Estamos viendo las características de la sociedad de Noé y la que ha de ver la segunda venida de Cristo a la tierra. Vimos el primer punto que era una sociedad "demonizada". Luego comenzamos a desarrollar el segundo punto, que es que ambas sociedades estaban inundadas por la filosofía secular (anticristiana). Para concluir con este último punto diremos lo siguiente:

a) Mientras más se seculariza la sociedad, más la gente siente hambre por lo sobrenatural.

Si calculamos en 6.000 años la civilización, 5.800 fueron donde el 95% de los trabajadores eran agricultores. En poco menos de un siglo, esta cifra se ha invertido, ya que solo el 5% es agricultor. Este cambio es el resultado de los avances tecnológicos que hacen posible que este 5% produzca más que el 95% pudo producir hace cien años. La ciencia aumentará dijo Dios, pero nunca imaginábamos hasta que grado. Desde la década del 50, los trabajadores de oficina excedieron en número a los obreros de las fábricas, éstos últimos, seguirán la misma suerte de los agricultores. Hoy la información, es el producto más valioso del mundo, y el trabajo de acumular, interpretar, empacar y transferir conocimiento es la industria más grande del mundo. Son los más numerosos y los más pudientes y poderosos, y los más difíciles de alcanzar para el evangelio de Jesucristo con éxito, lo que ha contribuido a la proliferación de la Nueva Era y otras sectas. El vacío del hombre por su Dios, cuando no se satisface correctamente, el diablo lo llena con sustitutos. El día de la neutralidad espiritual ya pasó. Los que no siguen a Dios, seguirán al diablo.

b) Oración que conmueve.

Cuando le pidieron al pastor Joe Wright que abriera la primera sesión del Senado de Kansas, en EE.UU., todos esperaban oír lo de siempre, un discurso sobre generalidades, ambiguo y con un viso de espiritualidad. Pero es esto lo que escucharon:

"Padre Celestial, venimos ante ti para pedirte perdón y buscar tu dirección. Sabemos que tu Palabra dice: "Hay de aquellos que llaman bien al mal", pero eso es exactamente lo que nosotros hemos hecho. Hemos perdido nuestro equilibrio espiritual y revertido nuestros valores, lo confesamos

Hemos ridiculizado la verdad absoluta de Tu Palabra y lo llamamos pluralismo.

Hemos adorado otros dioses y lo llamamos multiculturalismo.

Hemos apoyado la perversión y lo llamamos estilo de vida alternativa.

Hemos explotado a los pobres y lo llamamos juegos de azar.

Hemos premiado la holgazanería y lo llamamos ayuda social.

Hemos matado a nuestros niños antes de nacer y lo llamamos elección.

No hemos disciplinado a nuestros niños y lo llamamos fortalecer su autoestima.

Hemos abusado del poder y lo llamamos política.

Hemos codiciado de nuestros vecinos y lo llamamos ambición.

Hemos contaminado el aire con profanidad y pornografía y lo llamamos libertad de expresión.

Hemos ridiculizado los valores honrados por nuestros antepasados y lo llamamos iluminación.

¡Examínanos, Oh Dios, y conoce nuestros corazones hoy! Límpianos de todo pecado y libértanos.

Guía y bendice a estos hombres y mujeres que han sido designados para guiarnos al centro de tu voluntad... en el nombre de tu Hijo, el Salvador viviente, Jesucristo. Amén".

La reacción fue inmediata, varios legisladores dejaron el recinto en señal de protesta durante la oración.

En solo 6 semanas, la iglesia donde es pastor Joe Wright , recibió más de 5.000 llamados telefónicos. Solo 47 fueron negativos. La copia de esta oración hoy recorre el mundo.

Una manera en que el movimiento de la Nueva Era ha podido robarse el sitial de la esperanza para el futuro es mediante la tendencia de la Iglesia de enfocar con exageración el fin del mundo. Esto no es simplemente el fin, ¡es el principio de la nueva era en la cual Cristo gobernará sobre la tierra! Para que la iglesia recupere el alto sitial de la esperanza para el futuro debemos proclamar el principio, la venida del Reino. Los tiempos que vienen le pertenecen al Señor, y el mensaje de la nueva era también le pertenece.

Nuestra preparación para las dificultades que se avecinan es sencilla, debemos estar firmes con Cristo, y para permanecer en El, debemos prepararnos con fe, no con temor. Ninguna religión, ni filosofía en el mundo tienen una esperanza igual que la que nos ha sido dada a los cristianos para la época por venir (Rick Joyner).

Sabemos que Dios está a punto de juzgar la tierra, Pablo escribió: "Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios" Romanos 11:22. Severo para los que le resistan y misericordioso para los que lo busquen. (Salmo 96:11-13).

Continuará.

Pasaje Bíblico: Filipenses 3:1-14.

Pasaje de Memoria: "Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús". Filipenses 3:14.

Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (Filipenses 3:1-14); LUNES (Daniel 12:1-13); MARTES (Filipenses 1:1-30); MIERCOLES (Filipenses 2:1-30); JUEVES (Filipenses 3:1-21); VIERNES (Filipenses 4:1-23); SABADO (Colosenses 1:1-29). Leamos con oración cada uno de los pasajes, y vinculemos estas lecturas con la lección de hoy.

Introducción: Seguiremos durante las presentes lecciones, los conceptos de Charles Stanley vertidos en su libro acerca del éxito. Hoy continuamos viendo el elemento clave en la búsqueda del éxito a la manera de Dios: estableciendo metas divinas.

Desarrollo: Cuando no establecemos metas estamos en verdaderos problemas como vimos en nuestro encuentro anterior por eso:

¿Por qué las personas fallan en establecer metas? Hay varias razones:

1. Algunos se dedican a autodescalificarse. Por ejemplo un ama de casa, que tiene que hacer las compras, cocinar, lavar y hacer otras cosas rutinarias, ella ¿puede ser la excepción al hecho de establecer metas? ¡No! Ser ama de casa no la imposibilita para tener metas. ¿Cuáles podrían ser algunas de ellas?

• Criar hijos que crezcan en el amor del Señor Jesús, que lo reciban como Salvador, y que sepan como aplicar sus principios a sus vidas diarias.
• Crear un hogar que sea un refugio de seguridad, consuelo y ánimo para cada miembro de la familia.
• Crear un hogar hermoso, limpio y bien equipado, que sea testimonio del orden de Dios.
• Crear un programa familiar que permita el buen uso del tiempo para cada miembro de la familia; incluyendo horarios de trabajo, sueño, juego, estudio, conversación y descanso.

Ud. no pensaba que todo esto podrían ser metas de una ama de casa ¿verdad? Dialogar.

¿Una persona de demasiada edad, puede tener metas? ¡Sí! ¡No importa la edad! Veamos algunas metas posibles:

• Mantener su cuerpo en el mejor estado posible, comiendo sanamente, haciendo ejercicio y durmiendo suficientemente.
• Mantener su mente en alerta, leyendo y estudiando cosas nuevas, para resolver problemas y decidir sabiamente.
• Mantener su espíritu firme por medio de la lectura de la Palabra y la oración, e intercediendo por otros.
• Mantener viva su relación con otros familiares y amigos, con contactos frecuentes y positivos.
• Mantener activos los dones ministeriales y los talentos naturales en la iglesia y la comunidad.

1. A algunos les falta conocimiento. Es decir, no saben como establecer metas. Otros confunden sueños con metas. Un sueño es un anhelo, esperanza, un deseo. Puede ser una fantasía insatisfecha o algo imaginado en la infancia. Frecuentemente nuestros sueños son las semillas que hacen brotar nuestras metas. Una meta hace concreto un sueño, lo establece en el contexto del tiempo. Ejemplo: Sueño: ser un misionero. Meta: analizar organizaciones misioneras y emprender lo que sea necesario para estar en el campo misionero en un plazo de tres años. Sueño: iniciar un negocio que glorifique a Dios. Meta: ser dueño de una librería cristiana dentro de cinco años.

 

2. Algunos son demasiados perezosos. Saben establecer metas, pero tienen pereza en llevarlas a cabo. Son mentalmente indolentes, se resisten a pensar en la importancia, valor o relevancia de sus propias vidas. No quieren abandonar ciertas comodidades o hacer lo que el Señor les desafía a hacer.

 

3. A algunos les falta fe. Son los que no dan el primer paso de convertir sus metas en planes, y luego trabajar en ellos. ¿Por qué? Porque no creen poder lograr lo que desean hacer. Prefieren no intentar algo que no están seguros de poder lograr. Se nos ha llamado a tomar riesgos y a tener fe. Poco confiaríamos en Dios si todo lo pudiésemos hacer por nuestra cuenta y sin la ayuda de otros. Dios crea en nosotros un deseo de establecer metas que estén más allá de nuestro alcance. Lo hizo así para que necesitáramos confiar en El. ¡Debemos vivir por fe! (2 Corintios 5:7).

 

4. Algunos tienen miedo a fracasar. No las llevan a cabo porque tienen miedo. Se teme el rechazo de otras personas, o se asusten por el hecho de que vayan a desilusionar a otros o a ellos mismos. Hay que aprender a distinguir entre ser un fracaso y fracasar en algo. Perder una batalla no es perder la guerra, un equipo puede perder un partido pero igual puede llegar salir campeón. El asunto es mantenerse intentando. Todos tenemos miedo a fracasar, es en ese punto que estamos llamados a volvernos a Dios, mostrar fe en El, y seguir adelante con valor. Hay que reconocer que aún los fracasos pueden ser finalmente para nuestro bien, y muchas personas aprenden más de sus fracasos que de sus triunfos. Se aprende que no funciona, que si funciona y que no debe seguir intentando.

Ejercicio: buscar personajes bíblicos que pusieron en práctica estos principios enunciados y dar ejemplos con nuestras vidas de las cosas que ya estamos poniendo en práctica y cuáles no.

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