Iglesia Evangélica Bautista del Centro
¡ESTUDIEMOS
LA BIBLIA! - Hoja Semanal Nº 181- Domingo 2 de Junio de 2002
Escuela
Dominical de la Iglesia Evangélica Bautista del Centro, Rodríguez 542, 2000
Rosario.
Teléfono
4380824 - Registro de Cultos Nº 672, Secretaría de Culto de la Presidencia de
la Nación Argentina.
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Como terminar bien la carrera cristiana:
El Martirio de Policarpo
Relato del martirio de Policarpo de
Esmirna (quien fuera discípulo del Apóstol Juan) por Ireneo, su discípulo, y
testigo ocular. En homenaje a tantos hermanos en la fe, que aun hoy sufren
persecución a causa de nuestro Señor Jesús, y para reflexión de aquellos que
nunca hemos experimentado nada similar.
Os escribimos, hermanos, sobre los que
han sufrido martirio, y particularmente sobre Policarpo, que puso como el sello
final e hizo cesar con su martirio la persecución. Se puede decir que todo
aconteció a fin de que el Señor nos mostrara de nuevo su martirio, como lo
refiere el Evangelio. Porque Policarpo esperó a ser entregado, como lo hizo el
Señor, a fin de que también nosotros fuéramos imitadores suyos, mirando no sólo
nuestro propio interés, sino también el de nuestros prójimos; porque la caridad
verdadera y sólida está en buscar no sólo la propia salvación, sino también la
de todos los hermanos.
Los mártires se mantuvieron firmes,
después de haber sido desgarrados por los azotes, de suerte que se podía ver la
disposición de la carne hasta lo interior de las venas y las arterias, hasta el
punto de que todos los circunstantes se sentían movidos a compasión. Ellos, en
cambio, se habían levantado a tal nobleza que ninguno de ellos profirió un
lamento o un gemido, mostrándonos a todos nosotros que en aquella hora de
tormento los nobilísimos mártires de Cristo estaban fuera de su propia carne, o
mejor, que el mismo Señor estaba con ellos, conversando con ellos. Sostenidos
por la gracia de Cristo, despreciaban los tormentos terrenos, pues con los
padecimientos de una sola hora compraban la vida eterna. El fuego de sus
inhumanos torturadores les era un refrigerio, pues ante sus ojos estaba el huir
del fuego eterno que jamás se extingue, y veían con los ojos del corazón los
bienes que les aguardaban... Los que fueron condenados a las fieras sufrieron
igualmente tormentos espantosos, siendo
sometidos a otras formas diversas de tortura...
En cuanto a Policarpo, hombre digno de
nuestra máxima admiración, en primer lugar, en cuanto oyó que se le buscaba, no
se turbó, y quería permanecer en la ciudad, pero muchos le persuadieron de que
se retirara fuera. Salió, pues, a una pequeña finca, y allí pasaba el tiempo
con unos pocos compañeros, sin hacer otra cosa que orar de día y de noche por
todos y por las Iglesias esparcidas por toda la tierra, como lo tenía por
costumbre...
Como persistieran los que le buscaban,
tuvo que cambiarse a otra finca, y pronto se presentaron los que iban tras él
(en la primera finca). Al no hallarle, prendieron a dos esclavos, y uno de
ellos, sometido a tortura confesó su paradero... Acompañados, pues, del
esclavo, los perseguidores salieron un viernes a la hora de la cena con
caballería y la gente armada que suelen... Y llegando en hora ya tardía, lo
encontraron acostado en una pequeña habitación en el piso superior. Todavía
hubiera podido huir a otro escondrijo, pero no quiso, diciendo: «Hágase la
voluntad de Dios». Oyendo el ruido de los que habían llegado, él mismo bajó y
se puso a hablar con ellos, los cuales se admiraron de su avanzada edad y de su
buen estado, preguntándose si valía la pena tanto aparato para aprehender a tal
anciano. Inmediatamente mandó Policarpo que se les diera de comer y de beber
cuanto quisieran, siendo la hora que era, rogándoles empero que le dejasen una
hora para orar tranquilamente. Ellos se lo concedieron, y él, puesto en pie se
puso a orar lleno de tal gracia de Dios que por espacio de unas dos horas no le
fue posible callar y todos los que le oían estaban embelesados: algunos incluso
empezaron a sentir remordimientos de haber venido a prender a un anciano tan
lleno de Dios. Finalmente terminó su oración, no sin haber hecho mención de
todos los que durante toda su vida habían tenido trato con él, de los humildes
igual que de los grandes, de los ilustres lo mismo que de los sencillos, así
como de toda la Iglesia esparcida por todo el mundo habitado. Llegada la hora
de partir, le pusieron sobre un asno y lo llevaron a la ciudad. En el camino se
encontraron con el jefe de policía y Herodes, los cuales le hicieron pasar a su
carruaje e intentaban persuadirle con las siguientes amonestaciones: «¿Qué mal
hay en decir que el Emperador es el Señor y en sacrificar y cumplir las demás
ceremonias, para salvar la vida?».
