La historia oculta del Japón

INDICE

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INTRODUCCION LA POBLACION AINU LA ORGANIZACION SOCIAL
LA EXPLOTACION JAPONESA LA MODERNIZACION JAPONESA DECULTURACION DE LOS AINU
LA SUPRESION SISTEMATICA LAS DISCRIMINACIONES SOCIALES LIBERACION DE LOS AINU

INTRODUCCION

Los ainu es un pueblo indígena de las islas periféricas entre el Japón y Rusia; esta región -que no era ni del territorio japonés ni ruso- incluye Hokkaido, Sajalín, las islas Kuriles y el norte de Honshu (la Isla Mayor del Japón). El último de estos lugares sufrió una serie de destrucciones imperialista-esclavistas pero cada vez más militaristas en su propio estilo de vida, comenzando a fines del siglo XVII durante unos 3 siglos. En otras zonas, los ainu también sufurieron la invasión, asimilación, discriminación e ideología del Estado y sociedad japoneses, durante más de 500 años y especialmente desde la segunda mitad del siglo XIX al comenzar la Restauración Meiji (modernización del Japón). En la actualidad bajo condiciones adversas, ellos luchan por los derechos humanos fundamentales y por la autodeterminación.
Debido a la política oficial de la homogeneidad, el Gobierno Japonés no ha reconocido la existencia de grupos étnicos distintos al pueblo japonés. Esta ideología etnocéntrica ha determinado el bajo nivel de conocimiento general de esta realidad y de las investigaciones científicas en etnografía, antropología, lingüística, historia, etc.

LA POBLACION AINU

En esta región norteña, la primera población humana apareció hace unos 20.000 años, y la población identificada como ainu, entre unos 2.000 A.C. y 1.000 D.C. El idioma ainu se hablaba, además de Hokkaido, en Sajalín y las islas Kuriles, y las partes cercanas de Honshu (según una teoría basada en los estudios toponomícos, la esfera ainu llegaba a la región del actual Tokyo y hasta Kyoto y más todavía, incluyendo posiblemente Shikoku y Kyushu).

LA ORGANIZACION SOCIAL

El pueblo ainu estaba en la etapa de cazadores-pescadores-colectores con poquísimas migraciones; este pueblo no horticultural ni agricultural pudo lograr una estabilidad casi sedentaria gracias al medio ambiente rico de bosques, animales, peces y vegetaciones.
El "kotan", que se refiere a la "aldea" en el idioma ainu, era prácticamente la unidad social más grande, y comprendía entre 5 y 10 familias del mismo linaje. Así fueron ausentes entre ellos tales nociones como provincias y federaciones. Junto con esta ausencia, por el cual no llegaron a lograr una mayor solidaridad entre distintas localidades del mismo pueblo ainu, esta organización sociopolítica pequeña y simple, con los escasos desarrollos económico-tecnológicos, mostraron la inferioridad y debilidad indígenas en las confrontaciones ainu-japonesas. Aprovechando también la inexistente noción entre ellos sobre la tierra como propiedad, los japoneses llegaron a controlar y poseer los territorios ainu por las fuerzas político-económicas y militares.

