VISITA LA MASCARA DE TUTANKHAMON

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En bajorrelieve o en estatua, en
el antiguo Egipto la imagen del soberano está en todas partes. En las
paredes de los templos, en las estelas rupestres o líticas, expresa los
múltiples aspectos de la realeza. Las estatuas reales son auténticos
sustitutos de la figura del soberano y como las estatuas divinas son
objeto de culto… En los templos funerarios del Antiguo Egipto, ambas,
colocadas en hornacinas situadas en la parte mas sagrada del santuario
reciben las mismas atenciones que se reservan al rey viviente: abluciones,
ungüentos, inciensos, vestidos, comida. Estas practicas no significan que
el soberanotenga una naturaleza divina, sino que su efigie, ligada al
culto de los dioses, a quienes sucede en el trono de Egipto, necesita el
ejercicio del reto para desempeñar el propio papel en el contexto en el
que se encuentra. Existen diferentes tipos de estatuas reales, algunas
monumentales, otras reservadas a capillas, otras más destinadas a la
celebración de particulares fiestas. Todas están concebidas en función del
papel que tendrán que desempeñar. Mientras algunos colosos situados en las
puertas de los templos o en los patios accesibles al publico actúan como
intercesores de los seres humanos en el reino divino, las estatuillas de
madera o de piedras, preciosas representan al soberano ataviado con la
indumentaria especifica y en ademán de oficiar un rito. Cuando no hacían
falta se guardaban en criptas. Semejantes objetos están representados en
muchos lugares en el interior del templo de Karnak.
La relación entre la realeza
y la esfera divina se expresa, sobre todo en la iconografía real, a través
del tema del soberano y del halcón. En el Reino Antiguo numerosas estatuas
muestran al rey sentado en el trono, mientras el dios Horus, bajo la
apariencia de un halcón, despliega las alas detrás de su nuca, otorgando
al soberano poder monárquico y tutela divina. La más famosa de estas
estatuas es la de Kefren conservada en el Museo de El Cairo. Durante el
Reino Medio, se pudo representar al rey directamente como un halcón,
mientras que bajo los soberanos thutmosides a menudo esta acompañado por
un halcón. A partir del nuevo Reino, unos grupos escultóricos asocian un
dios halcón, cuya identidad puede variar –Montu u Horus- a pequeñas
efigies del soberano echando a andar, agazapado o en forma de momia. La
imagen real puede ser sustituida por la indicación de su
nombre. (Extraído del
ensayo: La realeza faraónica. La naturaleza del poder presente en el
catalogo de la exposición) |