Pero él al principio no les daba
respuesta alguna; mas como insistieran, les dijo: «No voy a hacer nada de lo
que me aconsejáis.» Ellos entonces, fracasados en su intento de persuadirle
empezaron a decirle palabras insultantes y le hicieron descender precipitadamente
del carruaje, de suerte que al descender se desgarró la espinilla. Sin
volverse, como si no se hubiera hecho daño alguno, caminaba animosamente. Fue
conducido al estadio, y fue tanto el tumulto que en él se armó que nadie podia
entenderse...
Llevado a la presencia del procónsul,
éste le preguntó si era él Policarpo; y como contestara afirmativamente,
intentaba el procónsul hacerle renegar, diciendo: «Ten consideración a tu
avanzada edad.», y las demás cosas que suelen decir: «Jura por la fortuna del César,
cambia tu modo de pensar y grita: Mueran los ateos.» Pero Policarpo, mirando
con un rostro serio a toda la mesa de paganos sin ley que llenaban el estadio,
les hizo una seña con la mano, dio un suspiro y levantó los ojos al cielo
diciendo: «Mueran los ateos.» Intervino el procónsul diciendo: «Jura, y te
pongo en libertad, reniega de Cristo.» Repuso Policarpo: «Hace ochenta y seis
años que le sirvo, y ningún mal me ha hecho: ¿Cómo puedo blasfemar de mi rey a
quien debo la salvación?»
El procóncul insistió de nuevo diciendo:
«Jura por la fortuna del César.». Policarpo respondió: «Si tienes por punto de
honor el hacerme jurar por la fortuna del César, como tú dices, fingiendo
ignorar quién soy yo, oye lo que proclamo con toda libertad: Soy cristiano; y
si quieres aprender cuál es la doctrina cristiana, dame un día de tregua y
escúchame...» Dijo el procónsul: «Convence al pueblo.» Replicó Policarpo: «A ti
te considero digno de una explicación, pues nuestra doctrina nos enseña que hay
que dar a los magistrados y autoridades que están establecidas por Dios el
honor que les es debido y que no daña a nuestra conciencia. Pero al pueblo no
creo que valga la pena presentarles una defensa.» Dijo entonces el procónsul:
«Tengo fieras, y te entregaré a ellas si no cambias de parecer.» Respondió
Policarpo: «Llámalas, pues para nosotros no puede darse un cambio de lo mejor a
lo peor, sino que lo razonable es cambiar de lo malo a lo justo.» Insistióle el
procónsul: «Te haré consumir en el fuego si no cambias de parecer, ya que
desprecias a las fieras.». Continuará.
Pág 2 - 2-6-2002 - Lección 181 - Iglesia Evangélica Bautista del Centro de Rosario - Rodríguez 542 - Rosario, Santa Fe.
LECCION Nº 181
TEMA: Como terminar bien la carrera cristiana – 1º Parte
Pasaje Bíblico: 1 Reyes 13:1-34.
Pasaje de Memoria: “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres”. Lucas 2:52.
Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (1 Reyes 13:1-34); LUNES (Génesis 5:24-6:9); MARTES (Hechos 7:1-30); MIERCOLES (Hechos 7:31-60); JUEVES (Mateo 14:1-12); VIERNES (Hebreos 5:1-14); SABADO (Hechos 19:1-17). Leamos con oración cada uno de los pasajes, y vinculemos estas lecturas con la lección de hoy.
Introducción: Hoy continuamos con la nueva serie, basados en un especialista en liderazgo cristiano llamado Robert Clinton, acerca de cómo terminar bien la carrera cristiana. El famoso escritor inglés Shakespeare, pone en boca de uno de los personajes de una de sus obras la siguiente afirmación: “Todo está bien, si el final está bien”. ¿Qué pasará contigo? ¿Viejo pastor, líder, maestro de la Palabra, obrero cristiano o viejo militante de la fe? ¿Cuál y cómo será tu despedida?.
Desarrollo: El autor de estos estudios, vio que al estudiar las vidas de los líderes que finalizaron bien, había 6 características que aparecen siempre en esas personas, y él las resumió así:
· Todos mantuvieron una relación vibrante y personal con Dios correcta hasta el fin.
· Todos ellos mantuvieron una postura de aprendizaje, aprendiendo de varias clases de fuentes, aún de la vida misma.
· Todos ellos dieron evidencia en su carácter de la semejanza a Cristo, como evidencia del fruto del Espíritu en sus vidas.
· Todos ellos vivieron sus vidas, las convicciones y promesas de Dios como cosas reales.
