Introducción: Esta vez ponemos en tus manos varias reflexiones de origen evangélico, en cuanto al comienzo del año nuevo y a las expectativas que este hecho crea en el corazón. Puedes comentarlas en tu familia, pero también debes "pensarlas" en tu propio interior. La vida es mucho más que la simple rutina cotidiana, las hojas del almanaque o las notas de la agenda. Por eso hoy, faltando dos días para el 2.002, nos detenemos a pensar. ¡Está por llegar el nuevo año!

Pasaje de memoria: "Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría" Salmo 90:12

"Lo difícil es poner al Señor por encima de nuestro YO. Puedes decir que Dios tiene "el primer lugar" en relación con tu familia, tu cónyuge, tus hijos, tus bienes materiales. Y quizás sea cierto. Pero, ¿qué pasa con tus privilegios en la sociedad, o con tu deseo de ser admirado, o con las fiestas en que eres halagado, o con los aplausos y elogios a tus pequeñas o grandes hazañas?.... "No se puede servir a dos señores" dijo Jesús. No puedes estar bien con el mundo, y al mismo tiempo creer que das a Dios el primer lugar. Si quieres que el Señor sea el primero en tu vida, debes renunciar a las tentaciones mundanas que riegan tu YO con el nefasto veneno de la vanidad. Y sólo entonces confesarás tus propios errores, que hoy no quieres reconocer. Así permitirás que Cristo, por su Espíritu, reine de veras desde el trono de tu alma. Hazlo desde el comienzo de este año. Repítelo cada día de tu vida." (Kinsman).

"El viejo poeta decía en su breve oración, en verso: "Que sea yo, ¡oh Dulce Dueño!, cada día más pequeño, para ser siempre mayor". El autor se inspiraba en las antiguas palabras de Juan el Bautista refiriéndose a Jesús: "Es preciso que él crezca y que yo disminuya" (Evangelio de Juan 3:30, Biblia de Jerusalén). Los "grandes hombres" nunca pretenden serlo. Como Pablo, se sienten "los primeros de los pecadores", y "últimos y abortivos", reconociendo sus flaquezas (1º Timoteo 1:15, 1º Corintios 15:8). Saben muy bien que son de barro ("humildad" procede de humus: suelo-tierra-barro), y no lo discuten. Por ello afirman su ministerio en la Roca Eterna que es Jesucristo. Procuremos vivir cada año marchando por el mismo sendero de humildad. Mateo 23:11-12." (Damián)

En el 2.002, que El crezca y que yo disminuya

"En Romanos 2:1 se expresa un principio mayoritariamente aceptado como válido por la ciencia contemporánea: "en lo que juzgas a otro te condenas a ti mismo; porque tu que juzgas haces lo mismo". Esta actitud recibe el nombre de "proyección", un mecanismo de defensa del YO, consistente en atribuir inconscientemente a otros los propios pecados o conflictos (p. ej. , una mujer promiscua acusa a su pareja o pariente; un infiel cree que su esposa es adúltera; etc.). Tal "proyección" se nota frecuentemente en personas normales o anormales, escuchándolas, podemos discernir algunos de sus conflictos secretos, o de sus desajustes más íntimos. Un creyente solucionará estos problemas si hace una sincera autocrítica a la luz de la Biblia, en oración, con el auxilio del Espíritu Santo. Es muy triste que los años pasen bajo el signo de la tendencia a juzgar a otros con el mecanismo de "proyección". El año nuevo tiene "vida nueva" para los que no vencen en esta batalla. ¡Ponte hoy en las manos de Dios!". (Trustworthy).

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