La noche que liberé Auschwitz

27 de enero de 1945, Yakov Vincenko, 19 años, división de infantería 322, frente ucraniano:

Víctima de un campo de exterminio nazi

"vi al comandante Shapiro... del batallón de asalto de la 100ª división, abrir de par en par... la entrada al infierno... En la sombra advertí una presencia. Se arrastraba en el barro, ante mí. Se dio la vuelta y apareció el blanco de unos ojos enormes, dilatados... estaba ante un muerto viviente. Detrás de él... intuí decenas de otros fantasmas. Huesos móviles, unidos por una piel seca y envejecida. El aire era irrespirable, una mezcla de carne quemada y excrementos... Avanzamos sin decir una palabra... Mujeres, niños, enfermos: eran incapaces de moverse... No hablaban, me perseguían con miradas de terror. Los últimos días, para darse prisa, los nazis fusilaban a millares al borde de las fosas comunes. Después quemaban todo... No... percibí felicidad cuando les dije que eran libres. Les veía revivir, con los ojos que se les iluminaban, pero no tenían la fuerza para soportar la alegría... 1.300.000 muertos... Hasta 5.000 víctimas al día... He esperado años para lograr olvidar, después comprendí que sería... convertirse en cómplice. Y, por tanto, recuerdo".
De El País

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