· Todos ellos dejaron tras de sí, una o más contribuciones finales (estilo de vida santa, mentor, pionero, orador público, fundador, investigador, escritor, etc., es decir, logros permanentes).
· Todos ellos caminaron con una conciencia creciente de su sentido de destino y vieron algunos o todos ellos cumplidos.
Hoy veremos la primera y la segunda características.
1) Todos mantuvieron una relación vibrante y personal con Dios correcta hasta el fin. Buscar entre todos, los pasajes bíblicos que afirmen esto en relación con las vidas de Esteban, Enoc, Pablo, Juan el Bautista y Jesús. Un famoso pianista declaraba lo importante que era practicar cada día intensamente, y agregaba: “el primer día que no lo hago, yo soy el que me doy cuenta, el segundo día se da cuenta mi familia, el tercer día se dan cuenta mis críticos”.
En 1 Reyes 13:1-32, tenemos la interesante historia del varón de Dios y el viejo profeta. Era la época del Reino Dividido, y Dios tuvo que amonestar al rey Jeroboam, trayendo un siervo suyo del otro país. ¿Por qué Dios tuvo que traer un profeta del “otro reino”? ¿Por qué el profeta de Betel era ya viejo? Opciones:
a) Por su rica experiencia en el pasado. b) Por su madurez espiritual. c) Porque ya era inútil para Dios.
Betel era un centro de idolatría, y el viejo profeta era indolente, apático y complaciente. Complacer a todo el mundo no es señal de amor. Tolerar el pecado y ser insensible ante Dios, entristece al Espíritu Santo (Ver Efesios 4:30).
Señalar de las siguientes afirmaciones cuál es verdadera y cuál es falsa:
* Un hombre al perder su comunión con Dios se hace viejo y se enceguece. V F
* Una persona que Dios usó en el pasado y perdió su comunión con El,
no puede ser autoridad delegada de Dios. V F
* Las canas, la experiencia y la edad no tienen crédito cuando contradicen la Biblia. V F
La historia termina con el varón de Dios muerto prematuramente por un león, que lo dejó tendido en el camino y llamativamente no lo devoró, sino que le dejó el cuerpo intacto. Así hoy, en el ministerio cristiano, hay muchos tendidos al costado del camino de la vida. Como el león (13:24), el Diablo está hincado junto a hombres que en otra época fueron útiles. Sin lloro, ni tristeza, velándolos como cadáveres, para escarmiento de otros que pasan por el mismo camino. Satanás te mata por dentro de un zarpazo y por fuera te deja intacto. ¿Qué mata este enemigo? La fe, la devoción, el fuego del evangelismo y el discipulado, la compasión, el espíritu misionero, la oración, la vida devocional, etc.
¿En vos ha averiado algo? ¿Qué es lo que tiene más peligro hoy? ¿Cómo está tu relación con Dios?
2) Todos mantuvieron una postura de aprendizaje, aprendiendo de varias fuentes, aún de la vida misma. Si cesas de aprender hoy, dejas de enseñar mañana. ¡Pablo está para morir y pide los libros! (2 Timoteo 4:13). Uno de los versículos más llamativos de la vida de Jesús es Lucas 2:52. Allí se identifican cuatro áreas de crecimiento. ¿Podés ordenarlas?:
Jesús crecía en sabiduría Desarrollo físico
Jesús crecía en estatura Desarrollo emocional y social
Jesús crecía en gracia para con Dios Desarrollo intelectual
Jesús crecía en gracia para con los hombres Desarrollo espiritual
¿En cuál de estas 4 áreas tenés más dificultad? ¿En cuál estás haciendo el mayor esfuerzo? ¿Cuál es la que te lleva más tiempo? ¿Cuál de todas es la más “fácil” de atender?
La enseñanza efectiva fluye siempre de una vida plena (abundante), y el ministerio fluye del ser. El que sigue a un líder, la meta es más que llegar a saber lo que sabe su maestro, es llegar a ser lo que él es. Pablo dijo: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”. ¿Con esta declaración quería desviar a los cristianos de Cristo? ¿Por qué la habrá dicho?
Hubo una solicitud para un campo misionero y un postulante fue citado a las tres de la mañana. Quien lo entrevistaría llegó a las 8. Le pidió que deletreara su nombre: B-A-K-E-R dijo el candidato. ¿Cuánto es dos más dos? El postulante dijo: ¡Cuatro!. Ya está bien, superó el examen. El informe del examinador a la junta fue: superó la prueba por, 1) Fue abnegado, dejó la cama caliente, fue al frío de la madrugada sin quejarse. 2) Fue puntual, llegó a horario. 3) Fue paciente, se bancó cinco horas de espera. 4) Probé su genio: no se enojó porque yo llegué tarde, ni preguntó el porqué. 5) Fue humilde al sumar dos más dos.
Pasaje de memoria para el domingo próximo: Romanos 8:29.