Iglesia Evangélica Bautista del Centro


¡ESTUDIEMOS LA BIBLIA! - Hoja Semanal Nº 177 - Domingo 5 de Mayo de 2002

Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica Bautista del Centro , Rodríguez 542, 2000 Rosario.

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La ley abolida para el cristiano convertido (2º Parte)

 

La epístola a los Gálatas, desde el principio al fin, es un razonamiento encaminado a dilucidar y aclarar el principio, la finalidad y el alcance de la ley y su relación con la gracia. Después de Gálatas está Romanos, donde el asunto de la ley y la gracia es tratado ampliamente. Vamos a entrar ahora en el corazón del argumento. Dios hizo un pacto con Abraham y el pacto comprendía una promesa. ¿Cuál era ésta? Que en la simiente de Abraham serían benditas todas las naciones de la tierra. ¿Y cómo recibirían esa bendición, por la fe o por las obras? La respuesta que da Pablo es que sería por la fe. ¿A qué simiente se refería la promesa de Dios? A Cristo (Gálatas 3:16) "Y a tu simiente la cual es Cristo". Esta es una promesa hecha por Dios, y basada en su soberanía y misericordia; no había mediador aquí, porque la promesa no encerraba ninguna condición a la cual ambas partes debían sentirse obligados a cumplir. Aquí Dios promete y el hombre, miserable e indigno, recibe. Dios le promete bendecirlo en Cristo, y es Dios quien lo promete y quien lo hará. Pero ahora dice Pablo, y lo basa en el Antiguo Testamento, que 430 años después de esta promesa dada por Dios a Abraham, Dios dio el pacto de la ley (Gálatas 3:17). Pero este pacto no descansaba en la gracia soberana de Dios, sino que había aquí dos partes, y dos partes que estaban en desacuerdo, por lo cual fue necesario un mediador, (Gálatas 3:19-20) que fue Moisés. Este pacto estaba condicionado: Dios lo proponía con las bendiciones y maldiciones inherentes y el pueblo se comprometía a cumplirlo, como dice Carroll:
"Cada día, cada semana, cada mes, cada año y así repetidas veces". ¿Cuál fue el resultado? Que Dios hizo su parte, pero el pueblo no. El pueblo violó y traspasó el pacto de la ley porque no cumplió su parte. De esta manera, demuestra Pablo en su razonamiento, lo frágil del pacto de la ley y lo indisoluble del pacto de la gracia, donde propiamente no había sino una parte, "que era Dios quien por gracia promete libremente".

Y ahora viene esta muy lógica pregunta de Pablo: ¿De qué, pues, sirve la ley? O en otras palabras: ¿Cuál fue el propósito de Dios en dar la ley? ¿Qué relación guardaba el pacto de la ley con el de la gracia? He aquí el quid de la cuestión. Pero el mismo Pablo responde: La ley fue puesta 430 años después de hechas las promesas, "por causa de las rebeliones". ¿Con carácter temporal o eterno? Con carácter puramente temporal. ¿Hasta cuándo? "Hasta que viniese la simiente" en quien descansaba la promesa. ¿Quién era esta simiente? Cristo. Luego, la ley tuvo su principio, y fue 430 años después de las promesas hechas a Abraham, y en los propósitos de Dios estaba que no sería con carácter permanente sino "hasta que Cristo viniese". Y la causa que motivó el que Dios diese la ley, fue las continuas rebeliones del pueblo de Israel. Y aquí hay otro contraste digno de mención. La promesa dada a Abraham, incluía una bendición para todas las naciones de la tierra. "Mientras que la ley aunque era con las simientes de Abraham, según la carne, no tenía que ver sino con una nación". (Palabras de Carroll).

Otra vez Carroll en su Comentarios a los Gálatas dice: "El pacto de la ley fue temporal; no había de durar, como dice el texto, sino hasta que viniese la simiente prometida. Fue transitorio. El pacto de la ley, por ser inferior (al de la gracia), fue dado por disposición de ángeles. Fue subsidiario. ¿Qué quiere decir subsidiario?. El texto dice que el pacto de la ley fue añadido 430 años después de la promesa. ¿Qué significa añadido? Fue añadido a algo que existía antes. ¿Qué fue lo que existía antes? El pacto de la gracia y la promesa del pacto. El pacto de la ley no vino para anular lo que le precedió, sino que vino para serle subsidiario, para servirle de ayuda, de siervo".

Comentando el mismo versículo (Gálatas 3:19) dice el Dr Lund: "Fue puesta por causa de las rebeliones: Mejor, "fue añadido por causa de las transgresiones". ¿Añadido a qué? Como un apéndice temporal, al pacto de la gracia establecido con Abraham. El objeto de la ley no es el de prevenir el pecado, sino el de descubrir el pecado. El objeto de la ley es condenar y no el de dar vida. "Si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley". Pero la ley no podía dar vida. La ley entonces fue como un paréntesis, en el tiempo entre Abraham y Cristo. Su verdadera misión fue y es convencer al hombre de que es pecador y que es impotente para salvarse por sí. Por eso Pablo afirma: "Antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada". Y en Romanos 7:6 dice: "estábamos sujetos (detenidos)". Así que la verdadera misión de la ley fue y es convencer al hombre de sus pecados, de la imposibilidad en que se halla de salvarse a sí mismo y guiarlo a Cristo. En cuanto a los creyentes del Antiguo Testamento "ellos eran justificados a base de observar la ley de Tipos previstos por la "ley" hasta que Cristo viniese". ( por ejemplo el cordero de la Pascua, era un tipo de Cristo, el verdadero Cordero de Dios que quita el pecado del mundo).

