualquier otra cosa, ir a la iglesia debe demostrar donde está nuestra lealtad.

Aún cuando el sermón sea pobre y el culto tedioso, la iglesia nos da todavía la oportunidad de mostrar a los hombres de que parte estamos.

Puede ser que alguien no vaya a la iglesia por fastidio. Hay iglesias que son más clubes que iglesias. Pero debemos reconocer que no hay nadie que pueda vivir la vida cristiana y descuidar su participación en la iglesia. Quien piense así, recuerde que uno va a la iglesia no solo para recibir sino también para dar. Si siente que la iglesia tiene fallas, es su deber hacerse presente y ayudar a enmendarlas. Debemos ayudarnos y animarnos mutuamente. El mundo está lleno de gente que desalienta. Nosotros tenemos el deber cristiano de animarnos mutuamente. Muchas veces una palabra de aliento, de agradecimiento, de aprecio, de estímulo, logra impedir que alguien se desplome.

 

3) La necesidad de comunión unos con otros. 1º Juan 1:5-7.

"Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado". Estos versículos nos muestran que ninguna creencia puede ser auténticamente cristiana si separa al hombre de su relación con los demás.

Ninguna iglesia puede ser exclusivista y al mismo tiempo ser iglesia de Cristo. La comunión es la prueba de la realidad de la verdad. Nada que destruya la comunión puede ser verdadero. La religión verdadera es aquella mediante la cual todos los días de la vida, un hombre se aproxima cada vez más a sus semejantes y a Dios.

La verdadera religión es aquella que produce comunión con Dios y con los hombres, y jamás podemos tener la una sin la otra.

Mabel de Loredo


 

Pág 2 - 25-11-2001 - Lección 154 - Iglesia Evangélica Bautista del Centro de Rosario - Rodríguez 542 - Rosario, Santa Fe.

 

LECCION Nº 154 TEMA: ¿Qué hacer con la indisciplina? (1º Parte).

 

Pasaje Bíblico: Proverbios 6:6-11.

Pasaje de Memoria: "Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa" (Eclesiastés 10:18)

Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (Proverbios 6:6-11); LUNES (2 Timoteo 3:1-17); MARTES (1 Corintios 10:1-13); MIERCOLES (Proverbios 19:1-29); JUEVES (Proverbios 26:1-16); VIERNES (Eclesiastés 10:1-20); SABADO (Proverbios 22:1-16). Leamos con oración cada uno de los pasajes, y vinculemos estas lecturas con la lección de hoy.

Orientación: Uno puede llegar a ser un indisciplinado en cualquier aspecto de la vida. El escritor cristiano Gary Kuhne, de quien tomaremos algunas ideas hoy, confiesa que su mayor frustración como consejero está en la tarea de ayudar a los indisciplinados. Este rasgo de la personalidad, suele usarse como excusa para cubrir una amplia gama de problemas, tanto espirituales como emocionales. ¡Aún queda elegante! Un pastor amigo, hablando acerca del indisciplinado dice: "es quien toma la sopa fría y el helado caliente". Generalmente las personas indisciplinadas parecen sentir que ellas no son responsables de los problemas que surgen por su propia indisciplina., por cuanto manifiestan no tener control sobre esta característica de su personalidad. Por ejemplo, el caso de quien duerme desmedidamente, y parece no tener manera de solucionar este problema, o la persona que llega tarde a todas partes, y cree que no puede dominar esta dificultad.

Desarrollo: debemos creer:

a) La suficiencia de las Escrituras para hacer frente a todos los problemas que se presentan en el ministerio de aconsejamiento. (2 Timoteo 3:16-17).

b) Somos personalmente responsables cuando pecamos. No debemos usar la excusa: "Satanás me hizo caer". En una revista para pastores, había una tira cómica donde un pequeño diablo lloraba junto a otro, mientras decía: "lloro porque los creyentes me echan a mi la culpa de todo lo malo que les pasa". Lo que debemos hacer es estudiar detenidamente 1 Corintios 10:13.