LA EXPLOTACION JAPONESA

Las invasiones y dominaciones japonesas de manera directa a la isla llamada entonces Ezo (el actual Hokkaido) comenzaron en el siglo XIX (los ainu formaban sus culturas incorporando los productos japoneses a través de los comercios desiguales en la época anterior). Antes de entonces, esta tierra era, para los japoneses, el destino de los criminales de Honshu. El levantamiento más grande llevado a cabo por los ainu contra las autoridades japonesas ocurrió en la Batalla de Koshamain en 1457. Los levantamientos anteriores no fueron tan organizados ni con claros objetivos, generalmente resultando en una expresión bélica de los ainu contra los opresores japoneses.
Los Kakizaki, antepasados de los feudatarios Matsumae, los explotaron a través de los trueques desiguales. En 1551 ellos empezaron a cobrar tazas en los mercantes japoneses y redistribuir una porción de ellas a los 2 jefes ainu, que representaban sendas mitades de la Isla. Así comenzaron a controlar indirectamente a los ainu, dividiendo Ezo en 2 subregiones.
En el siglo XVII, los Matsumae, que recibieron el reconocimiento oficial de su supremacia en Ezo por TOYOTOMI Hideyoshi (uno de los 2 grandes unificadores del Japón en el siglo XVI) y TOKUGAWA Ieyasu (el primer shogunato de la era de Edo), ocupaban sólo el extremo Sur de la Isla.
Durante el período de Edo (desde el siglo XVII), los ainu lucharon en 2 grandes levantamientos en los cuales fueron derrotados. En el primero, (la Batalla de Shakushain en 1669), las dificultades financieras de los Matsumae (el "Han" -dominio feudal- que suprimía a este pueblo) y el hambre en Honshu dejaron a los mercaderes explotar y controlar a los ainu. En el segundo, (la Batalla de Kunashiri-Menashi en 1789), el Bakufu (Gobierno Central) se quedó con la supremacia en esta tierra, pero la devolvió en 1821 a los Matsumae a fin de solventar sus problemas financieros.
En ese entonces, la explotación de los ainu por las autoridades japonesas llegaban a todas las dimensiones. Los hombres y las mujeres fueron utilizados como esclavos de toda la vida; las mujeres jóvenes fueron violadas, y expulsadas al contagiarse de las enfermedades; los ancianos y niños quedaron solos en kotanes; y los resistentes fueron envenenados. El Bakufu actuó con total impunidad. Esto sucedió a fines del siglo XVII, y se fue estableciendo una desigual estructura socioeconómica ainu-japonesa a principio del siglo XVIII, con deshabilitadas redes comunitarias, impidiendo la solidaridad y organización entre los atomizados ainu.

LA MODERNIZACION JAPONESA

La incorporación sistemática de los ainu al Japón, es decir, la asimilación llevada a cabo por las autoridades centrales, comenzó desde la modernizarción del país en un proceso simultáneo con la expansión imperialista.
Hasta este período, Ezo se consideraba una isla ajena y fuera del dominio y territorio propiamente japonés, una pequeña parte de la cual se consideraba como colonia en el exterior.
El Bakufu, sin embargo, declaró que Ezo y las pequeñas islas cercanas pertenecen al Japón en la negociación territorial ruso-japonesa en 1853. La lógica fue que los ainu -que no son rusos- vivían en esta tierra, y por ello son partes no de Rusia sino del Japón, denotando que los mismos son japoneses.
Luego del Tratado de Amistad Ruso-Japonés en 1855, la supremacia de Ezo volvió de los Matsumae al Bakufu. Así la Isla se re-nacionalizó definitivamente; se terminó la cuestión territorial de Ezo (internacionalmente entre Rusia y Japón e internamente entre los Matsumae y Bakufu), sin la participación alguna o voluntad propia de los propios habitantes. Para los ainu, los japoneses vinieron y quitaron su tierra.
En ese mismo año comienzó la japonización de los ainu en el idioma y costumbre por la política de Bakufu. La prohibición antigua de hablar japonés para los ainu, que no tenía ningún impacto ni importancia, se cambió completamente. Además, los nombres y apellidos ahora tenían que ser japoneses.
Al comenzar el proceso de Restauración Meiji, se culminó la japonización unilateral, obligatoria y discriminatoria. El Gobierno cambió el nombre de la Isla: de "Ezo" con su connotación del extranjero, a "Hokkaido" como una parte administrativa del Japón. Esta incorporación de la Isla al sistema de divisiones regionales fue un éxito para que los posteriores nacionales japoneses creyere que haya sido del territorio japonés desde siempre:
-Las Regiones Re-Organizadas al Comienzo de la Era de Meiji-
Kinai la actual Gran Kyoto-Osaka-Nara
San'yo-do la parte meridional al Oeste de Kinai
San'in-do la parte septentrional al Oeste de Kinai
Hokuriku-do "Circuito Terrestre del Norte", la parte costanera central de Honshu
Tosan-do "Circuito Montañoso del Este", el Norte de Honshu y la parte entre Hokuriku-do y Tokai-do
Sei-kai-do "Circuito Marino del Oeste", actual Kyushu
Nan-kai-do "Circuito Marino del Sur", actual Shikoku y su cercania de Honshu
To-kai-do "Circuito Marino del Este", actual Gran Tokyo hasta casi Gran Kyoto
HOK-KAI-DO "CIRCUITO MARINO DEL NORTE", ex EZO, la isla más grande después de Honshu
Así, sistemáticamente la tierra ainu (Ainu-moshir) fue incorporada al régimen japonés. Esta nacionalización regional se realizó en la división administrativa (en cuanto a la adquisición-posesión territorial) y en el registro civil (en cuanto a la dominación de este pueblo), a fin de cobrar impuestos para solventar las finanzas estatales. Todos estos procesos de cambio administrativo comenzaron a partir de 1869, y la nacionalidad japonesa se impuso a los ainu (1870). Se prohibieron otras tradiciones ainu y se estableció la ley de registro civil japonizándolos más.
Más tarde, toda la tierra ainu en Hokkaido fue confiscada y nacionalizada bajo la posesión gubernamental por la Ley General de Tierras (1872), la Ley de Reforma de Impuesto Predial (1873) y la Ley de Certificación Predial (1877). Luego, la Ley de Protección de los Nativos de Hokkaido (Hokkaido Kyu-Dojin Hogo-ho) de 1899 obligó a los ainu a ser agricultores. Esta ley claramente expresa que serán súbditos de la Monarquía Japonesa al igual que los demás japoneses; pero se contradice a su vez ya que son considerados como raza inferior (referiéndose a los nativos, la primera parte (Kyu) indica lo pasado/antiguo y la segunda (Dojin) es el término dicriminatorio a los aborígenes). Por la Orden de la Venta de la Propiedad del Estado en Hokkaido (1886), la tierra fue distribuida en pequeñas partes no fértiles (minifundios) para los ainu y las grandes partes fértiles (latifundios) para los japoneses. Sin embargo, las tierras distribuidas a los ainu se tendrían que devolver al Gobierno si se las dejara sin cultivos agrícolas en el período de 5 años. (Después de la Segunda Guerra Mundial, el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca expresó en 1948 que las tierras de los ainu se encontraban bajo la Acta de Reforma Agraria, y así los ainu perdieron aun más sus pocas tierras.) El subdesarrollo interno se aceleró entre los ainu. En 1901 las Escuelas para los Nativos (Kyu-Dojin Gakko) fueron establecidas y utilizadas para la educación asimilativa pero los mismos ainu fueron segregados. Bajo esta política, se incluía el idioma japonés y se prohibía el idioma ainu; se les enseñaba que la cultura ainu era salvaje.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los ainus, junto con los nativos de esta y otras regiones, fueron aprovechados, por su agilidad y fuerza física, para servir bajo la milicia japonesa como agentes secretos contra la ex Unión Soviética. Eso fue por la educación asimilativa del entonces Imperio Japonés, que había llevado mucho tiempo y tenido un gran impacto en los ainu, y la crisis de su identidad contribuyó a este proceso: las hazañas logradas por los ainu contra Rusia y en favor del Japón podrían fortalecer su identidad y reconocimiento como japoneses, que sería más fácil y simple que tratar de buscar su propia identidad étnica pero ya precaria.