"De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo" (Gálatas 3:24-25). La figura del ayo, está tomada de una costumbre griega, donde el ayo era el encargado de los menores; criado de experiencia, llamado paidagogos, de paidos (niños) y gogos (conductor o guiador): Uno que siempre tenía los niños a la vista, vigilándolos, sujetándolos a disciplina y llevándolos a la escuela donde se los entregaba al maestro. Cuando el niño llegaba a la escuela, pasaba de la autoridad del ayo a la del maestro, es decir, quedaba sujeto al maestro. La ley fue primero mi ayo, que me convenció de mis pecados, me guió a Cristo y ahora no estoy bajo la ley, sino bajo la autoridad y gracia de Cristo.

La ley fue nuestro ayo para llevarnos a Cristo, y allí terminó su misión encomendada, nada más puede hacer, nada más se le demanda a aquellos que están en Cristo, ya no estamos bajo ayo. ¿Quieres algo más claro que esto? Pocas cosas hay en la Escritura más claramente determinadas. Al venir el objeto de la fe (Cristo), los herederos de la fe ya no están bajo la ley. NO ESTAMOS BAJO EL AYO. En muchas partes Pablo arguye contra cualquier recaída en el judaísmo. Todo el libro de Hebreos está escrito sobre ese asunto" Carroll. Resumiendo el pasaje de Gálatas 3:19-25, diremos:

1º La ley era para antes que viniese la fe, y por lo tanto, la ley fue de carácter temporal.

2º La misión de la ley fue convencer, encerrar bajo la convicción de pecado a todos, con el propósito de salvarnos por la fe en Cristo.

3º Que la ley fue para llevarnos a Cristo, pero una vez en Cristo, nada tenemos que ver con la ley.

Romanos 10:4 dice: "Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree". Esto como quiera que se mire, dice que la ley termina en Cristo. ¿Dónde termina la ley de Moisés? En Cristo. ¿Qué fin persigue la ley de Moisés? Llevarnos a Cristo, para que creyendo en El, seamos justificados. NO HAY OTRA INTERPRETACION POSIBLE A ESTE PASAJE TERMINANTE. Léase en conexión con Gálatas 3:19, 24-25, Lucas 16:16 y Mateo 17:1-8.

Adaptado del libro: "El cristiano y la ley" del pastor cubano Domingo Fernández. Continuará.........

 


Pág 2 - 5-5-2002 - Lección 177 - Iglesia Evangélica Bautista del Centro de Rosario - Rodríguez 542 - Rosario, Santa Fe.

 

LECCION Nº 177 TEMA: Sectas y religiones – Iº serie (parte IV)

El Adventismo del Séptimo Día

Pasaje Bíblico: Gálatas: 3:1-16.

Pasaje de Memoria: "Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree". Romanos 10:4

Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (Gálatas 3:1-16); LUNES (Gálatas 1:1-24); MARTES (Gálatas 2:1-21); MIERCOLES (Hebreos 9:1-14); JUEVES (Gálatas 3:17-29); VIERNES (Gálatas 4:1-31); SABADO (Gálatas 5:11-26). Leamos con oración cada uno de los pasajes, y vinculemos estas lecturas con la lección de hoy.

Orientación: hoy seguiremos estudiando al adventismo, y utilizaremos los materiales de un excelente libro apologético, "El cristiano y la ley", cuyo autor es el pastor cubano Domingo Fernández.

 

Desarrollo: Tengamos en cuenta los siguientes elementos muy importantes con respecto a la ley:

 

 

 

Hebreos 8:13 dice: "Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer". Aquí se habla del pacto en su totalidad, y no de ninguna ley en particular. Todas las leyes de Dios eran parte del pacto, porque el pacto era el pacto de la ley. Incluía las tablas de piedra con su contenido, porque son llamadas "las tablas del pacto" (Ver Dt 4:13, .5:2, 9:9 y 29:1).

Si vemos 2 Corintios 3:6-13, allí se habla de "la letra grabada en piedra", y se dice que iba a perecer y que había de ser abolido. A nadie absolutamente, le puede quedar en duda de que la ley y el pacto abolidos, incluyen el decálogo. ¿Por qué habrá gente tan preocupada en perpetuar una cosa que la misma Palabra califica como "ministerio de condenación y de muerte", de "yugo que ni nosotros ni nuestros padres hemos podido llevar"?. Que en vez de producir paz, "obra ira"; que en vez de realidad, era "sombra y figura" de lo que estaba por venir, que nada pudo perfeccionar y que para librarnos de semejante carga, fue que Cristo vino al mundo y murió en la cruz.

Leer Hebreos 9:15, donde dice que el Mediador del nuevo pacto a través de su muerte nos libra de las transgresiones del primer pacto. En el nuevo pacto hay mejores promesas (Hebreos 8:6).

Bajo el viejo pacto de la ley, moría el cordero por el pastor; bajo el pacto de gracia, muere el Pastor por los corderos. Cristo dio su vida para darnos libertad, libertad del pacto de la esclavitud y la muerte. Seguiremos.

Pasaje de memoria para el domingo próximo: 1 Pedro 3:15.

 

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