Hay inicialmente dos posibles causas que nos indican el porque una persona es indisciplinada.:

a) La persona no comprende la necesidad de una vida disciplinada.

b) La indisciplina deriva en la desorganización. Hubo casos de personas indisciplinadas que recibieron entrenamiento acerca del manejo del tiempo, y del establecimiento de prioridades, y sin embargo no recibieron más que una leve mejoría.

Una cosa es bien clara, la Biblia seguro tiene que hablar sobre un tema tan difundido como éste, aunque nunca se refiera directamente al problema de la persona indisciplinada.

Un consejero de mucha experiencia, nos relata que los indisciplinados son proclives y hasta adictos, a presentar excusas, muchos muestran orgullo sin base con respecto a su conocimiento de la verdad bíblica. Otro síntoma que se repite en los indisciplinados es el exceso de sueño. Otra característica, es que la mayoría presenta un nivel de rendimiento que está por debajo del nivel de lo corriente, y parecen que nunca llegan a la meta que se han fijado.

Aunque podemos reconocer varias causas que explican la indisciplina, hay una que es común a todos ellos: la pereza. Con esto no queremos decir que todo indisciplinado sea perezoso, pero la gran mayoría lo es.

La pereza tiene hermanas y primas hermanas: la holgazanería y la flojera, que claramente se identifican en la Biblia como pecados. Como la pereza es un pecado, hay esperanza de solución para los que padecen bajo ella. Cuando una persona se escuda en su indisciplina, ya no podrá calmar su conciencia mediante este pretexto, pretendiendo que no está pecando, cuando se da cuenta que la pereza es un pecado.

Examinemos algunos versículos bíblicos que identifican la pereza como el problema de la persona indisciplinada:

 

1) Problemas de sueño

"La pereza hace caer en profundo sueño...".(Proverbios 19:15).

"Como la puerta gira sobre sus quicios, así el perezoso se vuelve en su cama". (Proverbios 26:14).

Aquí hay una clara relación entre el dormir excesivamente y la pereza. A veces el dormir puede tener una explicación médica (depresión, embarazo, alergia, etc). El sueño es el modo perezoso de hacer frente a la tensión y los problemas; la cama es un lugar donde uno puede estar relativamente seguro. Mientras uno está dormido nadie puede hacerle demandas. Muchos de los que afirman ser personas indisciplinadas, casi siempre afirman estar cansadas. (Ver Proverbios 6:9-11).

¿Cuántas horas destino para dormir? ¿Son las que necesito, o me excedo más allá de lo que debo? ¿utilizo mis horas de sueño para evadirme de mis responsabilidades (estudiar, trabajar, tener el devocional personal, ayudar a mi familia o a otras personas)?.

 

2) Problemas relacionados con los asuntos domésticos

"Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa" (Eclesiastés 10:18).

Casi siempre coincide que las personas indisciplinadas, "se quedan atrás" en los quehaceres domésticos. La familia no funciona bien cuando la persona encargada de la casa es perezosa. Ejemplos: ¿tardo mucho tiempo en cambiar las lamparitas, cuando éstas se queman?, ¿me cuesta agarrar un pincel para pintar lo que se necesita pintar?, ¿arreglo los enchufes ni bien se arruinan?, ¿reparo el tanque del baño ni bien se rompe, o dejo que se pierda inútilmente toda el agua posible?, ¿corto el pasto de la casa tantas veces como sea necesario?, ¿lavo el auto cada vez que está sucio?, ¿saco las hojas de las canaletas y tapo las goteras a su debido tiempo, o dejo que la lluvia me arruine el cielorraso?, ¿arreglo la persiana o clausuro la ventana?, ¿dejo hasta lo último la cañería tapada esperando que mágicamente se destape?.

El principal peligro es cuando nos casamos, y ya no está papá ni mamá con nosotros para sacar las "papas del fuego". Luego está el estribillo: "mi papá siempre arreglaba...", "mi mamá siempre hacía.....", etc. ¿y ahora que haremos?.........

El próximo domingo continuaremos.

Pasaje de memoria para el domingo próximo: Proverbios 26:16.

 

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