DECULTURACION DE LOS AINU

Así desde ese entonces los ainu han sufrido un proceso de deculturalización.
En el área de recursos naturales, el Gobierno ha causado la deforestación, caza excesiva de venados y la pesca excesiva de salmones vinculado al aumento precipitado en el comercio internacional e industrialización nacional. El medio ambiente que rodeaba la vida tradicional ainu así fue desapareciendo.
En la esfera cultural, la superposición del idioma japonés les hace perder su propio idioma y nombre, y hasta sus tradiciones y la literatura oral de "yukar". Todas las costumbres fueron prohibidas u objeto de eliminación.

LA SUPRESION SISTEMATICA

En la esfera institucional, la forma de vida ainu se hizo practicamente imposible, debido a las leyes, contra la libertad ainu, de la tala de los bosques, caza y pesca, esenciales e imprescindibles para su modo de subsistencia. Los alimentos principales de los ainu eran venados y salmones (como el arroz para los japoneses), los que ya no se les permitió conseguir. El Gobierno actual ha comenzado a construir una represa sin considerar los lugares sagrados según la mitología ainu, que van a desaparecer bajo el agua, y no los reconoce como un grupo minoritario por su ideología de homogeneidad nacional (una nación, una raza, una lengua). La parte del presupuesto nacional destinada a los ainu se gasta no para solucionar esta realidad problemática sino para el desarrollo infraestructural de la región. La gran cantidad de yenes en este presupuesto, que se suma (desde su comienzo en 1974 hasta 1988) a casi \40,000 millones (más o menos $400 millones), se utiliza solamente para justificar este asunto. Los libros de textos autorizados por el Ministerio de Educación en las enseñanzas primarias y secundarias distorcionan y hasta ignoran u ocultan la historia ainu-japonesa.

LAS DISCRIMINACIONES SOCIALES

Actualmente, la problemática ainu también se manifiesta en las discriminaciones sociales e institucionales de las comunidades locales, escuelas, casamientos, empleos, trabajos, etc. La crisis de la identidad ainu es severa en sus familias y los padres sufren de una profunda frustración de sí o no contar a sus hijos su verdadera identidad étnica. Iqual que otros grupos minoritarios étnicos y sociales dentro de la sociedad japonesa, el conflicto interno entre derecho a la identidad y conveniencia funcional de ocultarla (frente a la sociedad y a los hijos) para evitar las discriminaciones, les hace sufrir social, psicológica y emocionalmente, invadiendo esta preocupación multidimensional todas las esferas de la vida ainu y su autonomía y libertad.
La democracia distorcionada en cuanto al principio de autodeterminación de los pueblos, les quita a los ainu su derecho a participar en la política nacional. El sistema de representación por mayoría es válido solamente si los miembros son homogéneos. La ideología estatal de homogeneidad japonesa justifica el dominio japonés sobre los ainu a través del sistema "democrático", aunque la verdadera democracia debe proteger los derechos de los minorias. Así bajo las frases tales como "somos japoneses e iguales" y "la igualdad bajo las leyes", ignorando la historia y negando la diversidad étnica, se ha practicado el etnocidio y la asimilación forzada (eliminaciones de la tierra, autonomía, lengua, cultura). Esto es ejecutado intencionalmente por el Gobierno, y por la población influida por la educación desconocedora e información escasa y distorcionante acerca de este asunto.
El Gobierno no ha ratificado ninguna ley para limitar los derechos ainu y así se justifica su actitud hacia ellos. Sin embargo, los sistemas de leyes y de la política y estructura social se basan en la cosmovisión predominante de una cultura e historia; no hay ninguna ley para limitar, pero tampoco hay ley alguna para proteger los derechos ainu siquiera, salvo la "Hokkaido Kyu-Dojin Hogo-ho", que discrimina legal, sistémica y mentalmente en su contenido y lenguaje al pueblo ainu.
Todavía en la actualidad el Gobierno muestra su actitud indecisa en tratar este problema nacional. A los políticos esto no les paga ni los votos ni el dinero. Muchos de ellos piensan que con el tiempo este problema desaparecerá junto con la identidad ainu.
En 1990, un representante gubernamental en la oficina principal europea de la ONU expresó que los ainu son tratados igualmente frente a los otros nacionales japoneses. Sin embargo, las leyes como la de 1899 y sobre pesca y caza les hacen difícil o prácticamente imposible mantener su cultura, religión, lengua, etc.
En 1992 el Primer Ministro de entonces MIYAZAWA Kiichi dijo, sLos ainus son nacionales japoneses desde el principio, y sus tierras son "territorio propio" japonest.
A nivel internacional, en el primer informe de 1980 en la ONU el Gobierno dice que no existe ninguna minoría étnica en el Japón; el segundo de 1986 dice que los ainu tienen su cultura original; y, el tercero de 1991 dice que éstos son una minoría étnica, un año después de aprobar el "Año Internacional de los Pueblos Indígenas". Posteriormente, sin embargo, el Gobierno hizo alusión por las definiciones sobre minoría étnica o indígena. Claramente es una actitud incoherente y negativa acerca del asunto de la desigualidad entre los grupos mayoritarios y minoritarios. Además, el mismo Gobierno nunca ha querido admitir que los ainu son un pueblo indígena en el país, mientras que llegue a reconocer que los ainu son un grupo minoritario del país.

LIBERACION DE LOS AINU

En la mitad de la década de los 1960 comenzaron movimientos sociales para proteger los derechos humanos aclarando la situación de la discriminación sobre los ainu. En la década siguiente empenzaron a tener orgullo de ser ainu y más hijos fueron informados de su verdadera identidad étnica. También progresaron las alianzas para solucionar los problemas de grupos minoritarios y para abolir discriminaciones raciales. Muchos japoneses, particularmente desde intelectuales hasta historiadores, maestros, periodistas y juristas, se están dando cuenta de la falsedad de "Kyu-Dojin" y "raza en extinción", creados por las autoridades de Meiji.